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Mayo francés
Con el nombre de Mayo francés se conocen los acontecimientos sucedidos en Francia en la primavera de 1968 y que no dejan de ser expresiones de una pequeña generación burguesa y aburrida. Las pocas expresiones realmente vitalistas y revolucionarias de la jornada fueron lideradas por movimientos neofascistas y de nacionalistas. El papel jugado por los servicios secretos internacionales de la época, tuvieron un papel decisivo en los acontecimientos. Las jornadas se extendieron a toda Europa y en Italia especialmente el papel de los grupos neofascistas fue clave.
Posiblemente, después del Mayo 68, se consiguió despertar a muchos jóvenes franceses, la consigna era ; "France Reveille toi". (Francia despierta) Carteles, folletos, títulos de panfletos, tienen un grafismo especial y diferente, que es copiado por todos los Movimientos Revolucionarios del resto de Europa, todas las organizaciones sienten que han nacido en Mayo del 68 y que todo es diferente a lo que era antes del mayo 68. Es el comienzo lo que indica todo y en sus cuatro años de existencia después del acontecimiento del Mayo Francés Ordre Nouveau , manifiesta esa elocuencia revolucionaria que ha adquirido en mayo del 68. Los nacionalistas de los años 70 siente la idea clara de que el "futuro les pertenece". La revolución es una perspectiva de futuro casi inmediato. Ya se considera a Orden Nuevo como el grupo nacional más importante en todas las universidades de Francia.
Al mismo tiempo está el GUD, que se impone hasta nuestros días.
Sumario
- 1 Aclaraciones previas
- 2 El situacionismo europeo
- 3 Una internacional de intelectuales
- 4 Así empezaron los disturbios
- 5 La herida argelina
- 6 De la OAS al Front Uni de Soutien au Sud-Vietnam
- 7 "Vietnam vencerá, vietcongs asesinos"
- 8 Las sorpresas de mayo
- 9 El maoísmo y la revolución. Entre la CIA y Pekín
- 10 Año decisivo para el maoísmo francés
- 11 Camino de la escisión
- 12 Un grupo anómalo
- 13 La UJC-ML en la revuelta de mayo
- 14 El bonito arte de la manipulación
- 15 Notas previas sobre el papel de la provocación
- 16 Italia,una universidad controlada por la extrema derecha
- 17 La falsa contestación marxista
- 18 Artículos relacionados
Aclaraciones previas
El movimiento de mayo del 68 fue casi completamente un episodio banal en la historia de los movimientos sociales y en la historia de las ideas políticas. Su impronta "revolucionaria" fue de muy escasa entidad. Ni siquiera puede ser calificado como "motín"; como máximo constituyó una serie de algaradas que tuvieron como denominador común la ocupación de algunas facultades. Si mayo del 68 fue algo desde el punto de vista social, fue un movimiento lúdico con aspecto de aventura iniciática. En una Europa en la que no existían fronteras que indicasen el momento en el que el joven dejaba atrás la adolescencia y entraba en la madurez. En ese momento toda una generación reconstruyó un rito de tránsito que, como cualquier otro rito de este estilo implica: un signo físico (en el caso de los adolescentes africanos, la circuncisión y en el caso de los jóvenes europeos del 68 el dejarse el pelo largo y la barba) y una aventura iniciática (la ocupación de facultades, la toma de la palabra, la manifestación en la calle, el enfrentamiento con la policía o contra otros grupos de jóvenes, la barricada). Como todo rito iniciático, éste también fue breve en el tiempo: duró menos de 40 días, tras los cuales, la inmensa mayoría de contestatarios dio por terminaba su "aventura iniciática" y, simplemente, se fue en junio de vacaciones. A partir de ese momento tendría toda la vida para recordar que habían vivido mayo del 68.
El situacionismo europeo
Es un mito más que una presencia. En la revolución de Mayo situacionistas los hubo, pero pocos y no precisamente destacando por su activismo. Se ha querido ver en el Mouvement 22 de Mars de Cohn Bendit y Alain Geissmar, una inspiración situacionista. No es así. O al menos, no exactamente.
A cuarenta años vista, lo que queda del mayo francés son apenas unas cuantas consignas ("A medida que la necesidad resulta socialmente soñada, el sueño se hace necesario. El espectáculo es la pesadilla de la sociedad moderna encadenada que, en última instancia, no expresa sino su deseo de dormir. El espectáculo es el guardián de este sueño".). Esas consignas fueran elaboradas por los situacionistas o extraídas de las ob El Movimiento del 22 de marzo, situacionista pero menos.
Lo que sí es cierto es que el M22M era un grupúsculo entre los grupúsculos, acaso mucho más pequeño que otros, mucho más manipulable que otros en tanto que su ideología oficial era el anarquismo y ya se sabe que los anarquistas, por su ausencia de estructuras de organización "autoritarias" (es decir, por su ausencia completa de estructura organizativa) han sido siempre los preferidos de los servicios de Inteligencia para ser penetrados por sus agentes, manipulados en sus actividades y sacrificados en sus resultados. Un informe de los servicios secretos de a OTAN daba a la Internacional Situacionista con sede en Copenhague como teledirigida por la H.V.A., los servicios de seguridad y de inteligencia de Alemania del Este.
El informe en cuestión estaba datado en 1965 cuando los situacionistas iniciaron una campaña contra la presencia de tropas alemanas en territorio danés para unas maniobras conjuntas. La campaña terminó siendo una campaña contra la OTAN y no es raro que la inteligencia de la Alianza Atlántica se fijara en los situacionistas daneses.
Una internacional de intelectuales
Hay dos libros y un archivo en Internet en lengua española que vale la pena consultar para entender aquel situacionismo que existió tenuemente y que ya no es. Los dos libros son el Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones de Raoul Vaneigen y, especialmente, La sociedad del espectáculo de Guy Debord.
El 1 de junio de 1959 se publicó el número 1 de la revista Internationale Situationniste" que incluía una especie de manifiesto en el que se explicaba el por qué del nombre: situacionista es todo aquello que contribuye a construir situaciones, y añadían: "Situación construida: Momento de la vida construido concreta y deliberadamente para la organización colectiva de un ambiente unitario y de un juego de acontecimientos.
El movimiento había surgido a mediados de los años 50 a partir de círculos intelectuales agrupados en la Internacional Letrista, grupo que fue una de tantas rupturas de intelectuales con el comunismo al producirse la invasión soviética de Hungría en 1956. Teniendo como clímax los sucesos de mayo que dieron a conocer universalmente el situacionismo, el grupo se disolvió en 1972. Debord la había abandonado en 1970. Jamás debió tener más de 200 adheridos.
Debord (el polemista político rotundo) y Vaneigen (el poeta del situacionismo más sugerente cuyas consignas son los paradigmas del mayo francés), sobre todo, eran intelectuales brillantes que habían bebido en las fuentes del marxismo, pero no de la ortodoxia soviética ni de los dogmatismo trotskystas o maoístas que en los 60 tenían cierto predicamento en los medios de la izquierda, sino de las corrientes "marxistas revolucionarias" que tenían a Rosa Luxemburgo, al consejismo de Pannekoek, a las doctrinas de Amadeo Bordigha y a la Escuela de Frankfurt, especialmente a Georg Lucács. La utopía situacionista aspiraba a una sociedad sin clases que surgiría de la derrota, no del capitalismo, sino de la dominación capitalista. Buena parte de los escritos situacionistas son críticas al capitalismo e intentos de analizar sus mecanismos de dominación. La Internacional se junta en Cosio d’Arroscia el 28 de julio de 1957 con la fusión de media docena de grupos de intelectuales: la Internacional Letrista en primer lugar, el Movimiento Internacional por un Bauhaus Imaginista (MIBI), el grupo COBrA (disuelto en 1951 cuyo nombre deriva del acrónimo Copenhague, Bruselas ámsterdam donde radicaban los miembros del movimiento) y el Psychogeographic Comité de Londres. El origen de casi todos ellos era el mismo: intelectuales de izquierda que habían roto con el stalinismo entre finales de los años 40 y mediados de los 50, con una pasada militancia artística en las filas del surrealismo.
Vaneigen se preguntaba en La Revolución de todos los días como afectada el capitalismo y el sistema autoritario que según él generaba, en nuestra vida cotidiana, intelectual y colectivamente. De ahí infiere un tema interesante que trasladará a la "ideología mayo": que la revolución es fundamentalmente el arte de cambiar la vida.
Así empezaron los disturbios
Si les han contado que la revuelta de mayo se inició con un cóctel molotov arrojado por los maoístas contra un vehículo policial, les han mentido. El primer cóctel que estalló en la tarde del 3 de mayo en el barrio Latino fue lanzado por un militante de la organización de extrema-derecha Occident sobre la policía. Si hubo un detonador de los disturbios éste fue el movimiento Occident y la Unión de Juventud Comunista – Marxista Leninista. En este capítulo el lector podrá intuir a quien servían los unos y los otros. Y es posible que se sorprenda y empiece a pensar que el título de esta obra "Mayo del 68 no fue como nos lo han contado", no es gratuito.
Todo lo que estaba presente en mayo del 68 se había gestado en un período que abarcaba los cinco años anteriores, a partir del final de la guerra de Argelia.
La herida argelina
En febrero de 1963 se produce el secuestro en Munich del coronel Argoud, en ese momento, jefe máximo de la OAS, la Organisation de l’Armé Secrete que había luchado contra el abandono de Argelia. De Gaulle había retornado al poder en 1958 con un programa que dejaba claro que Francia no iba a conceder la independencia a Argelia, ni siquiera bajo la presión del terrorismo del Front de Liberation National. Sin embargo, a los pocos años, el grito gaullista de "Argelia Francesa" es sustituido por la firma de los acuerdo de Evian que dan paso a la independencia argelina, con la consiguiente expulsión de 1.500.000 de colonos franceses y la prudente huida de 150.000 harkis (argelinos de origen que habían colaborado con la colonización francesa).
Una parte mayoritaria del ejército se negó a aceptar la firma de los acuerdos de Evian. La mayoría decidió adoptar una posición crítica pero silenciosa y acatar disciplinadamente las órdenes de De Gaulle de abandono de Argelia, pero una parte minoritaria del ejército optó por la vía copista y cuado esta fracasó, por la resistencia armada y el terrorismo junto a grupos de activistas civiles.
Los golpistas y los miembros de la OAS debieron de cumplir penas de prisión y exilio. Sus camaradas que habían permanecido fieles a De Gaulle, no tanto por convicción como por disciplina, no olvidaron completamente a sus camaradas que habían hecho lo que ellos no se atrevieron a hacer. En 1968, esos militares ocupaban los cargos más altos del Ejército francés y dirigían las unidades más eficaces acantonadas en Alemania.
Gracias a estas unidades, De Gaulle pudo mantenerse en el poder, pero no fue a cambio de nada, sino de la amnistía para los miembros de la OAS y para los militares encarcelados por haber encabezado el golpe de Estado de Argel. Si mayo del 68 sirvió para algo fue, paradójicamente, para restañar las heridas entre ambas fracciones militares. Pero había algo más.
De la OAS al Front Uni de Soutien au Sud-Vietnam
Tras el fin del terrorismo de la OAS y la detención de sus últimos núcleos militantes. La extrema derecha francesa intenta recomponerse rápidamente sin poder evitar polarizarse en dos ramas: de un lado Europa-Action fundada por Dominique Venner –hoy director de la Revue d’Histoire de France- que en su período de cárcel había desarrollado una teoría del trabajo político plasmada en el folleto "Por una crítica positiva". En enero de 1963 aparece el primer número de la revista Europa-Action con una tirada de 10.000 ejemplares, realizado íntegramente por jóvenes que habían participado en la OAS unos, en la guerra de Argelia otros o en grupos activistas. La revista será el órgano de la Federation d’Etudiants Nationalistes. Este grupo apoyará la candidatura de Tixier Vignancourt a la presidencia de la República en 1965 y se transformará en junio de 1968 –apenas 15 días después del fin oficial de los disturbios de mayo- en la revista Nouvelle Ecole núcleo difusor de las ideas de la "Nouvelle Droite", cuya actividad dura hasta nuestros días.
Dentro de la FEN y precisamente como protesta para la candidatura de Tixier-Vignancourt, se producen algunas escisiones que se ponen en contacto con el belga Jean Thiriart, director del movimiento Jeune Europe, con quien no logran ponerse de acuerdo y luego con Pierre Sidos, el fundador de Jeune Nation que había sido uno de los puntales de la resistencia contra la entrega de Argelia y que había sido disuelta tras el golpe de los generales contra De Gaulle. Sidos propone la fundación de un nuevo movimiento para el que propone el nombre de Occident, que había ostentado la antigua revista de apoyo al bando franquista durante la Guerra Civil Española.
A finales de abril de 1964 se funda oficialmente el Mouvement Occident que desde el principio dejó clara su vocación de ser un movimiento activista decidido a combatir a los izquierdistas en la calle. Y a fe que lo harán. A poco de ser fundado, Pierre Sidos ya manifiesta su voluntad de impedir con sus apenas 70 militantes, el mitin anticolonialista que iban a celebrar los estudiantes africanos residentes el París el 1º de mayo de ese mismo año. Dicho y hecho. Los 400 asistentes al mitin fueron dispersados brutalmente y el local de la Mutualité donde iba a tener lugar la reunion sufrió importantes destrozos. A lo largo del mes de mayo y junio, proliferarían los choques con estudiantes comunistas, casi sin interrupción. En 12 de junio, 60 militantes de Occident asaltan el cine Le Savoir donde la CGT (sindicato comunista) y la UNEF (sindicato de estudiantes comunistas), celebraban un espectáculo pacifista. En esta ocasión, los 2.000 espectadores deben dispersarse ante la virulencia del asalto.
Todos estos incidentes generan algunas detenciones y Sidos recomienda a sus huestes calmarse. Luego, ya en 1965 vendrán las elecciones presidenciales en las que Occident no participa y que eclipsan cualquier otra actividad política. A poco de terminar, los militantes más activistas se deshacen de Sidos en febrero de 1966 cuando éste intentaba pactar con Venner una fusión con la consiguiente reconciliación de las dos ramas de la extrema-derecha francesa. La operación fracasa y, a partir de ese momento, algo ocurre en el interior de Occident que, sin ningún tipo de freno ni medida, participa en todas las operaciones provocadoras y en todos las operaciones violentas que le permiten sus escasas huestes. El fracaso de la candidatura de Tixier Vignancourt que había sido apoyada por la FEN y Europe Action hace que éste grupo se reconvierta en lo que luego será Nouvelle Ecole y la nouvelle droite. El campo queda libre para Occident.
"Vietnam vencerá, vietcongs asesinos"
De no se sabe donde, uno de los dirigentes de Occident, Philipe Asselin consiguió algo de dinero con el que alquilaron un local fortificado y editaron una revista para universitarios. En ese momento se integra en el grupo François Duprat, que ha regresado del Congo. Desdiciendo su fama de activista, precisamente Duprat y otro militante de Occidente, publican el primer comentario sobre la obra de Herbert Marcuse que se difundió en lengua francesa en marzo de 1965. Un año después, sin embargo, el movimiento se embarca en el activismo más frenético.
El 15 de marzo, un raid de militantes de Occident realiza una operación de represalia en la Sorbonne, donde cinco militantes de otro grupo de extrema derecha habían sido agredidos unos días antes. En ese momento Occident arroja octavillas cuyo texto se limitaba a reproducir una frase del indonesio general Suharto, famosa en aquellos días: "Matad a todos los comunistas donde quiera que se encuentren". A partir de ese momento toda la opinión pública francesa y especialmente los estudiantes de izquierdas, ya saben quien es Occident. El 26 de marzo siguiente se enfrentan a la policía cuando intentaban impedir en el Barrio Latino un mitin de los trotskyas de la Juventud Comunista Revolucionaria. Casi sin solución de continuidad, en plena borrachera activista, boicotean una obra de teatro de Jean Gente, Les Paravent, en donde al parecer se insultaba al ejército francés.
En octubre del 66 abren un local en el corazón del Barrio Latino, en la rue Serpente. Luego seguirá en el último trimestre de ese año las protestas por el décimo aniversario de la invasión de Hungría por el ejército soviético y las reiteradas luchas por expulsar a los izquierdistas de su feudo en la Universidad de Nanterre. A la Facultad de Filosofía y Letras han ido a parar algunos militantes de Occident que consiguen una buena implantación y representación en el consejo universitario. Tienen como compañeros de clase a Daniel Cohn Bendit, los hermanos Castro, a Brumberg y a Caruso, como líderes de una extrema izquierda todavía mal definida, pero excepcionalmente activa y violenta. Nos aproximamos aceleradamente a mayo del 68.
El 17 de octubre de 1966, siete militantes de Occidente asaltan la cafetería de la universiad de Nanterre y desalojan a 70 izquierdistas que tienen que recurrir a los estudiantes del PCF para rehacerse. Al día siguiente, los incidentes se reproducen, pero no son solo 7 sino una 30 y enfrente tienen a 150 izquierdistas. Hay una treintena de heridos. El clima de violencia se hace continuo a partir de ese momento. A principios de diciembre de 1967, Paris Match publica fotos de los incidentes que han tenido lugar unos días antes en Nanterre. Las imágenes impresionan por su violencia a la opinión pública. El fotógrafo, Auerbach, trabajaba de común acuerdo con Occident y morirá en diciembre de 1967 asesinado por los nigerianos durante la guerra de Biafra.
El año siguiente es todavía más duro. Han aparecido los grupos pro-chinos y trotskystas que trabajan sobre todo en la universidad y difunden las consignas contra la guerra del Vietnam y en apoyo al Vietcong. Esto inspira a Occident a la creación de una réplica: el Front Uni de Sutien au Sud Vietnam. El 7 de febrero de 1868, el Front intenta celebrar su primera reunion en la gran ala de la Mutualité de París. La extrema-izquierda llama a la movilización general: "El nazismo no pasará". El mitin asediado por 3.000 maoistas termina entre grandes incidentes. Occidente se manifiesta luego en el Boulevard Saint Michel al grito de "Vietcongs asesinos" y "Occidente Vencerá". El saldo es favorable y el Front envía 4.000 francos recogidos en la ocasión para la construcción de un hospital en Vietnam del Sur. Y dado que se juzga que la jornada ha sido un éxito, se convocan otras dos para el 30 y 31 de marzo de 1968. El día 30, 2.000 manifestantes desfilan tras las banderas de Vietnam del sur en la Av. Wagram. El gobierno vietnamita difundirá exhaustivamente las fotos tomadas en esa ocasión. En pocas semanas el Front ha encuadrado 1.500 simpatizantes. La columna vertebral del Front es, por supuesto, Occident.
En esos días, Cohn Bendit hacía lo mismo que Occident, solo que su objetivo no era obstaculizar las actividades izquierdistas, sino hostigar a la Federación Nacional de Estudiantes de Francia, asociación de derecha universitaria. Un miembro de Occident está a punto de ser linchado. Y en ese contexto, Cohn Bendit replica públicamente al ministro de educación Missoffe ocupando grandes espacios mediáticos. Occident ordena a sus militantes una "marcha sobre Nanterre". Pero los maoístas se adelantan y realizan un ataque fulminante el 29 de abril contra la exposición del Front en la rue de Rennes. Doscientos cincuenta maoístas de la UJC-ML con su "dirección militar" al frente asaltan la exposición en un momento en el que apenas está defendida por 10 militantes que son, literalmente, masacrados. A raíz de este ataque, los dirigentes de Occident solicitan realizar un mitin… en la universidad Nanterre para el 2 de mayo.
La UJC-ML cede protagonismo a su "dirección militar" y junto con los miembros del Movimiento del 22 de Marzo de Cohn Bendit se atrincheran en la facultad almacenando cócteles molotov, barras de hierro, palos y mangos de madera. Una asamblea de extrema izquierda entrega la dirección de la defensa de Nanterre a Xavier Langlade, jefe del servicio de orden de la JCR. En la entrada de la facultad colocan una pancarta: "Fascistas que escapasteis de Dien Bien Fu, no escaparéis de Nanterre"… Sin embargo, los atrincherados no son tan optimistas como sus pancartas quieren presentarlos. Temen de un momento a otro el asalto de 250 militantes de Occidente capaces de desarrollar unos niveles de violencia inauditos y que la propia izquierda ha conocido perfectamente en su piel. Finalmente, el ministerio de Educación ordena el cierre de la facultad. Así pues, lo que no ha podido tener lugar en Nanterre, alejado del centro de París, tendrá lugar en el Barrio Latino, en la facultad de Sorbonne, en pleno París.
Las sorpresas de mayo
Y entonces se produce un extraño atentado que nadie reivindica y que cuarenta años después nadie ha conseguido aclarar. El 3 de mayo de 1968, por la mañana estalla una bomba en la Sorbonna que está a punto de destruir completamente la Facultad. Se ha atentado contra las tuberías de gas. Todos los gropusculos de extrema-derecha y de extrema-izquierda se atacan unos a otros. El atentado hace que los izquierdistas se atrincheren en la Sorbonne y los militantes de Occident en "su" facultad de derecho en la rue d’Assas; a las 14:00, 200 de ellos intentarán manifestarse ante la Sorbonna. Observan que, a pesar de la tensión, el cordón policial ha desaparecido. En esa ocasión no llevan los instrumentos de combate encima, sino en tres furgonetas que siguen de cerca de los manifestantes. Sobre la marcha deciden retirarse. Hay algo que no entienden y que se les escapa: ¿quién ha dado la orden de retirada de la policía? Así pues deciden manifestarse en el Boulevard Saint Michel, justo donde los izquierdistas de la Federación de Estudiantes Revolucionarios (otro grupo trotzkysta) y los maoístas de la UJC-ML intentan reagruparse. En ese punto, las tres camionetas que seguían a los miembros de Occident, distribuyen su carga. Entre los objetos contundentes figurará el primer cóctel molotov que un estudiante de Occidente arrojará contra los flancos de uno de los vehículos policiales. La "revolución de mayo" acaba de estallar.
El maoísmo y la revolución. Entre la CIA y Pekín
La biografía de Louis Althusser indica que nunca fue un hombre particularmente "centrado". En 1947 le fue diagnosticado una "psicosis maníacos-depresiva" que le acompañía durante el resto de su vida. Internado en psiquiátricos durante una veintena de ocasiones, ningún tratamiento evitó que en 1980, presa de un ataque de locura, asesinara a su esposa. Pues bien, este pobre hombre, fue en los años de la contestación estudiantil yde la nueva izquierda uno de sus puntales teóricos con mucho más seguimiento en Europa que Marcusse. Toda una generación de izquierdistas se alimentó de su Lire Le Capital publicado en 1965 y de Pour Marx, impreso ese mismo año.
Año decisivo para el maoísmo francés
1965… el año decisivo para la irrupción del maoísmo en Europa. Había en él mucha interpretación personal de la obra de Marx que otros teóricos de la época no aceptaron. Aun aceptando que la lucha de clases era el motor de historia, Althusser sostenía que la economía solamente se convirtió en factor preponderante a partir de la Revolución Industrial (lo que parece lógico), mientras que en otros períodos de la historia, la religión o la experiencia guerrera lo fueron. Sostenía la necesidad de regresar a Marx dado que las interpretaciones que "los marxistas" habían realizado de las obras del maestro estaban tergiversadas por uno u otro motivo. Veía en Marx una obra científica de altura, especialmente a partir de 1845 y consideraba peligroso falsear la opinión del autor de El Manifiesto Comunista mezclando sus escritos de juventud con sus obras científicas de madurez o con los escritos de Engels. Althusser aspiraba a restablecer la pureza de la teoría de Marx sobre el conocimiento de la sociedad y con este análisis reorientar el sendeto del movimiento comunista.
En enero de 1964, Althuser, entre crisis mental y crisis mental, enseñaba filosofía en la Ecole Normale Superieur. Algunos de sus alumnos habían constituido el Círculo de Ulm (la calle donde se encontraba la escuela) de la Unión de Estudiantes Comunistas para estudiar el sendero marcado por su profesor. No se trataba de un círculo homogéneo, sino que en él estaban representadas todas las tendencias de la extrema-izquierda de la época, todavía en gestación.
Entre sus miembros estaban presentes gentes atraídas por el trotskymo que siempre tuvo en Francia cierto predicamento y que terminarían en las filas de la Jeunesse Communiste Revolutionaire que tendría un papel destacado en los sucesos de mayo; los más moderados pertenecían al Parti Socialista Unifié; pero la mayor parte miraban con admiración a la Revolución China. Pero ni siquiera esta corriente estaba unificada; no todos estaban dispuestos a la militancia politica, frecuentemente su admiración no era más que una pose o una mera adhesión a una doctrina que empezaba a excitar la curiosidad en Europa. Althuser, a todo esto, seguía siendo miembro del PCF.
Camino de la escisión
En el otoño de 1964 se iniciaron la publicación de Les Cahiers Marxistas-Léninistes, de los que apenas aparecieron cinco números ciclostilados, el último de los cuales en mayo de 1965. en este último número se habían publicado algunos artículos de orientación castrista introducidor por un grupo de seguidores franceses agrupados en torno a la figura de Regis Debray entonces en pena efervescencia castroguevarista. Ese año tuvo lugar el 8º Congreso de la Unión de Estudiantes Comunistas, rama estudiantil del Partido Comunista de Francia, que se veía azotada por fuertes conflictos internos. Los trotskystas de distintas fracciones habían realizado entrismo en el interior de la UEC y también existían células clandestinas maoístas en su interior. Estas células se expandieron en secreto a lo largo de ese año en el interior de la UEC por distinas facultades y universidades, tanto de París como de Provincias. En junio de 1966 se celebró una reunión secreta de estas células de la que salió la decisión de escindirse de la UEC. En otoño tuvo lugar la ruptura de los pro-chinos que consiguieron arrastrar a la mayor parte de militantes de la UEC.
Una vez fuera de la organización contactaron el Mouvement communiste français (MCF), fundado el 25 de junio de 1966 a partir de la Fédération des Cercles Marxistes-Leninistes de France que el diciembre de 1967 se transformación en Parti Communiste marxista Léniniste de France. Tenían la intención de unificar a los grupos pro-chinos. El MCF-ML no había conseguido prosperar en el medio estudiantil, se trataba de un partido con una mínima base obrera de viejos comunistas que sintonizaba mal con los jóvenes estudiantes, nominalmente marxistas-leninistas pero poco dispuestos a aceptar una disciplina férrea. En diciembre de 1966 se rompieron las conversaciones y poco después se fundaría la UJC-ML que sería recibida con duros ataques por parte de la revista L’Humanité Nouvelle, órgano del MCF-ML.
Un grupo anómalo
En el nº 4 de Servir le Peuple aparecido en agosto de 1967 portavoz de la UJC-ML se daban algunas claves de la formación de este grupo, era una especie de historia oficial en la que se reconocía el papel de Althusser y del Cercle d’Ulm. Se mencionaba que en ese ambiente se había realizado una "paciente acumulación de fuerzas financieras necesaria ara la lucha interna y la escisión de la UEC"… la clave es el concepto de "acumulación de fuerzas financieras". Nadie supo jamás de dónde procedía el dinero. Ni nadie lo preguntó jamás en el interior de la organización. Todos supusieron que los fondos habían sido entregados por la central pro-china de ayuda a los partidos marxistas-leninistas que apoyaban su causa y que estaba localizada en Suiza (posteriormente se transferiría a Bélgica). Luego volveremos sobre esta "central suiza".
Durante ese primer año de vida, la UJC-ML volvió a restablecer contactos con los castristas de Regis Debray con intención de integrarlos. Debray era amigo del editor François Maspero el cual sirvió de puente para este intento de aproximación de las dos corrientes de la nueva izquierda francesa. La aproximación llegó a tal punto que la librería de Maspero de rue Saint-Séverin figuró como primera dirección de la UJC-ML en los pancfletos que se distribuyeron en esa época. Sin embargo, algo debíó ver Maspero para romper bruscamente con la UJC-MLy negarse a cualquier otro contacto posterior. A partir de ese momento define a la UCJ-ML como "provocadores".
Volvamos a los fondos. Debieron ser muchos para que a lo largo de 1967 y hasta mayo de 1968 se multiplicaran las publicaciones. En junio de 1967 publicaron el primer número de la revista quincenal Servir le Peuple (7.000 ejemplares, 3.000 vendidos), luego, poco antes del estallido de mayo del 68 publicaron La Cause du Peuple (10.000 ejemplares, gratuitos, portavoz de la ama obrera los Groupes de Travail Communistes), Garde Rouge (3.500 ejemplares, 800 vendidos, dedicado a los bachilleres), Cahiers Marxistes-Léninistes (2.000 ejemplares, 1.200 vendidos, teniendo como centro estudios teóricos, ideológicos y políticos) y Cahiers d’Epistemologie (2.000 ejemplares, 1.200 vendidos, dedicados a difundir el pensamiento de Althusser), lo que no es poco. Más bien desmesurado, teniendo en cuenta que algunas de estas publicaciones eran quincenales y el resto mensuales, algunos de gran volumen. En enero de 1968 las arcas de la UJC-ML se vieron bruscamente reforzadas con fondos de procedencia ignorada. Es cierto que parte de las publicaciones así como los panfletos, eran impresos por la propia organización que había adquirido en ese momento una máquina de offset y varias maquinas de escribir IBM para confeccionar los originales. Demasiado dinero para tan poca militancia.
La UJC-ML en la revuelta de mayo
Detrás de todo este esfuerzo al iniciarse los sucesos de mayo, la UJC-ML esaba compuesta por apenas 480 militantes en París y un millar en provincia, con ligera tendencia a baja. Podría añadirse que la UJC-ML fue el primer grupo de izquierdas que, a raíz de la segunda guerra árabe-israelí (la llamada Guerra de los Seis Días) inició el reclutamiento de inmigrantes norteafricanos, utilizando la Association Amis de la Révolution Arabe.
Al desencadenarse los sucesos de mayo, el papel de la UJC-ML es menor. Siempre encuentra excusas para no participar en las manifestaciones y huir de los enfrentamientos directos con la policía. Es extraño para un partido que propone la "guerra popular prolongada" y la "insurrección armada de masas". En las primera semanas ataca especialmente a los trotkystas y solamente algunos de sus militantes están presentes en la "noche de las barricadas" (del 11 al 12 de mayo, en la calle Gay-Lussac). Constantemente sostienen que "hay que ir hacia el pueblo" y piden lo que parece imposible: unir las luchas estudiantiles a las luchas obras. Sin embargo, cuando el 14 de mayo, empieza la agitación obrera y la CGT desencadena la huelga general, parece como si la hora de la UJC-ML hubiera llegado. En los días siguientes, sin embargo, los maoístas boicotean las manifestaciones unitarias y llegan a boicotear las convocatorias de la CGT. El 29 de mayo, cuando el sindicato comunista convoca una gran manifestación, la UJC-ML está presente, pero diferenciándose del resto de la manifestación. Sólo al día siguiente la UJC-ML pone toda la carne en el asador: el grueso del partido se instala en Flins donde sigue la huelga general y estimula los graves enfrentamientos entre los obreros y la policía. Allí muere Pilles Tautín, bachiller de apenas 18 años, miembro de la UJC-ML. El "primer mártir" hace que se multipliquen las manifestaciones, pero la UJC-ML siguen con su batalla en Flins. En eso estarán cuando el Ministerio del Interior decrete su prohibición.
La otra formación maoísta que había nacido el 30 de diciembre de 1967, el PCMLF proclamó desde el inicio de los acontecimientos su solidaridad con los estudiantes y lo hizo a través de su semanario L’Humanité nouvelle, editado con grandes medios económicos. El argumento empleado es que las luchas estudiantiles sirven como ejemplo para la clase obrera. En realidad, la pobreza teórica del PCMLF es notoria y su militancia nollegará en esos momentos a los 500 militantes que apenas tendrán un papel en la revuelta de mayo… lo cual no les evitará ser prohibidos el mismo día que sus hermanos separados de la UJC-ML.
Hasta aquí el papel del maoísmo en la revuelta de mayo. Mínimo, exiguo y contradictorio, ¿por inmadurez? Es posible. A decir verdad, su papel solamente fue destacado en los primeros momentos de la revuelta y en los últimos.
La pregunta inquietan que subyace en la corta vida de la UJC-ML y del PCMLF es ¿de dónde obtenían sus cuantiosos fondos? Algunos medios de comunicación habían indicado que "del gobierno chino"; no en vano, ambos grupos distribuían "Pekín informa", una revista semanal de propaganda de la China comunista. Así pues, estaba claro: los maoístas eran financiados por China. Asunto resuelto. Sólo que no era así. A partir de ahora la aventura adquiere un carácter siniestro.
El bonito arte de la manipulación
En el análisis pormenorizado sobre la UJC-ML que hemos realizado ya se ha colado la tenue sombra de la sospecha. No se han podido identificar las fuentes abundantes de financiaciones del gropusculo y se destacó su papel provocador en las jornadas de mayo.
En 1968 éste grupo había suscitado el interés de los medios. Entre los reportajes fotográficos publicados en la prensa española de la época (Gaceta Ilustrada, Sábado Gráfico, Triunfo), algunos de sus militantes aparecieron en las manifestaciones vestidos con el "traje Mao". No eran fotos ingenuas: China vivía en aquel período uno de los momentos más duros de la revolución cultural y el maoismo era presentado como extremista (de hecho lo era) frente al "revisionismo soviético" que, hasta la invasión de Checoslovaquia unos meses después, pasaba como más moderado.
El comunismo chino causaba miedo en Occidente. Quienes estimulaban el anticomunismo no tenían nada más que difundir noticias sobre las actividades de los partidos pro-chinos para que el grueso de la opinión pública se reforzara en la convicción de que era preciso defenderse de aquellos peligrosos extremistas.
Para colmo, a los partidos maoístas de Europa Occidental les pasaba como al pez: que morían por la boca. En efecto, entre sus consignas figuraba la "guerra popular prolongada" y la "insurrecicón armada de masas". Habitualmente los símbolos de sus partidos estaban formados por la hoz y el martillo a los que se sumaba inevitablemente un fusil o una ametralladora… Y, sin embargo, casi todos eran inofensivos, incluso los más fanáticos, aunque su imagen delatara lo contrario.
¿Por qué hacían tanta gala de extremismo? ¿Acaso porque lo eran? Seguramente, pero solamente eran capaces de gesticulaciones revolucionarias y muy pocos de una práctica terrorista. La mayoría eran adolescentes fanatizados, equivalentes a los miembros de algunas tribus urbanas actuales, fácilmente manipulables, dados a la violencia –como toda generación, aquella también tuvo una cuota de adolescentes más o menos violentos- y utilizados para precipitar situaciones predefinidas.
Notas previas sobre el papel de la provocación
En diciembre de 1968 un estrecho colaborador de SEDEC comentó que hasta ese momento el gobierno español había cometido la ligereza de no haber montado ningún grupo extremista estudiantil. Lo decía después de haber asistido a una de las habituales que el jefe del SEDEC, el coronel San Martín, realizaba con estudiantes anticomunistas.
Todos los gobiernos, en todas las épocas, al menos desde principios del siglo XIX, han estimulado, a través de sus servicios de inteligencia, la creación de grupos extremistas y revolucionarios. La historia de Giorgi Apollonovich Gapon es el paradigma de esta práctica.
Gapon fue un sacerdote ordotoxo que organizó la Asamblea de Obreros Industriales Rusos de San Petersburgo. Sus fines no eran diferentes a los de otros partidos de izquierda. Sólo que Gapon trabajaba para la policía secreta zarista, la Okrana. A partir de 1904, Gapon tuvo éxito en su infiltración en los movimientos obreros de oposición al zarismo. El 22 de enero de 1905 condujo una manifestación obrera que terminó en tragedia. Autoexiliado siguió manteniendo relaciones con el Partido Social Revolucionario. Siguió manteniendo su relación con la Okrana hasta su muerte en Finlandia ejecutado por miembros del Partido Social Revolucionario que finalmente lo habían identificado como provocador zarista.
Gapon había logrado restar efectivos a los movimientos de izquierdas, había precipitado situaciones que terminaron en la derrota de la revolución de 1905 y mantenía permanentemente al corriente a la Okrana de los proyectos y actividades de la oposición antizarista. El partido de Gapon había sido creado por la propia Okrana.
En las décadas posteriores, los servicios de inteligencia mejoraron sus técnicas de trabajo hasta el punto que en los años de la guerra fría nadie estaba seguro de por cuenta de quien trabajaba este o aquel grupo extremista. Los partidos comunistas ortodoxos frecuentemente acusaban a los trotskystas, maoístas y anarquistas de "agentes provocadores". Y cada uno de estas corrientes trataba a las otras con el mismo calificativo, incluso dentro de cada corriente no era raro que las distintas fracciones se acusaran unos a otros de provocadores, informadores de la policía, agentes de la CIA, sin olvidar el de "aventureros sin escrúpulos" que tampoco está mal y que evita identificar directamente a cualquier centro provocador.
Italia,una universidad controlada por la extrema derecha
Hasta el curso 1965-66 los grupos de extrema derecha habían dominado en las universidades italianas. El 25 de abril de 1964 estudiantes de Avanguardia Nazionale habían atacado a estudiantes de izquierda cuando estos conmemoraban el nacimiento de la República italiana. Esa misma noche asaltan la Casa del Estudiante en busca de tres líderes de izquierda que se han destacado en su odio hacia el fascismo. Logran herir a dos. Los jóvenes de extrema-derecha realizan estos asaltos cantando "All’armi", una vieja canción fascista italiana que generaba en la izquierda un reflejo pauloviano de pánico. En esta ocasión añaden otro estribillo: "El 25 de abril una puta ha nacido y le han dado el nombre de República Italiana". La idea de que la república había sido instalada por los vencedores de la guerra y por los italianos que llegaron en los furgones de los vencedores era compartida por muchos que ni siquiera militaban en el MSI o en las formaciones de la extrema-derecha activista. Ese año el grupo universitario Caravella obtiene la mayoría absoluta en las elecciones universitarias.
Pero el año siguiente todo esto va a cambiar. Varios factores contribuirán a este cambio.
La extrema-derecha estudiantil es desviada de su trabajo político en las aulas por Giorgio Almirante quien plantea una ofensiva contra la dirección "moderada del MSI", disputando la presidencia a Arturo Michelini en el congreso de Pescara. Almirante es apoyado por los radicales… pero pacta a espaldas de todos: Michelini conservará la secretaría general del partido y Almirante la presidencia del grupo parlamentario. La decepción entre las bases es general y repercute entre las bases estudiantiles cada vez más alejadas de la dirección del partido.
En ese momento se produce la primera gran fisura entre los jóvenes del MSI (especialmente los jóvenes estudiantes) y la dirección. Esta fisura tendrá una excepcional importancia en los sucesos que tendrán lugar tres años después en la facultad de Arquitectura de Valle Giulia.
Ese año, 1965, se produce el episodio de la colocación de los carteles stalinistas en el marco de la Operación CHAOS. En esos mismos momentos, la prensa de derechas –Il Tempo e Il Messaggero- hablan por primera vez de los "capelloni", los melenudos que han aparecido en número cada vez mayor por piazza Spagna. Son los primeros hippies. Algo está cambiando en Italia.
En el curso de unos nuevos incidentes, el 27 de abril de 1966, un estudiante de izquierdas, Paolo Rossi ha caído por las escaleras y ha muerto. Los incidentes han sido desencadenados por un extraño grupo dirigido por Randolfo Pacciardi, la Union Democrática por la Nueva República, autotitulado como "partido gaullista italiano". En efecto, su programa se reduce a dos puntos: anticomunismo y república presidencialista. Su presidente, Pacciardi no procede del fascismo, sino del antifascismo. Ha luchado en España en la Brigada Garibaldi y conoció la cárcel durante el régimen de Mussolini. En 1940 se establece en EEUU dirigiendo la Manzini Society, grupo de carácter masónico y republicano. Es de los que llegan en los furgones de los vencedores. De 1948 a 1953 fue ministro de defensa y uno de los grandes partidarios del ingreso de Italia en la OTAN. Se había vuelto un antiizquierdista integral que en 1960 rechaza que el Partido Republicano forme parte del primer gobierno de centro-izquierda junto a los socialistas. En el 63 es expulsado del partido y funda la UDNR. Sus ideas gaullistas y presidencialistas permiten acusarlo de "golpista"… especialmente porque parece que existió alguna vinculación entre Pacciardi y el Plan Solo, proyecto de golpe de Estado promovido por el general Giovanni De Lorenzo.
Era la respuesta militar al centro-izquierda formado por Amintore Fanfani. Se le dio el nombre de Plan Solo, porque "sólo" los carabinieri hubieran debido movilizarse deteniendo a los políticos de izquierdas. Es posible que existieran apoyos de la inteligencia norteamericana que pusiera la Red Gladio a disposición, y, sin duda de la masonería italiana. El golpe debía haberse producido en junio de 1964. Durante al celebración de la parada militar del 2 de junio que registró una anómala concentración de tropas en Roma que, al acabar la parada no regresaron a sus acuartelamientos habituales. Al parecer, el plan fue descubierto gracias a elementos de izquierdas que se beneficiaban de informaciones recibidas del KGB que permanecía vigilante sobre los intentos de desestabilización de Italia. El plan fracasó y solamente salió a la luz pública unos años después. De Lorenzo terminó siendo elegido en 1968 diputado del MSI. Pacciardi era uno de los más fervorosos puntales civiles de este golpe.
En la universidad romana, los estudiantes adictos a Pacciardi habían constituido la asociación "Primula Goliardica" que, a falta de dirigentes, fue infiltrada por la extrema derecha hasta convertirse en una de sus siglas más habituales que frecuentemente haría causa común con Caravella y con el FUAN (Frente Universitario de Acción Nacional) vinculado al MSI.
Es precisamente el grupo Primula Goliardica el responsable de los incidentes del 27 de abril de 1966 que causan la muerte de estudiante Paolo Rossi al caer por unas escaleras. Los incidentes durarán hasta principios de mayo. El 2 de mayo los escuadristas del MSI asaltan la facultad de derecho. Y en este punto ya se percibe que las tornas han cambiado. La extrema-derecha ha dejado de ser la fuerza hegemónica en las universidades romanas y ha aparecido un movimiento estudiantil que, por sí mismo, se enfrente a los 200 activistas movilizados por Caradonna.
La falsa contestación marxista
El marxismo- sostiene Ernesto Milà- fue en la contestación una especie de forúnculo situado en el lugar más doloroso de la anatomía humana. Generó una fiebre extremista que se contagió entre buena parte de los contestatarios y los llevó por el camino de la acción política revolucionaria de la mano de aventureros políticos, manipuladores al servicio de todos los servicios de inteligencia que los compraron a bajo precio, embarcados en las más rocambolescas aventuras políticas: desde la Banda Baader Meinhoff hasta el maoísmo pasando por el revival anarquista hasta la recuperación del más espeso y dogmático trotskysmo. El marxismo era tan inactual en 1968 como lo fue luego cuando empezó a desmoronarse en toda Europa diez años después, estaba tan demodé entonces como cuando se echó la piqueta al Muro de Berlín.
En gran secreto de los diez años que median entre 1968 y 1978 es cómo el marxismo logró enmascarar un fracaso que entonces ya era demasiado evidente. No es que en 1989, cuando cayó el Muro de Berlín, hubiera surgido una crítica nueva al marxismo o que, en ese momento, se hubiera demostrado un desfase entre la realidad y la interpretación que el marxismo se había de esa misma realidad. De hecho, los críticos del marxismo no individualizaron nuevos argumentos en contra de esta doctrina. Desde la aparición de Sociología del Marxismo de Jules Monerot en plena postguerra o de la obra del neo-socialista belga, Henri de Man ¡en los años 30!, es imposible encontrar más argumentos contra el marxismo… Era como esos cadáveres a los que les seguían creciendo el pelo y las uñas días después de haberse producido la muerte.
Diez años después de mayo del 68, ya no quedaba nada del underground norteamericano, buena parte del cual se había reconvertido en New Age y otra parte estaba en camino de la reconversión que haría de ellos a los famosos neo-con norteamericanos y llevaría a algunos europeos a las cancillerías de la mano de los muy moderados y neocapitalistas partidos socialdemócratas.
Mayo del 68 no dejó ninguna huella apreciable porque fue un fenómeno tan absolutamente superficial que por definición estaba impedido para proyectarse en el futuro como no fuera en la imaginación de sus protagonistas. Se ha escrito demasiado lirismo sobre mayo del 68; se le ha comparado a una tormenta veraniega que en pocos minutos lo destroza todo a su paso y, a los pocos minutos, un sol radiante y un cielo limpio, hacen olvidar las tensiones precedentes. No es nada de eso. Mayo del 68 ni fue una tormenta tropical, ni siquiera un sirimiri. Como máximo puede ser comparado a un riego por aspersión que solamente se inicia cuando una mano abre la llave de paso y termina cuando la misma mano la cierra.
Contrariamente a lo que han ido contando algunos de sus protagonistas (especialmente en el 10º aniversario de mayo 68), aquella sucesión de disturbios –ni fue una revuelta, ni mucho menos una revolución- más o menos concatenados que ocuparon el mes de mayo hasta las vacaciones estudiantiles, no puso en peligro a nadie. La mayoría de sus protagonistas fueron, simplemente, marionetas de poderes que desconocían y que los utilizaron como carne de cañón. Sólo unos pocos eran más o menos conscientes de quien movía los hilos, otros creían firmemente en el "espontaneísmo de la acción revolucionaria desde la base" y en "la capacidad de autoorganización de la clase obrera y de los estudiantes para abatir el sistema"… Pobres diablos todos ellos. A nuestros 16 años, ya intuíamos desde nuestro hogar barcelonés del Eixample, que la clase obrera no tenía otro anhelo que alcanzar un estatus burgués.
Mayo del 68, al menos el de la "leyenda" no fue apenas nada, sólo un mito.