La banca judía y la guerra ruso-japonesa

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En febrero de 1904 dos culturas fuertemente arraigadas en sus respectivas tradiciones, el Japón Imperial y la Rusia del Zar, entraron en la llamada guerra Ruso-Japonesa. La misma fue el resultado de conflictos geopolíticos regionales, estimulados a su vez por potencias occidentales —particularmente Inglaterra— que tenían intereses en la zona. Japón ganó la guerra, y al poco tiempo Rusia fue coptada por el marxismo leninismo. Ambas naciones se enfrentaron por segunda vez en 1945. Al final de la segunda guerra mundial la Rusia cristiana del Zar se había convertido en un estado totalitario y ateo, y Japón, totalmente destruido, iniciaba un proceso de americanización forzada a través de la gestión del general MacArthur.

Pero en todo ese proceso actuó una mano oculta: la banca judía internacional que, a través de uno de sus brazos norteamericanos, Jacob Schiff y el banco Kuhn-Loeb & Co, financió a Japón contra Rusia, y casi simultáneamente a los bolcheviques contra el gobierno zarista.

El encuentro Takahashi-Schiff

Durante la guerra con Rusia, Korekiyo Takahashi era vicepresidente del Banco de Japón. Debido a que dominaba el idioma inglés, conocía la cultura occidental porque había vivido y estudiado en Estados Unidos, y además estaba muy bien conceptuado profesionalmente, el gobierno imperial lo envió a Norteamérica con la misión de conseguir fondos para financiar la guerra. Takahashi no encontró apoyo en la banca de Nueva York, por lo cual se dirigió a Londres donde conoció a Jacobo Schiff.

Jacobo Schiff había nacido en Frankfurt y era un hijo de un rabino. En su juventud emigró y se radicó en EE.UU. donde logró acceder a la presidencia del banco Kuhn, Loeb & Co. y amasar una gran fortuna. Este banquero judío tenía motivos étnicos y económicos para tratar de aprovechar la oportunidad que se le presentó cuando supo que un funcionario japonés estaba buscando apoyo financiero para la guerra que libraba su país. La propia prensa e historiografía judía dice abiertamente que Schiff financió la guerra, entre otras razones "filantrópicas", para dañar a Rusia por su "anti semitismo". Así, la expectativa de ganancia junto a la posibilidad de tejer la trama que terminaría por destruir la Rusia del Zar, lo motivaron para acercarse subrepticiamente a Takahashi haciéndole creer que su encuentro había sido casual.

En abril de 1904 ambos hombres tuvieron su primera reunión. En las notas personales que Takahashi tomaba durante su misión se encuentra el siguiente relato:

"Fue una noche hacia fines de abril de 1904 cuando me encontré por primera vez con el Sr. Schiff. Acababa entonces de llegar a Londres como Comisionado Especial Financiero del Gobierno del Japón Imperial. La guerra ruso-japonesa había estallado en febrero de ese año, y yo fuí enviado con la misión de velar por los intereses financieros de mi país y negociar préstamos para nuestro Gobierno según las necesidades y oportunidades. Crucé el Atlántico con la esperanza de que las condiciones en Londres serían comparativamente favorables para el cumplimiento de mi tarea. Fue en esa coyuntura que me encontré sentado al lado de Schiff en una cena ofrecida por mi amigo personal, el Sr. Arthur Hill. El Sr. Schiff me fue presentado simplemente como un financista americano de camino a casa después de una visita al Continente. Yo no tenía entonces una clara noción de su posición y personalidad; pero lo encontré extraordinariamente interesado en la guerra, así como en los asuntos de Japón"[1]

Y unos renglones más adelante Takahashi agrega:

"Cómo el Sr. Schiff llegó a interesarse en el Japón, es algo que no comprendí bien en ese momento"[1]

Como resultado de la relación Schiff-Takahashi el Japón recibió un préstamo equivalente a 200 millones de dólares con una tasa de interés que tras algunas negociaciones se pactó en el 5%. A fines del año siguiente Japón ganó la guerra contra Rusia. A través del Tratado de Portsmouthun, un acuerdo digitado por el presidente Roosvelt, Rusia fue eximida de pagar costos de guerra a Japón pero debió hacer concesiones sobre el control de acceso a los puertos de Manchuria y Corea. Japón no pudo saldar inmediatamente su deuda con el banco Kuhn-Loeb & Co. por lo que debió refinanciar su deuda con bonos cuyo interés ascendió al 6%.

Los años siguientes

Dos años después del triunfo de Japón, en 1907, Schiff fue condecorado por el gobierno imperial con la Orden del Sol Naciente. Estando de visita en Japón para recibir la condecoración el banquero judío se interesó en la hija de Takahashi, que tenía quince años en ese entonces, y la llevó consigo a EEUU donde la joven se quedó tres años estudiando. Ese hecho, junto al contenido de la correspondencia entre ambos hombres, hace pensar que Schiff y Takahashi tuvieron una relación muy amistosa.

En los años siguientes Schiff siguió interesado personalmente en la geopolítica del Noreste Asiático, y financió a los bolcheviques que 1917 llegaron al poder en Rusia. Entonces Takahashi ya era presidente del Banco de Japón y bregaba por una mayor apertura del Imperio hacia las inversiones extranjeras. En 1936 el funcionario fue asesinado por un grupo militar nacionalista que lo consideraba un traidor a la patria.

En 1945 Japón, ya muy debilitado económica y militarmente, se enfrenta una vez más a Rusia pero al poco tiempo sufre la más letal agresión masiva conocida en el mundo hasta el presente: dos bombas atómicas cayeron respectivamente sobre Hiroshima y sobre Nagasaki, dos ciudades "abiertas" y por lo tanto supuestamente protegidas por convenciones internacionales en materia de guerra. La bomba atómica había sido creada en un proyecto liderado por científicos judíos, y fue financiada por la Reserva Federal de EE.UU. en cuya creación y conducción estaban involucradas ocho importantes familias judías [2]. Entre esas familias estaban los Kuhn y los Loeb a quienes pertenecía el banco que Schiff representó durante su gestión con Takahashi.

Conclusión

La misma fuente financiera internacional que había apoyado a Japón para destruir a Rusia, apoyó después la destrucción del Japón mediante el poderío militar de EE.UU. Este esquema de comportamiento se puede verificar en muchos otros casos de conflicto bélico, si se observan no sólo los actores militarmente enfrentados sino también las fuentes de financiación y la propaganda indirecta (cine, libros, prensa, etc.) que lo acompaña.

Por eso en los ambientes "advertidos" acerca del enorme poder de la banca judía, y de su actividad desleal y destructiva, es sabido que en los últimos siglos la misma ha estado detrás de casi todas las guerras ocurridas en el mundo. Actuando, ya sea directamente como en Israel, ya sea de manera oculta instigando y financiando la acción de terceros como en la guerra ruso-japonesa. Se trata de un poder internacional que muta de forma, de nacionalidad, de signo ideológico, de motivación aparente, y que hasta llega a apoyar simultáneamente a dos o más bandos enfrentados a muerte entre sí.

¿Decir esto es ser "antisemita"? Los que así piensan deberían explicar porqué hay grupos e individuos judíos que de buena fe se oponen abiertamente al poder del sionismo internacional. Algunos incluso, como ciertos grupos ortodoxos, consideran al sionismo algo directamente diabólico. ¿Son antisemitas también esos judíos? ¿O es que en todo esto se pone en juego algo que la palabra "antisemitismo" no basta para explicar?

Referencias

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