Holocausto por balas

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Fotografía que se alega[1] corresponde a soldados alemanes luego de una masacre de civiles en el frente ruso. Sin embargo, los soldados llevan uniforme[2] de la NKVD, policía secreta soviética.

El Holocausto por balas es una variante moderna del Holocausto judío en el que los fusilamientos de opositores a los nacionalsocialistas en el frente ruso, son presentados como un genocidio premeditado de judíos en el marco de la llamada Solución Final.

Alegaciones

Uniforme de la NKVD soviética[2].
Fotografía de un agente soviético de la NKVD ejecutando prisioneros[3].

La historia difundida por el Lobby judío a través del Museo del Holocausto, afirma que alrededor de 1,4 millones de los 2,4 millones de judíos ucranianos murieron durante la guerra. Unos 650.000 fueron ejecutados, el resto murieron de hambre o enfermedades. Otros 140.000 judíos soviéticos murieron en Rusia. La mayoría de las víctimas eran mujeres, niños y ancianos.

Supuestamente iniciado después de que Alemania invadió la Unión Soviética en junio de 1941, se argumenta que el "Holocausto por balas" fue una de las primeras fases de lo que los nacionalsocialistas llamaron la Solución Final, que se completó con los campos de concentración como Auschwitz y otros esparcidos en la Polonia ocupada.

El estudio de Patrick Desbois

El padre Patrick Desbois dedica su libro de 233 páginas a su trabajo en Ucrania, donde descubrió más de 800 lugares de exterminio en masa, más de dos tercios de ellos desconocidos previamente. La investigación lo llevó a las fosas comunes del territorio bielorruso y a las regiones que fueron ocupadas por Alemania durante su avance sobre territorio soviético[1].

Desbois preside la Comisión de relaciones con el judaísmo de la conferencia de obispos franceses; es consultante para el Vaticano. Fundó en 2004 la organización Yahad – In Unum. El 1 de mayo de 2007, el Comité Judío Estadounidense lo premió por sus "esfuerzos para identificar los osarios de víctimas judías de la segunda guerra mundial" y su "dedicación para la mutua comprensión entre cristianos y judíos". Estima que no menos de un millón de víctimas se encuentran en unas 1200 fosas en Ucrania, aunque "la localización exacta de casi todas las fosos es desconocida de todos los investigadores sobre el Holocausto" (según la enciclopedia online Wikipedia). Cofundadores de la organización Yahad-In Unum son los cardenales Jean-Marie Lustiger, Philippe Barbarin (arzobispo de Lyon), Pierre Ricard (arzobispo de Burdeos), Rabbi Israel Singer y Serge Cwajgenbaum (ejecutivo del Congreso Mundial Judío).

Evolución de la historia del Holocausto

Al finalizar la guerra nos encontramos con los testimonios de personas como Elie Wiesel que acusaban a los alemanes de quemar judíos vivos como método de exterminio, de ahí el término Holocausto, que podría traducirse como sacrificio de fuego. En esa época se hicieron populares otros mitos, como el del jabón de judío. Sin embargo, mas tarde se impuso la cámara de gas, como una variante mas creíble. En la década de los 90s, a medida que disminuyen las estimaciones de "gaseados" en Auschwitz, el Lobby judío le ha buscado un substituto, el Holocausto por balas, para preservar la cifra de los 6 millones de mártires de la Shoa.

Metodología

Civiles ucranianos asesinados entre 1937 y 1938 por los soviéticos. Fotografía de El libro negro del comunismo también reproducida por Wikipedia[4]. La escena muestra la posterior apertura de las fosas comunes, para la identificación de los restos.
El Padre Desbois dictando una conferencia donde se proyecta otra fotografía falsificada[5] del Holocausto.

Así es cómo ha surgido el tema de los "osarios de Ucrania", popularizados a nivel mediático por Desbois. Pero el problema es que ¡no se han abierto tales osarios, ni se van a abrir jamás! Quieren que creamos a los mistificadores bajo palabra; lo mismo que se nos pidió durante más de medio siglo con el tema de las cámaras de gas: sin asomo de prueba, solamente en base a los relatos espectaculares estilo Filip Muller o Shlomo Venezia.

Las personas que pretenden haber descubierto tales fosas no realizaron ninguna excavación, ni cómputo, ni verificación de ningún tipo, ni autopsia, ni constatación física o material, nada de lo elemental en cualquier protocolo de investigación en caso de descubrimiento de un cadáver, aunque no sea más que uno, en cualquier parte del mundo. Ningún oficial de policía o justicia se ha personado para proceder a la menor indagación. Nos tendremos que conformar con lo que digan unos representantes de dos asociaciones judías que tienen el descaro de espetarnos que si no se cumplió con dichos requisitos normales y de rutina, es porque la religión judía prohíbe supuestamente, que se "profane" así los cadáveres de judíos.

Dichas organizaciones se conformaron con organizar una colecta de testimonios, de los cuales seleccionaron algunos fragmentos, según criterios que no se le comunicarán al público, pero conocidos de todos los especialistas en comunicación y "Story telling" (arte de la narración) como lo practican los neoconservadores cuando quieren desatar una guerra. He aquí el procedimiento:

  1. Se graban con cámara los relatos de algunos aldeanos ucranianos a los que se reúne para ello.
  2. Más adelante, los fragmentos seleccionados se ensartan de manera a encajar en narraciones formateadas y acicaladas.
  3. Del conjunto se eliminarán las contradicciones así como cualquier precisión que pudiese dar lugar bien a un chequeo, bien a una refutación.
  4. Al presenciar este desfile de "testigos", el mirón y a la vez oyente no se enterará de nada verdadero, pero se encontrará sumergido en un baño emocional.

Volviendo a estos supuestos depósitos de cadáveres. Surgen las siguientes preguntas, debido a la negativa de los propagandistas del Holocausto a abrir las tumbas para estudiar lo que se dice que hay adentro.

  • ¿Cómo valorar los testimonios, si no se establece previamente la materialidad de los hechos?
  • ¿Cómo se puede determinar si en un lugar determinado se encuentra escondido un cuerpo humano, aunque sea uno solo?
  • ¿Cómo estimar la cantidad de los cadáveres?
  • ¿Cómo afirmar que se trata de judíos? ¿Y quién dice que se trataría de judíos asesinados por alemanes?

El simple hecho de que se hallen, según nos vienen diciendo a modo de prueba fehaciente, casquetes alemanes de balas, en los alrededores del supuesto lugar del supuesto osario no demuestra nada. ¿Quién puede demostrar que estos casquetes fueron descubiertos allí mismo? ¿Acaso la tierra de Rusia y Ucrania no está sembrada de casquetes de las balas utilizadas por los ejércitos alemán, soviético u otros?

Por cierto, hay investigaciones reales, con excavaciones y autopsias, que lo han demostrado: los soviéticos ejecutaron en los bosques de Katyn a 4 410 oficiales polacos exactamente, con una bala en la nuca, en 1940. Y todos fueron muertos por balas de procedencia alemana, proporcionadas por la industria de guerra alemana a la Unión Soviética en el marco de los acuerdos del pacto germano-soviético. Estos últimos años, se han descubierto y examinado científicamente varios osarios, en Rusia y en Ucrania; todos contenían víctimas de NKVD o KGB o Cheka, salvo algunos que contenían restos de los soldados del ejército napoleónico, cuyo análisis demuestra, al cabo de dos siglos, que murieron de tifus.

Robert Faurisson sobre el Holocausto por balas

Hace algunos meses, en una larga conversación privada, el profesor Robert Faurisson tuvo oportunidad de evocar el mito que se está inflando, hoy más que nunca, en torno a los Einsatzgruppen, Babi Yar y el "Holocausto por balas en Ucrania", en gran medida por las iniciativas del padre Patrick Desbois, quien es amigo de Elie Wiesel, del finado arzobispo Mons. Lustiger, y de Mons. Vingt-Trois, actual arzobispo de París. Véase a continuación el momento en que, el profesor Faurisson evocó a Patrick Desbois.

Últimamente anda por Ucrania un sacerdote católico que da mucho que hablar, el padre Patrick Desbois, francés y gran amigo de judíos. Su especialidad es recorrer el país en busca de "osarios judíos". Procura que los aldeanos se enteren de que pronto va a llegar a su pueblo, para recoger testimonios sobre las matanzas de judíos cometidas por los alemanes durante la guerra. A los habitantes del lugar les conviene hacer alarde de tener tal o cual osario en su finca, donde se edificarán monumentos que atraerán al turismo extranjero. Así es cómo los "testigos" se reúnen y se ponen de acuerdo sobre un determinado relato. Llega entonces el padre Desvíos, se hace retratar con los campesinos y campesinas que le señalan con el dedo tal o cual lugar.

Uno se puede sorprender con la edad de algunos de los testigos retratados; no llegan a la edad requerida, que rondaría los 80 años. Pero suceden cosas aún más asombrosas: y es que ¡nadie va a abrir los supuestos osarios, no se exhumará ni un solo cuerpo, no se hará ninguna comprobación material, todo ello con el pretexto admirable de que la religión judía prohíbe que se toquen los cadáveres de judíos; sin embargo, basta con abrir la Enciclopedia Judaica (1978) para comprobar que esto es un invento: véanse los artículos "autopsias" y "disección". En un solo lugar, llamado Busk, sí se abrieron quince fosas comunes, pero no se realizó ningún peritaje sobre ninguno de los esqueletos hallados; además los quince lugares fueron luego tapados con una chapa de cemento, de modo que más adelante, no se podrá hacer ninguna averiguación adicional. ¡Qué manera más extraña de respetar a los muertos según la ley judía! Así pues el historiador debería conformarse con lo que diga el habilidoso padre Desbois, que le dijeron los testigos. Cifras sin verificación de víctimas no halladas y no mostradas se irán sumando y, a fin de cuentas, nos asestarán que Ucrania cuenta tantos osarios en que caben tantas víctimas judías. Lo cual se hará con el sello de los representantes respectivos de la Iglesia católica romana, de la asociación Yahad-in-Unum, y de la asociación Zaka, que se presenta a sí misma como "garante del respeto de los cuerpos de las víctimas según la ley hebrea". Posiblemente suceda como en Auschwitz: se incrementará el turismo...

Nos hemos enterado de que el profesor Faurisson visitó en París, en el "Memorial de la Shoah", la exposición sobre "los fusilamientos masivos de judíos en Ucrania", también conocida como la Shoah por bala, de 1941 a 1944. Allí provocó consternación entre los presentes con una simple pregunta a una responsable del lugar: "¿cómo se sabe que hay allí osarios judíos?" ¡No pudo conseguir ninguna respuesta!

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Referencias

Fuentes

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