SOS Racismo

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Declaraciones antiblancas de SOS Racismo
SOS Racismo es una organización no gubernamental creada en 1989 que opera bajo una fachada de Derechos Humanos y promueve el inmigracionismo bajo la bandera del "antirracismo". Desinforma sobre temas como el racismo y la xenofobia a todos los sectores de la sociedad y al mismo tiempo denuncia todo acto que ellos consideren "racista" (oposición a la inmigración por ejemplo) de modo que los "responsables" sean puestos a disposición judicial. Sin embargo, no denuncian nunca casos de racismo antiblanco, o bien, de racismo por parte de inmigrantes contra autóctonos.

Como muchas otras ONG que se amparan bajo la supuesta defensa de los Derechos Humanos, enrola voluntarios que trabajen gratuitamente a los cuales se los atrae mediante el inagotable recurso del victimismo y la lástima. Asimismo buscan engañar y enrolar a otras organizaciones dedicadas realmente a la defensa de los derechos humanos.

Según declaraciones de Omar Djellil, un ex miembro francés, la organización obligaba a sus miembros a guardar silencio ante los casos de racismo antiblanco [1].

Actividad

En 2012, SOS Racismo y la asociación antirracista MARP, junto con tres asociaciones judías, demandaron a Google por su sistema de búsqueda semiautomática que en el caso de algunas personalidades propone la palabra “judío” para completar su nombre.[2] La empresa judía Google se defendió explicando que las sugerencias “son generadas de forma totalmente algorítmica, sobre la base de criterios puramente objetivos que corresponden a las búsquedas anteriores de los internautas” y no a “una opción editorial de Google”.

El sistema atacado fue la funcionalidad de Google Suggest, operativa en Francia desde 2008. Cuando el internauta empieza a escribir un nombre en la barra de búsqueda, la página sugiere palabras asociadas para facilitar y agilizar la entrada. El presidente de la UEJF, Jonathan Hayoun, recordó que un estudio de 2011 del instituto Harris Interactive mostraba que más del 30% de los franceses consideraban que “los judíos tienen una mayor influencia en el sector financiero y en los medios de comunicación” que el resto. “Nuestra responsabilidad es luchar contra todo lo que conlleve prejuicios antisemitas”, recalcó en el comunicado.[2]

Los demandantes argumentaron que se trataba de una discriminación que retroalimentaba el antisemitismo al presentar a los judíos como poseedores del poder en Francia y pidieron a la justicia “prohibir a Google colocar o conservar en memoria informatizada, sin el consentimiento expreso de los interesados, datos de carácter personal que, de forma directa o indirecta, hacen aparecer los orígenes raciales o étnicos” intentando censurar así la posibilidad de que la gente común pueda identificar a dichos individuos judíos y tener la posibilidad de indagar más en este tipo de asuntos. Sin embargo, la modificación del algoritmo de Google llevaría a la compañía a tener más perdidas que beneficios ya que limitaría la facilidad a la hora de buscar contenido en Internet.[2]

Referencias

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