José Utrera Molina

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José Utrera Molina.

José Utrera Molina (Málaga, 12 de abril de 1926 - Nerja, 22 de abril de 2017) fue un abogado y político español, falangista procedente del Frente de Juventudes y dos veces ministro ocupando la Jefatura del Estado del General Francisco Franco.

Formación académica

Cursó estudios de Derecho y de Graduado Social en la Universidad de Granada. Desempeña desde muy joven la subjefatura provincial del Movimiento en Málaga hasta su nombramiento como gobernador civil de las provincias de Ciudad Real (1956–1962), Burgos (1962) y Sevilla (1962–1969). Presidente del Consejo Económico y Social de la Penibética.

...Congreso de Múnich dejó malparadas las relaciones entre Franco y don Juan de Borbón. Se tiene la impresión que Francisco Franco no aceptó las explicaciones que se le dieron y que el incidente, verdaderamente grave, le confirmó en su idea de que los consejeros del conde de Barcelona no estaban dispuestos a colaborar con el Régimen. La polémica en torno al gobernador de Sevilla, Hermenegildo Altozano, que no tenía otro origen que el monarquismo decidido de éste, terminó con su relevo y sustitución por un joven falangista, José Utrera Molina, que inmediatamente desplegó una actividad muy profusa en obras sociales. En Sevilla se advirtió, como en otras muchas ciudades, una actitud entre los hombres del Movimiento Nacional más hostil o, por lo menos, poco comprometida en favor de la Monarquía.[1]

Subsecretario de Trabajo

En 1969 fue nombrado Subsecretario del Ministerio de Trabajo, cargo que desempeña hasta junio de 1973, y Delegado del Gobierno español ente la OIT (Organización Internacional del Trabajo). con sede en Ginebra.

Ministro de la Vivienda

En el primer y único gabinete ministerial del almirante Luis Carrero Blanco (julio a diciembre de 1973) ocupa la cartera de Vivienda.

...La declaración programática que hizo el nuevo gobierno el 17 de junio de 1973, y que fue ampliamente comentada en prensa, parecía demostrar que éste, tomado en conjunto, iba a mostrarse más conservador en su política y más anticomunista en su ideología que los inmediatamente anteriores. Se trataba de enderezar el rumbo a fin de que el paso a la Monarquía (dada la edad de Franco, podía producirse en cualquier momento) se hiciese dentro de la fidelidad a los principios del Movimiento (Ver: Ley de Principios del Movimiento Nacional): así se explica que fuese llamado a ocupar la cartera de vivienda —el último ministerio que regentara José Luis Arrese— un falangista fiel a dichos principios como era José Utrera Molina. La bolsa española respondieron a la publicación del programa con alzas generales y muy acusadas en sus cotizaciones.[2]

Ministro Secretario General del Movimiento

Tras el asesinato de Carrero, es nombrado en enero de 1974 Ministro Secretario General del Movimiento en el primer gobierno de Carlos Arias Navarro, cargo que desempeñaría hasta su cese en marzo de 1975 y que supone la vicepresidencia del Consejo Nacional del Movimiento. Cesó en su cargo en marzo de 1975, unos meses antes del fallecimiento de Francisco Franco.

...A primeros de 1975 poco tiempo después de la dimisión del ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente, harto de que las leyes no reconocieran la posibilidad de la huelga, se produjo una circunstancia afortunada para el futuro del país. Acosado por los ultras, Arias Navarro hizo acopio de coraje y provocó una crisis de Gobierno. Eliminó a los residuos del búnker (política), y dio entrada a Fernando Herrero Tejedor.

Consejero Nacional del Movimiento

Fue consejero nacional en representación de la provincia de Málaga durante cinco legislaturas y, posteriormente, fue designado directamente por Francisco Franco.

Sin cambiar de bandera

Es autor, entre otros, del libro de memorias Sin cambiar de bandera,[3] en el que relata su paso por los diferentes gobiernos de Franco. Este libro ha sido ampliado y reeditado en 2008. Al final de esta edición figura una carta de Jaime Ostos Carmona, en que hace referencia a la proposición, de la que fue testigo, en la cual Enrique Sarasola, amigo común de ambos, había ofrecido a Utrera el ingreso en el Partido Socialista español.

...Cambiamos de tema y lo cierto es que no volví a dar importancia a lo que había escuchado. Habría de pasar mucho tiempo para que comprobara la veracidad de parte de su pronóstico, ya que al grupo al que se refirió aquella noche ocuparía realmente el poder en España. Su instalación no habría de ofrecer demasiadas dificultades, entre otras cosas porque habríamos de ser muy pocos los que creyendo en el sistema al que servíamos, mantuviésemos la dignidad de nuestras creencias frente a la oferta de un cambio ventajoso o el compromiso de una cobarde claudicación...

En estas memorias políticas, el autor se centra en el período cuando formó parte en el gobierno de Arias Navarro, con su discurso sobre el llamado espíritu del 12 de febrero, del proceso 1001, del gironazo, de las enconadas polémicas sobre la Ley de Asociaciones y de las fuertes tensiones internas en un gobierno donde las distintas tendencias políticas se enfrentaban buscando situarse de cara al cambio inminente.

Casado con Margarita Gómez Blanco, es padre de ocho hijos, incluida María del Mar, esposa del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

Condecoraciones

Está en posesión de las Grandes Cruces de Carlos III, del Mérito Civil, del Mérito Militar, del Mérito Naval y Aeronáutico, de Cisneros, de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas, de Alfonso X el Sabio, del Mérito Agrícola y de Rubén Darío, de Nicaragua; Las Medallas de Oro de la Juventud, el Víctor de plata del SEU y Aspa Verde al Mérito Político; Medalla de Oro de la capital y provincia de Sevilla; Málaga y Ciudad Real.

Referencias

  1. Luis Suárez Fernández, Franco, Ariel, Barcelona 2005, página 695.
  2. Luis Suárez Fernández, Franco, Ariel, Barcelona 2005, páginas 1033 a 1034.
  3. Editorial Planeta, 1989.

Bibliografía

  • Utrera Molina, José, Sin cambiar de bandera, Barcelona, Planeta, 1989, 3ª, 282.

Artículos relacionados

Enlaces externos

  • "A mí la Legión".
    • Fragmento: «CREO que hubiese incurrido en una incuestionable cobardía si hubiese permanecido en silencio ante la última consecuencia de la mal llamada Memoria Histórica, que ha tenido su concreción en el injusto derribo de la estatua dedicada al teniente general Millán Astray. Arrancar una página de la historia de España que contiene y refiere el heroísmo sin límite de un soldado español, echar abajo un símbolo de una categoría histórica indudable que representa el más formidable sentido del valor, la más alta prueba de gallardía, el más sublime heroísmo, la más completa y fecunda abnegación, me parece no un error ni siquiera un disparate inconfesable».
  • Entrevista para el sitio Arriba (vídeo en YouTube).
  • Lo de Sevilla y Utrera.
  • Entrevista para El Semanal Digital, 10 de diciembre de 2008.