Sigilo

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Sellos goéticos de la Llave menor de Salomón.

Un sigilo (del latín sigillum, 'sello') es un tipo de símbolo utilizado en magia. El término generalmente se refiere a un tipo de firma gráfica de una "entidad espiritual". En el uso moderno simplificado, especialmente en el contexto de la magia del caos, se refiere a una representación simbólica del resultado deseado por el practicante.

Historia

Edad Media y Renacimiento

72 sellos de la Llave menor de Salomón.
Un extracto del Sefer Raziel HaMalakh con varios sigilos mágicos (o סגולות, segulot, en hebreo).

En la magia ceremonial medieval, el término sigilo se usaba comúnmente para referirse a signos ocultos que representaban a varios ángeles y demonios que el mago podía convocar. Los libros de entrenamiento mágico llamados grimorios a menudo enumeran páginas de tales sigilos. Una lista particularmente conocida se encuentra en La Llave Menor de Salomón (s. XVII), en la que se dan los sellos de los 72 príncipes de la jerarquía del infierno para el uso del mago. Se consideraba que tales sigilos eran el equivalente al verdadero nombre del espíritu y, por lo tanto, le otorgaban al mago una forma de control sobre dichos seres.

Un método común para crear los sigilos de ciertos espíritus era usar kameas (cuadrados mágicos): los nombres de los espíritus se convertían en números, que luego se ubicaban en el cuadrado mágico. Luego, las ubicaciones se conectaron mediante líneas, formando una figura abstracta.

Magia moderna

Conjunto de sigilos modernos.

En el siglo XX, el ocultista Austin Osman Spare desarrolló un método de crear y usar sigilos que ha tenido un gran efecto en el ocultismo moderno. Esencialmente, Spare cambió el concepto medieval de usar sigilos para invocar entidades sobrenaturales, argumentando que tales eran en realidad simplemente complejos en el inconsciente, y podían ser creados activamente a través del proceso de sigilización, como por ejemplo, en el caso de los servitores.

De este modo, el método de Spare prescinde de creencias en entes externos preexistentes y sobrenaturales, por lo que los sigilos no se usan para controlar demonios o ángeles en su sentido tradicional, sino para controlar las fuerzas en la psique inconsciente del operador.

La técnica de Spare se convirtió en la piedra angular de la magia del caos. También influyó en el artista Brion Gysin, quien experimentó combinando el método de sigilo de Spare con la forma tradicional de cuadrados mágicos:

Los cuadrados de magia caligráfica fueron una de las técnicas más comúnmente aplicadas por Gysin. Reduciría un nombre o una idea a un "glifo" y luego escribiría en el papel de derecha a izquierda, voltearía el papel y volvería a hacer lo mismo, y así sucesivamente, dando vueltas y vueltas al papel para crear una cuadrícula multidimensional. ... Las mismas técnicas y la intención funcional conscientemente impulsada también impregnaron sus pinturas. En un sentido muy real, todo lo que creó fue un acto de hechicería.

Los sigilos se crean más comúnmente escribiendo la declaración de intención y luego eliminando las vocales y las letras que se repitan, condensando a continuación las letras de la declaración para formar una especie de monograma. Mientras más específica y simple sea la declaración de intención y más simple se construya el sigilo, será más fácil que el proceso funcione. El mago entonces usa el "estado gnóstico" para "cargar" o "activar" el sigilo, esencialmente evitando la mente consciente para implantar el deseo en el inconsciente. Citando a Ray Sherwin:

El mago reconoce un deseo, enumera los símbolos apropiados y los organiza en un glifo que se visualiza fácilmente. Usando cualquiera de las técnicas gnósticas, reifica el sigilo y luego, por la fuerza de su voluntad, lo lanza a su subconsciente desde donde el sigilo puede comenzar a funcionar sin las trabas del deseo.

Después de cargar el sigilo, se considera necesario reprimir todo recuerdo del mismo, en palabras de Spare, debe haber "un esfuerzo deliberado por olvidarlo".

Cuando un complejo de pensamientos, deseos e intenciones adquiere tal nivel de sofisticación que parece operar de forma autónoma, como si fuera un ser independiente, entonces dicho complejo se denomina servitor. Cuando tal ser se vuelve lo suficientemente grande como para existir independientemente de cualquier individuo, como una forma de "mente grupal", entonces se le llama egregor.

Procedimiento

Un sigilo moderno.

La operación con un sigilo consta de tres partes:

  • Creación del sigilo. Al crear un sigilo, el objetivo es construir un glifo del deseo, de forma estilizada, de modo que no transmita directamente que se refiere a ese deseo. No es necesario utilizar complejos sistemas simbólicos. Los sigilos pueden construirse a partir de palabras, imágenes y sonidos. Idealmente, el sigilo debe construirse de la forma más simplificada posible, lo suficiente como para que pueda ser recordado y visualizado con los ojos cerrados. Eso es porque el inconsciente asimila mejor las cosas más simples, contrariamente a las cosas complejas. La simplicidad es la más alta forma de sofisticación.
  • Activación del sigilo. El sigilo es cargado en momentos en los cuales la mente, a través de la meditación, ha alcanzado un estado alterado de consciencia, llamado trance mágico o "estado gnóstico", o bien cuando una emoción fuerte paraliza su funcionamiento normal. Es en estos momentos cuando uno debe concentrarse en el sigilo, ya sea en forma de una imagen mental, un mantra o directamente en el propio sigilo gráfico, logrando ver una luz de algún color que emana del sigilo. Algunos de los momentos en los que un sigilo puede ser cargado son durante el trance mágico, o en el momento del orgasmo. Alternativamente, cuando otro fuerte deseo distinto aparece y limpia de la mente al anterior, el deseo del sigilo es olvidado y es posible cargarlo. Después de haber tenido al sigilo durante el mayor tiempo posible en la mente, es recomendable evanescerlo mediante la carcajada.
  • Perder el sigilo. Una vez activado, tanto la forma del sigilo como su deseo asociado deben ser olvidados y limpiados de la conciencia normal. Una forma de hacer esto es mediante la creación consecutiva de una cantidad significativa de sigilos que contengan tanto intenciones relevantes como intenciones irrelevantes, y por supuesto, inofensivas. Asimismo, se logra la supresión del recuerdo mediante la atención forzada en otros asuntos. La idea de olvidar la intención o deseo es liberarlo al inconsciente, "dejarlo ir" de forma que se integre a la mente inconsciente. Después, se procede a destruir el sigilo. A veces, el sigilo puede ser quemado, enterrado o tirado al océano, dependiendo del elemento correspondiente a la declaración de intención (fuego, agua, aire, tierra). Es también posible eliminar un hechizo de palabras mediante su constante repetición (como por ejemplo, al reducirlo a un "mantra") ya que eventualmente elimina de la mente el deseo asociado.

Se debe anotar en un diario todo el trabajo con los sigilos pero de manera que la deliberación consciente no interfiera con el deseo sigilizado.

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