Cipriano Pons Lezica
Biografía
Pons Lezica nació en el seno de una familia del patriciado argentino que poseía una gran fortuna. En su juventud fue parte de la bohemia porteña e hizo prolongados viajes por Europa. También trabajó en varias oficinas estatales durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, para quien había hecho campaña en 1910.
Estuvo involucrado en el Comité Nacional de la Juventud, un colectivo de intelectuales integrado por personalidades como Leopoldo Lugones, Ricardo Rojas y Alfredo Lorenzo Palacios entre otros. El objetivo de esta organización era presionar al gobierno argentino para que el país se sumase a la coalición de los Aliados de la Primera Guerra Mundial.
Como mucha gente adinerada de su generación, incursionó en el arte y en el deporte. En 1916 publicó el libro de poemas Trovas de amor y de pena -el cual tuvo una recepción muy discreta-, y escribió los dramas Héctor de Sandoval en 1918 y Ayer en 1923, piezas que no entusiasmaron al público. Se destacó en cambio como esgrimista, integrando junto a Wenceslao F. Paunero, Luis Lucchetti y Pedro Nazar Anchorena el equipo argentino que participó de los Juegos Olímpicos de 1924 en París y consagrándose campeón nacional en 1925.
Hombre de talante católico, conservador y nacionalista, fue miembro del Club del Progreso y del Museo Social Argentino. Se opuso a la idea de que Hipólito Yrigoyen retornase a la presidencia, participando durante las elecciones de abril de 1928 como uno de los jefes de la campaña del Frente Único, la coalición de derechas que polarizó contra el yrigoyenismo.
En agosto de 1930 acompañó a Rafael Argentino Campos, José Güiraldes, Alberto Viñas y Daniel Videla Dorna en la creación de la Legión de Mayo, una agrupación que participó el 6 de septiembre de aquel año del derrocamiento de Yrigoyen. Como recompensa Pons Lezica fue nombrado comisionado municipal de la ciudad bonaerense de Campana.
Fue propietario de unos talleres de textiles en los que se fabricaban prendas de vestir con la marca Ralton.
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial se declaró a favor de que la Argentina mantuviese la neutralidad ante el conflicto bélico internacional. Por ello en 1940 editó el efímero periódico Argentina Ilustrada para criticar a los aliadófilos vernáculos.
Amigo de Manuel Fresco -a quien conocía del mundo de la esgrima-, lo acompañó en la creación del movimiento nacionalista UNA-PATRIA. Pons Lezica tenía la ambición de ser elegido por el presidente como intendente de la Capital Federal, motivo por el cual elaboró y publicó el estudio Régimen municipal del comercio y la industria en la ciudad de Buenos Aires en el que se mostraba como un experto en relación al desarrollo económico de la ciudad y la represión del comunismo.
Apoyó con entusiasmo a la Revolución del 43 que le puso fin a la Década Infame. A comienzos de 1944 la Embajada de los EEUU en la Argentina acusó a Pons Lezica de estar detrás de un plan para realizar un atentado en contra del diplomático Norman Armour, pero la investigación policial no pudo probar nada. Poco después fue nombrado intendente de San Antonio de Areco, otra localidad bonaerense.
En 1946 votó por Juan Domingo Perón al igual que el resto de los miembros de UNA-PATRIA. Ese año saldría a la calle su libro La cuestión internacional argentina, en el cual defiende a la política exterior de la Argentina durante el periodo 1939-1945, y en el cual critíca en duros términos al imperialismo estadounidense que alentó a la Doctrina Larreta en Uruguay y que produjo el infame Blue Book on Argentina. Posteriormente sería incorporado al cuerpo diplomático de su país, desempeñándose en el Reino Unido en 1947 y en Portugal en 1948.
Al regresar a su tierra comenzó el distanciamiento con el peronismo, debido al desagrado que le producía el culto a la personalidad que el gobierno promovía hacia las figuras de Eva y Juan Perón. A causa de ello celebró el inicio de la Revolución Libertadora en 1955 y se plegó a un comando civil que ayudó a los militares que derrocaron al presidente.
En el escenario convulsionado de la Argentina sin Perón, vio la posibilidad de constituir un movimiento político con cierto aire populista que ganase el apoyo de pequeños empresarios, artesanos, empleados calificados y profesionales liberales. Nació así el Movimiento de la Clase Media, que pretendió ser representante del sector social intermedio entre los trabajadores y los capitalistas (Pons Lezica aspiraba a ser el émulo local del italiano Guglielmo Giannini, del francés Pierre Poujade y del alemán Alfred Loritz). Al MCM lo apoyaron varias personalidades destacadas como el diplomático Arturo Álvarez Montenegro, el abogado Justo Bergadá Mugica, los médicos Francisco J. Ciarlo y Pedro Ivanissevich, el ingeniero Luis de Lemoine, el comisario Félix Mario Otamendi y el empresario Renato Pedrotti. Sin embargo una disputa por el control de la organización entre Pons Lezica y Jorge Landajo provocó la salida de este último y la creación de Promoción Social de las Clases Medias, un agrupación con consignas similares. El MCM no pudo cumplir con su plan de presentar listas en las elecciones de convencionales constituyentes de 1957, lo que lo llevó a disolverse poco tiempo después.
Pons Lezica siguió activo en el sector privado como accionista y directivo de la empresa Autoar -la primera en fabricar automóviles íntegramente en la Argentina-, y en la esfera pública como columnista de la revista Frente a Frente, desde donde fustigaba al izquierdismo.
En 1971 publicó el libro Caminos de barbarie a través de la editorial cristiana Guadalupe. Allí recoge reflexiones sobre cuestiones sociales y políticas, algunas de las cuales habían circulado previamente en diversas publicaciones.
Bibliografía
- Trovas de amor y de pena. Buenos Aires: Mercatali, 1916.
- Régimen municipal del comercio y la industria en la ciudad de Buenos Aires. Buenos Aires: Bernardo Lelczuk, 1941.
- La cuestión internacional argentina: la verdad frente a sus arbitrarias deformaciones. Buenos Aires: Nova, 1946.
- Caminos de barbarie. Buenos Aires: Guadalupe, 1971.