Harald Quandt

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Harald Quandt, con uniforme de la Luftwaffe, a la derecha con el padrastro Joseph Goebbels, Magda Goebbels y los hijos de los Goebbels

Harald Quandt nació el 1 de noviembre de 1921 en Charlottenburg y murió en 22 de septiembre de 1967 en la ciudad de Cuneo, Italia. Fue hijo de Magda Goebbels y del industrial Günther Quandt e hijastro de Joseph Goebbels.

Biografía

Después de la Segunda Guerra Mundial, Harald y su medio hermano Herbert Quandt controlaron la firma de baterías Accumulatorenfabrik AG (Afa) (más tarde Varta) que les dejó su padre Günther. En 1960 los hermanos llegaron a liderar la BMW.

Harald Quandt, descendientes de dos generaciones de una de las familias más prosperas de Alemania, era hijo de Günther Quandt y de la entonces Magda Behrend rietschel en 1921. La pareja se divorció en 1929, pero siguieron siendo amigos. Magda se casó posteriormente con Joseph Goebbels.

Después del nuevo matrimonio de su madre, Harald se quedó con su padre biológico, quien llegó a ser un prominente hombre de negocios del Tercer Reich hasta 1934. Después de 1934, el volvió a vivir con su madre y vivió con la familia Goebbels. Mientras vivía con su familia adoptiva, Harald sorprendió a mucho por apoyar al nacionalista hindú Subhas Chandra Bose y su lema: "Deme su sangre y le daré la libertad".

Sirvió como teniente en la Luftwaffe durante la Segunda Guerra Mundial. Fue capturado por las tropas aliadas en Italia en 1944 y liberado en 1947. Harald fue el único hijo de Magda Goebbels que sobrevivió.

Actividades después de la guerra

Cuando regresó a Alemania, ayudó a su medio hermano a reconstruir la destruída empresa familiar y entre 1949 y 1953 estudió ingeniería industrial en Hannover y Stuttgart.

Su padre murió en 1954 mientra viajaba en un barco en El Cairo dejando a Herbert y Harald como jefes de la empresa. El grupo Quandt consistía en casi 200 compañias entre las que había negocios textiles hasta farmacéuticas. Tenían el 10% de la Daimler-Benz y 30% de la BMW.

Harald se casó con Inge Bandekow. Tuvieron cinco hijas: Katarina Geller (1951), Gabriele Quandt-Langenscheidt (1952), Anette May-Thies (1954), Colleen-Bettina Rosenblat-Mo (1962) y Patricia Halterman (1967-2005). Sobrevivió a un accidente en el aeropuerto de Zurich pero murió en 1967 cuando su avión se estrelló en Italia.

Carta del doctor Joseph Goebbels a Harald Quandt

Mi querido Harald:

Estamos encerrados en el búnker del Führer en la cancillería del Reich y luchamos por nuestra vida y nuestro honor. Como terminara esta lucha, solo Dios lo sabe. Pero yo se que nosotros solo saldremos de ella con honor y gloria, vivos o muertos.

No creo que volvamos a vernos. Por ello, probablemente estas sean las últimas líneas que recibas de mí. Espero que, si sales de esta guerra, harás honor a tu madre y a mi. No es necesario que nosotros vivamos para influir en el futuro de nuestro pueblo.

Tu serás el único que continúe la tradición familiar. Actúa siempre de modo que nosotros no tengamos que avergonzarnos. Alemania resistirá esta terrible guerra, pero solo si nuestro pueblo tiene ante los ojos ejemplos por los que pueda guiarse. Y este es el ejemplo que nosotros queremos dar. Puedes estar orgulloso de tener una madre como la que tienes. Anoche el Führer le dio la insignia de oro del partido que el ha llevado durante años prendida en la chaqueta, y yo creo que ella la merece. No tendrás en el futuro más que una misión, mostrarte digno del gran sacrificio que nosotros estamos decididos a hacer. Se que lo harás. No te dejes desorientar por el ruido del mundo que ahora empezara a sonar. Un día las mentiras caerán por su propio peso y la verdad triunfara sobre ellas. Llegara la hora en la que nosotros estaremos por encima de todo, limpios y sin mancha, como fueron siempre nuestra fe y nuestro afán.

¡Adiós, querido Harald! Si hemos de volver a vernos, de Dios depende. Si no es así, este siempre orgulloso de pertenecer a una familia que, aun en la adversidad y hasta el último momento, ha permanecido fiel al Führer y a su pura y santa causa.

Mis mejores deseos y más cariñosos saludos.

Papá

Carta de Magda Goebbels a Harald Quandt

(28 de abril de 1945. Escrita en el bunker del Führer)


"Hace seis días que estamos aquí, en el bunquer del Führer, papá, tus seis hermanos y yo, para poner a nuestra vida nacionalsocialista el único fin posible y honroso. No se si recibirás esta carta. Tal vez exista un alma humana que me permita enviarte mi último adiós. Quiero que sepas que permanezco al lado de papá contra su voluntad y que este último domingo el Führer todavía quería ayudarme a salir de aquí. Ya conoces a tu madre: los dos llevamos la misma sangre, no tuve que pensarlo ni un momento. Nuestra magnifica idea se desmorona, y, con ella, todo lo que en mi vida conocí de hermoso, admirable, noble y bueno. El mundo que vendrá después del Führer y del nacionalsocialismo no merece que se quiera vivir en el. Por ello, he traído conmigo a los niños. La vida que se avecina no es digna de que ellos la vivan y un dios bondadoso ha de comprender que yo misma los libere. Tú vivirás, y solo una cosa te pido: no olvides que eres un alemán, nunca hagas nada contrario al honor y procura con tu vida que nuestra muerte no haya sido en vano.

Los niños son estupendos. En estas circunstancias, más que primitivas, se cuidan solos. Si tienen que dormir en el suelo, si pueden lavarse, si pueden comer y que es lo que comen: nunca una palabra de queja ni un llanto. Las explosiones sacuden el bunquer. Los mayores protegen a los pequeños y su presencia es ya una bendición, aunque solo sea porque de vez en cuando hacen reír al Führer

Anoche el Führer se quito su insignia de oro y me la prendió a mí. Estoy orgullosa y contenta. Quiera dios darme fuerzas para hacer lo último y mas difícil. Solo tenemos un objetivo: ser fieles al Führer hasta la muerte, y poder terminar nuestra vida con el es una gracia del destino con la que nunca nos atrevimos a contar.

Harald, querido muchacho, te diré lo mejor que he aprendido en la vida: se fiel. Fiel a ti mismo, fiel a los hombres y fiel a tu patria en todos los aspectos.

(Hoja nueva)

Es difícil empezar una hoja nueva. Quien sabe si podre llenarla, pero quisiera darte tanto amor y tanta fuerza y quietarte todo dolor por nuestra perdida. Este orgulloso de nosotros y trata de recordarnos con orgullo y alegría. Todos tenemos que morir, ¿y no es más hermoso vivir menos pero con honor y valentía que tener una vida larga en condiciones vergonzosas?

He de terminar... Hanna Reitsch se llevara esta carta. Va a salir otra vez. Te abrazo con mi más tierno, entrañable y maternal amor.

¡Querido hijo mío. Vive para Alemania! Tu madre."

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