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Giulio Maria Tam
Biografía
Giulio Maria Tam es sobrino de Angela Maria Tam, una educadora que fue miembro del Servizio Ausiliario Femminile y de la Tercera Orden de San Francisco, y que murió como martir tras ser violada y asesinada por los partisanos antifascistas en 1945.
Durante su adolescencia abrazó las ideas fascistas, lo que lo llevó a militar en la Alleanza Cattolica que dirigía el escritor Giovanni Cantoni.
Siendo estudiante en la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán asistió a las clases del filósofo Giovanni Reale, quedando muy impresionado con su exposición de los argumentos filosóficos acerca de la existencia de Dios. Eso lo ayudó a descubrir su vocación religiosa. Su formación sacerdotal la recibió en los claustros del Seminario Internacional San Pío X, tomando las órdenes presbiteriales en 1980 en una ceremonia presidida por Monseñor Marcel Lefebvre. Estuvo vinculado a la Fraternidad San Pío X hasta el año 2001, pasando luego a desarrollar su ministerio de manera independiente.
Aunque su campo de evangelización y catequización es el norte de Italia, esto no le ha impedido a Tam el visitar diversos países como España, Francia, Suiza, Argentina, Colombia y México para dirigir retiros espirituales en los que se imparten los ejercicios ignacianos, a los cuales juzga como uno de los mejores antídotos cristianos ante el humanismo secular.
Por otra parte el sacerdote nunca ha ocultado sus simpatías políticas. En 2001 fue padrino del Polo delle Destre Sociali Cattoliche que crearon Vincenzo Gubitosi y Giancarlo De Marchi, pero ha sido su larga sociedad con el partido Forza Nuova lo que ha dejado en evidencia que así como es un celoso defensor de los derechos de Dios también es un celoso defensor de los derechos de Italia, ya que en 2004 integró la lista de candidatos al Parlamento Europeo de la coalición Alternativa Sociale -acompañando a Alessandra Mussolini, Adriano Tilgher y Roberto Fiore- y en 2009 fue el candidato de FN a la alcaldía de Bolonia.
Asimismo Tam ha ganado fama internacional por ser el encargado de celebrar tres misas anuales en la localidad de Predappio para pedir por el eterno descanso del alma de Benito Mussolini: una el 28 de abril en conmemoración de su muerte, otra el 28 de julio en la víspera del aniversario de su nacimiento, y la última el 28 de octubre para honrar a la Marcha sobre Roma. De igual modo también ha organizado misas en memoria de otros célebres difuntos italianos como Roberto Farinacci, Gino Lorenzi y Tullio Calcagno, siendo además en varias ocasiones invitado a pronunciar una oración por José Antonio Primo de Rivera -por los falangistas en España- y otra por Philippe Pétain -por los nacionalistas en Francia.
En 2019 defendió públicamente al político derechista Antonio Tajani, a la sazón presidente del Europarlmento, cuando éste afirmase que la obra de Mussolini era digna de elogio.
Opositor a la islamización de Europa, ha encabezado a algunos grupos de oración que, en distintas oportunidades, se concentraron frente a diversas mezquitas erigidas sobre territorio italiano con el fin de pedir por la conversión al cristianismo de los musulmanes.
Desde 1990 redacta y edita el anuario Documentazione sulla Rivoluzione nella Chiesa, en el cual recolecta los artículos publicados en el periodico oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano, que dejan en evidencia la destrucción sistemática a la que está siendo sometida la Iglesia Católica por parte de sus enemigos internos.
Vindicación del catolicismo
Tam sostiene una interpretación cristiana sobre el sentido de la historia. Por ese motivo afirma que la Encarnación de Cristo es un acontecimiento decisivo para la humanidad, el cual divide al tiempo en dos grandes eras. El siglo XIII habría sido el momento de máximo apogeo del cristianismo, ya que la cultura había llegado a ser de carácter realista, se aceptaba ampliamente la presencia de lo sobrenatural, y se reconocía tanto que había un Dios Padre y que Jesucristo era su único Hijo, como que la Santa Iglesia Católica era la custodia de la verdad. Sin embargo diversas revoluciones -inspiradas todas ellas por el Señor de la Obscuridad y ejecutadas por varios de sus esbirros- habrían destruido esa cosmovisión: la Revolución Protestante del siglo XVI atentó contra la Iglesia Católica alimentando el libertinaje religioso, la Revolución Científica del siglo XVII humilló al orden sobrenatural sembrando una mentalidad naturalista y materialista, la Revolución Liberal del siglo XVIII denigró a Jesucristo proponiendo el deísmo y el laicismo, y la Revolución Socialista del siglo XX negó a Dios proclamando el ateísmo -el fascismo, en este esquema, habría sido una de las tantas reacciones contrarrevolucionarias ante la decadencia. Actualmente vivimos en la época de la Revolución Antieclesiástica, periodo histórico en el cual el realismo está siendo sistemáticamente minado y prima el subjetivismo y el relativismo (ello se refleja, por ejemplo, en la difusión de conceptualizaciones insostenibles como la ideología de género). Terminada esta etapa, debería comenzar el reinado del Anticristo, en donde el hombre tendrá prohibido distinguir entre lo bueno y lo malo, lo que lo invitará a pecar de manera constante.
La hendiatris "Libertad, Igualdad y Fraternidad" resume el programa revolucionario de la Sinagoga de Satanás: libertad para cultivar el error y la mentira, igualdad para equiparar a justos y a pecadores, y fraternidad para unificar a la humanidad bajo el dominio de otros humanos y no de Dios.
El Concilio Vaticano II es, a juicio de Tam, la prueba más evidente de que las fuerzas del mal están desarticulando a la Iglesia Católica para quitarle la esperanza a la humanidad y permitir que reine la confusión. La idea de reconocer la libertad religiosa, de fortalecer la colegialidad y de adoptar el ecumenismo -las tres disposiciones centrales del agiornamiento- tiene por objeto someter al cuerpo milenario a los planes del demonio. Como consecuencia lógica de ello la Curia Romana, infestada de masones, impulsa la negación del papel de María como corredentora de la humanidad, el rechazo a promover el Reinado Social de Cristo, el desprecio hacia el sabio Magisterio de la Iglesia, y el desdén por el pensamiento clásico, al mismo tiempo en que exhorta a abrazarse con los pérfidos judíos y a convertir al catolicismo en una filosofía políticamente correcta que sólo existe para lograr metas terrenales como la erradicación de la pobreza, el cuidado del medio ambiente y la paz mundial.
Tam arguye que las transformaciones modernistas y progresistas en el interior de la Iglesia Católica le han quitado su rol de difusora de las virtudes más nobles y de depositaria de los valores tradicionales, lo que ha permitido en las últimas décadas que se naturalicen aberraciones tales como el aborto, la eutanasia, el gaymonio, la pornografía, la drogadicción, la insensatez, etc., algo que contribuye con la abolición de la familia y vuelve a los cuerpos más dóciles ante las diversas formas de esclavitud y a las almas más propensas a ser extraviadas.
El sacerdote también advierte ante el peligro de la Falsa Restauración, mera estrategia de los satanistas para neutralizar a los tradicionalistas y perseguirlos con mayor facilidad.
Como consejo para resistir ante los tiempos de tribulaciones Tam le recomienda a los cristianos preparar la cruzada fortaleciendo su espíritu mediante el discernimiento de lo que Dios les exige personalmente a cada uno, rechazando el antropocentrismo contemporáneo, reconociendo la naturaleza caída del hombre y su necesidad de ser redimida, cultivando la parresía, y repudiando la imposición de utopías socioeconómicas que corrompen las almas con la promesa de la opulencia y engañan a las mentes al cuestionar a las autoridades y a las jerarquías. También los alienta a rezar el Santo Rosario, considerándolo una de las más poderosas armas que tiene el creyente para encarar las batallas espirituales.
