Oera Linda

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Imagen de una página del texto Oera Linda en frisón original

El Oera Linda es un manuscrito escrito en una forma de frisón antiguo, supuestamente escrito en el siglo XIII, que trata sobre la aventura civilizadora de los tempranos arios en el norte de Europa, el mediterráneo y el Indostán. Pretende cubrir temas, en un estricto orden de relevancia, mitológicos, históricos y religiosos de la antigüedad remota, desde el 2194 AEC. hasta el 803 EC. Entre los académicos de la filología germánica, el documento se considera una falsificación.

El manuscrito llegó por primera vez a la conciencia pública en la década de 1860. En 1872, Jan Gerhardus Ottema publicó una traducción al holandés y la defendió como genuina. Durante los años siguientes hubo una acalorada controversia pública, pero en 1879 se aceptó universalmente que el texto era una composición reciente. Sin embargo, se revivió una controversia pública en la década de 1930, y el libro todavía se menciona ocasionalmente en el esoterismo y la literatura de la Atlántida. No se conoce con certeza el autor del manuscrito, por lo que se desconoce si la intención era producir una patraña pseudoepigráfica, una parodia o simplemente un ejercicio de fantasía poética.

Se ha dicho que fue custodiado desde el siglo IX por la familia frisona de los Over de Linden y conservado en secreto hasta que su último custodio, Cornelius Over de Linden, lo entregó a la Sociedad Frisona para su estudio y análisis respectivo. Entre algunas curiosidades relativas al libro se cuentan el ser el único documento escrito, hasta el presente, que podría probar la existencia de la Atlántida; es también un documento que revela un presunto "pasado matriarcal" de la civilización occidental.

Quienes apoyan la autenticidad del manuscrito, aducen que es tildado como apócrifo por sus detractores, en parte porque su contenido "obligaría a reescribir la historia de la humanidad, particularmente, en lo que dice en relación al origen del eje civilizador", y argumentan que hasta la fecha, ninguna de las pruebas científicas a las que ha sido sometido el papel y la tinta del documento han podido probar que es falso. En el presente, el manuscrito original se conserva en Tresoar, Frysk Histoarysk y Letterkundich Sintrum en Leeuwarden.

Tras su traducción al inglés ha habido también traducciones a otras lenguas europeas. La más relevante de éstas es, sin duda, la traducción al alemán realizada por el antropólogo nacionalsocialista Herman Wirth, en 1933, y reeditada luego con patrocinio de la Ahnenerbe. La obra ha sido también traducida al castellano por Hyranio Garbho y publicada en 2013 por Aurea Catena Editores.

Historia

Siglo XIX

El Oera Linda fue descubierto en 1867 cuando Cornelis Over de Linden (1811-1874) entregó el manuscrito a Eelco Verwijs (1830-1880), bibliotecario provincial de Frisia, para su traducción y publicación. La versión en idioma neerlandés apareció en 1871 a cargo del Dr. J. G. Ottema, seguida por la traducción al inglés de William Sandbach en 1876. Over de Linden sostuvo que heredó el libro de su abuelo Andries Over de Linden a través de una tía, conocida como Aadjie Meylhoff. En efecto, en 1820, en el pequeño pueblo de Enkhuizen, frente a la isla Frisona de Texel, en Holanda, Andries Over de Linden legó este a su hija Aafjie Meylhoff, quien conocía también por él la sagrada tradición que de antiguo habían cultivado los miembros de su familia. Andries Over de Linden murió a los 61 años y dejó al cuidado de su hija Aafjie el manuscrito. Éste había pertenecido a la familia de los Over de Linden por generaciones, a través de los siglos, pasando de padres a hijos, con las estrictas instrucciones de preservarlo y protegerlo de la autoridad, es decir, de la Iglesia. El heredero natural del Oera Linda era el nieto de Andries Over de Linden, Cornelius Over deLinden, ya que el hijo de Andries había muerto. Cornelius tenía entonces solo 6 años y esa fue la razón por la que su tia Aafjie quedó al cuidado del libro. Ella legó este texto al joven Cornelius cuando éste alcanzó la mayoría de edad.

En 1848 Cornelius recibió el manuscrito, pero no fue sino hasta 1867 que encontró a alguien facultado para traducirlo. Ello ocurrió tras conocer, en la Librería Provincial de Leeuwarden, a Dr. Verwijs, bibliotecario del lugar. Dr. Verwijs fue el primero en advertir que se trataba de un manuscrito original escrito en frisón antiguo. Solicitó entonces autorización a Over de Linden para hacer una copia y presentarlo en la Sociedad de Estudios Frisones. Verwijs trató de buscar financiamiento de la Sociedad, la que tenía a su haber investigar la lengua y la historia de los antiguos frisones. Pero no encontró un apoyó unánime a la iniciativa, pues los había quienes dudaban de la autenticidad del Libro. Finalmente y tras muchos derroteros consiguió la ayuda para financiar la primera traducción al neerlandés del Dr. Ottema, quien además se procuró una primera edición del libro bajo el título de Thet Oera Linda Bok.

En febrero de 1871 el Oera Linda fue presentado en la Sociedad de Estudios Frisones y sólo cinco años después apareció la versión en inglés de William Sandbach. Esta edición muestra el texto original frisón impreso en la página izquierda en caracteres romanos con la traducción inglesa a la derecha.

Dentro de los primeros años después de la aparición del Libro de Oera Linda, su origen reciente se argumentó no solo en base a las afirmaciones excepcionales que se hacían, sino también se argumentó que contenía una serie de anacronismos. El texto fue, sin embargo, una fuente de inspiración para una serie de ocultistas e historiadores especulativos. Si bien hubo cierto debate entre los académicos holandeses y en varios periódicos sobre la autenticidad del libro durante la década de 1870, en 1879 se reconoció ampliamente como una falsificación. Sus simpatizantes argumentan que ello se debe a que su aceptación probablemente significaría "una gran ruptura cultural con las ideas tradicionales".

Tercer Reich

Más de cuarenta años después, a partir de 1922, el filólogo völkisch holandés Herman Wirth revivió el tema. Wirth publicó una traducción al alemán de lo que denominó la "Biblia nórdica" en 1933, como Die Ura Linda Chronik.

El 4 de mayo de 1934, una mesa redonda sobre el libro de Wirth en la Universidad de Berlín, fue un precedente de la fundación de la Ahnenerbe por parte de Heinrich Himmler y Wirth, junto con Richard Walther Darré. Debido al enamoramiento de Himmler con el libro y su consiguiente asociación con el "ocultismo nazi", se conoció como la "Biblia de Himmler". Sin embargo, el libro de Wirth no fue universalmente aclamado entre los académicos nordicistas, y el panel de discusión de 1934 estuvo inmerso en una acalorada controversia. Alfred Rosenberg y su círculo lo rechazaron. Gustav Neckel había elogiado el trabajo de Wirth antes de su publicación, pero al ver su contenido publicó una recensión consternada.

Hablando en defensa de la autenticidad del libro estaban Walther Wüst y Otto Huth, además del propio Wirth. Hablando en contra de su autenticidad estaban Neckel, Karl Hermann Jacob-Friesen (quien lo identificó como un engaño satírico de Linden) y Arthur Hübner, quien fue uno de los germanistas más respetados de su generación, y su veredicto de que Oera Linda era una falsificación resolvió la derrota del partido de Wirth.

Esoterismo moderno

El libro experimentó un resurgimiento de la popularidad en el mundo de habla inglesa con los escritos de Robert Scrutton. En The Other Atlantis (1977) reprodujo el texto completo de la traducción al inglés de Sandbach de 1876, intercalado con sus propios comentarios sobre historia y mitología. En Secrets of Lost Atland (1979) se convirtió en el primero en vincular el libro con el concepto de los misterios de la tierra y, en particular, las líneas ley y la energía telúrica. Siguiendo el ejemplo de Scrutton, los relatos en inglés del libro de Oera Linda tienden a ubicarlo dentro de la Nueva Era o géneros de historia alternativa, y no lo asocian con el nacionalsocialismo, como es el caso en Alemania.

Otra figura que formuló una tradición neopagana contemporánea influenciada por el libro de Oera Linda fue Tony Steele, quien consideró que el libro "revelaba la verdad genuina sobre la antigua cultura megalítica europea". En Water Witches (1998), examinó el uso del libro como un marcador de identidad cultural por parte de la gente del canal descendiente de Frisia de las Midlands inglesas. En The Rites and Rituals of Traditional Witchcraft (2001), conectó las prácticas religiosas de las sacerdotisas descritas en el libro con las tradiciones de brujería medievales posteriores.

Tipo de Escritura

Mapa de caracteres utilizado en el Oera Linda

El manuscrito original despliega en dos de sus página (páginas 46 y 47) un mapa de caracteres con los que podría formarse cualquier letra del alfabeto latino y griego. Este mapa arranca del sagrado símbolo conocido como Kroder de Juul, el que figura a su vez como un calendario rúnico, cuyo inicio del año viene marcado por el Solsticio de Invierno en el Hemisferio Norte, fecha que según el Oera Linda celebra también el natalicio de la Madre de la raza blanca, Frya. Del Kroder de Juul se forman los caracteres rúnicos en que está escrito el Oera Linda. Según Gorsleben de este símbolo surgen también las runas del futhark armanen. El alfabeto latino y griego, por su parte, según los estudiosos del Oera Linda, imita los trazos rúnicos que se fundamentan en el kroder de Juul, por lo que, contrariamente a lo afirmado por la ciencia oficial, estos no derivan de la escritura fenicia, sino al revés. Según Hyranio Garbho, en su introducción a la versión castellana del Oera Linda, hay evidencias recogidas de los sistemas de escritura orkhónicos y yenisei, que prueban la presencia de los ario-frisones, en esas tierras, en un época tan remota como el segundo milenio antes de Cristo[1]. El Oera Linda afirma que la civilización occidental viene de la lejana Âldland y que los ario-frisones, luego del hundimiento de su tierra, se instalaron primero en el norte de Europa, y avanzaron luego por mar hacia Cádiz y posteriormente hacia las costas del mediterráneo. Obviamente esta aventura fue capitalizada sólo por algunas tribus ario-frisonas; las restantes permanecieron en las tierras del norte. Hacia el 2000 a.C. los ario-frisones habrían llegado a las costas del norte de África, también a Grecia y el Asia Menor, pasando luego a conquistar la lejana India, donde una tribu de ario-frisones se habría establecido y permanecido allí hasta los tiempos de Alejandro Magno. Según Hyranio Garbho la presencia de los ario-frisones en esas regiones explicaría el desarrollo de la escritura orkhonica y yeniséi que vemos luego aparecer en el siglo VIII[2]. Esta escritura tiene, en sus trazos, un parecido asombroso con el rúnico nórdico, que a su vez, según el Oera Linda y Gorsleben, es un sistema de escritura derivados del Kroder de Juul. Todo esto viene a ratificar los relatos del Oera Linda, cuya autenticidad queda cada vez mejor probada a medida que los nuevos investigadores, no comprometidos con el pensamiento oficial, se aventuran en nuevas y diversas empresas de indagación.

Autenticidad

Portada del Libro de Jensma donde cuestiona la autenticidad del Oera Linda
Mucho se ha escrito sobre la autenticidad del Oera Linda y variadas son las teorías y explicaciones que se han vertido. Pero lo cierto es que, aunque más sugerentes unas que otras, hasta el presente no se ha podido probar todavía que se trate de una falsificación. A más de ciento cuarenta años de su primera aparición pública este documento sigue siendo todavía un misterio.

Según Hyranio Garbho la razón principal del interés en hacer aparecer este texto como falso yace en su contenido polémico. En un pasaje de su ensayo titulado El Misterio del Oera Linda podemos leerle lo que sigue: "...el Oera Linda fue desde su origen un texto imposible; un texto que chocó, desde su génesis, con los credos y dogmas más arraigados de las in-formadas mentes del siglo XIX. Ese texto nunca pudo haber sido escrito: esa fue la convicción general a la que se llegó muy tempranamente. El libro ponía a prueba la capacidad de los investigadores de ir más allá de sus propios límites, obligándoles a romper ciertos esquemas habituales de pensamiento. Por eso el libro no podía ser posible; y los intelectuales de la época le arrebataron de entrada todo crédito. Esta actitud, con el tiempo, no ha cambiado mucho. Los intelectuales de hoy, lo mismo que los de ayer, siguen sentados en sus propios límites, aferrados con uñas y dientes a su propia estructura de prejuicios. Temen a cualquier cosa que no encaje bien en sus categorías de entendimiento. Y no estarán nunca dispuestos a abrir sus mentes a lo que pone en cuestión sus convicciones más arraigadas. Es, como muy bien sabemos, una simple cuestión de actitud: en ella se origina -tanto ayer como hoy- todo el sesgo subsecuente [3].

En la opinión de este autor, no puede afirmarse que el manuscrito es falso, mientras no se pruebe científicamente (esto es, mediante pruebas de fluorescencia de Rayos X para el análisis de la fibra y medida del grosor del papel; pruebas de tinciones para determinar el tratamiento de la antigüedad por "supuesta" coloración artificial; y análisis químicos para determinar la presencia de colofonia, alumbre y caolín en la fabricación de las hojas) que lo es. En su ensayo titulado El Misterio del Oera Linda Garbho desacredita por completo la opinión de Goffe Jensma, el principal detractor de la autenticidad del Oera Linda. Según este autor, para Jensma, "el Oera Linda es una falsificación que no buscó ser una falsificación"[4].

Portada del Libro de Garbho donde defiende la autenticidad del Oera Linda

La tesis de Jensma "propone que tres sujetos, presumiblemente involucrados en una disputa religiosa, decidieron confabularse para falsificar un documento y demostrar, con ello, que los puntos de vista de la posición contraria, en estas disensos religiosos, eran falsos o espurios. Buscaban, quizá, parodiar la Biblia, aunque sólo verosímilmente, puesto que esperaban ser descubiertos en el engaño y demostrar así, por la vía de la analogía, que si ellos habían logrado embaucar a un buen número de personas en este fraude, los autores de la Biblia también podrían haber hecho lo mismo. Así, en el trasfondo de toda esta parodia, se hallaría la intención manifiesta de probar el carácter espurio, por no decir falso, de las Sagradas Escrituras; a la vez que imponer los puntos de vistas modernistas, ostentados por los falsificadores, por sobre la visión conservadora que dominaba entonces en el protestantismo frisón de la época. Pero he aquí que, por diversas razones, el engaño fue tomado muy en serio; y en poco tiempo había tantos defensores de la autenticidad del libro que ya era muy tarde para retractarse o desdecirse"[5]. Según Jensma los falsificadores habrían sido, a lo sumo, tres: François HaverSchmidt, Cornelius Over de Linden y Eelco Verwijs. HaverSchmidt, a quien Jensma sindica como el responsable principal del fraude, habría sido el productor intelectual del libro, el inventor de las historias, el creador de los caracteres pseudo-rúnicos en que está escrito el texto; Verwijs habría actuado como editor y corrector de estilo y Cornelius Over de Linden, el menos educado de los tres, como transcriptor o copista del manuscrito.

Hyranio Garbho discute la tesis de Jensma por no ofrecer ninguna prueba científica que avalen sus especulaciones. Según el filósofo chileno Jensma basa sus argumentos en la tesis de otro investigador, el médico de Leeuwarden Johann Winkler, al que reproduce casi al calco. Pero no presenta ningún respaldo científico -ni siquiera un solo documento histórico- que respalden sus hipótesis. El ficciona con la posibilidad que un pariente cercano a Cornelius Over de Linden transmitió estos datos a Winkler, pero no explica por qué habría que creerle más a este pariente (que ni siquiera se sabe si existe, pues es solo una hipótesis de Jensma) que a Cornelius Over de Linden, quien dice haber recibido el manuscrito de su abuelo, a través de su tía.

Con todo, el asunto de la autenticidad del manuscrito no ha sido resuelto aún. Aunque las evidencias se inclinan a favor de que es auténtico. En su ensayo El Misterio del Oera Linda Garbho basa sus argumentos en los resultados de la investigación científica llevada a cabo sobre el papel y la tinta por las investigadoras holandesas Adriaan Kardinaal, Ellen van der Grijn y Henk Porck, cuyo paper fue presentado en el Congreso del Libro de la Asociación Internacional de los Historiadores del Papel en 2006. A partir de estas evidencias Garbho concluye que hay más elementos a favor de la tesis que el Oera Linda es auténtico a que es falso.

Contenido del Libro

Portada de la Edición Castellana del Oera Linda
Muchas son las historias que se relatan en el Oera Linda, pero entre ellas las más fascinantes son las que guardan relación con la mitología griega y con la Atlántida. De acuerdo con el Oera Linda, tras la catástrofe del hundimiento de Âldland [6], los ario-frisones habrían comenzado a navegar por el mundo conocido civilizando el área del Mediterráneo hasta llegar a la India. Coincidentemente con la presencia de los arios en estas regiones de la India, Mongolia y China, recientemente han sido halladas momias en territorio chino con aspecto nórdico, con pelo rubio o rojo, con ojos azules, de estatura de más de 2 metros, conocidos también como el Hombre de Cherchen, las que pueden hallar eco en estas migraciones. También se argumenta que las escritura orjónica (inscripciones de Orjón) y yeniséi (familia lingüística hipotética) podrían probar la temprana presencia de los ario-frisones en esas regiones.

Otra de las cuestiones interesantes de este libro es que reclama para sí una fuente originaria occidental en la que basar su sistema de gobierno y su código moral para Europa y los europeos. El libro sitúa esta fuente original en una comunidad mucho más antigua que los griegos, romanos y egipcios; tan antigua que nos hace remontar a la Atlántida, a Thule, a la Hiperbórea ancestral.

El libro también habla de las luchas que las Volkmöder debieron sostener para mantener la libertad contra las invasiones y las influencias de los príncipes y de los sacerdotes del enemigo proveniente de Este, gracias a las cuales Europa fue (por lo menos hasta 1945) lo que fue.

La historia comienza en la Edad de Tauro, época en la que Adland es devastada por maremotos y erupciones volcánicas, incendios de selvas e inundaciones que cambiaron el rostro de Europa anunciando la llegada de la Edad de Aries. Y es en el 2193 a.C. que la isla continental de Atland desapareció, como la legendaria Atlántida, completamente desintegrada por inmensas catástrofes. Muchos sobrevivientes lograron llevar su civilización a otros sitios, viajando hacia Egipto y Creta [7]. En Atenas, Minerva, una Volkmöder frisia fundaría allí un enclave frisón del que derivaría luego la magnificente Atenas.

Los pobladores de Atland veneraban un solo Dios, cuyo nombre de Wr-alda. Frya era la primera de tres hermanas. Las otras se llamaban Lyda y Finda. Lyda tenía la piel oscura y había originado las poblaciones negroides; Finda tenía la piel amarilla y había originado las poblaciones orientales; Frya tenía la piel clara.

Esta historia es de una sociedad racialmente protectora, con un alto estado de conciencia y de libertad individual basado sobre una moral y un código civil, donde hombres y mujeres eran respetados por sus intrínsecas capacidades. De ellos derivan nuestro conceptos de libertad, nuestro sentido del honor y las bases de nuestro lenguaje que estructuró nuestra manera de pensar.

Referencias

  1. Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, Estudio Preliminar ISBN 978-956-353-355-2
  2. Hyranio Garbho, en el Estudio Preliminar a la versión castellana del Secreto de las Runas de Guido von List ISBN 978-956-351-939-6
  3. Hyranio Garbho, El Misterio del Oera Linda, pág. 8
  4. Hyranio Garbho, El Misterio del Oera Linda, pág. 10
  5. Hyranio Garbho, El Misterio del Oera Linda, págs. 10 y 11
  6. Se entiende que Âldland es la Atlántida
  7. De hecho en el Oera Linda se menciona a Minos (Minosse), el fabuloso rey de Creta, edificador del laberinto

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Enlaces externos