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Movimiento völkisch
El movimiento völkisch (alemán: Völkische Bewegung) fue un movimiento étnico y nacionalista que enfatizaba la conexión orgánica entre un pueblo, su tierra y su cultura lo que luego derivó en la doctrina de Sangre y Suelo. El movimiento völkisch abogaba por la preservación y promoción de la identidad étnica y cultural alemana y defendía la exclusión de influencias culturales extranjeras, particularmente las judías.
Influyó en diversos ámbitos de la sociedad alemana, incluyendo la política, la literatura, la música y el arte. Aunque tuvo diversas ramificaciones, algunas corrientes del movimiento völkisch fueron precursoras ideológicas del nacionalsocialismo, influyendo en el desarrollo de la ideología racial y nacionalista que caracterizó al Tercer Reich.
El movimiento völkisch tuvo sus orígenes en el nacionalismo romántico alemán. Incluía interés en la cultura alemana, la historia alemana y el folclore alemán, asimismo también contenía elementos místicos y esotéricos. El paganismo, la religión germánica, también fue un tema de interés, que a veces se manifestó en movimientos neopaganos y ocultistas como la ariosofía. Sin embargo, el movimiento no era homogéneo y abarcaba una variedad de perspectivas políticas y culturales.
Esencialmente, el movimiento völkisch es la interpretación alemana de una especie de romanticismo conservador, asociado con el populismo político, con una visión romántica del pueblo. La idea o motivo central del movimiento völkisch corresponde al llamado volkstum (inglés folkdom), que se puede traducir como «cultura de la nación», «folklore étnico» o «esencia cultural nacional», a diferencia de volkstümlich, que es lo puramente «populista».
Terminología
El término alemán völkisch (del alemán: volk, 'pueblo' o 'gente') es una palabra de difícil traducción que tiene las connotaciones de «folclórico» y «popular», pero el ideal völkisch está más allá del simple concepto "popular" y engloba al pueblo en aquello que él tiene como más trascendente, como más sagrado. Según el historiador James Webb, el término está asociado o tiene connotaciones de «nación» «tribu» y «raza»[1], posiblemente en un sentido de etnia, similar al vocablo inglés folk. Denota una asociación o interés —originado en el romanticismo— con «lo popular» y «lo natural». El movimiento völkisch tuvo gran influencia durante el siglo XIX y la primera mitad del XX.
El antropólogo Hans F. K. Günther presenta la siguiente definición: "Völkisch" fue para mí y continúa siéndolo, la visión aristocrática que está en la búsqueda de los medios propios de forma de provocar un total renacimiento nacional basado en la herencia y en pro de hombres libres".[2]
Francis Bertino indica que dicho término conecta al mismo tiempo las ideas de "pueblo, nación y comunidad". Y que tiene por consiguiente un significado comunitario y orgánico muy marcado.[3]
Críticas de Hitler
A pesar de que el NSDAP surgió de este entorno y compartía muchas ideas, Adolf Hitler criticó al movimiento völkisch por varias razones. Sus críticas estaban motivadas por su visión de un partido y un movimiento unificados, disciplinados y efectivos que pudieran alcanzar el poder y llevar a cabo sus objetivos. Creía que la fragmentación, la falta de unidad y la ineficacia política del movimiento völkisch impedían que se convirtieran en una fuerza política seria, y buscó superar estos problemas mediante la creación de un movimiento centralizado y dirigido por un liderazgo fuerte.
El movimiento völkisch estaba compuesto por numerosas organizaciones y grupos pequeños, cada uno con sus propias agendas y líderes. Esta fragmentación dificultaba la formación de un frente unido y efectivo. Hitler veía esta desunión como una gran debilidad. Además, muchos líderes del movimiento völkisch eran figuras carismáticas pero a menudo competían entre sí por influencia y seguidores. Esto causaba rivalidades internas y dificultaba la coordinación de esfuerzos. Hitler abogaba por una centralización del poder bajo un liderazgo fuerte y único. Criticaba cualquier forma de descentralización o división de liderazgo, que era común en el movimiento völkisch.
Según Hitler, el movimiento völkisch no tenía la determinación o la capacidad para tomar acciones decisivas y efectivas en la arena política. Criticaba su incapacidad para movilizar a las masas y competir con otros movimientos políticos de manera efectiva.
Hitler creía que muchos en el movimiento völkisch estaban demasiado centrados en el idealismo y en cuestiones culturales o espirituales, y no lo suficiente en la realidad política y las estrategias prácticas necesarias para ganar poder y llevar a cabo sus objetivos. Muchos en el movimiento völkisch eran reticentes a adoptar nuevas tácticas o ideas, aferrándose a métodos y creencias tradicionales que Hitler consideraba obsoletos e ineficaces para los desafíos contemporáneos.
Algunos grupos völkisch tenían una aproximación más intelectualista y elitista, lo que los hacía menos accesibles para las masas. Hitler, en cambio, buscaba un enfoque más populista y directo que pudiera atraer a un amplio espectro de la sociedad alemana. A diferencia de los grupos völkisch, Hitler entendía la importancia de la propaganda, la movilización de masas y la creación de un movimiento de base amplio. Quería construir un partido político capaz de ganar elecciones y consolidar el poder a nivel nacional.
Después de que Hitler llegase al poder el 30 de enero de 1933, muchas sociedades völkisch fueron disueltas, aunque no todas, pues el régimen quería eliminar cualquier organización o individuo que no estuviera completamente alineado con su ideología y por lo tanto, que representara una amenaza potencial para la consolidación de un poder unificado y centralizado.
Referencias
- ↑ James Webb. 1976. The Occult Establishment. La Salle, Ill: Open Court ISBN 0-87548-434-4 pp 276 – 277
- ↑ Mon témoignage sur Adolf Hitler, Pardès, Puiseaux, 1990, p. 9.
- ↑ Francis Bertino, Esotérisme et visión de la race dans le courant Volkische (1900-1945).
