Lluís Companys

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Lluís Companys (derecha), junto al agente soviético judío Antonov-Ovseyenko.

Lluís Companys i Jover (Tarrós, Lérida, 21 de junio de 1882 – Barcelona, 15 de octubre de 1940) fue un político y abogado español, de ideología republicana, líder de la izquierdista Esquerra Republicana de Cataluña y presidente de la Generalidad de Cataluña desde 1934, durante la Guerra Civil Española y en el exilio francés hasta su fusilamiento por las autoridades franquistas.

Exiliado tras la Guerra Civil, fue capturado por Pedro Urraca Rendueles, un agente de la policía de Francisco Franco. Fue extraditado a España, sometido a un Consejo de Guerra y fusilado.

Juventud

Hijo de los campesinos propietarios Josep Companys y Maria Lluïsa de Jover. Con una intensa actividad juvenil es que fue detenido quince veces, siendo calificado tras la Semana Trágica de Barcelona de 1909 como individuo peligroso en los informes policiales.

Companys representó el ala izquierdista del Partit Republicà Català (Partido Republicano Catalán). En noviembre de 1920 fue detenido junto a otros sindicalistas y deportado al castillo de la Mola en Mahón (Islas Baleares).

Segunda República

En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 es elegido concejal del Ayuntamiento de Barcelona por Esquerra Republicana de Cataluña.

El 16 de abril de 1931 fue nombrado gobernador civil de Barcelona, cargo que ocupó hasta el mes de mayo en que fue sustituido por Carlos Esplá.

El 28 de junio de 1931, con motivo de las Elecciones generales españolas de 1931, fue elegido diputado por Barcelona. Ejercerá la jefatura en las Cortes españolas del grupo parlamentario de Esquerra, promoviendo la aprobación del Estatuto de autonomía de Cataluña, con el mayor nivel posible de autogobierno, la agilización de los traspasos competenciales y la legislación agraria.

El 20 de noviembre de 1932, con motivo de las elecciones al Parlamento de Cataluña de 1932, fue elegido diputado del Parlamento de Cataluña por Sabadell. Posteriormente, el 19 de diciembre de 1932, fue elegido primer presidente del Parlamento. Companys simultaneó las actas de diputado en las Cortes españolas y en el Parlamento de Cataluña que presidió hasta mediados de 1933, cuando lo abandonó para integrarse en el gobierno de la República, el último presidido por Manuel Azaña durante la primera legislatura republicana. Entre junio y noviembre de 1933 ocupó el cargo de Ministro de la Marina.

Tras la muerte de Francesc Macià, el 1 de enero de 1934 fue elegido Presidente de la Generalidad de Cataluña por el Parlamento catalán.

Tras la entrada en el gobierno de la República de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) y al convocarse la huelga revolucionaria de otoño en todo el país, el 6 de octubre de 1934 proclamó el «Estado Catalán» dentro de la República Federal Española desde el balcón de la Generalidad. Tras la intervención militar dirigida por el comandante en jefe de la cuarta división orgánica, el general Domingo Batet, Companys fue detenido junto con el gobierno catalán en pleno y encarcelado en el buque Uruguay, fondeado en el puerto de Barcelona. Suspendido el Estatuto de autonomía de Cataluña es trasladado a Madrid, donde fue juzgado y condenado por rebelión el 6 de junio de 1935 por el Tribunal de Garantías Constitucionales, por diez votos a favor y ocho en contra, junto a todo el Gobierno catalán, a treinta años de reclusión mayor e inhabilitación absoluta. Posteriormente se le trasladó al penal de El Puerto de Santa María (Cádiz).

Guerra Civil

Liberado en 1936 tras la victoria del Frente Popular, nombró al capitán Frederic Escofet como Comisario General de Orden Público de Cataluña.

Tras el fracaso del Pronunciamiento del 17 y 18 de julio de 1936 en Barcelona, había un clima de desbordamiento por la gran cantidad de asesinatos que se produjeron en la retaguardia en los días posteriores.

Durante toda la guerra encabezó el Gobierno de Cataluña tratando de mantener la unidad entre los partidos y sindicatos que le apoyaban. Sin embargo, esto fue muy difícil por las tensiones entre comunistas y socialistas agrupados en el Partido Socialista Unificado de Cataluña y anarquistas de la Confederación Nacional del Trabajo, apoyados estos últimos por el POUM. A partir de octubre de 1937 se sucedieron sus enfrentamientos con el Gobierno republicano de Juan Negrín, instalado en Barcelona.

Exilio

Tras la ocupación de Cataluña por las tropas franquistas, el 5 de febrero de 1939 se exilió a Perpiñán (Francia), trasladándose después a París para trabajar en la representación en el exilio de la Generalidad (Consell Nacional de Catalunya). Fue arrestado el 13 de agosto y extraditado el 29 de agosto de 1940.

La entrega al gobierno del general Franco se realizó a través de la frontera de Irún. Trasladado a la Dirección General de Seguridad en Madrid, permaneció allí hasta el 3 de octubre de 1940. Desde ahí fue enviado al castillo de Montjuic, que servía de prisión. Allí fue juzgado en consejo de guerra el 14 de octubre. Como había sido juzgado en rebeldía en aplicación retroactiva de la Ley de Responsabilidades Políticas por un tribunal especial de Barcelona, sólo fue juzgado y sentenciado por adhesión a la rebelión militar, en una única jornada por un tribunal militar sumarísimo. Tras un juicio que duró unas pocas horas, fue sentenciado a morir fusilado.

El fusilamiento tuvo lugar al alba del día siguiente, 15 de octubre de 1940, en el foso de santa Eulalia del castillo de Montjuic.

Artículo de opinión

La izquierda catalana ha querido negar a las 9.000 víctimas de Luis Companys


Hace ya una década que el documentalista Miquel Mir lleva a cabo una exhaustiva investigación sobre los hechos de violencia revolucionaria y el expolio del patrimonio durante la Guerra Civil Española. Ahora presenta estas investigaciones en forma de libro, concretamente La otra memoria histórica (Nowtilus), que se centra en el asesinato de los Hermanos Maristas de Barcelona.

-¿Quién gobernaba realmente la Cataluña del 36?

-Lluís Companys se mantuvo en la Generalitat pero dio todo el poder a los anarquistas de la CNT-FAI al crear las Milicias Antifascistas. Juan García Oliver tomó las riendas del Orden Público y Aurelio Fernández de las Patrullas de Control.

-¿Como se gestó el chantaje a los maristas?

-La casa provincial estaba en Badalona, pero tras la quema en la Semana Trágica, se fueron al Monasterio de las Avellanas, al pie del Pirineo. En el 36 llegó el comité de Orden Público y saquearon el monasterio, cometiendo algunos asesinatos y muchos secuestros. Los maristas y sus abogados pactaron la liberación de los presos con el consejero de Cultura y el de Gobernación: 200.000 francos que entregaron a Aurelio Fernández…

-¿Y el posterior asesinato?

-Dejaron salir a algunos estudiantes jóvenes pero a los demás los subieron en un barco y se dieron voces para que salieran los que estaban escondidos. A los 47 del barco los mataron en el cuartel de la calle San Elías. Saquearon todos lo colegios y conventos y mataron a 192 maristas en toda España.

-¿Qué implicación tuvo Josep Tarradellas?

-Según los testimonios, Tarradellas recibió los 200.000 francos y acudió a Suiza para comprar armas para las Patrullas de Control.

-¿Por qué ha tardado 75 años en salir a la luz?

-Aparte del silencio habitual de la izquierda, los maristas querían esperar la beatificación de sus hermanos para evitar interferencias. Una vez conseguido, es hora de explicar que todos los dirigentes cobraron el dinero y les traicionaron.

-Las víctimas, ¿los de siempre?

- Familias, por el hecho de ser católicas; fabricantes; farmacéuticos; abogados; profesiones liberales en general. También, miembros de la Liga Regionalista, de la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña y carlistas. Y 52 socios del Círculo Ecuestre de Barcelona, a quienes les confiscaron el local del Paseo de Gracia, quemaron archivos e instalaron la sede del PSUC, llamado Casal Carlos Marx.

-¿Qué otros hechos relata el libro?

-Las 4.500 víctimas de Paracuellos y Torrejón, las 600 de la fosa de Camuñas, el tesoro de la República que se envió a Rusia tras el botín confiscado al Banco de España. En Cataluña existe el Memorial Democrático, una institución pública, pero hay otra historia.

-¿Ha recibido amenazas por remover la historia de Cataluña?

-Los sectores de la izquierda catalana, ya sean socialistas, republicanos, comunistas o anarquistas, quieren negar las 9.000 personas que mataron durante el mandato de Companys. Han tergiversado la historia de sus partidos para vender que Cataluña era una tierra de libertad. No quieren reconocer que confiscaron el patrimonio de las principales familias, saquearon casi todas la iglesias, robaron las cajas de seguridad de los bancos, etc. Y prácticamente todo, en los cinco primeros meses.

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