Juan Gabriel Labaké

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Juan Gabriel Labaké

Juan Gabriel Labaké Farrán (18 de diciembre de 1933, Córdoba, Argentina) es un abogado, bioquímico, escritor y político argentino. Miembro del Movimiento Nacional Justicialista, fue diputado nacional entre 1973 y 1976. Se desempeñó también como abogado, teniendo entre sus clientes a María Estela Martínez de Perón y Zulema Yoma. Estuvo involucrado en la defensa judicial de Alberto Kanoore Edul, empresario falsamente acusado de haber colaborado con los autores de las explosiones en la AMIA y en la Embajada de Israel en Argentina en la primera mitad de la década de 1990.

Biografía

Juventud

Labaké es hijo de inmigrantes libaneses, pero nunca solicitó la ciudadanía de ese país, ya que considera al Líbano la tierra de sus ancestros mas no la suya. Nació en Córdoba, pero creció en San Juan. Dos de sus hermanos se destacaron públicamente: Julio César Labaké -que, tras haber sido sacerdote católico, se convirtió en un prestigioso psicólogo y pedagogo- y Nina Labaké de Galván -reconocida personalidad de la televisión sanjuanina.

Se formó como bioquímico en la Universidad Nacional de Córdoba, titulándose en 1954. Contrajo matrimonio con Haydeé Alberto, con quien tendría siete hijos. Su nieta Natalia Labaké documentó en la película La vida dormida de 2020 la relación entre los esposos.

De la democracia cristiana al peronismo

Comenzó su militancia política en la sección sanjuanina del Partido Demócrata Cristiano. Fue fundador y dirigente de la corriente Apertura a lo Popular, la cual proponía un acercamiento de los democristianos con los peronistas y los nacionalistas. Creó el semanario La Calle desde donde se convirtió en comentarista político, lo que luego le permitió llegar a radio Colón y al diario Tribuna.

En 1965 se instaló en Francia para hacer estudios de posgrado en la Universidad de París. Gracias a la Fundación Konrad Adenauer y a la Fundación Alcide de Gásperi, obtuvo además una beca para capacitarse sobre el funcionamiento de la Comunidad Económica Europea, lo que lo llevó luego a diseñar un proyecto de algo similar para Sudamérica (anticipándose varias décadas a lo que sería el Mercosur).

A su regreso se instaló en la ciudad de Santa Fe, donde asistió a la Universidad Nacional de Litoral, graduándose como abogado en 1971. Luego de ello fijaría residencia en Buenos Aires, deviniendo una figura relevante de la política nacional.

En 1973 ingresó a la Cámara de Diputados de la Nación como representante del peronismo por la provincia de Córdoba. Ese año publicó el libro Hacia el socialismo nacional, en el que hace una defensa de la doctrina peronista como una síntesis de lo nacional, lo popular, lo humanista y lo cristiano.

Por su fiel adhesión a la figura de Juan Domingo Perón fue tildado de "ultraverticalista". Tras el deceso del caudillo, Labaké pasó a adoptar similar actitud de lealtad hacia María Estela Martínez de Perón, sucesora de Perón en la presidencia. Tan firme fue su posición que de hecho se opuso tajantemente a la propuesta de Julio C. González de que la presidente sometiera su autoridad a un consejo de asesores representantes de las Fuerzas Armadas de Argentina para evitar así el golpe de Estado en su contra, creyendo que ello la terminaría convirtiendo en un títere de poderes ajenos al peronismo.

Siendo dirigente de la Federación de Entidades Argentino-Árabes, de la Asociación de Amistad y Solidaridad Argentino-Árabe y de la Unión Libanesa Mundial, propicio desde su puesto parlamentario a la apertura de la Argentina hacia el mundo árabe. Estaba próximo a ser nombrado Embajador de Argentina en un país de Medio Oriente cuando Martínez de Perón fue derrocada. Labaké, al igual que otros dirigentes peronistas, permaneció encarcelado durante varios meses en barcos de la Armada Argentina.

Al dejar el cautiverio, Labaké retomó la práctica de la abogacía. Posteriormente asumió la defensa judicial de Martínez de Perón, al mismo tiempo que lanzó el semanario de análisis político Nuevo Día y se integró al Comando Superior Peronista con la misión de reactivar al Partido Justicialista. Acabado el régimen del Proceso de Reorganización Nacional con las elecciones de octubre de 1983, se convirtió en uno de los arquitectos del acuerdo entre los peronistas y el presidente Raúl Alfonsín para garantizar la estabilidad institucional, apoyar la resistencia al FMI y votar positivamente en la consulta popular sobre la Cuestión del Beagle -especulando que ello ayudaría a acabar las hostilidades con Chile y allanaría el camino para la creación de un bloque continental de naciones soberanas. Debido a ello se convirtió en una figura cuestionada dentro del PJ, motivo por el cual a fines de 1984 decidió renunciar a los cargos partidarios y concentrarse en su trabajo de defensa de Martínez de Perón, creando la Fundación Presidente Perón-Perón para contrarrestar la campaña de desprestigio que sufría la ex-mandataria -sólo reapareció públicamente en 1986 cuando, mediante la publicación de una solicitada en varios periódicos argentinos, pidió la renuncia de Julio Rajneri, el Ministro de Educación alfonsinista, por haber permitido que en un diario de su propiedad se publique un artículo afirmando que las Islas Malvinas eran británicas.

Durante ese periodo fue docente en el Instituto para el Futuro Argentino, dictando seminarios sobre política internacional y desarrollo económico que luego también dictaría en la Universidad Católica Argentina y en la Universidad del Salvador.

Antimenemista

Regresó a la arena política en 1989, cuando Carlos Menem lo nombró Ministro Plenipotenciario, un cargo equivalente al de embajador que no llegó a asumir en 1976. Trabajó en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto en cuestiones relacionadas a la inmigración, siendo además nombrado como asesor presidencial en asuntos internacionales. Sin embargo en 1992 renunció a ambos cargos, severamente disgustado con la política menemista de sometimiento a los Estados Unidos.

Durante los siguientes años asumió una postura crítica con el presidente Menem, pero señalando al imperialismo estadounidense y al imperialismo sionista como los verdaderos responsables del hundimiento argentino -para Labaké, el menemismo era solamente un agente de las potencias extranjeras. En su libro Menem o Perón de 1996 resume su posición sobre el tema, criticando la penetración de la ideología neoliberal que promueve la globalización en la Argentina y facilita con ello la pérdida de soberanía (en su obra Autorretrato de cuatro idiotas latinoamericanos de 1997 ataca al escritor peruano Mario Vargas Llosa por ser uno de los máximos promotores a nivel continental de la ideología antinacional del neoliberalismo).

Por su posición de militante desencantado con el menemismo, Zulema Yoma -ex-esposa del político riojano- lo contrató para que la representase en el juicio por la sospechosa muerte de Carlos Menem Jr., quien, según el abogado, habría sido asesinado por una deuda que su padre mantenía con algún grupo mafioso.

En 1997 se alejó definitivamente del PJ y creó la agrupación Nueva Forja, la cual en 1999 adquirió el nombre de Movimiento para la Reconquista (MPR). Junto con ello lanzó la revista Reconquista del Poder Nacional y Popular y el Instituto de Estudios Estratégicos, todo como parte de su campaña para acceder a una candidatura presidencial que, finalmente, nunca se materializó.

Por esa época Labaké se convirtió en un insistente denunciante de la ilegitimidad de la deuda externa de Argentina, lo que lo llevaría a convertirse en uno de los profesores de la Cátedra Libre de Deuda Externa de la Universidad de Buenos Aires.

En el año 2000 el MPR se integró al Foro de los Argentinos (FA), una coalición formada por fuerzas de izquierda y centroizquierda. Dos años después el MPR fue rebautizado como Movimiento Argentinos por la Patria, sumando a sus filas a personalidades como el veterano de guerra Adolfo Schweighofer, el abogado Osvaldo Viola y el filósofo Néstor Suleiman. Con el apoyo del FA, en 2003 nuevamente Labaké intentó ser candidato a presidente de la Argentina pero, una vez más, no completó su objetivo.

Cruzada por la recuperación del peronismo

Aunque muchos de sus socios políticos se alinearon con el kirchnerismo, el abogado fue en la dirección contraria. Por ello, en 2004, presentó una denuncia junto a Adrián Salbuchi y Enrique Romero contra Néstor Kirchner para averiguar el paradero de los fondos multimillonarios de las regalías petroleras que administraba el político peronista cuando era gobernador de Santa Cruz. Ese mismo año asumió la defensa del empresario Alberto Kanoore Edul, acusado de estar vinculado a la realización de ataques contra objetivos sionistas en Buenos Aires. Gracias a ello Labaké llegaría a la conclusión de que esos atentados fueron un producto de un conflicto entre israelíes, algo que ellos mismos jamás asumieron. Según su investigación, hasta Cristina Fernández de Kirchner -a la sazón senadora nacional- estaba involucrada en el encubrimiento del caso.

Preocupado por el progresivo alejamiento de la doctrina peronista que el kirchnerismo comenzó a manifestar a partir de 2008, armó el Grupo de Reflexión Nacional junto a Sergio Albanese, Gustavo Lahoud, Oleg Mikhnó, Carlos Rubén Almada y Osvaldo Depaula. De allí nacerían el Instituto de Política Internacional La Hora de los Pueblos y la Asociación de Abogados por la No Discriminación de los Católicos. A partir de esa iniciativa también surgiría la revista El Espejo de Argentina que dirigió el abogado.

Junto con Víctor Raúl Scyzoryk y Emilio Rahal creó el Movimiento Nacional Todo por la Argentina, con la intención de preparar una nueva candidatura a la presidencia de su país.

A fines de 2014 Labaké denunció al fiscal Alberto Nisman por traición a la patria, sosteniendo que su investigación sobre los atentados contra el sionismo en la Argentina negaba la verdad sobre el asunto. Poco después el funcionario judicial apareció muerto, y el abogado señaló que a los responsables del homicidio había que buscarlos en los servicios de inteligencia estadounidenses o israelíes. Políticos y periodistas sionistas como Waldo Wolff, Raúl Kollmann, Marcelo Longobardi, Guillermo Kohan y Patricia Bullrich lo acusaron de "antisemita", motivo por el cual los querelló a todos.

Labaké pasó buena parte del 2015 haciendo una nueva campaña para convertirse en opción presidencial para los votantes argentinos, pero, al igual que en las ocasiones precedentes, todo terminó en frustración. Sus propuestas eran acabar con las grietas socioculturales para lograr la unidad nacional, recuperar la independencia económica en el país y plantear una estrategia eficaz para recuperar la soberanía sobre la Islas Malvinas. Como fruto de esa experiencia floreció la revista Reconquista, en la que, además del abogado, escribirían Alberto Buela, Héctor Giuliano, Cristian Rodrigo Iturralde y Gustavo Bagú entre otros.

Como miembro de la Comisión Permanente de Reivindicación Política e Histórica de Isabel Perón y de la Comisión de Homenaje y Monumento a Perón trabajó por mantener viva y diáfana a la memoria peronista, tan denostada por muchos.

En 2018 creó el programa de radio antimacrista Unidos Triunfaremos, el cual también evolucionó hacia una agrupación de peronistas patriotas que promovió la candidatura de Sergio Uñac a la presidencia de la Argentina en 2019.

Como miembro del colectivo Peronistas por la Vida se opuso a la legalización del aborto en su país.

Artículo de opinión

La AMIA, la Embajada y nosotros, los argentinos.

(por Juan Gabriel Labaké, Buenos Aires, 21 de septiembre de 2004)


El señor Alberto Jacinto Kanoore Edul, su padre Alberto Kanoore Edul, y sus hermanas Alicia y Mabel me han otorgado poder judicial para defender su buen nombre y honor y sus legítimos intereses, grave e injustamente vulnerados por el juez que intervino en la investigación del atentado a la AMIA y por otras instituciones y personas nacionales y extranjeras.

Con motivo de ese atropello a sus derechos humanos, los señores Kanoore Edul han sufrido enormes daños materiales y morales. Kanoore Edul es descendiente de árabes (sirios) y de religión musulmana. Tenía pues el perfil exacto que sus calumniadores necesitaban para desviar la investigación. Hoy sabemos que todo fue producto de una verdadera confabulación. Los autores de tantos y tan inhumanos sufrimientos, soportados en silencio por la familia Kanoore Edul, deben hacerse cargo de su inmensa responsabilidad.

El Tribunal Oral ha desbaratado una maniobra, pero sugestivamente, se ha desatado una nueva y virulenta campaña para hacer creer que, aun así, existe la pista siria. Con ese objetivo inconfesable, el principal agente de la SIDE, Sr. Stiusso, señaló a Siria y a Kanoore Edul como sospechosos principales durante el juicio, y el propio Tribunal Oral y el resto de los atacantes de Edul se aventuraron a dar por segura la presencia de la "Trafic", a pesar de todas las evidencias en su contra. Están tratando de desviar nuevamente la atención pública de los verdaderos sospechosos, a quienes al parecer desean encubrir.

Los hechos concretos y las pruebas e indicios existentes en los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel obligan indispensable y objetivamente a dirigir la investigación hacia una posible pista israelí.

Hasta hoy, y por enormes presiones, tanto del gobierno de Israel como de la AMIA, la DAIA, sectores del gobierno argentino (la senadora Cristina Fernández de Kirchner y la SIDE especialmente), ciertos periodistas y medios de comunicación, y aún del gobierno de EEUU de Norteamérica (FBI y CIA), dicha pista ha sido intencionadamente bloqueada, según ha quedado demostrado. Es hora de reabrirla.

Las razones para solicitar que se investigue la pista israelí en ambos atentados son numerosas. Consigno las principales:

  • En primer lugar está la pericia de los tres ingenieros de la Academia Nacional de Ingeniería, que determinó sin lugar a dudas que la explosión en la Embajada se produjo dentro del edificio.
  • Ante ello, la Corte dispuso investigar la pista israelí, pero la AMIA, la DAIA y la Embajada de Israel se opusieron tenazmente con el pretexto de que dicha investigación constituía un acto de antisemitismo, y amenazaron con pedir juicio político a la Corte. La pista israelí fue abandonada.
  • Uno de los tres ingenieros que realizaron la citada pericia en la Embajada me ha asegurado personalmente que, de acuerdo a las pruebas existentes, la explosión en la AMIA también se produjo adentro, y no con una Trafic (que nunca se vio).
  • En el caso de la AMIA, los tres especialistas de la Universidad Nacional de Tucumán determinaron que la explosión fue adentro de su sede, y que no hubo Trafic o coche bomba alguno.
  • La portera de ese edificio (que es de religión judía y por ello insospechable de parcialidad) declaró que vio explotar la sede desde adentro hacia afuera y que no había ninguna "Trafic". La ascensorista de la AMIA y el conductor de la camioneta de la ortopedia tampoco vieron la Trafic. Hay muchos otros testigos que lo corroboran.
  • En todas las fotos de la AMIA tomadas inmediatamente después de la explosión, se observa un enorme boquete en la medianera que da hacia calle Tucumán, que sólo pudo producirla una explosión interna. En forma muy sospechosa, ese boquete fue tapado rápidamente, y nunca más se habló de él ni de la declaración de la portera de la AMIA.
  • Tanto en la AMIA como en la Embajada, y por una decisión incalificable del gobierno argentino, los militares de Israel, la CIA norteamericana y la Mossad israelí tuvieron desde el primer momento libre y prioritario acceso a las ruinas de ambas explosiones. Peor aún, el Gral. Balza ha reconocido que nuestro Ejército tenía la misma preparación que los israelíes para actuar en esas emergencias, pero que el gobierno rechazó su ofrecimiento. Ahora sabemos que el motor de la "Trafic", principal "prueba" de la pista Siria-Edul, fue "encontrado" por un militar israelí sin la presencia de testigo alguno. Y otro militar israelí "demostró" cómo se habían colocado los explosivos en la "Trafic".
  • La sospecha de que todos los complotados mencionados (gobiernos e instituciones privadas) apoyaron esa mentira para ocultar la pista israelí se torna legítima y, en este caso, insoslayable.
  • Y lo más extraño de todo: el gobierno israelí no se ha constituido en querellante por el atentado que destruyó la sede de su Embajada en la Argentina, y mató funcionarios de ella. Nunca antes se había visto una pasividad y un silencio tan raros del Estado de Israel frente a un atentado similar, incluso de menor envergadura.

Por todo lo dicho, es indispensable impulsar la investigación de la pista israelí en ambos atentados, y es de esperar que en esa tarea se unan solidariamente los familiares de todas las víctimas de ellos, sean de religión judía, musulmana o católica. Está en juego la justicia hacia mujeres y hombres inocentes, y la seguridad de la Argentina, que es de todos.

Bibliografía

  • Hacia el socialismo nacional. Buenos Aires: Bonum, 1973.
  • Carta a los no peronistas. Buenos Aires: Leonardo Buschi, 1982.
  • Propuesta para treinta millones. Buenos Aires: Santiago Rueda, 1985.
  • Peronismo y Liberalismo en esta nueva post guerra. Buenos Aires: Autoedición, 1990.
  • Menem ó Perón. Buenos Aires: Autoedición, 1996.
  • Autorretrato de cuatro idiotas latinoamericanos. Barcelona: Grijalbo Mondadori, 1997.
  • Neoliberalismo, Globalización y Estrategia Nacional. Buenos Aires: Nueva Forja, 1997.
  • El presidente que si fue. Buenos Aires: Corregidor, 1997.
  • Apuntes para un proyecto nacional. Buenos Aires: Nueva Forja, 1998.
  • Líderes latinoamericanos. Buenos Aires: Ciudad Argentina, 1999.
  • Qué es la deuda externa. Buenos Aires: Foro de los Argentinos, 2000.
  • Cómo salir de la trampa de la deuda. Buenos Aires: Foro de los Argentinos, 2001.
  • Después de la deuda: un nuevo amanecer argentino. Buenos Aires: Nueva Forja, 2002.
  • El ocaso de los dioses. Buenos Aires: Reconquista, 2004.
  • ALCA o Unión Sudamericana. Buenos Aires: Reconquista, 2004.
  • En búsqueda del rumbo perdido. Buenos Aires: Reconquista, 2011.
  • AMIA, Embajada: ¿verdad o fraude? Buenos Aires: Reconquista, 2011.
  • Cámpora-Perón-Isabel. El último gobierno peronista. Buenos Aires: Reconquista, 2016.

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