Magia del caos

De Metapedia
Saltar a: navegación, buscar
La estrella del caos, sigilo del caos o caosfera, es el símbolo que representa a la magia del caos.

La magia del caos, es una corriente de magia práctica contemporánea. Fue desarrollada inicialmente en Inglaterra en la década de 1970, por Peter J. Carroll y Ray Sherwin, basándose en gran medida en la filosofía del artista y ocultista Austin Osman Spare. A veces también es denominada como "magia del éxito" o "magia basada en resultados", la magia del caos pretende enfatizar el logro de resultados específicos por encima de los aspectos simbólicos, ritualistas, culturales, tradicionales, teológicos u otros aspectos ornamentales de otras tradiciones ocultas.

La magia del caos ha sido descrita como una simplificación de técnicas ocultistas tradicionales y particularmente asume un escepticismo posmodernista con respecto a la existencia o conocimiento de la verdad objetiva. Los magos del caos tratan las creencias como una herramienta, a menudo creando sus propios sistemas mágicos idiosincrásicos y con frecuencia tomando prestados de otras tradiciones mágicas, movimientos religiosos, cultura popular y diversas corrientes filosóficas.

Descripción

La magia del caos postula que las limitaciones del "poder" del practicante y sus rituales son sólo impuestas por su consciente y subconsciente (inconsciente). La magia del caos no impone dogmas a seguir, es la misma persona quien se impone reglas durante un ritual. Esta ausencia de dogmas o esquemas preestablecidos en la magia del caos deja la libertad al practicante para crear sus propios métodos y creencias, adoptando temporalmente un paradigma con el fin de crear la tensión psicológica necesaria para un ritual o, si así lo prefiere, a combinar sus propias invenciones con la tradición ocultista que mejor le parezca para la realización de un ritual específico; en otras palabras, utiliza las creencias como una herramienta. Algunas fuentes comunes de inspiración incluyen áreas tan diversas como, las teorías científicas, la magia ceremonial tradicional, el neochamanismo, la filosofía oriental, las religiones mundiales y la experimentación individual.

El concepto de caos se puede atribuir al carácter dual de la existencia, señalado en filosofías tales como el taoísmo, en donde el orden y desorden total juegan y se complementan en una realidad bipolar, ambigua y cíclica, pero también única, en donde el desorden se convierte gradualmente en orden. Así, existe tanto un espacio para el orden como otro para el desorden, y estos se suceden mutuamente en función del tiempo. La magia del caos trabaja sobre este concepto, al entender el momento del ritual como desorden, y el objetivo a conseguir a futuro como orden.

Se dice que el practicante de la magia del caos puede tener un poder impresionante y lograr cosas que con otros tipos de magia podrían no lograrse, pero también se considera que la magia del caos puede llegar a ser muy peligrosa si no se tiene una clara idea de las consecuencias que puede traer. Los daños pueden ser directos y permanentes y afectar a la psicología de la persona que la practica.

La magia del caos se diferencia de otras escuelas modernas como Thelema o Wicca en que rechaza la existencia de la verdad absoluta y ve a todos los sistemas ocultistas como sistemas de símbolos arbitrarios que sólo son efectivos debido a la creencia del practicante. La magia del caos asume una posición explícitamente agnóstica sobre si la magia existe o no como una fuerza sobrenatural, expresando su aceptación de un mecanismo psicológico como una posible explicación de la magia.

Se desconoce cuándo surgió por primera vez el término "magia del caos", y los primeros textos sobre el tema se referían solo a la "magia" o al "arte mágico" en general. Además, a menudo afirmaban establecer principios universales de la magia, en oposición a un nuevo estilo o tradición específicos, describiendo sus innovaciones como esfuerzos para librar a la magia de ideas supersticiosas y religiosas.

La palabra "caos" fue utilizada por primera vez en conexión con la magia por Peter J. Carroll en Liber Null & Psychonaut (1978), donde se describe como "la 'cosa' responsable del origen y la acción continua de los eventos". Carroll dice que "bien podría llamarse 'Dios' o 'Tao', pero el nombre 'Caos' carece virtualmente de significado y está libre de las ideas antropomórficas de la religión".

Si bien la creación de sigilos no es la única forma de trabajar en la magia del caos, sí es de las técnicas más utilizadas en los rituales. En este caso, los sigilos representan el objetivo de un ritual. Para "activar" dicho sigilo éste debe visualizarse en un estado alterado de consciencia tal que el sigilo en su totalidad sea asimilado por el inconsciente.

Aunque existen organizaciones como la IOT, la magia del caos en general está entre una de las ramas menos organizadas de la magia y es catalogada como un movimiento libre. Los practicantes individuales amplían el material existente incorporando otros conceptos, como Teoría del Caos, Ciencia cognitiva, Hipnosis y demás. Varios caoístas actuales se dedican a trabajar con magia retroactiva, que involucra la modificación y alteración del tiempo, como el "alargamiento" y "contracción" del tiempo, intentar cambiar sucesos pasados o predestinar un futuro.

Entre los escritores más notables sobre Magia del Caos se encuentran John Balance, Peter J. Carroll, Jan Fries, Jaq D. Hawkins, Phil Hine, Alan Moore, Grant Morrison, Ian Read, Ray Sherwin, Lionel Snell y Ralph Tegtmeier. En 2018 Carlos Atanes publicó con la editorial Dilatando Mentes el primer libro en español dedicado al tema, Magia del Caos para escépticos.

Creencias, principios y prácticas

Magia basada en resultados

Tradiciones mágicas como la Wicca, la Cábala o el sistema de la Golden Dawn combinan las técnicas con "creencias, filosofías, actitudes, un modelo conceptual del universo (cosmovisión), una ética moral además de otras cosas". La magia del caos surgió del deseo de eliminar todos estos elementos considerados "externos" o "superfluos", como un "ropaje", "coraza" o "armadura", dejando sólo las técnicas puras para efectuar cambios; por lo tanto, el énfasis está en hacer las cosas, es decir, experimentar con diferentes técnicas, en lugar de memorizar reglas complejas, símbolos y correspondencias, y luego retener aquellas técnicas que parecen producir resultados.

Este enfoque de "escoja y mezcle/hágalo usted mismo" implica que las prácticas de trabajo de diferentes magos del caos a menudo se ven drásticamente diferentes, con muchos autores animando explícitamente a los lectores a inventar su propio estilo mágico personal.

La creencia como herramienta

La magia del caos afirma que la creencia es una fuerza mágica activa. Esto enfatiza la flexibilidad de la creencia y la habilidad para escoger conscientemente las creencias personales, con el objeto de aplicarlas como una herramienta en lugar de considerarla una parte relativamente invariable de la personalidad. Varias técnicas psicológicas son utilizadas para inducir a la flexibilidad de la creencia.​

En este sentido, el principio fundamental que define la magia del caos es posiblemente la "meta-creencia" de que "la creencia es una herramienta para lograr efectos". En la magia del caos, los sistemas de símbolos complejos como la Cábala, el sistema enoquiano, la astrología o el I-Ching se tratan como mapas o "construcciones simbólicas y lingüísticas" que pueden manipularse para lograr ciertos fines pero que no tienen un valor de verdad absoluto u objetivo en sí mismos, una posición referida por el erudito religioso Hugh Urban como un "rechazo de todos los modelos fijos de realidad", y a menudo resumida con la frase "nada es cierto, todo está permitido".

Algunos comentaristas han atribuido esta posición a la influencia del posmodernismo en el ocultismo occidental contemporáneo. Austin Osman Spare creía que la creencia en sí misma era una forma de "energía psíquica" que se encerraba en estructuras rígidas de creencias y que podía liberarse rompiendo esas estructuras. Esta "fe libre" podría entonces orientarse hacia nuevos objetivos.

Otros escritores han destacado la influencia del ocultista Aleister Crowley, quien escribió:

En este libro se habla de los Sephiroth y los Senderos; de Espíritus y Conjuros; de dioses, esferas, planos y muchas otras cosas que pueden existir o no. Es indiferente que existan o no. Al hacer ciertas cosas, se obtendrán ciertos resultados; a los estudiantes se les advierte con toda seriedad que no deben atribuir realidad objetiva o validez filosófica a ninguno de ellos.

Kia y Caos

Dentro del sistema mágico de Austin Osman Spare, se pensaba que la magia operaba mediante el uso de símbolos para comunicar el deseo a algo que Spare denominó "Kia" (una especie de mente universal, de la cual las conciencias humanas individuales son aspectos) a través del "pasaje" del inconsciente. De ahí la necesidad de sistemas complejos de simbolismo. Siempre que hubiera suficiente "creencia libre" para alimentarlos, estos deseos crecerían, inconscientemente, en "obsesiones", y que culminarían en resultados mágicos que se manifiestan en la realidad.

Peter J. Carroll heredó este modelo de Spare, pero utilizó el término "Kia" para referirse a la conciencia individual: "el esquivo 'yo' que confiere autoconciencia". La fuerza universal más general, de la que Kia es un aspecto, Carroll la denominó "Caos". En sus propias palabras:

El caos ... es la fuerza que ha hecho que la vida evolucione del polvo, y actualmente se manifiesta más concentrada en la fuerza vital humana, o Kia, donde está la fuente de la conciencia ... En la medida en que Kia puede convertirse en uno con el Caos, puede extender su voluntad y percepción al universo para lograr la magia.

Los magos del caos posteriores han enfatizado que este proceso operativo básico se puede explicar de múltiples formas diferentes, desde dentro de diferentes paradigmas. Por ejemplo:

  • Dentro de un modelo espiritual, el trabajo de un chamán es comunicar sus intenciones a sus ayudantes espirituales, quienes luego hacen magia en su nombre.
  • Dentro de un modelo de energía, un mago puede dirigir su propio "qi/ch'i" hacia objetivos específicos.
  • Dentro de un modelo psicológico, un mago usa símbolos para condicionar su inconsciente para trabajar hacia sus objetivos.
  • Dentro de un modelo de información, un mago transmite información a una matriz o campo subyacente para producir efectos específicos.

Estado gnóstico

Artículo principal: Trance mágico


Un concepto introducido por Carroll es el "estado gnóstico", también llamado "gnosis". Éste es definido como un estado alterado de conciencia en el que la mente de una persona se concentra en un solo punto, pensamiento o meta y todos los demás pensamientos se eliminan. El estado gnóstico se utiliza para evitar el "filtro" de la mente consciente, lo cual es indispensable para trabajar la mayoría de los distintos tipos de magia. Ésta es una divergencia con los antiguos conceptos que describían a las "energías", los "espíritus" o los actos simbólicos como la fuente de los poderes mágicos. Este concepto tiene un predecesor dentro de la noción budista de Samādhi, que fue hecho popular en el ocultismo occidental por Aleister Crowley y más tarde explorado por Austin Osman Spare.

Cada uno de los practicantes de la magia del caos desarrolla sus propias formas de alcanzar este trance. Un pensamiento o deseo dirigido que se experimente durante el estado gnóstico y luego sea olvidado rápidamente, es enviado al inconsciente, donde se arraiga sin los obstáculos e interferencias de la mente consciente, lo que se cree, puede provocar resultados y cambios en el mundo material.

Según este enfoque, los rituales, meditaciones y otros elementos específicos de las formas más tradicionales de magia no necesitan ser entendidos como valiosos en sí mismos, sino como tan sólo técnicas que inducen a este estado alterado de consciencia.

Dado que se afirma que se necesitan muchos años de entrenamiento para dominar este tipo de habilidad meditativa similar al Zen, los magos del caos emplean una variedad de otras formas para lograr un "breve estado de 'no-mente'" con el que trabajan la magia. Se describen tres tipos principales de gnosis:

  • La gnosis inhibitoria es una forma de meditación profunda en un estado mental de trance. Este tipo de gnosis utiliza técnicas de respiración lenta y regular, procesos de pensamiento ausentes, relajación muscular progresiva, técnicas de autoinducción y autohipnosis. Los medios empleados también pueden incluir ayuno, insomnio, privación sensorial y fármacos hipnóticos o inductores de trance.
  • La gnosis extática describe una inconsciencia alcanzada a través de una intensa excitación. Está dirigido a ser alcanzado a través de excitación sexual, emociones intensas, flagelación, danza, tamborileo, cánticos, sobrecarga sensorial, hiperventilación y el uso de drogas desinhibidoras o alucinógenas.
  • La vacuidad indiferente fue descrita por Phil Hine y Jan Fries como un tercer método. Aquí, el hechizo deseado se lanza entre paréntesis, por lo que no genera mucho pensamiento para suprimir: "garabatear sigilos mientras escucha una charla que es aburrida, pero debe tomar notas", por ejemplo.

Cambio de paradigma

Véase también: Paradigma


Dado que la magia del caos se basa en un enfoque experimental que implica reducir las técnicas mágicas hasta su esencia más pura, cualquier práctica de cualquier tradición mágica puede usarse e incorporarse en la magia del caos: desde las oraciones judeocristianas a los arcángeles, a los mantras hinduístas, a los rituales satánicos, a los sabbats Wicca, a la curación energética, a las prácticas tántricas, etc.

En esencia, la magia del caos es llamada así principalmente porque la teoría mágica simplificada sugiere que se puede cambiar de sistemas de creencia a voluntad, en algo que se denomina "cambio de paradigma", de manera que el contexto histórico-cultural inherente de cada sistema no es considerado realmente importante, en una suerte de "relativismo cultural", una idea que será cuestionada más tarde por otros practicantes. Este concepto es quizá la característica más notable y controvertida de la magia del caos. Pidiendo prestado un término del filósofo Thomas Samuel Kuhn, Carroll creó la técnica del cambio arbitrario de la perspectiva individual del mundo. Un ejemplo de un cambio mágico de paradigma es la realización de un rito lovecraftiano un día, y luego la utilización de una técnica de magia de runas para el próximo ritual. Estos dos paradigmas mágicos son muy diferentes, pero mientras el individuo use uno de ellos, él creerá completamente en este paradigma al extremo de ignorar a todos los demás sistemas de creencia (a menudo contradictorios).

Desde entonces el cambio de paradigmas mágicos se ha adoptado en otras prácticas mágicas, pero es en la magia del caos donde más se ha desarrollado. Cambiar sistemas de creencia a voluntad es también algunas veces practicado por seguidores del discordianismo. Algunos magos del caos piensan que el probar creencias inusuales y a menudo extrañas es en sí una experiencia valiosa y consideran a la flexibilidad de creencias como una forma de poder o de libertad.

Ritualismo creativo

La modificación y la innovación del ritual tienen lugar en todas las tradiciones mágicas y religiosas de diferentes maneras. En el caso de la magia del caos, la idea de que los sistemas de creencia y técnicas que inducen a la gnosis son intercambiables ha conducido a una particularmente amplia variedad de prácticas mágicas. Muchos autores explícitamente animan a los lectores a inventar su propio estilo mágico. El manual de entrenamiento básico de la magia del caos, el "Liber MMM", obligatorio para la asociación en la IOT, requiere de la creación original de un ritual de destierro.

Sigilos

Artículo principal: Sigilo


Un sigilo es una imagen o glifo que representa un deseo o intención en particular. Por lo general, se crean escribiendo la intención y luego condensando las letras de la declaración para formar una especie de monograma. El mago entonces usa el estado gnóstico para "activar" o "cargar" el sigilo, esencialmente evitando la mente consciente para implantar el deseo en el inconsciente. Citando a Ray Sherwin:

El mago reconoce un deseo, enumera los símbolos apropiados y los organiza en un glifo que se visualiza fácilmente. Usando cualquiera de las técnicas gnósticas, reifica el sigilo y luego, por la fuerza de su voluntad, lo lanza a su subconsciente desde donde el sigilo puede comenzar a funcionar sin las trabas del deseo.

Después de cargar el sigilo, se considera necesario reprimir todo recuerdo del mismo, en palabras de Spare, debe haber "un esfuerzo deliberado por olvidarlo".

En la Edad Media, un sigilo era un símbolo asociado con un ángel o demonio en particular, que podía usarse para invocarlo ritualmente. Spare cambió este concepto medieval, argumentando que tales seres sobrenaturales eran simplemente complejos en el inconsciente, y podían ser creados activamente a través del proceso de sigilización. En la magia moderna, cuando un complejo de pensamientos, deseos e intenciones adquiere un nivel de sofisticación tal que parece operar de manera autónoma desde la conciencia del mago, como si fuera un ser independiente, entonces dicho complejo se denomina servitor. Cuando un ser así se vuelve lo suficientemente grande como para existir independientemente de cualquier individuo, como una forma de "mente grupal", entonces se le llama egregor.

Los magos del caos posteriores se han expandido en la técnica básica de sigilización. Grant Morrison acuñó el término "hipersigilo" para referirse a una obra de arte extendida con significado mágico y fuerza de voluntad, creada mediante procesos adaptados de sigilización. Su serie de cómics The Invisibles fue concebida como un hipersigilo. Morrison también ha argumentado que los logotipos corporativos modernos como "los arcos dorados de McDonald's, el logo de Nike y el autógrafo de Virgin" son una forma de sigilo viral:

Los sigilos corporativos son súper reproductivos. Atacan el espacio imaginativo sin marca. Invaden la Plaza Roja, infestan las malhumoradas calles del Tíbet, se graban en peinados. Se reproducen a través de la ropa, convirtiendo a las personas en vallas publicitarias ... El logotipo o la marca, como cualquier sello, es una condensación, una invocación simbólica comprimida del mundo del deseo que la corporación pretende representar ... Walt Disney murió hace mucho tiempo pero su sigilo, esa firma familiar y caricaturesca, persiste, con su propio peso de significados, asociaciones y nostalgia.

Por su parte, Gordon White desarrolló la técnica del shoaling (referido a un 'cardumen, o agrupación grande de peces'), que consiste en lanzar un grupo de sigilos para un conjunto de objetivos relacionados. Por ejemplo, en lugar de sigilizar para "dinero", se puede sigilizar para un aumento de sueldo, nuevos clientes comerciales, una promoción, nuevos contactos influyentes, reasignación de presupuesto para su departamento, etc., todo lo cual ayuda a "cambiar la probabilidad" hacia el objetivo general. White también desarrolló la técnica del robofish ("pez robot"), que consiste en incluir un sigilo para algo que el mago del caos sabe que definitivamente sucederá, para "guiar" al resto del "cardumen".

Técnica de recortes

La técnica de recortes (cut-up technique) es una técnica literaria aleatoria en la que un texto escrito se recorta y se reorganiza, a menudo al azar, para crear un nuevo texto. La técnica también se puede aplicar a otros medios: películas, fotografía, grabaciones de audio, etc. Fue iniciada por Brion Gysin y William S. Burroughs.

Burroughs, quien practicaba la magia del caos y fue incluido en la organización de magia del caos The Illuminates of Thanateros a principios de la década de 1990, insistió en que la técnica tenía una función mágica, afirmando que "los cortes no son para fines artísticos". Burroughs usó sus recortes para "guerra política, investigación científica, terapia personal, adivinación mágica y conjuración", siendo la idea esencial que los recortes permitían al usuario "romper las barreras que rodean la conciencia". Como dijo el propio Burroughs:

Yo diría que mi experiencia más interesante con las técnicas anteriores fue el darme cuenta de que cuando haces recortes no obtienes simplemente yuxtaposiciones de palabras al azar, que sí significan algo y, a menudo, estos significados se refieren a algún evento futuro. Hice muchos recortes y luego reconocí que el recorte se refería a algo que leí más tarde en un periódico o un libro, o algo que sucedió ... Quizás los eventos están pre-escritos y pregrabados y cuándo cortas líneas de palabras el futuro se filtra.

David Bowie comparó la aleatoriedad de la técnica de corte con la aleatoriedad inherente a los sistemas adivinatorios tradicionales, como el I-Ching o el Tarot.

Otros magos del caos han elaborado la técnica básica. Genesis P-Orridge, quien estudió con Burroughs, lo describió como una forma de "identificar y cortocircuitar el control, la vida es una corriente de cortes en todos los niveles. Son un medio para describir y revelar la realidad y el individuo multifacético a partir del cual se genera la realidad".

Sincromisticismo

Véase también: Sincronicidad


El sincromisticismo, una palabra compuesta por sincronicidad y misticismo, es "el arte de realizar coincidencias significativas en lo aparentemente mundano con significado místico o esotérico". También se ha descrito como "una forma de animismo posmoderno" que "combina la noción de Carl Jung de coincidencias significativas con la búsqueda de lo divino, o la autorrealización a través de la experiencia de lo divino".

Desde el principio, los fundadores de la magia del caos tuvieron claro que los "resultados" que se obtendrían a través de sus técnicas consistían en sincronicidades, con Carroll afirmando en Liber Null & Psychonaut:

Todos los paradigmas mágicos participan de alguna forma de acción a distancia, ya sea la distancia en el espacio o el tiempo o ambos ... En magia esto se llama sincronicidad. Un evento mental, percepción o un acto de voluntad ocurre al mismo tiempo (sincrónicamente) que un evento en el mundo material ... Por supuesto, esto siempre se puede excusar como una "coincidencia", pero la mayoría de los magos estarían bastante contentos con poder planear coincidencias.

Esencialmente, la magia del caos consiste en un conjunto de técnicas para diseñar sincronicidades deliberadamente. Como Carroll deja claro en textos posteriores, los "resultados" mágicos consisten en "coincidencias significativas" o "una serie de eventos que van de manera algo improbable en la dirección deseada". Gordon White, por ejemplo, escribe en Synchromysticism as Kabbalah:

¿Cómo funciona la Técnica Hermética? ¿Cómo "funcionó" el sistema de magia ritual planetaria de Ficino? En pocas palabras, ambos funcionan porque algunas cosas están asociadas con otras cosas. Los símbolos se repiten, los patrones se repiten, los sonidos que se escuchan en una radio se asocian con resultados similares en su vida. Un universo animista habla un lenguaje de símbolos y sincronicidad. A ti, a sí mismo, a los pájaros. Esta conciencia sustenta los sistemas de correspondencia mágica en todo el mundo, como la Cábala práctica o la Técnica Hermética ... Estos sistemas son indicaciones de que el universo habla en un lenguaje simbólico ... utilícelos en un contexto sincromístico más amplio.

En otra parte, White especula que este puede ser "el secreto de la apoteosis cabalística": "escuchar el lenguaje detrás de las palabras, conectar las cosas que no están conectadas ... un marco místico para explorar y fomentar la sincronicidad".

Historia

Orígenes e influencias (1974-1982)

La magia del caos fue formulada por primera vez en Yorkshire del Oeste, Inglaterra a mediados de la década de 1970, en un momento en que el ocultismo británico estaba dominado por la Wicca de Gerald Gardner y Thelema de Aleister Crowley. Aunque ambas tradiciones incorporan elementos mágicos, ambas se consideran religiones y, como tales, contienen elementos devocionales, liturgia y dogma. La magia del caos surgió del deseo de algunos ocultistas de eliminar estos detalles extrínsecos y obtener la esencia de la magia comprendida como un conjunto de técnicas probadas para hacer que los efectos ocurran en la realidad.

Se considera que Peter J. Carroll y Ray Sherwin son los fundadores de la magia del caos, que se originó en un encuentro entre ambos en Deptford en 1976, aunque Phil Hine señala que había otros "acechando en el fondo, como los "Stoke Newington Sorcerors", un grupo que incluía a Charles Brewster (Frater Choronzon). Carroll era un colaborador habitual de The New Equinox, una revista editada por Sherwin.

En 1978, se publicaron Liber Null de Carroll y The Book of Results de Sherwin, que se convirtieron en los primeros libros sobre magia del caos, lo que dio lugar a la fundación en ese mismo año de The Illuminates of Thanateros (IOT), la primera organización de magia del caos.

La primera edición del Liber Null no incluye el término "magia del caos", refiriéndose sólo a la magia o "el arte mágico" en general.​ Algunos textos de ese período consistentemente tratan de declarar principios universales de la magia, como opuestos a un nuevo estilo específico o una tradición mágica, y describen sus innovaciones como esfuerzos para librar la magia de las ideas supersticiosas y religiosas. El libro Psychonaut (1981) usa el término "brujería individual" para referirse a lo que la organización mágica IOT enseña.

El artista y ocultista Austin Osman Spare, quien durante un corto período fue miembro de la A.A. (Astrum Argentum) de Aleister Crowley pero que más tarde rompió relaciones con ellos para trabajar independientemente es, en gran parte, la fuente y origen de la teoría y práctica de la Magia del Caos. Específicamente, Spare desarrolló el uso de sigilos y el uso de gnosis para potenciarlos. La mayoría del trabajo de sigilo básico recapitula la técnica de Spare, incluida la construcción de una frase que detalla la intención mágica, la eliminación de letras duplicadas y la recombinación artística de las letras restantes para formar el sigilo. Aunque Spare murió antes de que surgiera la magia del caos, muchos lo consideran el padre de la magia del caos debido a su repudio de los sistemas mágicos tradicionales en favor de una técnica basada en la gnosis.

Además del trabajo de Spare, esta experimentación fue el resultado de muchos factores, incluyendo la Contracultura de las décadas de 1960 y 1970, la amplia difusión de información sobre magia por magos como Aleister Crowley e Israel Regardie.

Crowley fue una influencia marginal pero temprana y continua, particularmente por su enfoque sincrético de la magia y su énfasis en la experimentación y el desacondicionamiento. Otras influencias tempranas incluyen el discordianismo, el movimiento punk, el posmodernismo y los escritos de Robert Anton Wilson. Lionel Snell también publicaba escritos sobre Spare a mediados de la década de 1970 y se sintió atraído por el floreciente movimiento caoísta. El libro de Snell SSOTBME (1974) también llegó a influir en los primeros magos del caos.

Sin embargo, a pesar de estas influencias, está claro por sus primeros escritos que los primeros magos del caos intentaban recuperar una especie de "chamanismo universal" al eliminar cualquier rastro cultural acumulado. Carroll deja esto claro en Liber Null:

Cuando se les quita el simbolismo y la terminología locales, todos los sistemas muestran una notable uniformidad de método. Esto se debe a que todos los sistemas derivan en última instancia de la tradición del chamanismo. Es hacia una elucidación de esta tradición a lo que se dedican los siguientes capítulos.

Esto se refleja en cómo Snell describió a Spare como un "maestro chamán" que trajo al mundo una nueva forma de "hechicería chamánica".

Desarrollo temprano y difusión (1982-1994)

Nuevos grupos de magia del caos surgieron a principios de la década de 1980, al principio, ubicados en Yorkshire, donde vivían Sherwin y Carroll. La escena inicial se centró en una tienda en Leeds llamada The Sorceror's Apprentice, propiedad de Chris Bray. Bray también publicó una revista llamada The Lamp of Thoth, que publicó artículos sobre la magia del caos, y su Sorceror's Apprentice Press relanzó tanto Liber Null como The Book of Results, así como Psychonaut y The Theatre of Magic. El Círculo del Caos, que incluía a Dave Lee, se formó en Yorkshire en 1982. Los rituales de este grupo fueron publicados por Paula Pagani como The Cardinal Rites of Chaos en 1985.

Ralph Tegtmeier (Frater U.D.), que dirigía una librería en Alemania y ya practicaba su propia marca de "magia de hielo", tradujo el Liber Null al alemán. Tegtmeier fue incluido en el IOT a mediados de la década de 1980 y luego estableció la sección alemana de la orden. Fue excomulgado en 1990 por las "Guerras de Magia de Hielo". Lola Babalon estableció el primer templo IOT estadounidense en 1988.

A medida que la magia del caos se extendía, personas ajenas al círculo de Carroll y Sherwin comenzaron a publicar sobre el tema. Phil Hine, quien practicó la magia del caos junto con Tantra y Wicca, publicó varios libros sobre el tema que fueron particularmente influyentes en la difusión de técnicas a través de Internet. Jaq D. Hawkins, de California, escribió un artículo sobre la magia del caos para la revista Mezlim, entrando en contacto con Sherwin y otros miembros de IOT en el proceso. Hawkins escribió más tarde el primer libro de magia del caos destinado a un público general. En 1992, Jan Fries publicó Visual Magick, presentando su propia mezcla de "chamanismo de estilo libre", que ha tenido influencia en la magia del caos.

En 1981, Genesis P-Orridge estableció Thee Temple ov Psychick Youth (TOPY), un colectivo artístico y una orden mágica. P-Orridge había estudiado magia con William S. Burroughs y Brion Gysin en la década de 1970, y también fue influenciado por Aleister Crowley y Austin Osman Spare, así como por el movimiento psicodélico. TOPY practicó la magia del caos junto con sus otras actividades y ayudó a crear conciencia sobre la magia del caos en subculturas como Acid House e Industrial. También fueron parcialmente responsables de introducir las técnicas de Burroughs y Gysin en la corriente mágica del caos, pero esta influencia también fue en sentido contrario, con Burroughs (que ya practicaba magia y estaba experimentando con la técnica de sigilos de Spare) siendo incorporado al IOT a principios de la década de 1990.

Cultura pop (1994-2000)

Desde el principio, la magia del caos ha tenido una tendencia a recurrir al simbolismo de la cultura pop además del de los sistemas mágicos "auténticos"; la razón es que la teoría caótica considera a todos los sistemas de símbolos como igualmente arbitrarios y, por tanto, igualmente válidos, siendo la creencia invertida en ellos lo que realmente importa. El símbolo del caos, por ejemplo, se extrajo de las novelas de fantasía de Michael Moorcock.

Preludiado por Kenneth Grant, que había estudiado tanto con Crowley como con Spare, y que había introducido elementos de los ficticios Mitos de Cthulhu de H. P. Lovecraft en sus propios escritos mágicos, había una tendencia a que los magos del caos realizaran rituales invocando o tratando con entidades de la obra de Lovecraft, como los Antiguos. Hine, por ejemplo, publicó The Pseudonomicon (1994), un libro de ritos lovecraftianos.

A su vez, a mediados de la década de 1990, la magia del caos en sí estaba comenzando a filtrarse en la cultura pop. Muchos de los escritores y artistas que produjeron tiras para el cómic de ciencia ficción británico 2000ad también practicaron la magia del caos, entre ellos Pat Mills, Bryan Talbot, Tony Skinner, y Dave Thorpe, y muchos incluyeron frecuentes referencias a la magia del caos en su trabajo. Mills, por ejemplo, creó los personajes de Nemesis the Warlock y Deadlock, quienes practicaban la "khaos magick".

Grant Morrison, quien comenzó a practicar la magia del caos a los 19 años, escribió la serie Zenith para el 2000ad. Zenith presentaba con frecuencia temas de magia del caos, así como una clara influencia lovecraftiana, y los monstruos de la historia inspirados en los mitos de Cthulhu se copiaron directamente de las ilustraciones de Liber Null, lo cual llevó a la amenaza de una demanda de Peter Carroll.

De 1994 a 2000, Morrison escribió The Invisibles para el sello editorial Vertigo de DC Comics, que ha sido descrito por Morrison como un "hipersigilo": "un modelo dinámico en miniatura del universo del mago, un holograma, microcosmos o 'muñeco vudú' que puede ser manipulado en tiempo real para producir cambios en el entorno macrocósmico de la vida 'real'." Tanto The Invisibles como las actividades del propio Morrison fueron responsables de llevar la magia del caos a una audiencia mucho más amplia a finales de la década de 1990 y principios de la de 2000, por medio de sus puntos de vista sobre la magia del caos en el "Pop Magic!" capítulo de A Book of Lies (2003) una charla sobre la Convención de Disinfo, y el documental Grant Morrison: Talking with Gods.

La particular visión de Morrison sobre la magia del caos ejemplificó los elementos culturales pop irreverentes de la tradición, y Morrison argumentó que las deidades de diferentes religiones (Hermes, Mercurio, Thoth, Ganesh, etc.) no son más que diferentes "glosas" culturales para unas más universales "grandes ideas" y, por lo tanto, intercambiables entre sí y con otros íconos de la cultura pop como The Flash, Metron o Madonna.

Era post-caos: década de 2010

En el transcurso de la década de 2010, la magia del caos ha experimentado un alejamiento de la interpretación de la cultura pop que caracterizó la era de Lovecraft/Morrison. Jason Miller ha argumentado que el ocultismo contemporáneo ha entrado en una fase de "post-caos", en la que los magos se están iniciando cada vez más en "tradiciones de linaje muy antiguas", parcialmente provocadas por la comprensión de que "los dioses y espíritus imaginarios o personajes ficticios no parecen tienen el mismo efecto que los tradicionales". Hine ha hablado de su desilusión con la idea de que toda la magia "puede formularse en términos de 'técnicas' y que los fundamentos teóricos o el contexto histórico-cultural" no importaban:

... algo que a veces verá afirmar a los defensores de la magia del caos es que cantar encantamientos rúnicos y repetir mantras hindúes son esencialmente el mismo procedimiento, el enfoque está en la repetición de una palabra o frase, para entrar en un estado alterado de conciencia. Entonces, los mantras son algo que se canta, y el canto (es decir, la iteración) es lo importante, no el contenido o el contexto. Esto, para mí, es una especie de reduccionismo. Predica una explicación universal: que la "técnica" del habla iterativa se pone en práctica para establecer un estado alterado de conciencia en el practicante, y subordina todas las instancias que aparentemente parecen que eso es lo que está sucediendo. Entonces, para un defensor de la magia del caos, habría poca diferencia práctica entre, digamos, cantar un poema rúnico, repetir el mantra Gayatri o cantar una saloma marina.

Alan Chapman, mientras elogia la magia del caos por "dar nueva vida" al ocultismo occidental, salvándolo así de "perderse detrás de un muro de simbolismo excesivamente complejo y moralidad anticuada", también ha criticado la magia del caos por su falta de "conocimiento iniciático": es decir, "enseñanzas que no pueden aprenderse de los libros, sino que deben transmitirse oralmente, o demostrarse", presentes en todas las escuelas tradicionales de magia. Chapman ha desarrollado su propio sistema, utilizando las técnicas de la magia del caos para lograr los objetivos de Thelema, tales como obtener el Conocimiento y la Conversación del Santo Ángel Guardián o el Cruce del Abismo.

Mientras tanto, Gordon White ha desarrollado una mezcla distintiva de técnica de magia del caos y animismo:

Si puede decirse que la tradición esotérica occidental tiene un sistema de creencias subyacente, ese debe ser una forma de animismo; que el mundo o el universo es, en cierto sentido, un ser vivo ... Independientemente de cómo conciba su naturaleza "verdadera", la magia requiere un compromiso total con los fetiches y los terrenos sagrados y las áreas de ventana como los cruces de caminos. También funciona mejor cuando otorgas agencia a objetos o entidades más allá de la conciencia humana, y particularmente con los sistemas vivos ... Es más útil para el mago considerar los sistemas vivos no como pequeños remolinos inconscientes en un campo de conciencia universal, sino como "puestos de avanzada" del mundo espiritual.

Como puede concluirse, la magia del caos posee el gran mérito del desarrollo de la teoría central de que la magia puede simplificarse a un conjunto de técnicas básicas (sumado a sus exploraciones psicológicas), lo cual resulta útil en el campo de la magia práctica al facilitar su comprensión, y que de otra manera el lenguaje tradicional permanecería demasiado oscuro e ininteligible para la mayoría de la gente, sin embargo, siendo "hija de su tiempo", desarrolló también la tendencia relativista a despreciar el valor de estas "formas" tradicionales, que finalmente no sólo aportan los rasgos particulares de las prácticas, sino que parecen ser depositarias en sí mismas de los verdaderos arquetipos del inconsciente colectivo, por los cuales un sistema de creencias resultaría más efectivo si está en consonancia con la cosmovisión de cada persona o grupo de personas.

Artículos relacionados