Défense de l'Occident

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Défense de l’Occident fue una revista nacionalista de Francia que se publicó entre 1952 y 1982. Su fundador fue el intelectual Maurice Bardèche. La publicación tuvo una enorme influencia en el movimiento nacionalista francés.

Origen

A principios de la década de 1950 se especulaba que se realizarían elecciones para constituir un Parlamento Europeo, por lo que muchos hombres de Tercera Posición decidieron crear una fuerza política pan-europea. Debido a ello nació el Movimiento Social Europeo (MSE), organización de la cual Bardèche fue dirigente.

Para difundir la discusiones generadas en el seno del MSE, Bardèche decidió editar un boletín en 1952: ese fue el inició de Défense de l'Occident. El nombre de la publicación fue tomado de un ensayo escrito por Henri Massis en 1927.

Primera época

Défense de l’Occident inició un lento proceso de profesionalización a partir de 1953. De ser una empresa familiar de los Bardèche (quienes la fabricaban en su domicilio de un modo artesanal), pasó a convertirse en una revista de una gran tirada, que abordaba cuestiones de actualidad política y cultural con un gran espíritu crítico. Su portada azulada original fue reemplazada por una anaranjada, pues ella hacía a la publicación más vistosa en los puestos de venta.

Al principio Maurice Bardèche era el único redactor francés de la revista, siendo los demás textos aportes de autores de diversos países europeos. Sin embargo pronto se formó un pequeño equipo local de redacción entre los que se destacaban Louis Guitard, Pierre Fontaine y Pierre Hofstetter.

Cuando estalló la Guerra de Argelia, Défense de l’Occident se interesó por el tema. Casi como una excepción de la época, Bardèche estableció un diálogo fructífero con los independentistas argelinos, pues él defendía la idea de un nacionalismo árabe enfrentando a los judíos en Oriente Medio.

La edición de la revista correspondiente a febrero de 1955 estuvo completamente consagrada a la memoria de Robert Brasillach, quien fuese cuñado de Bardèche. Al año siguiente, Défense de l’Occident dedicó numerosas páginas a analizar el fenómeno del poujadismo, sacando la conclusión de que se trataba de un movimiento para-comunista al cual el nacionalismo debía darle la espalda.

En enero de 1957 Bardèche invitó a Jacques Isorni y Xavier Vallat para redactar un dossier sobre las purgas que Francia había ejecutado en contra de los colaboracionistas. Hacia fines de ese año, gracias a la influencia de los editores Bernard George y Paul Sérant, la revista empieza a desarrollar una orientación cada vez más literaria, publicando textos escritos por Louis-Ferdinand Céline y un número de homenaje a Pierre Drieu La Rochelle en enero de 1958 (en el cual participaron autores como Marcel Jouhandeau, Robert Poulet, François Mauriac, Kléber Haedens, Emmanuel Berl y Willy de Spens entre otros).

Poco después se produce una crisis en Argelia que posibilita el regreso al poder del General Charles de Gaulle. Casi en soledad, Défense de l’Occident será uno de los pocos medios de prensa de Francia que repudie al militar y advierta lo nefasta que sería para el país su futura presidencia.

Segunda época

A fines de 1959 se anunció que la revista entraría en hibernación por un tiempo, para volver renovada en los meses subsiguientes: Défense de l’Occident fue así relanzada en enero de 1960. Ese primer número de su segunda época contó con plumas de lujo como las de Henry Coston, Lucien Rebatet y Michel Mourre. La idea de Bardèche era abandonar la lucha política para concentrarse en el combate metapolítico.

Fue por esos años en los que la revista contó con los aportes de Jean-Louis Tixier-Vignancour, Paul Morand, Jacques Laurent, Jean Anouilh, Bernard de Fallois, Hélène Carrère d’Encausse, Marcel Aymé y Pierre Gripari. Sin embargo el drama argelino y la consolidación del gaullismo obligó a Bardèche a repolitizar a su revista.

Los jóvenes de la "Generación OAS" coparon las páginas de Défense de l’Occident: Alain de Benoist, Dominique Venner, Jean Mabire, François d’Orcival, Pol Vandromme y muchos otros se convirtieron en colaboradores regulares. La publicación pronto llegaría a vincularse estrechamente con el movimiento Occident.

Después de mayo de 1968, François Duprat se convierte en el cerebro de la revista. Por esos años la publicación se transformará en una suerte de reivindicadora del fascismo europeo y en un motor del neofascismo internacional. Gente cercana a Ordre Nouveau firmará numerosas contribuciones: François-Bernard Huygue, Alain Robert, Pascal Gauchon, Yves Van Ghele, Alain Renault, Eric Vatré, Christian de Bongain, etc. Sin embargo la revista comenzará a perder su unidad ideológica y estilística poco a poco.

Para finales de la década de 1970 era notoria la irregular calidad de los textos: Bardèche seguía enfrascado en su monólogo geopolítico, mientras que los demás redactores abordaban problemas culturales de un modo torpe y hasta violento, o bien polemizaban sobre temas históricos de escasa importancia.

En diciembre de 1982, de un modo muy discreto, Bardèche dio por finalizada la existencia de Défense de l'Occident, alegando ya no tener energía para seguir con sus labores de editor.

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