Premio Lysenko

De Metapedia
Saltar a: navegación, buscar
El Premio Lysenko es un premio paródico o anti-premio que, desde 1990, el Club de l’Horloge se lo otorga a alguna personalidad que, a través de sus obras o sus actos, haya efectuado una contribución ejemplar a la desinformación en materia científica o histórica, empleando métodos o argumentos ideológicos en lugar de heurísticos para sacar conclusiones falsas y/o falaces.

Tarea metapolítica

El premio se estableció en el año 1990 como un modo de denunciar la colonización ideológica que se ha producido en el terreno académico después de la Segunda Guerra Mundial como resultado del triunfo del marxismo cultural.

Cada "homenajeado" por el Club de l'Horloge es escogido por un jurado de renombrados científicos formados en diversas especialidades. El nombre de dicho jurado permanece rigurosamente en secreto para que el científico no sufra represalias posteriores por desenmascarar a uno de sus colegas.

El nombre del galardón hace referencia al soviético Trofim Lysenko, personaje tristemente célebre por haber menospreciado a la verdad científica para permitir el triunfo de los caprichos políticos.

Los premiados

  • 1990: Albert Jacquard, un genetista que pretendió negar la existencia de las razas entre los seres humanos y pasó toda su vida militando en la izquierda política, y Jean-Noël Jeanneney, un historiador que fue funcionario del gobierno del socialista François Mitterrand y organizó los principales actos conmemorativos y celebratorios por el Bicentenario de la Revolución Francesa.
  • 1991: Hervé Le Bras, un demógrafo que defenestró la idea del natalismo francés por considerarla propia del discurso conservador y antiprogresista.
  • 1992: Robert Badinter , un antiguo Ministro de Justicia de Francia, discípulo del jurista Marc Ancel, que promovió una serie de medidas tendientes a favorecer a los criminales y a dejar indefensas a sus víctimas.
  • 1993: Carlo Guinzburg , un historiador, y Jean-Paul Demoule, un arqueólogo, reconocidos por sus absurdas hipótesis sobre los pueblos indoeuropeos y por sus burdas críticas a la obra de Georges Dumézil.
  • 1994: John Kenneth Galbraith, un economista izquierdista que, repitiendo la vulgata marxista, desestimaba arbitrariamente a las obras de otros economistas de tendecias diferentes (a los que solía acusar de no investigar críticamente), sostenía que la cultura popular era un invento de las grandes empresas (por lo que, subestimando a los consumidores, reclamaba que el Estado interviniese en la formación de los gustos personales), y defendía apasionadamente la idea de que el Estado debía fijar un salario mínimo (factor que favorece al crecimiento del desempleo).
  • 1995: Jean-Pierre Chrétien, un historiador que sostuvo que las etnias africanas son, en realidad, "un fantasma de la colonización".
  • 1996: André Langaney, un genetista que defiende la idea de que no se puede comprobar científicamente la existencia de razas humanas y que adquirió fama internacional al retirar el esqueleto de la Venus Hottentote del Museo de Historia Natural al cual dirigía.
  • 1997: Pascal Perrineau, un politólogo preocupado por el avance del Front National.
  • 1998: Pierre Bourdieu, un sociólogo de enorme influencia que, desde el determinismo, formó a toda una generación de colegas suyos en Francia y en el extranjero.
  • 1999: Michèle Tribalat, una demógrafa que desvarío en grande al abordar el problema de la inmigración.
  • 2000: Martin Bernal, un académico autor del libro Black Athena que sostiene que la civilización occidental tiene sus orígenes en las culturas afro-asiáticas.
  • 2001: Gilles Kepel y Bruno Étienne, dos orientalistas que anunciaron que el islamismo había entrado en un proceso de decadencia y próxima reconfiguración.
  • 2002: Daniel Cohn-Bendit y Olivier Duhamel, dos políticos, y Thierry Vissol, un economista, que realizaron una fuerte campaña para adoptar el euro en Francia.
  • 2003: Élisabeth Roudinesco , una psicoanalista discípula de Jacques Lacan, que pasó su vida defendiendo y promoviendo la creación de Sigmund Freud en detrimento de mejores formas de la psicología.
  • 2004: Didier Billion, un geógrafo, historiador y politólogo que, después de haber analizado la cuestión de las relaciones entre Turquía y Europa, se pronunció a favor de considerar al país asiático como parte del continente europeo.
  • 2005: Olivier Le Cour Grandmaison, un politólogo que señaló que la empresa colonial francesa ocultaba una intención genocida.
  • 2006: Catherine Wihtol de Wenden, una politóloga, e Yvan Gastaut, un historiador, que destacaron los supuestos beneficios de la inmigración y de la mezcolanza social.
  • 2007: Alain de Libera, un filósofo que le atribuye a la cultura islámica una influencia exagerada en la formación del mundo medieval europeo.
  • 2008: Bernard Maris, un economista y escritor que explicó la crisis económica global apelando a la sociología de Marx, la teoría del dinero de Keynes y el psicoanálisis de Freud, ignorando las severas críticas que se le han hecho a esas ideas (como conclusión Maris sostuvo que la crisis se podujo por una pulsión de muerte que sería intrínseca del capitalismo y que la burguesía la expresaría a través de su deseo mórbido de liquidez).
  • 2009: Gérard Noiriel, un historiador, y Eric Besson, en ese momento un Ministro de Inmigración, Integración e Identidad Nacional, que defendieron y promocionaron la idea de la inmigración masiva en Francia.
  • 2010: Jean Jouzel, un climatólogo, y Nicolas Hulot, un periodista, que difundieron polémicas tesis en relación al calentamiento global.
  • 2011: Philippe Meirieu, un pedagogo famoso por haber introducido la demagogia en el ámbito escolar.
  • 2012: Judith Butler, una profesora de filosofía, Éric Fassin, un sociólogo, y Luc Chatel, en ese momento un Ministro de Educación, que propagandearon en Francia a la teoría de género.
  • 2013: Olivier Roy, un islamólogo, y Raphaël Liogier, un politólogo, que pretendieron negar la islamización contemporánea de Europa.
  • 2014: Pierre-André Taguieff , un politólogo que sostiene que todas las familias del nacionalismo francés son radicalmente racistas y que el racismo opera de modo implícito en las decisiones políticas de muchos hombres que no necesariamente militan en la ultraderecha.

Repercusiones

Ninguno de los galardonados con el Premio Lysenko ha reclamado el otorgamiento formal del mismo. Élisabeth Roudinesco, enfurecida por como la trataron, sostuvo que el Club de l'Horloge profesaba un antisemitismo enmascarado. Semejante calumnia le costó muy caro a la psicoanalista, pues la Justicia francesa la obligó a retractarse por haber incurrido en el delito de difamación.

Artículos relacionados