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Mi Doctrina
El libro Mi Doctrina está destinado a dar una idea exacta y completa de la doctrina nacionalsocialista elaborada y aplicada por Adolf Hitler.
Ha sido compuesta enteramente con escritos, proclamaciones y discursos oficiales de Hitler. Cuantitativamente, la parte más importante fue tomada de Mein Kampf. Nada más normal, puesto que, contrariamente a una idea bastante difundida que presenta al nacionalsocialismo como una construcción de carácter afectivo y empírico, la revolución hitleriana es, entre las revoluciones antidemocráticas, aquella en que se ha visto aplicar más exactamente, hasta en el detalle, los principios expuestos por el jefe del movimiento revolucionario. Lo esencial del Estado nacionalsocialista se encontraba prefigurado en Mein Kampf.
No obstante, Mein Kampf fue compuesto entre 1924 y 1926. Desde esa época, en innumerables discursos y proclamaciones, Hitler, teniendo en cuenta la evolución de las fuerzas económicas y políticas en el mundo, introdujo en la doctrina nacionalsocialista elementos que completan o modifican ciertas afirmaciones doctrinales de Mein Kampf, o, inclusive las invalidan o reemplazan. Esos elementos nuevos están todos incluidos en la presente obra.
Sumario
Prólogo a la edición española
Han transcurrido ciento veinte años desde que Adolf Hitler viniera al mundo un 20 de abril de 1889 en Braunau am Inn, una villa austríaca fronteriza con Alemania. Aquel niño, cuyo destino sería liderar una lucha titánica por la cosmovisión indoeuropea, fue fruto del matrimonio entre Alois Hitler y Klara Pölzl, un funcionario de aduanas y una mujer de mirada resplandeciente de la que heredó la totalidad de sus rasgos faciales.
La finalidad de este humilde prólogo no es entrar en detalles sobre su biografía, sino rendirle un tributo en el 120º aniversario de su natalicio. No obstante, si el lector está interesado en profundizar en dicha materia, debe saber que se trata de una figura víctima de un vituperio sin precedentes en la historia, por lo que es frecuente toparse con documentación tergiversada. Si tuviera que mencionar tres obras que sin lugar a dudas se libran del falseo mediático, yo destacaría tres: "Adolfo Hitler, mi amigo de juventud", de August Kubizek, donde describe todas sus inquietudes artísticas, así como sus características anímicas. Impresiones éstas que recoge el autor basándose en las vivencias entre los años 1904 y 1908, siendo éste el más importante testimonio acerca de su vida, pues si bien es cierto, relata sólo una parte de su juventud, se deduce su personalidad y se comprende mejor su actitud y hasta su ideología, que años después, profundamente marcado por la Gran Guerra, desarrolló, primero como político y después como estadista.
Otra obra destacable es "Hitler, La Marcha hacia el Reich" de Léon Degrelle, una excelente visión histórica sobre el NSDAP y su líder desde 1918 hasta 1933, donde uno descubre el Hitler de los años de lucha, años en los quedó patente su talento como orador y su ilimitada capacidad combativa, de la que el mundo entero fue testigo a partir de 1939. Un tercer título muy recomendable es "Yo quemé a Hitler" de Erich Kempka, el Sturmbannführer de la SS que fuera su chófer durante trece años, escribió este fantástico libro que no es sino un documento histórico de primer orden, en el que no sólo habla de los últimos días del Führer, también nos ofrece una interesante perspectiva sobre su persona y sus circunstancias. Después y no antes de haber leído estas tres obras, recomiendo la lectura de "Hitler, años desaparecidos" de Ernst Hanfstaengl, uno de sus camaradas más allegados en los albores del NSDAP.
Se trata de un libro en el que hay que discernir entre aquellas afirmaciones basadas en la realidad y otras muchas que dada su incoherencia, deben ser el resultado de la intervención de Peter Lewin, responsable de la edición original, a quien no debemos considerar un honesto editor sino un propagandista al servicio de los vencedores.
Sobre la presente obra "Mi Doctrina", se trata de una síntesis de la ideología nacionalsocialista compuesta por fragmentos de "Mi Lucha" complementados por contenidos de los más trascendentales discursos de Hitler hasta 1938, año de la primera edición francesa autorizada por el NSDAP. El hecho de que "Mi Lucha" incluya algunos párrafos ofensivos para con Francia fue el motivo de una negativa alemana respecto a la autorización de una versión francesa. Pero en este texto se aprecia la superación del resentimiento alemán en el periodo de entreguerras del que data "Mi Lucha". Quizá estemos frente al primer gesto verdaderamente europeísta, una señal que vaticinaba la evolución del nacionalsocialismo, que alcanza su punto álgido a partir de 1943 y en la que se afirma la necesidad de unión de todos los pueblos arios contra el enemigo común.
En cualquier caso, lo que a los nacionalsocialistas nos interesa saber en el 2009, son los aspectos doctrinales que debemos preservar a cualquier precio, porque si hay algo claro en Occidente, es que de ninguna manera Europa ni sociedad blanca alguna, despertará mediante las formas del nacionalsocialismo alemán de los años 30. Las formas estéticas, la simbología, los rituales e incluso la propia denominación "nacionalsocialismo", son los aspectos temporales y externos que no pertenecen a la esencia cosmovisional, es más, nada de esto fue lo que hizo grande al nacionalsocialismo. Por el contrario, lo que hace del NS una Weltanschauung y no una mera corriente política, son los aspectos metafísicos de la doctrina, es decir: el honor, la lealtad, el culto a la sangre, la libertad espiritual, la capacidad de crear, el arte como elevación, la autosuperación, el socialismo ético. Todos estos conceptos no son otra cosa que valores y éstos son atemporales, no exclusivos de los años 30, por lo que nuestra causa es una lucha de valores, como escribiera Alfred Rosenberg.
De todo esto se deduce que los valores eternos de nuestra raza no fueron creación de Adolf Hitler, ni nacieron con él, ni con él murieron. Incido en esto para advertir de lo vano que resulta un desmesurado culto a su persona. El Führer luchó por conceptos superiores a él mismo, los mismos por los que nosotros libramos un combate sin ninguna esperaza de victoria a corto plazo. Es por esto que no debemos caer en el personalismo, pues nuestra concepción está por encima de cualquier persona, incluido Hitler. Es incuestionable que habrá un antes y un después de Hitler, que nos marcó un camino y que desenmascaró al eterno enemigo, demostrando que el mundo se mueve según sus designios particulares. Este pintor austriaco fue la pieza maestra de una "maquinaria" que cerca estuvo de salvar a la humanidad de las garras del materialismo globalista, en el que el individuo se abstrae de su comunidad racial y pasa a ser ciudadano del mundo.
La lucha, ¿qué es la lucha?, la lucha es lo único que da sentido a la vida. ¿Cómo podemos luchar hoy los nacionalsocialistas? Preparándonos en todos los sentidos, sobre todo en el intelectual, debemos recuperar nuestra intelectualidad. Mientras la cultura y el conocimiento esté en manos del enemigo, toda revuelta, toda acción política será estéril. Si las cátedras universitarias están ocupadas por el adversario, y las editoriales y publicaciones, dirigidas por enemigos de nuestra raza, la derrota es segura. Si abriésemos un frente de lucha cultural en estos ámbitos, no debería preocuparnos tanto el poder mediático de Hollywood, pues abríamos creado una élite de la cual podría surgir una capa dirigente que luchase en el plano político y movilizase a las masas blancas que aún existen. A estas alturas, esta es nuestra única esperanza.
Luchar hasta el límite de nuestras fuerzas, esta es otra de nuestras características. Hitler no se planteó la rendición jamás, circunstancia que le hizo ser incomprendido entre varios miembros de la élite militar alemana. Éstos no pudieron asimilar la mística de la guerra, eran militares, en cambio, Hitler era un guerrero. Él escribió un capítulo dorado en nuestra historia, pero no el último. Preparemos a las futuras generaciones para abrir otro capítulo, nuestra raza no perecerá sin antes dar lo mejor de ella.
Esto la hará resucitar, si finalmente consiguen aniquilarla. En lugar de recrearnos con la marcialidad de los desfiles, con los símbolos y los saludos, quedémonos con el último mensaje del Ministerio de Propaganda, cuando tras haber sido derrotados exclusivamente en el plano militar, Berlín, convertida en ruinas, apareció repleta de carteles que rezaban: Cedieron nuestros muros, pero no nuestros corazones.
(por Fernand Moclán. Castilla, año 2009)
Índice
Primera parte
Crítica del liberalismo burgués
- Capitulo I: Crítica de la democracia burguesa y parlamentaria.
La democracia basada en la autoridad del número suprime la responsabilidad de los jefes — Envilecimiento de los caracteres a través de la democracia — Los programas de todos los partidos de un régimen democrático son una superchería — Esencial falsedad del principio parlamentario — La información de la opinión en un régimen democrático es dejada en manos de la prensa que, a su vez, se halla en manos de los judíos — La democracia es el instrumento de la dominación judía — La verdadera democracia alemana.
- Capítulo II: La explotación del proletariado por el socialismo marxista.
Nacimiento del proletariado - La inseguridad del salario cotidiano. Una de las mayores plagas sociales. Su explotación por los marxistas — La burguesía liberal y demócrata ha conducido a los obreros, a través de sus yerros, al socialismo marxista — Métodos de acción del socialismo marxista — El marxismo y la democracia.
- Capítulo III: El judío, enemigo del género humano.
Toma de contacto con los judíos: de la tolerancia al antisemitismo — El judío, corruptor del buen gusto y las costumbres — El judío, bacilo disolvente de la humanidad — El marxismo judío, destructor de la civilización.
Segunda Parte
Los medios de la revolución nacionalsocialista
- Capítulo I: Necesidad de una doctrina.
La fuerza sólo obtiene resultados verdaderos cuando está al servicio de una idea — Fracaso de los movimientos antimarxistas puramente negativos.
- Capítulo II: La conquista del pueblo.
Un partido nacional debe, en primer lugar, conquistar a los trabajadores — Inútil resulta atraer al ganado electoral burgués.
- Capítulo III: La propaganda.
La propaganda es un arte. Debe dirigirse siempre y únicamente a la masa — Psicología de la propaganda — Repetir constantemente un reducido número de ideas — La palabra es un medio de propaganda superior. Es a través de ella que se desencadenan las revoluciones — Fue mediante la propaganda hablada y a través de las grandes reuniones que millones de obreros fueron atraídos hacia el marxismo — Psicología de la organización de las reuniones públicas — La técnica de las reuniones marxistas — El servicio de orden entre los nacionalsocialistas — La prensa.
- Capítulo IV: La organización.
Redacción del dogma — Deber y conciencia — La lucha concreta — Adherentes y militantes — Limitación de la admisión de los miembros — El mal necesario de la organización.
Tercera parte
La Raza, el Suelo y la Sangre
- Capítulo I: La cuestión de la raza es la clave de la historia del mundo.
De las leyes que rigen el desarrollo de las razas — De la existencia de las razas superiores — El ario, fundador de la civilización — El idealismo, facultad esencial que explica el predominio del ario — El judío egoísta forma el contraste más notable con el ario — Los judíos no son nómades, sino parásitos — La conservación de la raza, suprema meta de la existencia — Conquistas territoriales — El campesinado, reservatorio de la raza.
- Capítulo II: Compendio histórico de la invasión de las naciones occidentales por los judíos.
Llegada del judío mercader extranjero — El judío intermediario y prestamista — El judío se radica en el Estado — Absorbe todas las riquezas del país — Con su dinero, el judío compra dignidades sociales — El último derecho de ciudadanía lo adquiere finalmente el judío gracias al bautismo — Al judío sólo le falta hacerse reconocer como alemán — El judío advenedizo intenta hacer olvidar sus exacciones presentándose como benefactor de la humanidad — Sin embargo, destruye la economía nacional sana — El judío, campeón de la democracia a través de la masonería y de la prensa — El judío conduce al obrero hacia la lucha de clases — El judío, campeón de la doctrina marxista — De qué manera el judío llega a encabezar el movimiento sindical — El sindicato se convierte en un instrumento de acción política — El triunfo del judío — La última revolución.
Cuarta parte
Es Estado Nacionalsocialista
- Capítulo I: Concepción del Estado.
La concepción judeomarxista y democrática del Estado ignora la raza y la personalidad — Por el contrario, la concepción racista ve en el Estado un medio para conservarle su supremacía a la raza aria, dispensadora de la civilización — Misión humana del Estado germánico — La concepción racista del Estado comporta la existencia del jefe y de la élite — Consejos y jefes responsables — Fundamentos históricos de la autoridad del Estado — Los habitantes del Estado racista: ciudadano, súbdito, extranjero.
- Capítulo II: Protección de la raza.
Los pecados contra la sangre: el mestizaje — Los pecados contra la sangre: la sífilis — Cómo combatirla: campaña moral — Casamiento precoz — Esterilización — La limitación de los nacimientos conduce a salvar a cualquier precio a los enclenques — El Estado racista y la higiene de la raza.
- Capítulo III: La educación.
Crítica a la educación de preguerra: el liberalismo burgués no ha perseguido más que el desarrollo intelectual de los individuos — La primera consecuencia: la inteligencia pierde su vigor — Segunda consecuencia: el joven no resiste la corrupción moral — La educación en el Estado racista: necesidad de un desarrollo armónico en el niño: el carácter, la inteligencia, la fuerza física — Ejercicios físicos — Aprendizaje de la discreción — Desarrollar el espíritu de decisión — Principios para la instrucción — La enseñanza de la historia — Las humanidades — Despertar el orgullo nacional — Formación de una élite que tiene por contrapartida la rehabilitación del trabajo manual — El ejército, escuela irreemplazable.
- Capítulo IV: La economía.
Elevar al primer plano el punto de vista económico es llevar a la nación a la ruina: ejemplo de la Alemania de preguerra — La economía no es más que uno de los innumerables medios a través de los cuales el Estado asegura el mantenimiento y el desarrollo de la raza: predominio de las virtudes heroicas — El papel del capital — El capital de especulación, destructor de una economía sana — El Tercer Reich y su lucha por la independencia económica de Alemania: la economía dirigida no es un dogma sino una necesidad — Dificultades económicas de Alemania — Relación entre salarios y producción — La economía nacional debe tender a liberar a Alemania del extranjero.
- Capítulo V: La vida social.
Los sindicatos son indispensables en un Estado donde la clase obrera no está protegida contra la codicia de los empleadores — Los sindicatos alemanes desviados de sus nietas sociales por la socialdemocracia que los convierte en instrumentos políticos — La corporación suprime la lucha de clases — Patrones y obreros son los artífices de la grandeza alemana.
- Capítulo VI: Religión y federalismo.
Los dogmas religiosos, bases morales de la vida de los pueblos — Protestantismo y catolicismo en sus relaciones con la nación alemana — No hay que repetir el error del Kulturkampf. El nacionalsocialismo no es una religión — El nacionalsocialismo no es antirreligioso — El federalismo alemán no tiene ya razón de ser, ni de derecho, ni de hecho — Tendencia general a la centralización. La centralización subordinada a las necesidades de la nación — Papel cultural del Estado.
- Capítulo VII: La política exterior.
Crítica de la política exterior de la Alemania de preguerra — El nacionalsocialismo en su tarea de liberación de la Alemania vencida — Alemania e Inglaterra — Posibilidad de alianza con Inglaterra - Posibilidad de alianza con Italia —Alemania y Austria: la Austria alemana debe volver a ser parte de la gran nación alemana — Alemania y Francia: 1924. La Francia imperialista es la enemiga mortal de Alemania — Francia, obstáculo a la política del este de Alemania - Francia, instrumento de los judíos - 1935: Desde el retorno del Sarre al Reich, no existe ya diferendo posible entre Francia y Alemania — 1936: Balance de los esfuerzos para crear en Alemania una atmósfera de simpatía hacia Francia — 1936: El acuerdo francosoviético es una permanente amenaza contra Alemania — 1936: Respuesta al pacto franco-soviético; proyecto de paz del gobierno alemán — 1938: La frontera de Francia definitivamente delimitada — Los pueblos francés y alemán, iguales en derechos, no deben ya considerarse enemigos hereditarios, sino respetarse recíprocamente — La necesaria unión de los pueblos arios contra el enemigo común: los judíos.
- Capítulo VIII: Territorio y espacio.
La libertad de existencia no está asegurada sino por la posesión de un territorio suficiente — Querer restablecer las fronteras de 1914 sería una insania y un crimen — La marcha de los germanos hacia el este en la historia — Reanudación de la política del este — Alemania y Rusia — Rusia y los judíos: ninguna posibilidad de entente con Rusia.
- Capítulo IX: Las teorías estéticas del nacionalsocialismo.
El arte bolchevique reniega del pasado y conduce al caos — El verdadero arte se entronca con el pasado — El judío, destructor de la cultura — Política y cultura se hallan íntimamente ligadas — El Estado, y no la economía, primera condición del arte — El siglo XIX sojuzgado por la economía había perdido el sentido del arte — La tarea artística del nacionalsocialismo.