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Ferenc Szálasi
Ferenc Szálasi (nació el 6 de enero de 1897 y murió el 12 de marzo de 1946) líder del gobierno nacionalista y guía de la Nación (Nemzetvezetö) entre él 15 de octubre de 1944 y 28 de marzo de 1945, tras la caída del gobierno es capturado y juzgado.
Ferenc Szalasi diría: Hace 5 años me decían que emigrara a América. Hace 4 nos decían que nosotros los hungaristas éramos unos fantasiosos sin fantasía, unos húngaros sin sentimientos húngaros. Hace 3 años, nuestros enemigos nos llamaron asalariados de los alemanes, dispuestos a entregar nuestra Patria a Alemania. Hace 2 años,empezaron a decir que éramos unos bolcheviques vestidos con camisas verdes, dirigidos por un loco. Hace 1 año, nos llamaron antialemanes,dispuestos a sabotear la política pro-eje del gobierno.¿Y qué dicen todos estos señores ahora? Ahora nos dicen : ¡Pero si nosotros queremos exactamente lo mismo que vosotros!
Sumario
Primeros años
Nacido en Kassa (hoy Košice, Eslovaquia), hijo de un Suboficial del Ejército Austro-Húngaro. Se graduó de la academia militar de Wienerneustadt, a la que fue enviado por su padre en 1915 con el rango de teniente del Ejército Austro-Húngaro y fue enviado inmediatamente al frente donde sirvió hasta el final de la Primera Guerra Mundial, pasando 36 meses en zona de guerra.
Tras el final de la guerra se instaló en Budapest, donde trabajó como correo para el Ministerio de Defensa.
En 1923 fue enviado a la Escuela del Estado Mayor, donde aparentemente destacó y donde se graduó en 1925 con el grado de Capitán, formando parte del Estado Mayor Húngaro hasta 1931. En 1933 había obtenido el rango de Comandante.
Su carrera militar se vio interrumpida al comenzarse a interesar por la política, actividad prohibida para los miembros del Ejército. Los acontecimientos vividos y las circunstancias del momento reforzaron su nacionalismo acervado, abogando por la expansión del territorio húngaro a las fronteras anteriores al Acuerdo de Trianon que en 1920 redujeron la superficie del país en un 72%.
Fue transferido a una guarnición alejada, donde tuvo tiempo de leer a fondo sobre teorías políticas diversas.
Durante esos años cultivó la amistad con el doctor del ejército, Henrik Péchy, clarividente y astrologista que escribió una profética histora del mundo basada en las matemáticas.
Primeros pasos en la política
Un episodio que puede servir para darse una idea de la mentalidad y el carácter del joven oficial. Durante un disturbio que estalló en Budapest a causa de la miseria que aquejan a la población, Ferenc Szálasi, quien fue el responsable de los servicios de seguridad, recibió del Ministro del Interior la orden de abrir fuego contra multitudes de manifestantes. Pero se negó a obedecer, declarando que los trabajadores eran sus hermanos.
En el libro en el que describe sus ideología, el Hungarismo, resume, "El Hungarismo es un sistema ideológico, es la práctica húngara de una visión nacionalista del mundo y el espíritu del tiempo. No es Hitlerismo ni fascismo, ni antisemitismo, es Hungarismo".
En 1935 deja el Ejército y en Marzo fundada el Partido de la Voluntad Nacional (Nemzeti Akarat Pártja) junto con Sándor Csia, con más que modestos resultados en su primera candidatura para el parlamento sin éxito en abril de 1936 en la circunscripción de Pomáz, donde obtiene 942 votos sobre 12.051. El partido fue creciendo poco a poco y en 1937 tras una visita de Szálasi y Csia a la Alemania Nacionalsocialista, que le causó una profunda impresión, modificó su estrategia, anteriormente dirigida fundamentalmente hacia las clases medias y empleados públicos, para orientarla a captar la atención de la clase trabajadora. Los eslóganes del partido cambiaron pasando a estar dirigidos hacia demandas de "justicia, trabajo, respeto" para los "trabajadores húngaros" presentándose como el "liberador de los grilletes de los sindicatos social demócratas-comunistas y de las garras del capitalismo feudal y la judería".
En 1937, el gobierno del regente, Almirante Miklós Horthy prohibió su partido y lo encarceló por tres meses. Tras ser liberado fusionó varios grupos políticos en torno a sí mismo, fundando el Movimiento Hungarista (Partido Nacionalsocialista Húngaro. En húngaro Magyar Nemzeti Szocialista Párt-Hungarista Mozgalom), con una marcada ideología nacionalista, antisemita y totalitarista, donde comenzó a cosechar un soporte considerable entre las clases trabajadoras.
Tras el Anschluss (anexión) de Austria por parte de Alemania en 1938 sus actuaciones se radicalizaron y Szálasi fue detenido por policía de Horthy, encarcelado y condenado a tres años en la prisión de Csillag en Szeged. Su estancia en prisión incrementó su popularidad, manteniéndose influyente en la política húngara.
El camino al poder
Durante su prisión, su substituto, Kálmán Hubay (editor del diario Függetlenség), fundó el 8 de marzo de 1939 el Partido de la Cruz Flechada (Nyilaskeresztes Párt), como sucesor del Movimiento Hungarista. En las elecciones de 1939, obtuvo 31 escaños en en el Parlamento Húngaro y se convirtió en el segundo partido más votado de Hungría.
Liberado con la amnistia general del 30 de Agosto de 1940, tras el Segundo Acuerdo de Viena en 1940, regresó a la política como líder del Partido de la Cruz Flechada, comenzando a perder fuerza por la competencia del partido de extrema derecha encabezado por el antiguo Primer Ministro Béla Imrédy, el Partido de la Renovación Húngara (Magyar Megújulás Pártja), así como por disputas internas sobre la relación del partido con la Alemania de Hitler.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial el Partido de la Cruz Flechada fue prohibido por el Primer Ministro Pál Teleki, forzando a Szálasi a operar en secreto, buscando el apoyo de los alemanes.
El 19 de marzo de 1944 las tropas alemanas alemanas entran a Hungría y el pro-germánico Döme Sztójay se convierte en Primer Ministro de Hungría. El Partido de la Cruz Flechada es legalizado por el nuevo gobierno, pero en agosto cuando Sztóljay es depuesto, Miklós Horthy ordena de nuevo la detención de Szálasi.
En septiembre, tropas soviéticas cruzan la frontera húngara y el 15 de octubre, tras el anuncio de Horthy de la firma de un armisticio entre Hungría y la Unión Soviética, ignorado por el Ejército Húngaro, los alemanes lanzan la Operación Panzerfaust, secuestran al hijo de Horthy, forzándolo a abrogar el armisticio, deponer el gobierno y abdicar.
El movimiento de la flecha de la Cruz, "creció a una última gran ola de popularidad, esta vez casi exclusivamente entre las clases bajas, y entre los trabajadores de Budapest, en particular", era una creencia generalizada de que "por fin la revolución social que, veinticinco años, había sido bloqueada por las fuerzas conservadoras estaban ahora a la mano."
El Parlamento entonces votó a Szálasi como Primer Ministro y Jefe del Estado, tras lo que Szálasi juró frente a la corona de San Esteban como líder de la Nación Húngara (Nemzetvezető).
En el Poder
Su gobierno, fue un aliado de Alemania, pero Szálasi no era en modo alguno un títere de los alemanes. Durante este tiempo estableció el llamado Ghetto Internacional en Pest, que permitió dar cobertura diplomática y proteger a parte de la población judía, pese a la oposición de los Alemanes que consideraban ilegales los pasaportes expedidos.
"Un aspecto tragicómico del asunto, escribe el historiador judio-Nagy-Talavera fue que los Judios, cuando se enteraron de que, Szálasi permitió que pudieran regresar a sus hogares, empezaron a aplaudir, a gritar" ¡Viva Szálasi.'" Dado que la Nagy-Talavera se ve obligado a admitir, que Szálasi "no tenía intención de asesinato" cuando habló de resolver el problema judío.
En el plan de acción elaborado por él en septiembre de '44", escribe un historiador británico, decidió que los Judios iban a ser empleados en obras públicas en Hungría hasta el final de la guerra, y entonces tendrían que salir del país .
También celebró las sesiones del Parlamento, que a principios de diciembre para discutir el Plan de Reconstrucción Nacional: Hungría se convertiría, a partir del 1 marzo de 1945, en un húngaro Estado Corporativo.
La caída
Kitartás! (Perseverancia!) Por la Cruz de Flecha no era una palabra de carácter puramente formal y significo una resistencia soviética.
En diciembre de 1944, Béla Miklós formó un Gobierno Provisional. En enero de 1945, el Ejército Rojo ocupó Pest, y poco más tarde, en febrero, la ciudad de Buda, dando fin al Sitio de Budapest, que acaba rindiéndose el 13 de febrero de 1945. El 20 de enero de 1945, representantes del Gobierno Provisional Húngaro, firmaron un Armisticio en Moscú.
Szálsi y su gobierno salieron de Budapest el 11 de diciembre y se instalaron en Kőszeg, cerca de la frontera austríaca.
Miembros de la cruz flechada, así como tropas alemanas continuaron luchando heroicamente hasta el fin de la guerra en abril de 1945.
El 29 de Marzo de 1945 Szálasi y su gobierno subieron en un tren en dirección a Alemania, cayendo en manos del Ejército Norteaméricano en Augsburgo. El 3 de Octubre era entregado a las nuevas autoridades húngaras en Budapest, donde el 1 de marzo de 1946 fue juzgado en sesiones abiertas por un Tribunal Popular condenado a muerte por ahorcamiento y ejecutado el 28 de marzo.
El general William S. miembro clave de la U. S. aliados Comisión de Control, dio la siguiente declaración: "Hoy hemos entregado el ex presidente del húngaro Ferenc Szálasi y diez de sus camaradas para que el Gobierno húngaro a ser llevado a juicio como criminales de guerra. 456 otros criminales de guerra en Hungría, cuya extradición fue solicitada por el Gobierno húngaro, se entregarán cuando los medios de transporte lo permitan ".
Así que un judío periodista, enviado especial de un periódico francés, describió la muerte del Nemzetvezetö "Aquí Ferenc Szálasi, el jefe de la Cruz de Flecha. Mientras yo tiemblo por todo el cuerpo, Szálasi no da ni una señal de miedo o nerviosismo. Nos separamos un par de metros, por lo que pude observar su fisionomía. Ni un temblor, sin contracciones. Quiero saber los pensamientos de este hombre sólo unos segundos antes de su ejecución. Me encuentro con la mirada por un momento, su última mirada. Que piensa que siente, no piensa nada y no oye nada. Es de granito! Los hombres se vuelven de granito. Y mientras que el granito se pasa ante los órganos de sus ministros. Avanza con confianza y se adapta a la muerte. Tiene un gesto único se extiende a la cruz que un joven sacerdote le pide. Murió sin mover un músculo sin que sus ojos viesen el miedo, sin temblar los ojos. La camisa verde, símbolo del Movimiento de Hungría, el verdugo lo arranca de su pecho, donde una medalla todavía se movía unos momentos antes."
¿Quién fue Ferenc Szálasi?
por E. Ratz (Texto inédito exclusivo para Último Reducto)
Después de la Segunda Guerra Mundial, el día 12 de marzo de 1946, murió ejecutado Ferenc Szálasi, Caudillo de la Nación Húngara.
Pese a toda la propaganda en contra, el pueblo húngaro está perfectamente consciente de que Francisco Szálasi murió como un auténtico héroe nacional.
Pese ¿cuántas personas saben aún hoy en día qué clase de hombre fue Szálasi – en la vida real?
Entre las dos guerras mundiales y después de la segunda posguerra, los grupos enemigos de Szálasi realizaron contra su persona una campaña de difamación tan intensa, que se podía creer que lograrían borrar su recuerdo de la historia húngara. Pocos adversarios políticos del gran dirigente hungarista eran capaces de reconocer que un hombre capaz de morir con tanta bravura, no podía ser ni un traidor, ni in loco, ni un criminal sanguinario. Cualquier persona dotada de una pizca de sensatez o de decencia tiene que aceptar el hecho de que alguien capara de enfrentar la muerte con tanta valentía, sólo podía haber sido, durante toda su existencia, un ser humano dotado de una enorme fuerza moral, espiritual e intelectual.
Los discípulos que le han conocido, le miran con el mismo cariño y respeto de siempre. Pero en 1986 se van a cumplir 40 años desde al partida de nuestro inolvidable Maestro y Caudillo, los pocos camaradas contemporáneos suyos que aún le sobreviven, pronto irán a reunirse con Él en la eternidad. De ahí la importancia de hablar, no solamente del aspecto ideológico, sino también de los rasgos puramente humanos de Ferenc Szálasi.
Sus enemigos lo odiaban tanto que llegaron incluso a poner en duda--¡su ascendencia húngara! Según podemos leer en el diario de Szálasi, esta acusación fue la que le sorprendió más, ya que había nacido en la hungarisíma ciudad de Kassa, hijo de un oficial del ejército húngaro, de quien heredó el patriotismo y la vocación por las armas. Después de la Primera Guerra Mundial, Szálasi, junto con sus padres y sus cuatro hermanos, tuvo que abandonar la Villa de Kassa, entregada a Checoslovaquia por el "diktat" de 1919.
Como la madre de Ferenc Szálasi era oriunda de la región de Kassa, y pese a que se trataba de una persona ciento por ciento húngara, que inculcó su amor patrio a todos sus hijos, un político a sueldo de la anti-patria, llamado Dezsö Sulyók, lanzó la especie de que la madre de Szálasi era - ¡eslovaca! – Ello no constituiría en sí ninguna vergüenza, pero todos aquellos que recuerdan aún a la difunta madre del Líder, no pueden olvidar su carácter y su hablar tan marcadamente húngaros, y saben muy bien que el infundido del tal Sulyók era ¡pura charlatanería! La bisabuela de Ferenc Szálasi era de origen armenio, y su familia tenía profundas raíces en la Transilvania húngara. Ya que se considera en el mundo entero a los armenios como un pueblo dotado de una inteligencia excepcional la investigación de los antepasados de Szálasi nos lleva a unos resultados prometedores, ¡capaces de explicar muchos rasgos geniales de Ferenc Szálasi! - El camarada Kálmán Koós, en su libro "Fuimos, somos, y seremos", se dio a la tarea de rebatir las fantasías del politiquero Sulyók y determinar el verdadero origen de Szálasi, retoño de una familia de espíritu totalmente húngaro y nacionalista.
El libro de Kálmán Koós nos acerca a le personalidad de Ferenc Szálasi, sobre todo en el capítulo titulado "¿Quién fue Szálasi?", en el cual el autor describe la Impresión personal que le produjo el Líder hungarista hace cuarenta años, cuando Koós era todavía un hombre joven y Szálasi ya un político maduro. Según dice Koós:
"Ferenc Szálasi siempre saludaba a la gente alegremente a menudo con una amplia sonrisas, y durante sus charlas y conversaciones, conservaba en todo momento una actitud sencilla y natural. Ejercía un poder de atracción extraño, casi mágico, sobre los que lo rodeaban, y sólo podía sustraerse a él aquellos individuos que ya estuvieran llenos de prejuicios contra Szálasi, como hombre y jefe político. Los enemigos que lo odiaban a muerte llegaron a tratarlo de "desequilibrado". Naturalmente, cuando Szálasi fue llevado a juicio ante el "tribunal popular", sus enemigos ni siquiera lanzaron la idea de someterlo a un examen mental... Desde el punto de vista del vulgo semi-inculto, Szálasi no era "normal", porque para una masa ignorante, un genio es tan anormal como un loco, y en el caso de Szálasi, su coeficiente intelectual estaba por encima del promedio "normal".
"En lo que concierne su memoria, puedo referir una anécdota que demuestre su gran memoria de los rostros. El hecho ocurrió en 1943. En esa ocasión, Szálasi se reunió con un grupo reducido de personas. Después de las presentaciones de rigor, todo el mundo tomó asiento, y entonces Szálasi se volvió súbitamente hacia uno de sus contertulios para decirle: "Ya le he visto a Usted en alguna parte". Y resulta que en otra oportunidad, en el año 1938, o sea cinco años antes, ya se habían conocido en otro lugar. Sin embargo, durante esos cinco años muchos acontecimientos habían ocurrido en la vida de Szálasi. Se reunió con miles y miles de personas, tuvo que trabar conocimiento personal con centenares de personalidades, y pese a todo, no había olvidado este rostro entrevisto en una sola ocasión, y que no tenía nada de notable o extraño, ¡cinco años después de un furtivo encuentro!
"Su cultura y sus conocimientos eran muy complicados eran muy amplios y profundos. Esta superioridad espiritual suya aumentaba también su poder de atracción. Estaba familiarizado con la filosofía, las cuestiones políticas, la historia, el derecho, los problemas nacionales, y con los especialistas y los sabios, no discutía como un especialista competente".
"En el Gran Consejo de los Intelectuales, Szálasi declaró lo siguiente: "Hace cinco años, me decían que emigrara a América. Hace cuatro años, nos decían que nosotros los hungaristas éramos unos fantasiosos sin fantasía, unos húngaros sin sentimientos húngaros. Hace tres años, nuestros enemigos nos llamaron asalariados de los alemanes, dispuestos a entregar nuestra Patria a Alemania. Hace dos años, empezaron a decir que éramos unos bolcheviques vestidos con camisas verdes, dirigidos por un loco. Hace unos años, nos llamaron antialemanes, dispuestos a sabotear la política pro-Eje del gobierno. ¿Y qué dicen todos estos señores ahora? Ahora nos dicen: "¡PERO SI NOSOTROS QUEREMOS EXACTAMENTE LO MISMO QUE VOSOTROS!"
"Como ejemplo de la opinión que podían formarse de Szálasi unas personas que no fueran miembro del Partido de la Cruz Flechada o del Movimiento Hungarista, cuando acudían a nuestro Líder sin odio ni perjuicio, podemos relatar lo siguiente:
"Durante la última guerra mundial, los dirigentes de las organizaciones juveniles de Budapest, principalmente los jóvenes líderes estudiantiles, desorientados y confundidos por la lucha entre las distintas ideologías políticas del momento, decidieron formarse una idea clara de la vida política húngara, yendo a visitar personalmente a los domicilios de todos los líderes políticos de entonces, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha. En nombre del partido gobernista conservador, el mismo primer ministro Miklós Kallay se encargó de informar a los dirigentes juveniles sobre la postura ideológica de su régimen, en el lujoso Hotel Pallace de Lillafüred. (Kallay nunca se atrevería en el marco de su ventana la opinión que expresaron sobre él y sus "ideas" sus jóvenes visitantes...) El último dirigente político visitado fue Ferenc Szálasi. El encuentro tuvo lugar en su apartamento de Hüvösvölgy.
Se inició a las nueve de la noche y terminó al día siguiente a las cinco de la madrugada. Se plantearon las cuestiones más variadas en el campo filosófico-ideológico, sobre temas de políticos interna y externa, respecto a la postura del Partido de la Cruz Flechada frente a la política de colaboración con el Eje; se habló de la problemática nacional de los escritores populares, de historia patria, etc. Resultaba sorprendente ver el dominio intelectual y la capacidad de resistencia de Szálasi. A las cinco de la madrugada aun seguía hablando discutiendo y rebatiendo argumentos con la misma energía y frescura de mente que al principio de la entrevista.- ocho horas antes. Después de abandonar el lugar, los j6venes discutieron entre sí todo lo que habían oído y experimentado. Pude oírles afirmar por unanimidad que, entre todos los políticos que habían entrevistado 'Szálasi era sin lugar a dudas, el cerebro más privilegiado".
Kálmán Koós vio a Ferenc Szálasi por primera vez en otoño de 1940 y por última vez en 1944. Le sorprendió verlo vistiendo siempre el mismo traje oscuro ya gastado por el uso. Tras la toma del poder por Szálasi, en octubre de 1944 y a pesar de que habla recuperado el rango de oficial del cual lo había privado el gobierno reaccionario del Almirante Horthy, Szálasi vistió un uniforme de simple soldados sin galones, para mostrar también de esta manera su solidaridad y confraternidad con los combatientes húngaros del frente. "Sus sentimientos socialistas, fuertemente arraigados en su corazón, lo impulsaban a sentir siempre mas cerca de sí a los hombres sencillos a los campesinos y obreros y durante su "juicio", protestó contra la afirmación gratuita de sus verdugos de que el Movimiento Hungarista tenía un carácter burgués. Cuando Szálasi recobró su libertad amnistiado en 1939 por el gobierno conservador de Horty, presentó su solicitud de inscripci6n en el Partido de le Cruz Flechada creado por el Camarada Kálmán Hubay, e indica en su ficha de inscripción: Oficio: Artesano. Resulta que durante su estancia en la cárcel, Szálasi había aprendido el oficio de tejedor, Espiritualmente, vivas en comunión constante con el pueblo humilde entregado a duras labores, pero capaz de creer y entusiasmarse, con ese pueblo que los reaccionarios llamaban tan s6lo "chusma" o "escoria".
"Acrecentaban sensiblemente su encanto y prestigio personales la forma decidida como actuaba y hablaba. No vacilaba en sus afirmaciones y en su argumentación. Siempre veía claros y por eso, sus juicios eran invariablemente acertados".
En el Diario del Movimiento Hungarista, podemos leer que el 14 de septiembre de 1944 el consejero de embajada alemán Kurt Haller le dijo al camarada hungarista Gábor Kemény: "En la persona de Ferenc Szálasi he conocido un equilibrio tan perfecto entre el hombre y el político, ¡que de ello derivan una clarividencia y un instinto políticos muy raros de hallar en la historia!"
Uno de los rasgos maravillosos del liderazgo de Szálasi consistía en su talento para colocar a los distintos miembros del Movimiento dentro de determinadas esferas de actividad, en las cuales los camaradas ejecutaban luego sus tareas de una manera autónoma, desplegando libremente todas sus facultades personales.
Para concluir, citemos aún del libro de Kálmán, Koós estas palabras tan elocuentes como verdaderas, que todos aquellos que han conocido, querido y admirado a Ferenc Szálasi, suscriben plenamente:
"Creemos y estamos convencidos de que Ferenc Szálasi fue una de las personalidades más grandes de la historia húngara del Siglo XX, tanto en el plano intelectual, como desde el punto de vista de la fuerza moral y espiritual. Entre los políticos contemporáneos suyos, ninguno llega siquiera medianamente a su altura, y el recuerdo de esos politiqueros enemigos suyos ya habrá caído en el olvido más completo, cuando la figura de Szálasi, libre del fango que le arrojaron el odio y la envidia, resplandecerá en el Panteón húngaro, para la admiración de las generaciones venideras".