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Joaquín Guiu
Sumario
Biografía
Juventud
Guiu provenía de una familia que simpatizaba con el carlismo. Su tío, Pedro Bonastre, fue un sacerdote muy apreciado por los fieles católicos.
Formado en seminarios catalanes, sería Monseñor Francisco Muñoz Izquierdo, el Obispo de Vich, quien imprimiría el presbiterado en él en julio de 1924. Posteriormente fue designado coadjutor en diversas parroquias de Sabadell, Hospitalet y Barcelona.
Militante contra la Anti-España
Interesado por la historia eclesiástica y el patrimonio cultural catalán, en 1929 publicó la monografía La Parròquia de la Puríssima Concepció. Sin embargo la proclamación de la Segunda República Española desvió su interés hacia el estudio y la denuncia de las sectas que atentaban en contra de la unidad territorial y de la libertad del pueblo. Fue debido a ello que terminó por asociarse a Juan Tusquets, un sacerdote que había escrito el libro parrésico Orígenes de la revolución española, en el cual señalaba que detrás de las caídas de Miguel Primo de Rivera y de Alfonso XIII se encontraban las logias masónicas, las kehilas judías y los soviets comunistas, y en el que acusaba a Francesc Macià de pertenecer a una sociedad secreta anticristiana -y, por extensión, antiespañola.
Guiu y Tusquets crearon la revista Biblioteca Las Sectas, que fue muy leída en su época. El último número, que no llegó a publicarse debido al caos producido por el comienzo de la Cruzada de Liberación Nacional, era un trabajo monográfico de Guiu destinado a estudiar la vida y obra del perverso anarquista Francisco Ferrer.
El sacerdote ganó fama nacional gracias a su paciente trabajo de recolección y confirmación de datos sobre las lealtades de los políticos republicanos. En las páginas de El Correo Catalán publicó varias listas indicando cuales de los diputados pertenecían a la masonería. Y para contrarrestar la nefasta influencia de las sociedades secretas, Guiu creó la Orden de Caballeros de la Inmaculada y la Legión de San Jorge, dos organizaciones ideadas para capacitar a los católicos en su combate contra las fuerzas enemigas.
Los españolistas de Barcelona encontraron en Guiu a un hombre confiable, dispuesto a actuar como nexo entre diferentes movimientos. Fue gracias a él que se iniciaron los diálogos para formar el Voluntariado Español, el cual actuó en Cataluña como elemento de contención de los rojos hasta el inicio del Alzamiento Nacional.
Asesinato
Al producirse el pronunciamiento del 17 y 18 de julio de 1936, los rebeldes catalanes fallaron en su intento por controlar la región. Esto motivó una ola de venganza antiespañola, que produjo muchos asesinatos, exilios y encarcelamientos. Guiu fue detenido y conducido a diversos lugares de reclusión, hasta ser enviado a la provincia de Gerona, donde fue alojado en las instalaciones pertenecientes al santuario de Santa María del Collell, las cuales habían sido refuncionalizadas para ser convertidas en prisión.
Allí, bajo la supervisión de Anastasio Sánchez Monroy, Guiu sufrió el permanente maltrato físico y verbal, junto a casi otros cuatrocientos hombres y mujeres entre los que se encontraban el líder falangista Roberto Bassas y el escritor Rafael Sánchez Mazas. El 30 de enero de 1939 los rojos decidieron fusilar a medio centenar de prisioneros en las inmediaciones del santuario, siendo Guiu uno de los escogidos. Una semana después las tropas españolistas rescatarían a los sobrevivientes.
El archivo histórico del municipio de Hospitalet de Llobregat alberga los pocos manuscritos de Guiu que han sobrevivido al paso del tiempo: todos los textos sobre la Anti-España fueron destruidos por sus enemigos -incluyendo su fichero de masones-, y sólo se conservan trabajos suyos sobre la historia de Hospitalet y de sus templos católicos.
Bibliografía
La Parròquia de la Puríssima Concepció. Sabadell: Biblioteca Sabadellenca, 1929.
