Calentamiento global

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Gráfica de la NOAA basada en la comparación de muestras atmosféricas contenidas en núcleos de hielo y mediciones directas más recientes provee evidencia de que el CO2 atmosférico se ha incrementado desde la Revolución Industrial.

El calentamiento global es un cambio climático antropogénico que se refiere al aumento observado en más de un siglo de la temperatura del sistema climático de la Tierra y sus efectos. Múltiples líneas de pruebas científicas demuestran que el sistema climático del planeta se está calentando. Muchos de los cambios observados desde los años 1950 no tienen precedentes en el registro instrumental de temperaturas que se extiende a mediados del siglo XIX ni en los registros paleoclimáticos que cubren miles de años.

La acumulación de los gases de efecto invernadero (GEI), que han aumentado sus niveles en la atmósfera debido a las actividades humanas es la causa del aumento global de temperaturas registrado desde 1971 (0,017 grados centígrados al año). Este fenómeno es independiente y no está relacionado con los largos ciclos naturales con tendencias al incremento o disminución de temperaturas por los que históricamente ha atravesado el planeta.

Causas

Gases de efecto invernadero

La causa de este fenómeno no está, como mucha gente cree, en el aumento en los niveles en la atmósfera de un único gas como el CO2, sino en el aumento de los niveles de varios gases denominados gases de efecto invernadero, los cuales se denominan así porque al acumularse en la atmósfera bloquean el calor del Sol e impide que éste escape quedándose encerrados como en un invernadero. Los principales son:

  • Vapor de agua (H2O).
  • Dióxido de carbono (CO2).
  • Metano (CH4).
  • Óxido nitroso (N2O).
  • Ozono (O3).
  • Clorofluorocarbonos (CFC).

Los primeros cinco de estos gases se han producido naturalmente antes de la aparición del Homo sapiens, sin embargo el dióxido de carbono ha aumentado más de un tercio desde el comienzo de la Revolución Industrial (c. 1750) por múltiples factores que implican la actividad humana como lo son la implacable deforestación y la quema de combustibles fósiles. No obstante, el vapor de agua (H2O) es el gas más abundante y el cual aumenta cuando la atmósfera se calienta lo cual provoca aumento en las precipitaciones. Según los científicos el vapor de agua conforma el 95% de todos los gases de invernadero, siendo así el que más afecta la temperatura terrestre, y no, como mucha gente cree, el CO2, que apenas conforma entre el 0,04 al 0,054% de toda la atmósfera terrestre y solamente el 5% de la cantidad actual se debe al hombre.

Asimismo, el metano se produce artificialmente en los incontables depósitos de basura que existen por todo el planeta, además de ser producido como efecto secundario de la agricultura (especialmente en el cultivo de arroz), y también se producen significativos niveles de metano durante el proceso digestivo de los rumiantes.

El óxido nitroso se produce artificialmente mediante las prácticas de cultivo, especialmente con el uso comercial de los fertilizantes orgánicos, ácidos nítricos y la quema de cultivos.

Los clorofluorocarbonos (CFC) son derivados de los hidrocarburos saturados obtenidos mediante la sustitución de átomos de hidrógeno por átomos de flúor y/o cloro principalmente. Son compuestos sintéticos de origen completamente industrial y que han causado el agujero en la capa de ozono.

Controversias y escepticismo

Enfriamiento global

Hace algunos años fueron publicadas algunas investigaciones que concluían que el planeta se estaba enfriando y en contraposición, surgió la teoría del enfriamiento global que sostiene justamente lo opuesto al calentamiento[1].

En 2015, un grupo de investigadores, reveló que entre los años 2030 y 2040 el planeta experimentará una nueva Pequeña Edad de Hielo similar a la que congeló una buena parte del mundo durante el siglo XVII y principios del XVIII.[2]

Este probable enfriamiento sería parte de los ciclos climáticos naturales de la Tierra y del Sol, sin embargo, aunque el planeta pueda atravesar un período natural de frío, pudiendo incluso retrasar las consecuencias del efecto invernadero, no demuestra que el calentamiento global y sus efectos no estén ocurriendo.

Actualmente pocos escépticos dudan de que el planeta se esté calentando, algunos de ellos creen que no está probado que sea culpa del ser humano, sino más bien se trataría de un ciclo natural, aunque tras un metaanálisis de los estudios sobre el clima publicado en 2013, el grado de consenso científico sobre este proceso es de un 97%, que considera este fenómeno como de origen principalmente humano.

Ciencia tergiversada

Otros escépticos afirman que el calentamiento global, sea de origen humano o natural, es un hecho científico que se ha exagerado y tergiversado esencialmente por razones políticas, económicas y financieras y que aunque es un fenómeno real, en realidad es irrelevante pues no poseería la capacidad de generar una catástrofe global, pues según los mismos informes del IPCC, la temperatura global sólo podría elevarse 1.4°C para el año 2100. Incluso si las emisiones de CO2 se elevaran al doble, la temperatura global se elevaría 4.4°C para el año 2100, y que esto puede ser incluso beneficioso para el planeta ya que un aumento de 4.4°C aumentaría en un 30% las precipitaciones, lo que se traduce en una mayor cantidad de agua fresca disponible, mientras que el aumento del CO2 ayudaría al florecimiento de la biosfera.

Implicaciones políticas y económicas

Ante el aumento del escepticismo, se oyeron voces de quienes calificaban de "negacionistas" o "teóricos de la conspiración" a todos los escépticos, e incluso pedían declarar el negacionismo como crimen contra la humanidad y sacar definitivamente el debate del terreno científico para convertirlo en dogma[3].

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha afirmado en varias ocasiones que el temor de Occidente al cambio climático es un "fraude". Por su parte, Donald Trump admite que el clima está cambiando pero aclara "No soy un gran creyente en la contribución del hombre al cambio climático." y agrega "Había enfriamiento global en los años 1920s y ahora tienen calentamiento global...". En 2017, anunció la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático que establece medidas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero a través de la mitigación, adaptación y resiliencia de los ecosistemas a efectos del Calentamiento Global.

En 2015, el político británico Nick Griffin advirtió de una iniciativa en el Parlamento Europeo que busca penalizar la negación del cambio climático[4]. El ex presidente español José María Aznar dijo en 2008 que el cambio climático no es un fenómeno real, sino una teoría "científicamente cuestionable" que se ha transformado en una "nueva religión" cuyos abanderados son unos "enemigos de la libertad"[5].

Para el ex presidente Al Gore, "El cambio climático es un hecho científico y no una teoría a discutir" y "se pueden discutir las predicciones, pero no los hechos". Entre los defensores de la teoría se cuentan personajes como Nicolas Sarkozy, Angela Merkel, George W. Bush, Hillary Clinton y David Cameron.

En realidad, la cuestión central de las implicaciones políticas en la que unos afirman y otros rechazan el cambio climático antropogénico se resume en la aplicación de medidas mitigadoras tales como impuestos contra las industrias emisoras de gases de efecto invernadero, y la deslocalización de las actividades económicas del primer mundo a países del tercer mundo, por lo que existen muchos intereses económicos en juego tanto de uno como de otro lado. Cabe señalar que este tipo de medidas económicas han demostrado ser completamente ineficaces en sectores similares, como la industria del tabaco, que no reducen significativamente los problemas del tabaquismo.

Los escépticos políticos afirman que la histeria por el calentamiento global lleva a los países a gastos masivos e innecesarios, en beneficio de quienes la promueven. La "energía verde" está corrompida, es ineficiente y depende de subsidios de arbitraje del gobierno y desincentivos, generando un gran negocio para agentes corruptos. Por ejemplo, Tesla, Inc. genera más dinero vendiendo créditos o bonos de carbono (y bitcoins) que vendiendo sus automóviles.[6] Estos bonos son una regulación creada por agencias del gobierno (propuestos en el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones de GEI) y Tesla los vende a empresas que producen Co2, funcionando prácticamente como un tipo de impuesto, de modo que al comprarlos puedan seguir con sus negocios mientras Tesla obtiene ese dinero como ganancia. Esto es una gran estafa pues el CO2 de ninguna manera se reduce ya que Tesla opera con electricidad, la cual es generada por la estación de energía eléctrica mediante la quema de carbón, por lo que genera Co2 y ésta debe comprar también bonos de carbono a Tesla.

Bill Gates y la población mundial

En el año 2010, durante la TED2010, Bill Gates presentó su visión de la energía para el futuro mundial, describiendo la necesidad de 'milagros' para evitar la catástrofe planetaria. La meta necesaria según su visión: cero emisiones globales de carbón para el año 2050. En esta charla, mostrándose muy preocupado por el crecimiento de la población y el calentamiento global dijo textualmente:

"Primero, tenemos a la población. El mundo hoy tiene 6.800 millones de habitantes. Va camino a los 9.000 millones. Ahora, si hacemos un trabajo muy bueno con las vacunas nuevas, atención médica, cuidados a la salud reproductiva, podríamos reducirla quizás un 10 o 15%".[7]

Este discurso parece no tener ningún sentido ya que el aumento de la calidad de vida conlleva a un aumento de la expectativa de vida y por lo tanto, de la población, sin embargo, Gates argumenta que este efecto inverso se producirá porque "mientras la salud mejora, las familias eligen tener menos hijos"[8], de modo que Gates únicamente observa la salud como variable sin tomar en cuenta que los países desarrollados no sólo poseen un alto nivel de salud, sino también de educación, de poder adquisitivo, pero también de prioridades inherentes al mundo desarrollado, una alta ingeniería social y políticas progresistas y es por ese conjunto de factores que su población tiende a reducirse y no solo por la salud.

Referencias

Artículos relacionados

Enlaces externos