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Jair Bolsonaro
Jair Messias Bolsonaro (Campinas, 21 de marzo de 1955) es un político conservador brasileño y ex militar, referente del Partido Progresista y expresidente de Brasil, cargo que ejerció desde el 1 de enero de 2019, hasta el 31 de diciembre de 2022.
A menudo denostado con epítetos como "nazi" u "homófobo" por sus rivales (marxistas culturales y gays) debido a su orientación política tradicionalista y anti gay. También defiende la dictadura militar brasileña, por las políticas anticomunistas de la época.
En 2023, Bolsonaro fue inhabilitado para ejercer cargos públicos por 8 años, como resultado de un fallo dividido y politizado que emitió el Tribunal Superior Electoral. La mayoría de los jueces del tribunal entienden que habría incurrido en abuso de poder y uso indebido de los medios de comunicación en las elecciones de 2022.
Biografía
Jair Bolsonaro es un militar de reserva y político brasileño. Cumple actualmente su séptimo mandato en la Cámara de Diputados de Brasil. Quienes lo critican clasifican su posición política como de "fascista" o de "extrema derecha". Actualmente es el candidato favorito para ganar las próximas elecciones presidenciales en Brasil ya que obtuvo el 46% de los votos en la primera vuelta de los comicios.
En 2000, Jair Bolsonaro defendió la utilización de la tortura en casos de tráfico de drogas y secuestro y la ejecución sumaria en casos de crimen premeditado. Se posiciona contrario a la legalización de las drogas y al ser preguntado sobre cómo reaccionaría si su hijo era usuario de drogas: "Le daría una paliza".
En las elecciones generales de 2014, Bolsonaro fue el diputado federal más votado en el estado de Río de Janeiro con casi 500 mil mil votos.
En 2017, fue considerado el parlamentario más influyente en las redes sociales.
Se hizo famoso por sus posiciones patriotas y ultraconservadoras, por la defensa de la familia, de la dictadura militar de 1964, por sus críticas violentas al marxismo, por haber considerado la tortura contra ex terroristas como una práctica legítima y por sus posiciones contrarias al aborto, a los derechos LGBT y a la Ideología de género. Es uno de los pocos políticos brasileros que no fueron manchados con los casos de corrupción en el país (Odebrecht, Lavajato, etc).
Bolsonaro defiende la revocación del Estatuto del Desarme y que el propietario rural tenga derecho a adquirir fusiles para evitar invasiones del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, de extracción marxista. También presentó un proyecto de ley que establece la castración química voluntaria como condición para que una persona, condenada por violación, pueda disminuir los años de prisión.
Bolsonaro condena públicamente a la divulgación descarada de la homosexualidad y se opone a la aplicación de leyes que otorguen derechos a las personas LGBT, como el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción de niños por homosexuales, además de la alteración en el registro civil para transexuales. En una entrevista para la revista Playboy, en junio de 2011, Bolsonaro afirmó que "sería incapaz de amar a un hijo homosexual" y que prefería que un hijo suyo "muera en un accidente a que aparezca con un hombre con bigote por ahí". El parlamentario también afirmó que si una pareja homosexual fuera a vivir a su lado esto iba a devaluar su casa. En julio del mismo año, durante una entrevista para lectores de la revista Época, Bolsonaro dijo que:
En una entrevista concedida al Jornal de Noticias en 2011, el diputado federal asoció la homosexualidad a la pedofilia al afirmar que "muchos de los niños que serán adoptados por parejas gays van a ser abusadas por esas parejas homosexuales". Además, alegó que Brasil no necesita una legislación específica contra la homofobia porque "la mayoría de los homosexuales son asesinados por sus respectivos proxenetas y rufianes que los explotan sexualmente, en horarios en que el ciudadano de bien ya está durmiendo". En la Folha de São Paulo de mayo de 2002, dijo que podría agredir a homosexuales: "si veo a dos hombres besándose en la calle, los voy a golpear."
Bolsonaro se posicionó favorablemente a la institución de la pena de muerte en Brasil y es favorable a la reducción de la mayoridad penal. También es conocido por alegar que la dictadura militar que vivió el país entre 1964 y 1985, fue una época gloriosa de la historia de Brasil. En una carta publicada en el diario Folha de São Paulo se refiere al período militar como "20 años de orden y progreso". El diputado también afirmó, durante una discusión con manifestantes en diciembre de 2008, que "el error de la dictadura fue torturar y no matar." Bolsonaro fue criticado por los medios de comunicación, por políticos y por el grupo "Tortura Nunca Mais", cuando fijó en la puerta de su oficina un cartel donde le decía a los familiares de los desaparecidos de la dictadura militar: "quien busca hueso es perro".
En 1993, apenas ocho años después del retorno de la democracia en el país, dijo que sólo un régimen militar conduciría a un Brasil más "próspero y sostenible".
En marzo de 2015, cuando el Golpe de Estado de 1964 cumplió 51 años, publicó en un blog personal una imagen y un texto que conmemoraba el acontecimiento. El parlamentario alegó que el golpe no pasó de una "intervención democrática", fruto de la "presión popular", y que en 1968 los guerrilleros comenzaron a atacar, usando tácticas de guerrilla aprendidas en China y Cuba.
En un video afirmó:
En el caso de que la policía brasileña es la que más mata en el mundo, Bolsonaro dijo: "Creo que esa Policía Militar de Brasil tenía que matar más.".
En septiembre de 2015, durante una entrevista al periódico Opção, de Goiás, dijo:
En un discurso en Campina Grande, en febrero de 2017, el diputado criticó al Estado laico al decir:
En enero de 2018, anunció su afiliación al Partido Social Liberal (PSL), a esa altura el noveno partido político de su carrera desde que fue elegido concejal en 1989.12 En 2019, abandonó el Partido Social Liberal en medio de un enfrentamiento con otros miembros y formó la Alianza por Brasil. Al no lograr registrar oficialmente este nuevo partido, se afilió al Partido Liberal para competir en las elecciones generales de 2022.
Unos días antes de la primera vuelta electoral, decenas de miles de mujeres de organizaciones LGBT se manifestaron por todo Brasil contra Bolsonaro. La consigna era #Elenão (Él no). Las imágenes televisivas mostraron mujeres besando mujeres y hombres besando hombres. El rechazo general fue inmediato. Las encuestas realizadas tres días después mostraron a un Jair Bolsonaro disparado en las encuestas. Y donde más subió fue, exactamente, entre las mujeres.
Durante su presidencia, la respuesta de Bolsonaro a la pandemia de COVID-19 consistió en preservar las libertades individuales y limitarse a confinar a los grupos de riesgo. Se opuso a las medidas de cuarentena indiscriminadas y destituyó a dos ministros de salud, mientras el número de muertos aumentaba rápidamente al igual que en el resto de la región. La oposición recurrió a la demagogia acusándolo de crímenes contra la humanidad al afirmar que dejó intencionalmente que el coronavirus arrasara el país y matara a cientos de miles de personas.
Atentado
El 6 de septiembre de 2018, mientras era cargado en andas por sus partidarios durante un acto politico, fue apuñalado en la zona del abdomen por Adélio Bispo de Oliveira, admirador del dictador venezolano Nicolás Maduro y ex militante del partido marxista PSOL. Trasladado al hospital con una hemorragia interna, tres perforaciones en el intestino delgado y una lesión grave en el intestino grueso, fue operado con éxito y sobrevivió. Los médicos informaron que si la ambulancia que lo llevó hasta el hospital hubiese demorado más cinco minutos, el político habría muerto debido a las varias lesiones internas.
Tras el ataque la popularidad de Bolsonaro se disparó dramáticamente en las encuestas.
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