Fondo de ayuda a Metapedia, 2018: Internet es el principal campo de batalla de la Metapolítica de nuestro tiempo. ¡Ayúdanos! | |||
| |||
|
Sinagoga de Satanás
Originalmente hace referencia a un grupo de judíos (fariseos) considerados como "falsos judíos" por perseguir, esclavizar y exterminar a los primeros cristianos, quienes se veían a sí mismos como los "verdaderos judíos", es decir, descendientes del linaje de Abraham y seguidores de la ley de Moisés que habían reconocido a Jesús de Nazaret como el Mesías prometido.
Actualmente el término es usado por sectores católicos para denotar a las fuerzas anticristianas del presente, especialmente la judeomasonería.
Sumario
Referencias bíblicas
Intepretaciones
Falsos judíos
Los versículos del Apocalipsis sobre la Sinagoga de Satanás implican que hay "falsos judíos", que son blasfemos y mentirosos, y se les acusa de no seguir el verdadero judaísmo, es decir, de no seguir la Ley judía: "los que se dicen ser judíos y no lo son", mientras que quienes emiten las palabras son los "verdaderos judíos".
Esta es la extensión de una condena expuesta en Juan, 8:44, cuando Jesús de Nazaret califica a los fariseos como hijos del Diablo y mentirosos.
La Ley judía establecía que los judíos debían unirse y ayudarse unos a otros, evitar tener pobres entre ellos, perdonar y olvidar préstamos después de siete años y no practicar la usura entre ellos, pero Jesús ve que sus congéneres no están siguiendo la Ley judía como debían, olvidando la "divinidad" y la "santidad" de sus mandamientos y la unidad étnica y racial que les proporcionaba, por lo que resuelve a expulsar a los mercaderes, a los cambistas y usureros del Templo (Mateo, 21:12-13; Marcos, 11:15-18; Lucas, 19:45; Juan 2:13-25)
Judíos universales
Posteriormente, Pablo de Tarso, en Romanos 2:28-29, enseña que no es judío quien lo es exteriormente sino interiormente, es decir que ser judío, para él, en su autodesignado papel de "Apóstol de los Gentiles", no depende de una cuestión étnica, racial ni ritual sino solamente espiritual, por lo que cualquiera puede ser parte del linaje abrahámico y gozar de lo prometido por Cristo a sus seguidores: para ello no debe más que vivir de acuerdo a lo que propone el Evangelio.
Si bien en la época en que Pablo de Tarso declaró eso, existían otras interpretaciones entre el vínculo de los judíos y los cristianos, pero la paulina terminó siendo la más popular y aceptada por el cristianismo primitivo. De allí que los "falsos" judíos de los que habla el Libro de las Revelaciones probablemente sean los judíos que no reconocían al Nazareno como su Mesías o los cristianos que observaban estrictamente la ley mosaica (a esos cristianos se los llamaba "judaizantes" en la época en que el libro profético fue escrito).
Como Contra-Iglesia
La mayoría de los exegetas cristianos (incluyendo católicos) interpreta la expresión 'Sinagoga de Satanás' como la Contra-Iglesia, es decir como una entidad creada por practicantes de la religión judía talmúdica con el propósito de atacar sistemáticamente al cristianismo. La negativa de éstos de aceptar a Cristo como su Mesías, su Señor y su Salvador, habría derivado, según los cristianos, en la corrupción de sus creencias y la interpretación arbitraria de las Sagradas Escrituras, dando forma a una religión carnal que adoptó las características de una secta dirigida por el espíritu demoníaco. Debido al hecho de que la Cábala contiene exhortaciones explícitas a realizar sacrificios para satisfacer a Satanás, muchos cristianos creen que, efectivamente, los miembros de las fuerzas que los combaten de manera abierta o encubierta le rinden culto al Diablo, aunque otros entienden que la capitanía satánica es sólo alguna suerte de alegoría.
Especialmente para los católicos, las sectas heréticas de la Edad Media y las organizaciones secretas de carácter anticristianas de la Edad Moderna como la judeomasonería, habrían sido instrumentos auxiliares de la Sinagoga de Satanás, creadas para judaizar a la civilización cristiana y alejarla de Dios, siendo actualmente los organismos y las instituciones que buscan imponer un Nuevo Orden Mundial los responsables de esa tarea. Pío IX, en la encíclica Etsi multa luctuosa de 1873, certifica esta interpretación.
Bajo esta perspectiva, el sionismo encarnaría una blasfemia que mezcla asuntos políticos terrenales con cuestiones teológicas de índole metafísica, intentando acelerar el retorno del Mesías pero sólo contribuyendo al ascenso del Anticristo.