Guillermo Loria

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Loria en su foto de egresado del Colegio San Calixto.

José Guillermo Andrés Loria González (1934) es un ingeniero comercial y economista boliviano de 84 años, falangista de notable trayectoria en relaciones exteriores. Tuvo 70 años de actividad partidaria y 33 de servicio exterior.

Actividad falangista

Nació en La Paz en 1934, y sus 14 años (1948) ingresó la Falange Socialista Boliviana (FSB). Conoció al partido gracias a su tío, Guillermo González Durán, y le tomó juramente su camarada Jaime Ponce Caballero. Esto sucedió porque su tío encontró a Loria en la zona de El Prado en la ciudad de La Paz, pegando propaganda impresa diseñada por él mismo a favor de la FSB, para promover a los candidatos del partido para las elecciones legislativas del año siguiente.

En ese entonces, el dr. Enrique Herzog era presidente de Bolivia, aliado con el Partido de la Unión Republicana Socialista (PURS). Durante todo el año de 1949, Loria animó a sus amigos y compañeros del Colegio San Calixto a ingresar al partido. Convenció a muchos los 2 últimos meses del año y en 1950 acudió constantemente a manifestaciones junto a su camarada Walter Alpire Durán. El 22 de octubre del año anterior había asumido la presidencia del país Mamerto Urriolagoitia, quien era vicepresidente de Herzog y fue respaldado también por el PURS. Bajo este gobierno hubo mucha persecución y agresión a a los falangistas.

Desde la secretaría de la falange, ubicada en la casona vieja contigua al Congreso Nacional (esq. Plaza Murillo y calle Ballivián), Loria y sus camaradas observaron y aplaudieron a los manifestantes emenerristas tras su triunfo en las elecciones presidenciales del 6 de junio de 1951. En dichos comicios, la FSB había llegado al 3º lugar, y diez días después se suscitó un autogolpe, conocido como ‘el mamertazo’, mediante el cual Urriolagoitia fue sucedido en el poder por el gral. Hugo Ballivián.

En esa época, Loria acudía a las charlas que daban su tío y otros camaradas acerca de la doctrina falangista. En 1951 fue ascendido a miembro pleno del partido. Al año siguiente, Loria fue designado jefe de milicias de secundaria de la FSB bajo la dirección de Wally Ibáñez y Antonio Anze Jiménez; fundó las milicias de secundaria e intensificó su campaña en los colegios paceños a pesar de la represión del gobierno.

El paseo de El Prado en la ciudad de La Paz, década de 1950.

El 9 de abril de 1952, la falange conspiró junto al Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) para lograr la revolución que derrocó al gobierno. Sin embargo, Óscar Únzaga de la Vega, líder de la FSB, quien había percibido comunistas infiltrados en el movimiento, decidió no participar. Al año siguiente, para el primer aniversario de la revolución, Loria fue apresado en El Prado junto a dos camaradas suyos por obra del Control Político de la Sección Segunda, dirigida por Claudio San Román.

En ese entonces, San Román interrogó a los falangistas apresados y ordenó su encierro, ante el cual reclamaron luego sus familiares por ser todos menores de edad. Estando dicho verdugo de viaje en Copacabana (lago Titicaca), un asistente del presidente Paz Estenssoro ordenó la liberación de los jóvenes. Luego de eso, San Román los buscó constantemente, ante lo cual ellos fueron más cautos.

A pesar de los cuidados, días después, don Guillermo González Durán fue apresado y llevado al campo de concentración de Cuarahuara de Carangas. Dicho campo había sido instalado por Decreto Supremo del gobierno emenerrista; allí, González permaneció tres años y escribió a escondida su novela En el corazón de la eternidad, que fue publicada en 1967.

En 1953, prácticamente todos en el Colegio San Calixto eran falangistas y desde ahí se publicaba hacia toda la ciudad el periódico Antorcha, mimeografiado que recogía de manos de Wally Ibáñez en la oficina de Antonio Anze, en la calle Comercio final. Cierta mañana, los agentes de San Román visitaron el colegio para llevarse a los estudiantes falangistas, pero los sacerdotes se resistieron a entregarlos. Loria se internó en ‘la Apostólica’, que cobijaba a seminaristas jesuitas.

Después de eso, fue transferido a la enfermería, donde conoció a dos personajes con los que intercambiaría mutua amistad posterior. Fueron el gral. Bernardino Bilbao Rioja, héroe de la Guerra del Chaco y camarada falangista, y Renato Moreno Bello, secretario general del partido en La Paz. Fue en el colegio también que conoció a Ambrosio García, otro falangista pero vestido de sacerdote; varios falangistas eran protegidos en el establecimiento.

Ese año, Loria solía ir a casa los domingos mientras se quedaba el resto de la semana escondido en el colegio. En una de esas salidas, tuvo reunión con el mariscal Bilbao Rioja en casa del falangista Javier Orellana, quien cumplía servicio militar como escolta en el Cuartel Sucre. En dicha reunión, se estudió los planos del cuartel, que era bien conocido por el mariscal, para tomarlo eventualmente.

La información de que los tres se reunieron fue filtrada, y el martes faltó a clases un compañero de Loria, René Mariaca, porque había sido tomado preso en casa a medianoche de ese día de la reunión. Los familiares de Mariaca notificaron de esto al padre Bruzone, quien guió a los compañeros de Loria en una campaña mediática para anunciar a la ciudad de esto, lo cual tuvo impacto a pesar de la nula cobertura de prensa.

Mariaca apareció el viernes y sus camaradas lo rodearon para conocer los detalles de su encierro. Mariaca preguntó a Loria si había recibido una carta, ante lo cual este respondió que no sabía nada. Resulta que el miércoles, un desconocido había visitado el colegio para entregar un sobre a Loria, pero no lo encontró. Loria y el hermano Lino, aspirante a sacerdote, habían pensado que sería algo importante y señalaron como posible emisor de la carta a su camarada Gustavo Stumpf Belmonte, quien estaba en la ciudad de Lima.

El visitante desconocido iba a regresar a las 8:00 Hrs del jueves siguiente al reencuentro con Mariaca, pero Loria lo esperó y no llegó. Loria y sus amigos se enteraron de que el desconocido era comandante del Regimiento Sucre, un coronel que apellidaba Osinaga y servil al MNR.

Mariaca comentó a Loria que el militar Javier Orellana había recibido amenazas de fusilamiento por traición y tortura, y que le hicieron redactar una carta en la que citaba con urgencia a Loria para el día siguiente a una cuadra del colegio. Orellana continuó preso por meses en los que recibía visitas de su familia, quienes le rogaban que concrete la reunión entre Loria y Osinaga. Luego de eso, Javier salió de prisión y apareció asilado en la Embajada del Uruguay.

En estas circunstancias, Loria debía graduarse de bachiller del Colegio San Calixto en el Club de La Paz, pero se ausentó. Dejó a su pareja esperándolo y su traje de etiqueta colgado en la enfermería, ya que le habían advertido que iba a ser apresado.

Luego, Loria y sus camaradas pasaron vacaciones en la hacienda de Mario Carranza, presidente de la Federación de Estudiantes Libres de Secundaria (FELS), fundada por ellos. Dicha organización agrupaba a casi todos los colegios de La Paz y se oponía a la Federación de Estudiantes de Secundaria (FES), dirigida por Carlos Morales, presidente del turno diurno del colegio Ayacucho. Esta organización rival se quedó solo con 3 colegios serviles al gobierno emenerrista, entre ellos los turnos nocturnos del colegio Ayacucho y Bolívar. El presidente del diurno Bolívar, el escritor y filósofo René Zavaleta Mercado, se alineó con la FELS y después con la falange.

Fue delegado de las milicias universitarias en la Convención Nacional de la FSB de 1956 en las facultades de Filosofía y Ciencias Económicas. Posteriormente, en 1958, se exilió en Santiago de Chile, donde se graduó en sus dos profesiones de la Universidad de Chile. Es ahí donde preside la organización denominada Club Social Boliviano.

Mediante un viaje vacacional en septiembre de 1971, elaboró la Tesis Económica de la FSB por encargo del gral. Hugo Banzer y a pedido de su camarada falangista Antonio Anze. La tesis fue adoptada por el Frente Popular Nacionalista y se le dio prioridad a la del MNR. La tesis de este último fue tan complicada que ni siquiera los miembros del partido quisieron leerlo.

Según indica Loria: «La tarea me resultó facilitada gracias a un trabajo previo de diagnóstico (1961-70) de nuestra economía, que hizo en Santiago a pedido de Luis Adolfo Siles (recién exiliado) para la Sociedad de Sociólogos de España y que allí se publicó.».

Actividad diplomática

Loria siendo condecorado por el embajador de Brasil en Buenos Aires con la Orden de Rio Branco, grado de oficial.
Guillermo Loria, notable falangista.

En 1973, retornó a Bolivia para ser canciller, a pedido de su camarada Mario R. Gutiérrez, fecha a partir de la cual trabajó en el servicio exterior del país. Durante esa etapa diplomática, fue ministro consejero de la Embajada de Bolivia en Venezuela y Uruguay. En este último, fue representante alterno de Bolivia ante la Asociación Latinoamérica de Integración (ALADI). Más adelante, fue nombrado consejero técnico de la Embajada de Bolivia en Perú, secretario del Comité Intergubernamental y coordinador de los Países de la Cuenca del Plata.

Siendo director de Organismos Económicos Internacionales de la Subsecretaría de Integración, participó del 28º periodo de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que se realizó del 18 al 28 de abril de 1994 en Cartagena de Indias (Colombia). Con el mismo cargo, formó parte del 19º periodo de sesiones del Comité de Expertos Gubernamentales de Alto Nivel (CEGAL), realizado en Santiago de Chile entre el 26 de febrero y el 5 de marzo de 1994.

El 18 de noviembre de 1999 fue la ceremonia de apertura de la misión exploratoria de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en el Salón Rojo de la Cancillería Boliviana. Allí, Loria, siendo director general de Organismos Económicos Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, dio la bienvenida a los miembros de dicha misión de la OMPI.

En su discurso, remarcó: «La importancia que Bolivia atribuye al tema de los conocimientos tradicionales resulta del hecho de que esos conocimientos forman parte de una cultura viva, y es imperioso que las contribuciones creativas de esa cultura se transmitan al resto del mundo; para eso, es necesario preservarlas y protegerlas». En el mismo evento participó el dr. Walter Álvarez Quispe, médico tradicional y presidente de la Sociedad Boliviana de Medicina Tradicional (Sobometra), quien resaltó la importancia de dicho evento para los pueblos indígenas del país.

Adicionalmente, fue miembro de la Academia Boliviana de Estudios Internacionales y miembro de honor de la Asociación de Egresados de la Academia Diplomática Boliviana. Asimismo, fue condecorado como Oficial de la Orden de Rio Branco por el presidente brasileño. En enero de 2019, el falangista Jorge Luis Mayser Ardaya lo designó secretario de Relaciones Internacionales de la FSB.

Bibliografía

  • Falange Socialista Boliviana, El Cmda. Guillermo Loria con una notable y destacada trayectoria partidaria y en el servicio exterior del país, será Secretario de Relaciones Internacionales del Partido. Antorcha, 29 de enero de 2019.
  • Falange Socialista Boliviana, Recuerdos de un falangista en edad escolar: «En el colegio éramos casi todos falangistas». Antorcha, 30 de enero de 2019.
  • Gaceta Oficial del Estado Plurinacional de Bolivia, Resolución Suprema Nº 214052. 8 de junio de 1994.
  • Gaceta Oficial del Estado Plurinacional de Bolivia, Resolución Suprema Nº 214049. 8 de junio de 1994.
  • Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Conocimientos tradicionales: necesidades y expectativas en materia de propiedad intelectual. Ginebra, abril de 2001.

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