Culpa blanca

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Blancos estadounidenses, hincados, atados con cadenas y yugo, y con camisetas que dicen "So Sorry" ("Lo siento mucho"), en exposición de un sentimiento de culpa por la esclavitud de los negros.

La culpa blanca es un sentimiento de culpa colectiva generado artificialmente mediante la propaganda antiblanca y marxista cultural sobre las personas de raza blanca en su conjunto, a las que se busca hacer sentir responsables por la opresión e injusticias, reales o no, infligidas por blancos sobre no blancos a lo largo de toda la historia de la humanidad.

La culpa blanca es explotada por antiblancos de muchas maneras con el fin de obtener ventajas tales como la acción afirmativa y "reparaciones". También es un factor causante de endofobia.

Descripción

En la mayoría de los casos, la única relación con los autores de los abusos es la pertenencia a la raza blanca. Así, por ejemplo, se espera que los blancos de la sociedad actual se sientan culpables por fenómenos como la esclavitud del siglo XIX, el apartheid y la segregación racial, así como por cualquier inequidad que supuestamente les haría disfrutar de un mejor estándar de vida que la mayoría de las personas de otras razas. Sin embargo se ignora u omite el hecho de que todos los pueblos en la historia sin excepción han cometido cosas consideradas "malas" contra otros pueblos para obtener mano de obra esclava o bien las propias tierras que habitan, por ejemplo los japoneses contra los ainú, los turcos contra los griegos de Anatolia o los zulúes contra los hotentotes en África subsahariana, y ninguno de estos pueblos ha tenido que "sentirse culpable" ni dar reparaciones por sus actos. La antinatural culpa endofóbica es un fenómeno exclusivo de los países blancos ya que es parte esencial de la ingeniería social destinada al genocidio blanco perpetrado por los intereses globalistas.

Una de las más notables contradicciones de sus propagandistas y que desenmascaran su doble vara de medir, es que cuando se enfrentan con personas que se identifican a sí mismos como blancos con orgullo de sus raíces, fingen tener problemas con identificar a una "raza blanca", alegando que "el individuo debe estar orgulloso por lo que ha hecho él mismo y no por su color de piel o lo que han hecho sus antepasados o su raza". No obstante, no tienen esos mismos problemas cuando hablan sobre la esclavitud o el colonialismo, culpando colectivamente a individuos que nacieron siglos después de que tales fenómenos ocurrieran.

Asimismo, se ignora u omiten hechos como el que los blancos abolieron la esclavitud y crearon la gran mayoría de las invenciones y tecnologías que actualmente benefician a todos los seres humanos.

Ejemplos

Una joven perteneciente a un grupo que recibía inmigrantes ilegales con pancartas de "Bienvenidos refugiados" fue mas tarde violada en su apartamento por uno de ellos.

A continuación se describen algunos casos de personas bajo un fuerte adoctrinamiento marxista cultural y como se culpan a si mismos o a sus sociedades tras ser víctimas de abusos por parte de inmigrantes del Norte de África, Siria y Afganistán a los que intentaban ayudar.

En 2015, durante la Crisis migratoria en Europa el gobierno alemán y los medios buscaron generar lástima en la población acerca de los miles de inmigrantes indocumentados que llegaban de forma ilegal. La televisión y prensa publicaron fotos de jóvenes alemanas recibiendo a los "refugiados" con pancartas que rezan "Bienvenidos refugiados" ("Flüchtlinge Wilkommen"). El 25 de octubre de 2015, una joven de 20 años que formaba parte de esos grupos de bienvenida fue violada por un refugiado afgano al que le había permitido quedarse a pasar la noche en su apartamento.[1]

Un hecho similar ocurrió en mayo de 2016, cuando una madre de tres hijos que trabajaba en uno de estos grupos de acogida y bienvenida de inmigrantes ilegales permitió a un hombre de Eritrea que pasara la noche en su casa. El hombre aprovechó para atacar sexualmente a su hija de 10 años.[1]

En febrero de 2016, una activista de izquierdas identificada apenas como "Selin G." fue víctima de una violación en grupo a manos de los inmigrantes en un estacionamiento de Alemania. La mujer denunció lo ocurrido solo dos semana mas tarde, pero lejos de cambiar su actitud, escribió una carta pidiendo disculpas a los violadores. En ella culpó de los hechos a la atmósfera "sexista" y "racista" de Alemania.[2][1]

Activista noruego pro inmigración, violado por un inmigrante al que intentaba ayudar.

En 2016, el político izquierdista Karsten Nordal Hauken en Noruega, dijo sentirse culpable por la decisión de una corte de deportar a un inmigrante de Somalía por violarle analmente. Aunque el agresor declaró que la relación fue consentida, las autoridades sostuvieron lo contrario en el juicio. Hauken que se autodefine como un acérrimo feminista y antirracista, además de heterosexual[3] fue asistido en un hospital donde le tomaron muestras de ADN que coincidieron con su agresor, arrestado mas tarde mientras portaba un cuchillo.[4]

Tuve un fuerte sentimiento de culpa y responsabilidad... Yo fui la razón por la que él no podría permanecer en Noruega y en su lugar debería ser enviado a un futuro incierto en Somalía. El ya ha cumplido su tiempo en prisión. ¿Debería él ser castigado nuevamente y de forma mas severa? ...No siento ira en contra de mi violador porque lo veo a él como producto de un mundo injusto. Producto de una crianza condicionada por la guerra.[5]
Karsten Nordal Hauken

Después de la violación, habría caído en una profunda depresión acompañada de abuso de alcohol y drogas.[6] Su testimonio denota una lucha interna con sus emociones acerca de la violación, antes de afirmar que el africano le violó por influencia de la cultura de la que proviene y todas las injusticias que habrá sufrido a lo largo de su vida.

Soy un hombre heterosexual y fui violado por otro hombre, presumiblemente heterosexual. Para comprender como esto pudo haber ocurrido uno tiene que ir mas allá de sus prejuicios. He aprendido que la cultura de la que mi violador provino es completamente diferente a la nuestra. En su cultura el abuso sexual tiene mas que ver con el poder que con el deseo. Y no es considerado un acto homosexual ser quien ejerce el poder y viola.

Y cierra el discurso reafirmando su deseo de que el país reciba mas inmigrantes provenientes de similares entornos sociales al de su violador.

Mantengo firme como una roca mi opinión de que esa gente necesita nuestra ayuda. Quiero que continuemos ayudando a refugiados con ese trasfondo social.[3]

Referencias

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