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Reclutamiento homosexual
El desarrollo de la estrategia supone una gran variedad de técnicas, que van desde la seducción emocional de un adulto del mismo sexo para que adquiera hábitos homosexuales hasta la colonización del sistema educativo para imponerle a los niños la idea de que ser homosexual no es algo anormal.
Sumario
Historia
Surgimiento de la estrategia
Con la radicalización política de los movimientos homosexualistas durante la década de 1960, surgió el debate entre los activistas gays sobre la adopción de una estrategia general que les permitiera hacer avanzar su agenda en Occidente. En ese contexto, dado que se atravesaba por un periodo de degeneración social popularmente llamado "revolución sexual", se planteó la tesis de que para un homosexual era relativamente sencillo tentar a un heterosexual lujurioso para que mantuviesen un acto coital, obteniendo las dos partes placer sexual y generando con ello una reconfiguración positiva de la representación social del homosexualismo. Sin embargo, siendo conscientes de que les sería difícil romper una barrera moral sólidamente instalada entre quienes rechazaban la revolución sexual, pronto comprendieron que si querían lograr apoyo masivo para su causa debían fijar como su objetivo a los niños y a los adolescentes.
A partir de entonces se instaló entre el imaginario de los militantes elegebetistas que seducir a menores de edad era el mejor modo de crear conciencia a futuro de que la homosexualidad no es antinatural ni nociva. Por ello se ocuparon de promover la idea de que las escuelas debían dar educación sexual a los jóvenes, con la excusa oficial de prevenir sobre los peligros que acarreaba participar de la revolución sexual, pero con la verdadera intención de utilizar ese recurso como un instrumento de corrupción moral.
El eje de la ofensiva homosexualista se concentró, entonces, en el esfuerzo por normalizar la desviación ante niños y adolescentes, derivando desde ahí técnicas complementarias para lograr abolir a la normalidad sexual a largo plazo -sustentándose en el fenómeno social descrito como ventana Overton.
Organización de la resistencia
Ante la ofensiva de los elegebetistas no tardaron en organizarse focos de resistencia entre los sectores conservadores de la sociedad. Ello inauguró una nueva etapa de la guerra cultural en Occidente.
En EEUU el antielegebetismo adquirió notoriedad a partir de 1977, cuando la campaña Save Our Children recibió cobertura internacional después de que la cantante Anita Bryant se convirtiera en su vocera. Esta mujer, oponiéndose a la sanción de una ley en Florida que prohibía discriminar a docentes por su orientación sexual, denunció que detrás de la medida se ocultaba el plan de reclutamiento gay promovido por los activistas subversivos. La actitud parrésica de Bryant conmovió a muchos, consiguiendo así derogar la ley homosexualista pero sin desarticular al Lobby Gay, ya que la onda expansiva de esa campaña no alcanzó a contagiar a todo el territorio estadounidense ni logró mantenerse vigente demasiado tiempo.
El Caso Lawrence vs. Texas de 2003 que obligó a todos los estados norteamericanos a derogar las leyes en contra de la sodomía marcó un hito favorable al elegebetismo después de más de 35 años de haber iniciado su campaña de reclutamiento homosexual. En esa ocasión Antonin Scalia, ministro de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, señaló que sus compañeros habían renunciado a su tarea de observar neutralmente que las reglas se apliquen, para pasar a promover la agenda del lobby gay.
Principales técnicas
Colonización educativa
La colonización del sistema educativo es la principal técnica de la estrategia de reclutamiento homosexual. Al movimiento internacional para imponer a nivel global el concepto de "educación sexual integral", le siguió otra acción similar para combatir al denominado "acoso escolar" (o bullying). En ambos casos se busca inculcarle a menores de edad -desde los 3 años en adelante- la idea errónea de que la actividad homosexual y el estilo de vida construido a partir de ella es algo normal, aceptable e incluso hasta deseable para todas las personas. Al mismo tiempo se enseña que cualquier tipo de acción que diferencie a un heterosexual de un homosexual es un acto violento de discriminación, que debe ser enérgicamente repudiado, sin importar la circunstancia o los matices del caso.
La prensa colabora cotidianamente en reforzar ese tipo de ideas, mostrando a los homosexuales que sufren algún tipo de violencia como víctimas y manteniendo todo el silencio posible en torno a los homosexuales que cometen delitos.
Colonización jurídica
El Lobby Gay conduce una campaña a nivel internacional para descriminalizar a la homosexualidad, presionando a jueces para que ignoren la jurisprudencia y presionando a políticos para que cambien la legislación. Gracias a ellos han conseguido criminalizar a quienes emiten críticas contra el estilo de vida gay y a quienes denuncian a la estrategia de reclutamiento homosexual.
Colonización artístico-estética
La presencia de homosexuales en el campo de las artes es una constante histórica en Occidente (muchos de los principales productores de arte decadente han sido invertidos). Si bien la ofensiva de reclutamiento homosexual comenzó en las artes de élite, pronto consiguió también ingresar al campo de las artes populares y masivas. Por ello hoy en día se observa que el ámbito de la cinematografía, de la televisión y de las historietas se encuentra atisborrado de propaganda elegebetista, según la cual el estilo de vida gay es presentado como algo virtuoso.
En la industria musical contemporánea la promoción de las desviaciones sexuales es también notoria. Las obras de confesos homosexuales y bisexuales como Madonna, Elton John y Ricky Martin han tenido una altísima rotación en radios y televisoras, captando principalmente la atención de las mujeres, lo que ha servido para aumentar la aceptación de los invertidos entre ese sector de la población. El festival Eurovisión -que desde mediados de la década de 1990 tiene una agenda abiertamente elegebetista- es otro ejemplo de reclutamiento homosexual masivo, con el agravante de que el evento es patrocinado por entidades estatales de los países que participan y es presentado en muchas ocasiones como una causa nacional.
Asimismo el campo de la indumentaria ha sido un importante terreno del Lobby Gay para el reclutamiento homosexual. El afeminamiento de las prendas de vestir dirigidas a los varones y la masculinización de la ropa femenina es un obvio ejemplo de ello, el cual se ha extendido también al campo de la cosmética y otras modas en donde se naturaliza la inversión de la apariencia sexual.
Gaypitalismo
A través de la creación de empresas que satisfacen la demanda de bienes y servicios destinados a los homosexuales, el elegebetismo ha creado un poderoso nicho económico conocido como "gaypitalismo". Al probar ser éste un sector comercialmente próspero -dado que el homosexual promedio, por sus características psicológicas, suele ser un individuo altamente consumista-, muchas empresas que habitualmente se dirigían a clientes sin plantear ningún tipo de referencia a su sexualidad se vieron seducidas por mostrarse abiertamente amistosas con los invertidos para así ampliar sus mercados y aumentar sus ingresos.
La rápida expansión de la cultura de la corrección política durante el siglo XXI llevó de hecho a que las grandes compañías multinacionales abrazaran la causa elegebetista y contribuyeran de manera explícita con sus campañas de propaganda (por ejemplo hoy en día es habitual observar que, en ciertas fechas durante el año, muchas marcas colocan una bandera de arcoirís en sus logotipos para manifestar su apoyo hacia la homosexualidad y evitar con ello el ser criticados por los progresistas por no hacerlo).
Acción directa
La acción directa es otra técnica popular de reclutamiento homosexual, aunque ésta no suele desarrollarse de manera organizada y sistemática como las otras. Se trata aquí simplemente de homosexuales que suponen que se puede "convertir" a ortosexuales a su condición. El Lobby Gay, a través de su aparato propagandístico, promueve sutilmente semejante idea, al mismo tiempo en que denuncia a la terapia de reorientación sexual como algo inútil y nocivo para las personas.
Negacionismo del reclutamiento homosexual
Los elegebetistas suelen sostener que no existe tal cosa como el reclutamiento homosexual, y acusan a quienes denuncian a la situación de estar en realidad a favor de teorías conspirativas.
Sin embargo sobra evidencia de que la estrategia del elegebetismo siempre ha sido la de pervertir a las masas occidentales antes que simplemente procurar conseguir que los acepten. El libro After the Ball: How America Will Conquer its Fear and Hatred of Gays in the 90s escrito por Marshall Kirk y Hunter Madsen y publicado en 1989 plantea abiertamente que el homosexualismo debe dejar de presentarse a si mismo como algo especial, y, por el contrario, debe pretender mimetizarse con la sociedad. Claramente ello sólo se logra si las personas dejan de ver en el desviado a un distinto para pasar a verlo como un igual, lo que implica degradar a la masa a su altura o normalizar lo anormal.
