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Justo Bergadá Mugica
Biografía
Bergadá Mugica se formó como jurisconsulto en la Universidad Nacional de La Plata, doctorándose en el ámbito del derecho penal con una tesis acerca del valor probatorio de los indicios. Fue miembro del estudio de abogados de Matías Sánchez Sorondo.
Vivió un tiempo en el territorio nacional de Chubut, más precisamente en la ciudad de Trelew. Allí sería organizador de un grupo local de la Liga Patriótica Argentina.
A mediados de la década de 1920, ya de vuelta en Buenos Aires, se unió a la Asociación Entrerriana General Urquiza. Como miembro de esa entidad entró en contacto con Juan Carulla y Rodolfo Irazusta, quienes lo reclutarían para colaborar en la organización de la Revolución del 6 de Septiembre de 1930.
Posteriormente regresaría por un tiempo a Chubut, pero ahora en calidad de delegado del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública.
En 1939 fue contratado por la Embajada de Alemania en Argentina para que representase a Alfred Müller, un ciudadano alemán que estaba acusado de haber organizado un plan para que el Imperio Alemán se apoderase de la Patagonia. La denuncia la había realizado el diputado nacional Enrique Dickmann, un judío militante del Partido Socialista, basándose en la documentación que le había entregado Heinrich Jürges, un estafador alemán prófugo en Sudamérica e infiltrado en las filas del Frente Negro, que operaba en complicidad con los servicios de inteligencia del Reino Unido -el informe había sido realizado por este personaje en colaboración con Annemarie Heinrich, una fotógrafa y pornógrafa, que ayudó a crear las imágenes adulteradas que debían darle más credibilidad a la farsa. En su acusación, Dickmann sostenía que varias empresas alemanas y asociaciones de emigrados germánicos habían realizado una exhaustiva investigación sobre los recursos naturales, las actividades industriales y comerciales, la infraestructura y la demografía de la región patagónica con el propósito de organizar un movimiento de presión internacional que terminara con la intervención de Alemania y la creación de una suerte de protectorado que debía ser la base de la constitución de los Estados Unidos del Sur, una federación de países bajo el dominio de Hitler.
Bergadá Mugica demostró la falsedad de lo denunciado por Dickmann, y Müller fue sobreseído por falta de mérito. Gracias a ello el embajador Edmund von Thermann lo convocó para que asesorara en materia legal a la delegación diplomática que él encabezaba, algo que el abogado haría hasta 1945.
Sus vínculos con los alemanes lo volvieron un individuo sospechoso para los norteamericanos. Por esa razón Spruille Braden lo sindicó como un agente al servicio del NSDAP en el infame Libro Azul sobre Argentina.
El abogado -que dirigía un grupo de estudios sobre la expropiación por causa de utilidad pública en el Instituto Argentino de Estudios Legislativos- asesoró al gobierno de Juan Domingo Perón en el proceso de estatización de las líneas férreas, que hasta 1948 fueron propiedad de empresarios británicos. Posteriormente sería incorporado como funcionario a la Secretaría de Transporte.
Varias situaciones lo terminarían distanciando del peronismo, hasta que en 1953 decidió romper definitivamente sus vínculos con el gobierno luego de que una turba de militantes peronistas incendiaran la sede porteña del Jockey Club, institución a la cual pertenecía.
Empero en 1955, mientras se desarrollaba el conflicto entre el peronismo y el catolicismo, el presidente Perón lo convocó en un gesto que esperaba ser conciliador para que, junto a Víctor Urquiza y Anchorena, Carlos J. Gatti y Estanislao López Reyna, formara parte de la Comisión Nacional del Monumento al General Justo José de Urquiza. Sin embargo poco después se produjo el derrocamiento del caudillo.
Formó parte del Movimiento de la Clase Media, una organización de vida breve que fundase Cipriano Pons Lezica.
En 1959 fue nombrado juez del Tribunal Penal Económico de la Capital Federal, cargo que ostentaría hasta su fallecimiento en 1963.
Bergadá Mugica se destacó también como escritor, produciendo obras bien recibidas como Vibraciones del terruño -texto acerca de los paisajes y la historia de Entre Ríos- y Entre lobos -una novela sobre la caza de lobos marinos en tierras patagónicas.
Bibliografía
- ¿Infiltración? ¿Espionaje? Informe «in voce» del Dr. Justo Bergadá Mugica en el proceso seguido al señor Alfredo Müller Buenos Aires: Autoedición, 1939.
- Vibraciones del terruño. Buenos Aires: El Ateneo, 1940.
- Entre lobos. Buenos Aires: Kraft, 1955.
