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Domingo Renaudière de Paulis
Biografía
Egresado del Colegio Nacional Bartolomé Mitre, estudió filología en la Universidad de Buenos Aires antes de ingresar al Seminario Conciliar de Villa Devoto en 1945. Hacia 1949 se incorporó a la Orden de Predicadores, la cual lo enviaría a España en 1952. Al año siguiente desembarcó en Italia para estudiar en el Pontificio Ateneo Internacional Angelicum, institución en la cual terminaría por doctorarse como teólogo.
Ordenado sacerdote en 1954, regresó un año después a la Argentina, en épocas en las que se desarrollaba el conflicto entre el peronismo y el catolicismo en su país (a Renaudière de Paulis, de hecho, le tocó atestiguar la destrucción del convento en donde vivía por acción de una turba de seguidores de Perón). Su congregación lo envió a San Miguel de Tucumán, en donde se convertiría en docente del Instituto Universitario Santo Tomás de Aquino que habían organizado el fraile Mario Petit de Murat y el filósofo Manuel Gonzalo Casas. Menos de un año duró su estadía en el norte argentino, ya que a fines de 1956 retornó a Buenos Aires en donde asumiría tareas de formación de sacerdotes.
Renaudière de Paulis fue amigo de los presbíteros Leonardo Castellani, Julio Meinvielle y Octavio Nicolás Derisi. Éste último lo incorporaría a la Sociedad Tomista Argentina en calidad de miembro de número y lo invitaría a publicar en Sapientia. Fue también por esos años colaborador de Cruzada -publicación dirigida por Cosme Beccar Varela- y secretario de redacción de Estudios Teológicos y Filosóficos, una revista que habían creado Alberto García Vieyra y Rubén González.
En 1962 se mudó a Mendoza, enviado por la Orden de Predicadores para desempeñarse como docente en la sede local de la Universidad Católica Argentina. Allí recibió con preocupación a las noticias del avance del modernismo en la Iglesia Católica gracias al Concilio Vaticano II.
Emigró hacia Austria en 1966, pero retornó a Mendoza al cabo de unos meses. Supo insertarse en la comunidad de intelectuales locales, trabando una fuerte amistad con el filósofo Rubén Calderón Bouchet y con el psicólogo Abelardo Pithod, y formando a Martín Zubiría y a Francisco Rego como discípulos. Asimismo fue muy cercano a Galina Tolmacheva, una actriz rusa expatriada que puso en escena los monólogos dramáticos Juana, cordura y locura de amor y Lady Macbeth que había escrito.
En 1970 firmó la "Declaración de Sacerdotes Argentinos contra la Teología Marxista" junto a Guillermo Furlong, Raúl Sánchez Abelenda, Ludovico García de Loydi, Luis María Etcheverry Boneo, Juan de Arguinchona, Domingo Basso, Isidro Blanco Vega, Enrique Imperiale y Jesús Montánchez entre otros. En el texto se repudia abiertamente a la interpretación del catolicismo como comunismo cristiano.
En 1973 regresó a Buenos Aires. Aunque sus conocimientos de teología y filosofía lo convertían en uno de los hombres más preparados en su congregación para formar a los jóvenes novicios, sus posiciones tradicionalistas iban a contramano de lo que planteaban los jerárcas dominicos, ya que éstos pretendían mantener una relación cordial con el Vaticano. A raíz de ello fue enviado en 1976 a la ciudad de Santa Fe junto a Mario Pinto, Salvador Santore y otros frailes que eran muy críticos de la deriva progresista en la que había caído el catolicismo. Allí participó de la fundación del Centro de Estudios San Jerónimo, escuela de cultura católica para laicos y sacerdotes.
En 1979 dejó a la Argentina una vez más, en esta ocasión con la intención de arraigarse en Alemania Occidental. Sin embargo al año siguiente ya estaba de regreso en su país, trabajando como párroco en la localidad de Bella Vista, la cual pertenecía a la Diócesis de San Miguel que dirigía Monseñor Horacio Alberto Bózzoli.
Renaudiere de Paulis fue uno más de los miles de argentinos que se ofrecieron como voluntarios para ayudar a derrotar al Reino Unido durante la Guerra de las Malvinas de 1982. Aunque era un hombre de edad ya avanzada, las Fuerzas Armadas le permitieron incorporarse al cuerpo de capellanes militares y gracias a ello estuvo presente en las islas australes mientras se desarrolló el conflicto bélico entre europeos y americanos. Allí conoció entre otros a Mohamed Alí Seineldín, con quien mantendría una cordial relación a través de los años.
Durante la década de 1980 proyectó convertirse en misionero cristiano en África, pero finalmente no pudo hacerlo. Su congregación lo trasladó a diversos destinos hasta que Aníbal Fosbery lo acogió en la familia de FASTA, con quienes pasó sus últimos años.
Compuso varias cantatas, dos de las cuales fueron musicalizadas y estrenadas por Jorge Fontela y Ángel Lasala.
Bibliografía
- La palabra de Dios: meditaciones sobre el Evangelio. Buenos Aires: AMAD, 1959.
- Oda al pueblo de Dios. Buenos Aires: Colombo, 1960.
- Tiresias. Balada para un augur ciego. Buenos Aires: Colombo, 1961.
- Canto para la muerte fiel. Buenos Aires: Colombo, 1971.
