Fondo de ayuda a Metapedia, 2018: Internet es el principal campo de batalla de la Metapolítica de nuestro tiempo. ¡Ayúdanos! | |||
| |||
|
Comunismo cristiano
Sostiene que los principios de igualdad, amor al prójimo y comunidad que se encuentran en las enseñanzas de Jesús son compatibles con los ideales comunistas de una sociedad sin clases y sin propiedad privada de los medios de producción.
Muchos ven en el comunismo cristiano una forma de herejía, sin embargo la teoría no ha sido oficialmente condenada por la Iglesia Católica, aunque si ha recibido la sanción de otras denominaciones cristianas.
Sumario
Fundamento bíblico
Los comunistas cristianos afirman que la Biblia sugiere que los primeros cristianos, incluidos los Apóstoles, crearon su propia sociedad comunista en los años posteriores a la muerte y resurrección de Jesús, ya que numerosos pasajes del texto sagrado señalan que los cristianos primitivos ejercían un uso comunal de la propiedad. Concretamente los versículos 44-45 del capítulo 2 de los Hechos de los Apóstoles, y los versículos 32-35 del capítulo 4 del mismo libro bíblico serían testimonio de que el auténtico cristianismo es necesariamente comunista.
Además los comunistas cristianos sostienen que la posesión de riquezas es pecado y que las personas materialmente ricas no tendrán acceso al Reino de Dios a menos que renuncien a sus bienes, basándose en Marcos 10:21-31 y en Mateo 19:16-30.
Comunismo cristiano pre-decimonónico
El comunismo cristiano obtuvo una articulación discursiva coherente recién en el siglo XIX gracias a los socialistas utópicos, sin embargo antes de esa época es posible detectar ejemplos de la teoría llevados a la práctica.
Pedro Valdo –considerado por la Iglesia Católica como un hereje– fue un promotor del empobrecimiento voluntario y de la creación de comunidades donde la propiedad de los bienes muebles e inmuebles fuese compartida por todos sus miembros.
También los anabaptistas alemanes del siglo XVI y los cavadores ingleses del siglo XVII defendieron ideas similares a las del comunismo cristiano.
Cristianismo y marxismo
El comunismo cristiano es visto a menudo como una versión radicalizada del socialcristianismo, y los conservadores lo perciben como una variación del marxismo destinada a corromper internamente al cristianismo para imponer el triunfo del materialismo.
Los comunistas cristianos rechazan las opiniones antirreligiosas de los marxistas, pero coinciden con ellos en sus ideas sociológicas y económicas. Es decir el comunismo cristiano rechaza la metafísica del marxismo, pero acepta su ética. Los conservadores afirman que esto supone una contradicción pues señalan que la ética marxista se deriva directamente de su metafísica. Sin embargo, los propios fundadores y teóricos del marxismo no consideran su ética dependiente de su metafísica, ésta simplemente supondría un estadio filosófico que habría "progresado" frente al paradigma teísta de la antigüedad. El marxismo se presenta a sí mismo como la secularización de la teología judeocristiana. Sólo basta sustituir a Dios por otro dogma cuasi-religioso, la materia. Friedrich Engels reconoce así al cristianismo como inspiración de su ética:
A pesar de diferir sustancialmente en que uno es teísta y el otro es ateo, el cristianismo y el marxismo comparten similitudes históricas e ideológicas puntuales:
- Ambos tienen un núcleo de dogmas que, aunque indemostrables, sus adherentes toman como hechos.
- Ambos comparten el igualitarismo, el universalismo (catolicismo) y el internacionalismo.
- Ambos esperan un "futuro reino de justicia y libertad", una utopía de paz y fraternidad entre toda la humanidad.
- Ambos asignan gran valor a la "vida comunal", a la "compartición comunal de bienes".
- Ambos consideran a los pobres como víctimas de la injusticia y apelan a los estratos inferiores de la sociedad para predicar su "mensaje". Históricamente, ambos alcanzaron el poder a través de la rebelión de las clases bajas contra las clases más altas ("lucha de clases").
- Ambos crearon instituciones cuya función era cerciorarse de que nadie tuviese acciones, pensamientos o palabras en contra de la doctrina (la Inquisición en el cristianismo, y la KGB en la Unión Soviética). Cualquier persona que cuestionara los dogmas iba a la hoguera o al gulag, según el caso. Mientras que las religiones eran perseguidas y las artes fueron severamente reguladas en el mundo soviético, los cristianos del siglo IV comenzaron la persecución religiosa a gran escala dirigida a la erradicación de todas las religiones no cristianas y la destrucción de todos los templos. Esto fue una innovación cristiana, inspirada en el judaísmo.
La construcción del orden comunista cristiano
El comunismo cristiano se muestra espiritualmente compatible con el marxismo pero se niega a adoptar sus tácticas y estrategias. De allí que el leninismo le sea ajeno y propongan en su lugar otras vías diferentes para la construcción de una sociedad socialista.
Mientras que el comunismo ortodoxo (vale decir el marxismo-leninismo) sugiere la realización de una revolución violenta para imponer el orden comunista, los comunistas cristianos pretenden hacer lo mismo a través de métodos no violentos, como la resistencia cívica pacífica o el triunfo en elecciones democráticas.
La mayoría de los comunistas cristianos sostienen que su tarea consiste principalmente en formar comunidades que transformen en pequeña escala las prácticas sociales y económicas cotidianas, desterrando al capitalismo a nivel local o regional hasta crecer lo suficiente como para abolir mundialmente a ese sistema.
Esa estrategia les permite mantener una presencia permanente en determinadas zonas, lo cual hace suponer que el objetivo real de los promotores del comunismo cristiano no tiene por fin destruir al capitalismo sino meramente construir y mantener una fuente de ingresos que les permita sobrevivir sin someterse a las exigencias de la vida productiva capitalista.
Simbolismo
El símbolo más usado por los comunistas cristianos es una cruz combinada con una hoz y un martillo. Muchos cristianos consideran ofensivo semejante símbolo, debido a que la URSS, el primer país que adoptó la hoz y el martillo como parte de su simbología oficial, fue un Estado oficialmente ateo y enemigo declarado del cristianismo.
Debido a ello los comunistas cristianos también emplean un ichthys o un crismón blanco o amarillo sobre un fondo rojo.
Representantes destacados de la corriente
- Marcel Barbu (1907-1984): empresario francés, fundador de la comunidad Boimondau, fue candidato a presidente de Francia en 1965.
- Étienne Cabet (1788-1856): pensador francés considerado un socialista utópico en su época, publicó Viaje a Icaria en 1842 en donde expuso cómo debía funcionar una sociedad ideal y en 1846 aseguró -a través del libro Le vrai christianisme suivant Jésus-Christ- que sus ideas provenían de una interpretación correcta del cristianismo. Unos años después trató de materializar sus teorías políticas creando colonias socialistas en EEUU.
- Ernesto Cardenal (1925-2020): sacerdote católico y poeta nacido en Nicaragua, difusor en su país de la teología de la liberación. Juan Pablo II, después de increparlo públicamente por sus herejías, lo suspendió como sacerdote en 1984. Veinte años más tarde el Papa Francisco le levantó la suspensión.
- Alfonso Comín (1932-1980): escritor subversivo español que, aunque proveniente de una familia de carlistas, evolucionó hacia el comunismo, llegando a animar el grupúsculo Cristianos por el Socialismo.
- Giuseppe Dossetti (1913-1996): de profesión abogado, fue un militante antifascista y político por la Democrazia Cristiana. En 1956 se convirtió en sacerdote católico y operó en el Concilio Vaticano II para asegurar el triunfo de las posiciones anticatólicas.
- Luís Espinal (1932-1980): sacerdote católico hispano-boliviano que fue miembro de la Compañía de Jesús. Introductor en Bolivia de la teología de la liberación.
- Josef Hromádka (1889-1969): teólogo y pastor protestante checoslovaco, que enseñó en la Universidad de Princeton durante los años en que duró la Segunda Guerra Mundial. Al regresar a su país terminó apoyando a la dictadura comunista, sosteniendo que, si bien el marxismo no era enteramente compatible con el cristianismo, los fieles cristianos debían apoyar a los marxistas para construir entre todos un orden comunista.
- Jim Jones (1931-1978): pastor protestante que incitó al suicidio a más de 900 personas en Guyana.
- Louis-Joseph Lebret (1897–1966): fraile dominico francés interesado en cuestiones de economía. Fue uno de los asesores de la redacción de la encíclica Populorum progressio.
- Alessandro Nangeroni (1940-1999): académico italiano, autor de Manuale del comunista cristiano (1970). Nageroni era un estudioso de las comunidades de cristianos primitivos y amante de la cultura hebrea.
- Adriano Ossicini (1920-2019): psiquiatra y político italiano, durante la Segunda Guerra Mundial fue fundador del Movimento dei Cattolici Comunisti y más tarde ingresaría al Senado de Italia a través de las listas del Partito Comunista Italiano.
- Bosco Parra (1931-): abogado y político chileno, fundador del partido Izquierda Cristiana en 1971.
- Camilo Torres Restrepo (1929-1966): militante comunista colombiano infiltrado en la Iglesia Católica como sacerdote, fue miembro de la guerrilla ELN y cayó abatido por el Ejército de Colombia. Antes de alzarse en armas, fue académico y trató infructuosamente de conciliar la doctrina marxista con la cristiana.
- José Revueltas (1914-1976): escritor mexicano y activista de izquierda, participó de diversas iniciativas sindicales.
- Wilhelm Weitling (1808-1871): agitador alemán del siglo XIX, autor del libro Das Evangelium eines armen Sünders (1845) en el que afirma que el comunismo fue inventado por los cristianos primitivos. Su pensamiento fue elogiado por Karl Marx y Mijail Bakunin.
- Wilfred Wellock (1879-1972): político socialista inglés, miembro del parlamento de su país por el laborismo, escribió el panfleto Christian Communism (1921). Posteriormente se convertiría en un admirador y defensor de Gandhi.