Monumento al Sagrado Corazón de Jesús (Madrid)

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Monumento al Sagrado Corazón de Jesús
El Monumento al Sagrado Corazón de Jesús de Madrid es una obra artística que da testimonio de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús. Fue inaugurado por el rey Alfonso XIII en 1919, destruido por miembros del Bando Republicano en 1936, y restaurado por el franquismo en 1965.

Ubicación

El Monumento al Sagrado Corazón de Jesús se encuentra ubicado sobre una explanada en la cima del Cerro de los Ángeles, un otero que es considerado el centro geográfico de la Península Ibérica, y que se encuentra en el término municipal de Getafe, a unos 10 kilómetros hacia el sur de Madrid.

A unos pocos metros al lado de la obra está la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, una construcción del siglo XIV que alberga una imagen de la Virgen de los Ángeles, santa patrona de la ciudad de Getafe. También allí cerca está el convento carmelita de El Cerro, fundado por la mística Maravillas de Jesús en 1926, y el Seminario Diocesano "Nuestra Señora de los Apóstoles" de Getafe, inaugurado en 1994.

Historia del monumento

Inauguración

En 1916, por sugerencia de Ramón García Rodrigo de Nocedal -quien fuese sobrino de Ramón Nocedal y Romea-, se escogió al Cerro de los Ángeles para construir el monumento en honor del Sagrado Corazón de Jesús. La tarea quedó a cargo del arquitecto Carlos Maura Nadal y del escultor Aniceto Marinas. Miles de españoles donaron dinero para erigir la obra.

El 30 de mayo de 1919 España fue consagrada al Sagrado Corazón de Jesús por iniciativa del rey Alfonso XIII. Para conmemorar el evento, el monarca inauguró al monumento durante ese mismo día. La prensa subversiva juzgó al acto como un episodio retrógrado, que convertía a España en la "Paraguay de Europa" (el país sudamericano era visto por los españoles de la época como un Estado clerical).

La obra era de piedra caliza blanca, pero no de un blanco puro sino más bien de uno amarillento. Tenía una altura de 28 metros, una anchura de 31,5 metros y una profundidad de 16 metros. Su peso rondaba las 882 toneladas.

En la cima del monumento se colocó una imagen de Jesús de Nazaret de 9 metros de altura, generosamente donada por el Conde de Guaqui. En uno de sus laterales había un grupo de esculturas que representaban a la Iglesia triunfante (San Juan Evangelista, San Agustín, San Francisco de Asís, Santa Margarita María de Alacoque, Santa Teresa de Jesús, Santa Gertrudis y el beato Bernardo de Hoyos), mientras que en el otro había un grupo de esculturas que representaban a la Iglesia militante (la caridad era representada por una mujer rodeada por cinco niños, la virtud por una joven que, llevando unas flores, acompañaba a una niña vestida en traje de primera comunión, y el amor era personificado por un matrimonio de trabajadores que llevaban a un niño en brazos, evocando a la Sagrada Familia). En el pedestal que sostenía la escultura de Cristo, y de abajo hacia arriba, aparecían las figuras de una paloma como representación de la paz, dos ángeles llevando hacia el Señor al escudo del Reino de España, un relieve de la Inmaculada Concepción, y, como coronación del pedestal, la leyenda "Reino de España". También se podía ver el blasón del Papa Benedicto XV, quien fuese Sumo Pontífice de la cristiandad en el periodo en el que el monumento fue inaugurado.

Profanación republicana

Milicianos republicanos disparando contra la escultura de Cristo en 1936.

El 23 de julio de 1936, es decir al inicio de la Guerra Civil Española, un escuadrón de milicianos republicanos atacó el monumento asesinando a cinco jóvenes mártires que intentaron defender el sitio. Varios días más tarde, el 7 de agosto, otro escuadrón de republicanos consumó una perversa ceremonia de "fusilamiento" de Cristo, dejando registro fotográfico del barbárico acto. Tras dispararle a la escultura, los milicianos atacaron al monumento con mazas, pero, dada la dureza del material con el que estaba hecho, terminaron por colocar dinamita con el fin de reducir todo a escombros.

La prensa afín al Frente Popular celebró el hecho con júbilo, difundiendo las fotografías que los milicianos habían sacado y festejando la desaparición de un "estorbo" que, según su opinión, afeaba al cerro.

El Cerro de los Ángeles fue escenario de varios enfrentamientos entre republicanos y nacionales durante la Guerra Civil Española, dada la importancia estratégica del lugar. El Batallón Garibaldi, por ejemplo, experimentó su bautismo de fuego en ese sitio durante noviembre de 1936, época para la cual sólo quedaban las ruinas del monumento.

En enero de 1937 las fuerzas de la República –comandadas por Enrique Líster– toman el Cerro de los Ángeles. Sin embargo los nacionalistas reaccionan rápidamente, recuperando la posición en pocas horas gracias a la intervención del coronel carlista Ricardo Rada. Pese a que la ofensiva republicana fue un fracaso, el episodio terminó siendo tergiversado por la prensa leal a su posición y se le impuso el apodo de "Cerro Rojo" al Cerro de los Ángeles. Poco después el ayuntamiento de Getafe rebautizará al otero con aquel apelativo, conservando oficialmente esa denominación hasta el final de la contienda bélica.

Mientras el cerro permaneció en poder de los republicanos, la ermita y el convento fueron usados como prisiones, en tanto que cuando el lugar cambió de manos, el convento se convirtió en depósito de municiones, ya que el Bando Nacional utilizó la posición para bombardear Madrid en reiteradas oportunidades.

La reconstrucción

A fines de la década de 1930 el gobierno de Francisco Franco le restauró el nombre al cerro y ordenó reconstruir el monumento como una réplica del anterior. El proyecto comenzó a desarrollarse recién en 1944 bajo la dirección de los arquitectos Pedro Muguruza y Luís Quijada Martínez, con la colaboración de los escultores Fernando Cruz Solís y del propio Aniceto Marinas.

Para 1965 la obra ya estaba culminada. Diez años después, en 1975, se le agregó una cripta a la base del monumento en la cual funciona la Basílica del Sagrado Corazón.

Miscelánea

  • El monumento reconstruido es más grande que el original: su altura es de 37,5 metros.
  • La actual imagen de Cristo es diferente a la que fuese colocada en 1919. En la localidad de Villanueva de Odra (Castilla y León) hubo una réplica de 2,5 metros de alto de la escultura original, que fue colocada sobre el campanario de un templo de la ciudad en 1944 y que terminó siendo destruida por un rayo en 1984.
  • Durante la reconstrucción del monumento, se decidió agregar dos grupos escultóricos nuevos además de los dos que ya estaban: uno dedicado a la España "defensora de la fe" (con imágenes del Padre de la Iglesia Osio de Córdoba, de Don Pelayo, del teólogo jesuita Diego Laínez, de Juan de Austria, del mártir Anselmo Polanco y de Antonio Rivera Ramírez) y otro dedicado a la España "misionera" (con imágenes de Isabel la Católica, de Cristóbal Colón, de Hernán Cortés y de Fray Junípero Serra rodeado de indios). También, por un lado, se le han sumado estatuas de San Isidoro de Sevilla, de San Isidro Labrador y del rey San Fernando, todas talladas en piedra de Calatorao que representan, respectivamente, a la Iglesia, al Pueblo y al Estado, y, por el otro lado -y como parte del grupo escultórico de la Iglesia militante-, se agregó una escultura de un hombre semidesnudo y arrodillado que representa a la penitencia.

Artículos relacionados

Enlaces externos

Cerro de los Ángeles