Giorgio Locchi
Sumario
Biografía
Locchi nació en el seno de una familia ligada a la industria cinematográfica. Durante su niñez fue miembro de la Balilla. Asistió al Colegio Nazareno y más tarde obtuvo un diploma de abogado de la Universidad de Roma La Sapienza.
A mediados de la década de 1950 se instaló en París, adquiriendo una casa en Saint-Cloud, un suburbio de la capital.
En Francia se convirtió en corresponsal del diario Il Tempo y posteriormente también del Secolo d'Italia. Además trabajó como traductor.
Viviendo en París, Locchi entró en contacto con los sectores del movimiento nacionalista que serían denominados "Nouvelle Droite" por la prensa local. Por ello el italiano figura como uno de los fundadores del Groupement de Recherche et d'Études pour la Civilisation Européenne.
Su reflexiones influyeron en Alain de Benoist, quien lo invitó a colaborar con Nouvelle École y Eléments. Locchi también contribuyó con ensayos para las revistas italianas Intervento, La Destra y L'Uomo Libero. Algunos de sus textos fueron publicados con el seudónimo de "Hans-Jürgen Nigra".
Pensamiento
Locchi fue muy fuertemente influenciado por las ideas de Nietzsche, Heidegger y Spengler, y en menor medida por las de Julius Evola. También era versado en musicología, física y biología. Su pensamiento es claramente anticristiano.
Libertad
El punto de partida de Locchi fue el rechazo al determinismo histórico. Eso lo llevó a proclamar que la historia está siempre abierta y es determinable por la voluntad humana, algo que se opone abiertamente a la idea de Progreso, celebrada por igual por los comunistas y por los liberales.
Locchi identificó dos tendencias macrohistóricas: el igualitarismo y el superhumanismo. El italiano sostuvo que es necesario construir la política desde la segunda tendencia, para que de ese modo la historia no se convierta en la condena del hombre y pueda sobrevivir la libertad.
Vindicación del fascismo
Según la filosofía de la historia de Locchi, toda época histórica es escenario de un conflicto de tendencias antagónicas. Toda tendencia atraviesa una fase mítica, una ideológica y otra autocrítica. En la interpretación de Locchi, el igualitarismo, que empezó como cristianismo, ingresó a su fase autocrítica con la Revolución Francesa, por lo que es momento para que el superhumanismo despliegue su fase mítica.
El fascismo italiano y los movimientos nacionalistas de la década de 1930 fueron el primer intento para sepultar al igualitarismo y permitir el advenimiento del superhumanismo predicado por Friedrich Nietzsche y Richard Wagner en el siglo XIX. El atractivo del fascismo proviene, para Locchi, del hecho que representa el residuo pagano que el cristianismo no logró erradicar de la mentalidad europea.
Antiamericanismo y europeísmo
En plena Guerra Fría, Locchi elaboró un discurso virulentamente antiamericano, en muchos puntos similar al de Jean Thiriart. A la cultura estadounidense la acusó de ser tan nociva como la soviética, debido a que es el fruto de una ideología puritana, de mentalidad utilitarista, conformista, pragmatista, tecnocrática e inclinada al fundamentalismo religioso. Debido a ello predicó el europeísmo, instando a rescatar la sabiduría de los pueblos indoeuropeos para que sirviese de matriz cultural de la Europa del futuro.
Influencia
El pensamiento de Locchi fue particularmente influyente en Guillaume Faye, como también en Pierre Vial, Pierre Krebs, Robert Steuckers, Marco Tarchi, Stefano Vaj, Gennaro Malgieri y Annalisa Terranova.
Los estudiosos de la obra de Wagner reconocen que su interpretación del compositor alemán es original y valiosa.
Obras
- Il male americano (junto a A. de Benoist). Nápoles: LEDE, 1979 (editado en español como El enemigo americano. Tarragona: Fides D.L., 2016).
- L'essenza del fascismo. La Spezia: Edizioni del Tridente, 1981.
- Nietzsche, Wagner e il mito sovrumanista. Nápoles: Akropolis, 1982.
- Definizioni. Milán: Barbarossa, 2006 (editado en español como Definiciones. Barcelona: Nueva República, 2010).
- Prospettive indoeuropee. Roma: Settimo Sigillo, 2010.