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Miklós Lukács
Biografía
Lukacs es hijo de un inmigrante húngaro, que llegó al Perú junto a sus padres en 1951.
Se formó como médico veteriano en la Universidad Mayor de Chile. Completó luego una maestría en ciencia política en la Pontificia Universidad Católica del Perú y otra en estudios sobre el desarrollo en la Universidad Victoria en Wellington.
Trabajó como docente e investigador en la Universidad de San Martín de Porres, siendo además consultor de la FAO, el PROFONANPE, la RedLAC y el BID.
En 2009, luego de ser seleccionado para obtener la Beca Chevening, se instaló en Inglaterra con el fin de cursar un doctorado en gestión de la innovación en la Universidad de Manchester. Regresó al Perú en el 2015 para retomar la docencia en la Universidad de San Martín de Porres y emplearse en la Universidad ESAN. Sin embargo en 2017 dejó su país para reubicarse en las islas británicas, donde vive junto a su esposa norteamericana.
Lukacs es miembro de Globelics y de la European Academy of Management.
Ha publicado numerosos artículos en revistas académicas, sin embargo es más conocido por su participación en plataformas como El Montonero, La Fuerza y Prensa Republicana, pero sobre todo en Twitter, Facebook, YouTube y Telegram.
Pensamiento
A Lukacs se lo puede clasificar como un pensador antiglobalista, que denuncia al Nuevo Orden Mundial haciendo sus análisis de la situación internacional de modo prudente y con base en la evidencia.
Está deliberadamente en contra de la narrativa utópica del progresismo, descartando como inválida a su propuesta de un humanismo universalista de corte utilitarista, materialista y mecanicista que sólo favorece al crecimiento del capitalismo. Oligarcas internacionalistas como George Soros, Mark Zuckerberg y Bill Gates son blancos de las críticas de Lukacs, así como también lo son las compañías transnacionales que dominan el rubro de la tecnología de la información, la innovación farmacéutica y la actividad financiera.
Ha advertido al mundo hispanohablante que las élites políticas y económicas globalistas empujan una agenda basada en la fusión de sistemas biológicos, tecnológicos y digitales. Con ello la experiencia individual humana será transformada para maximizar el consumismo, al mismo tiempo que los poderosos podrán ejercer un trabajo de vigilancia y control sobre la disidencia mucho más invasivo que el que permite la actual tecnología. La política futura -vaticina Lukacs- será cada vez más tecnocrática y estará cada vez más dominada por los grandes grupos económicos, pero, al mismo tiempo, se presentará disfrazada de un democratismo radical que proponga la ilusoria inclusión de todos los individuos (siempre y cuando éstos demuestren su compromiso con la corrección política).
En este escenario de próximo cambio de paradigma, es importante la plena aceptación del relativismo moral y del relativismo cultural, para que las masas crezcan aprendiendo a demonizar a aquel cuyos valores y principios son sólidos. Conceptos como los de vida, matrimonio y familia deben ser redefinidos para que puedan ser más fácilmente convertidos en mercancías. De allí que movimientos como el feminismo o el inmigracionismo tengan tanto poder de cabildeo en todo el mundo, pues ellos colaboran en la aceptación de fenómenos como el multiculturalismo, que hace que el individuo pierda su centro identitario y se someta a los mandatos de los mercados. La lucha actual por la ampliación de derechos individuales no es más que un paciente trabajo para abolir la naturaleza del hombre.
Lukacs señala que el actual movimiento del transhumanismo prefigura lo que será la ideología globalista en unas décadas. Se trata de una doctrina antropocéntrica, que entiende que el ser humano puede ser perfeccionado mientras más asimile lo artificial como parte esencial de su vida. Los transhumanistas como Nick Bostrom, Yuval Noah Harari, Neil Harbisson, Max More, Peter Sloterdijk y otros promueven el hedonismo y el optimismo, exhortando a las personas a borrar todo rastro de naturaleza para reinventarse según las posibilidades que les ofrece el mundo contemporáneo.
Con respecto a la pandemia producida por el COVID-19, el intelectual peruano la ha interpretado como un proyecto de ingeniería social planeado e implementado deliberadamente por el metacapitalismo depredador para reconfigurar la vida global y desnaturalizar la condición humana.
Bibliografía
- Neo Entes. Tecnología y cambio antropológico en el siglo 21. Buenos Aires: Grupo Unión, 2022.
