Guerra de las Malvinas

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Cascos argentinos abandonados en Malvinas
La Guerra de las Malvinas o Guerra del Atlántico Sur (en inglés: Falklands War) fue un conflicto bélico entre Argentina y el Reino Unido por el control de las islas Malvinas. Se desarrolló del 2 de abril al 14 de junio de 1982. Enfrentó al gobierno conservador de Margaret Thatcher con la Junta militar que gobernaba de facto a la República Argentina.

Las islas habían sido invadidas militarmente por los británicos en 1833 y tras 149 años de infructuosos reclamos diplomáticos, la Armada Argentina las recuperó por la fuerza mediante un desembarco, el 2 de abril de 1982. Los británicos con apoyo logístico de Estados Unidos y Chile, enviaron una flota al mando de Almirante Sir John Fieldhouseque que después de encarnizados combates logró recapturar las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, cesando las hostilidades el día 14 de junio de 1982, con la rendición condicional de Argentina.

Políticamente, la derrota en el conflicto precipitó en Argentina la caída de la Junta militar que gobernaba el país, que llamó a elecciones libres siendo reemplazada por un gobierno democrático en diciembre de 1983.

Operativo Rosario

Un comando argentino (izquierda) dando instrucciones a una columna de prisioneros británicos para que procedan a entregar sus armas tras la rendición.

El Operativo Rosario, bautizada así en honor a la Virgen del Rosario, comenzó el 28 de marzo cuando se embarcaron en la base Naval de Puerto Belgrano las fuerzas argentinas cuya misión era recuperar las Malvinas.

A las 21 horas del 1 de abril, el destructor ARA Santísima Trinidad detuvo su marcha en la boca occidental de Bahía Enriqueta, allí comenzó la maniobra de arriado de los 21 botes neumáticos, que transportaban a los Comandos Anfibios hacia la costa.

En la madrugada del 2 de abril y ya en tierra, los comandos anfibios se dividieron en dos grupos: el más numeroso al mando del Capitán Guillermo Sánchez Sabarots, el cual comenzó en una larga marcha hacia el cuartel de los Royals Marines en Moody Brook; el segundo liderado por el Capitán Pedro Giachino, buscó la Casa del Gobernador Rex Hunt.

La fuerza de Sánchez Sabarots llegó a Moody Brook y confirmó que estaba desocupado. Poco después, comenzaron los disparos en la Casa del Gobernador.

Tras varias negativas de Hunt de abandonar el lugar y luego de varios disaparos de de fusil de Royal Marines, Hunt aceptó hablar con el jefe de las fuerzas argentinas, el Contraalmirante Carlos Büsser.

El gobernador británico ordenaba la rendición de las tropas británicas, eran las 9.15 del 2 de abril.

Todos los 68 prisioneros de guerra británicos (57 marines reales y 11 marineros) de los mayores Mike Norman y Gary Noott fueron capturados adentro y afuera de la Government House. La fuerza de defensa civil, compuesto por 42 soldados de la Falkland Islands Defence Force (FIDF) del Mayor Phil Summers, el canadiense Bill Curtiss, el marinero Jack Solis, el chofer Don Bonner y 2 ex-Marines Reales (Jim Fairfield y Anthony Davies) fueron desarmados y permitidos regresar a casa. ​Los 6 o 7 policías presentes también se entregaron y los 30 rehenes argentinos ubicados en el edificio Town Hall al lado de la comisaria Royal Falkland Islands Police (RFIP) fueron liberados sanos y salvos.

La recuperación de las islas había terminado en una victoria argentina y las Malvinas volvían a la soberanía argentina luego de 150 años de usurpación. La operación fue considerada justa por una gran parte de la sociedad argentina, incluyendo a sectores disidentes, que salieron a la calle a manifestarse en apoyo.

Guerra Diplomática

El apoyo latinoamericano a la Argentina fue casi unánime. Nicaragua ofreció tropas; Venezuela, petróleo y Perú, aviones de reemplazo. Solamente el régimen de Augusto Pinochet, en Chile, adoptó una posición contraria por existir una disputa territorial con Argentina cuya retórica había escalado. Chile concedió a los británicos información de inteligencia, suministros y bases para unidades de comandos.

En Reino Unido se reunió rápidamente un importante destacamento de fuerzas para recapturar las islas, formado por dos portaaviones y unos 28.000 hombres. Cuando este destacamento inició su viaje de 8.000 millas hasta el Atlántico sur, se produjo una intensa actividad diplomática por parte del secretario de Estado (ministro de Asuntos Exteriores) de Estados Unidos, Alexander Haig, el cual trató de convencer a Argentina de que tenía más posibilidades de alcanzar su objetivo aceptando entablar negociaciones diplomáticas, pero al fracasar en sus esfuerzos, el 30 de abril anunció formalmente el apoyo estadounidense a Reino Unido.

Operación Corporate

Los intentos de negociación se rompieron y las fuerzas británicas y argentinas se enfrentaron por la soberanía de las islas.

En las Islas, el general Mario Benjamín Menéndez ya se había hecho cargo de la gobernación y el 22 de abril recibía la visita del presidente Leopoldo Galtieri, que realizaba una gira de inspección de las defensas.

El 25 de abril, después de bombardear ferozmente las posiciones argentinas y inutilizando al submarino Santa Fe, los británicos capturaron la guarniciónes argentina de Grytviken y Leith de las islas Georgias del Sur.

A comienzos de mayo, tras el despliegue del grueso de sus fuerzas en la zona, los bombarderos Vulcan de la RAF (Fuerza Aéreas Británica) comenzaron a atacar las posiciones del Regimiento de Infantería Especial 25, en especial la pista de aterrizaje de Puerto Stanley (Puerto Argentino, antiguo Puerto Soledad).

El 30 de abril de 1982, el Ejército Argentino sufrió sus primeras perdidas cuando un helicóptero UH-1H se precipitó cerca de Caleta Olivia en la Provincia de Santa Cruz.

Bloqueo Naval

El buque británico HMS Sheffield tras ser impactado por un misil Exocet de la Armada Argentina.

El 1 de mayo, el portaaviones argentino 25 de Mayo, acompañado por los destructores Hércules y Santísima Trinidad y las corbetas Drummond, Granville y Guerrico, partió hacia la zona de los portaaviones británicos Hermes y Invincible, pero cuando estaba por lanzar sus cazabombarderos A-4Q Skyhawk el contralmirante Gualter Allara recibió del almirante Juan Lombardo la orden de regresar al continente. Así lo hizo y la Armada Argentina dejó de participar en la guerra con sus buques de guerra.

A las 08:23 horas, dos escuadrillas de cazabombarderos Sea Harrier atacaron con sus cañones de 20 mm y bombas la 'Base Aérea Militar Malvinas' (BAM). Fue entonces cuando las armas del Grupo de Artilleria de Defensa Aerea 601 (GADA 601) activaron sus sistemas y se derribaron dos Sea Harrier (XZ-452 y XZ-453) del Escuadrón Aéreo Naval 801.[1]

Sobre el mediodía del 2 de mayo, y pese a que había una propuesta de paz del presidente peruano Fernando Belaúnde Terry sobre la mesa, el gobierno de Margaret Thatcher autorizó el hundimiento del buque General Belgrano con sus 1.093 tripulantes, hecho que es considerado un crimen de guerra.

Al alba del 4 de mayo de 1982, un avión de patrulla Neptune de la Armada Argentina establece por radar la posición de la Fuerza de Operaciones británica. Dos aviones de fabricación francesa Dassault Super Etendard logran localizarla y hunden al buque británico HMS Sheffield con un misil Exocet además de causar 20 muertos y 63 heridos entre la tripulación.[2][3]

Batalla de San Carlos

El 21 de mayo, durante la Operación Sutton, las fuerzas invasoras logran establecer una sólida cabecera de playa. Esta operación se inicia en la noche del 20 de mayo, cuando 12 transportes, protegidos por siete buques de guerra, se internan en el Estrecho de San Carlos que separa a las dos islas principales, siendo detectados por el Equipo de Combate Güemes comandados por el teniente primero Daniel Esteban en Puerto San Carlos y la altura Fanning Head. Se producen entonces los primeros enfrentamientos en tierra, en los cuales serán derribados dos helicoperos Gazelle por los soldados consriptos de los subtenientes Roberto Oscar Reyes y José Alberto Vasquez.

Los escuadrones argentinos con sus cazabombarderos Skyhawk y Dagger contraatacan desde el continente: hundiendo la fragata Ardent y causan graves daños a otros tres buques de guerra de los británicos. El 23 hunden la fragata Antélope y el 25, durante las fiestas patrias, los pilotos en cazabombarderos Skyhawk y Super Etendard consiguen hundir al destructor Coventry y al portacontenedores Atlantic Conveyor y perforar a la fragata Broadsword con una bomba de 500 kilos.

El 27 de mayo, los británicos reanudaron su ofensiva en tierra, teniendo como objetivo el poblado de Goose Green (Pradera del Ganso) y la captura del Monte Kent.

Batalla de Darwin―Ganso Verde

Artículo principal: Batalla de Goose Green


Del 27 al 29 de mayo se produce la Batalla de Goose Green en el istmo de Darwin. Las tropas británicas encargadas de capturar el istmo fueron los paras del famoso 2do. Batallón 2 de Paracaidistas, dirigido por el Teniente Coronel Herbert Jones, y quienes los enfrentaron fueron principalmente soldados correntinos del Regimiento de Infantería 12 General Arenales, a cuyo frente se encontraba el Teniente Coronel Ítalo Piaggi.

El 28 de mayo, a las 02.00 horas 3 piezas de artillería del 8o Batería Alma, disparando de arriba para abajo, desataron un diluvio de fuego sobre el campo fortificado de Darwin Parks. En menos de seis horas, la radio del Land Rover del Teniente Primero Jorge Antonio Manresa fue perforado por las esquirlas, y murieron doce conscriptos del Regimiento 12 en el combate nocturno.

El Teniente Coronel Jones cometió algunos errores al menospreciar la defensa de Goose Green, pero su tropa ejerció una determinación tenaz al avanzar durante catorce largas horas para llegar a las afueras del Establecimiento Goose Green. En la Colina Darwin cae abatido el Teniente Coronel Jones, por disparos de ametralladora del Soldado Conscripto Oscar Ledesma. Sin embargo los paracaidistas de la Compañía B del Mayor John Crosland consiguen la captura de las alturas de Darwin cerca de las 14.00 horas.[4]Se destacan en la batalla el Teniente Roberto Estévez (quien muere en la Colina Darwin con cuatro de sus hombres), el Subteniente Ernesto Peluffo, el Subteniente Guillermo Aliaga y el Subteniente Juan Gómez Centurión, quien por rescatar al herido cabo Luis Fernández (detrás de las líneas británicas) obtiene la Cruz al Heroico Valor en Combate. Al terminar el día 28, habiéndose perdido la Base Aérea Militar Cóndor y estando Goose Green rodeado, Piaggi manifestó en una reunión de oficiales su intención de rendirse.

Los oficiales de la Fuerza Aérea Argentina presentes, cuyo comandante era el Vicecomodoro Wilson Rosier Pedrozo, se opusieron, pero Piaggi logró hacer prevalecer su opinión. Entró en tratativas con los paracaidistas–dirigidos ahora por el Mayor Chris Keeble porque Jones había muerto horas antes– y se convinieron condiciones honrosas para la rendición. Así fue que al mediodía del 29 de mayo, 1.050 soldados argentinos depusieron sus armas y quedaron prisioneros del enemigo.

Conocidos posteriormente los detalles de las heroicas actuaciones individuales argentinas, se concedieron 2 Cruz Al Heroico Valor En Combate, 5 Cruz Al Valor en Combate, 1 Medalla al Merito Miitar y 4 Medalla Al Esfuerzo y Abnegación.[5]

Batalla de Monte Kent y Top Malo House

La rendición argentina y la toma del istmo de Darwin significó en términos estratégicos que las guarniciones argentinas en la isla Gran Malvina quedaron aisladas hasta el final de la guerra, pues Goose Green servía como puesto intermedio de comunicaciones con Puerto Argentino. Los británicos tenían su retaguardia y flancos cubiertos para tomar las alturas dominantes Puerto Argentino, lo cual hicieron en la noche del 30 al 31 de mayo con el Batallón 42 de Marines Reales y fuerzas especiales tomando el Monte Kent, a unos 20 kilómetros de Puerto Argentino. Dando inicio de esta manera a una serie de choques entre patrullas de fuerzas especiales.

Dos días antes del comienzo de operaciones británicas en Kent, en las afueras de San Carlos, dos patrullas de paracaidistas se tirotearon creyendo cada una de las cuales que tenía enfrente a soldados argentinos. "En los intercambios de disparos nueve paracaidistas resultaron heridos, dos de ellos seriamente", según el diario 'The Observer'.

La misión argentina consistió en un ataque nocturno sorpresivo, con el fin de capturar prisioneros para fines de inteligencia, causar el mayor daño material posible a los helicópteros de transporte Sea King y pérdidas humanas al defensor. Para reforzar los patrullas de comandos, se selecciono la Compañía B del Regimiento 6. Durante la noche del 29 de mayo, helicópteros Sea King británicos abarrotados de soldados y armamento, despegaron desde San Carlos en dirección al Monte Kent, pero a poco de su partida debieron abortar la misión porque una fuerte tormenta de nieve les impidió seguir. El 1 de junio, los británicos toman el control de la situación, pero a costa de diez soldados británicos gravemente heridos.

"La batalla se está desarrollando cerca del monte Kent, a veinte millas (32 kilómetros) de Port Stanley, pero es demasiado pronto para decir qué cariz está tomando", informaba en la tarde del 31 de mayo, el corresponsal de guerra Bryan Manrahan de la BBC.

El primer combate se produce durante la noche del 29 al 30 de mayo, cuando la 3ra Sección de Asalto del Capitán Andrés Ferrero de la Compañía de Comandos 602 se topa con la Tropa de Aire del Escuadrón D del 'Special Air Service' (Servicio Aéreo Especial) en Monte Kent, de 458 metros de altura. El Sargento 1.º Raimundo Máximo Viltes fue herido de gravedad y la Tropa de Aire sufrió dos hombres seriamente heridos (Carl Rhodes y Richard Palmer) por disparos de fusil.[6]

La 2da Sección de Asalto del Capitán Tomás Fernández perteneciente a la Compañía de Comandos 602 fueron depositados en las laderas de Kent, aunque ya habían sido detectados por los hombres del Sargento Chris Stone del Cuadro de Montaña y Guerra Ártica ('Mountain and Arctic Warfare Cadre' o M&AWC) en Bull Hill.

En la mañana del 30 de Mayo, la patrulla del Capitán Fernández es emboscado cerca de la cima de Bluff Cove Peak, muriendo el Teniente 1ro. Rubén Eduardo Márquez y el Sargento 1ro. Oscar Humberto Blas. Subieron hasta un peñasco cuando los disparos de una ametralladora quebraron el silencio. Luego llegó una explosión. Eran las 11:00 horas en el cerro Bluff Cove Peak y se enfrentaban a los comandos británicos del SAS que los habían descubierto. Márquez gritó: «¡Cuidado, emboscada!» alertando a sus compañeros y quedó como blanco de los defensores, comandados por el Mayor Cedric Delves. Márquez lanzó granadas y Blas comenzó a disparar. En su acción, los atacantes argentinos hirieron a otros dos más comandos británicos (Ewen Pearcy y Don Masters) y frenaron el contraataque enemigo.[7][8]Así, ambos boinas verdes argentinos dieron su vida para que sus compañeros se salvaran y se les concedió póstumamente la Medalla al Valor en Combate.

Cerca del mediodía, un helicóptero Puma transportando al Monte Kent 17 comandos de la Gendarmería Nacional, es atacado y destruido por un misil tierra-aire Stinger, pereciendo seis de los comandos pertenecientes a la patrulla del Segundo Comandante Jorge Enrique San Emeterio. Los intentos argentinos de refuerzos se acabaron con el derribo del Puma.

En esa ocasión los sargentos Luis Alberto Kovalski y Mario Antonio Cisnero, fueron partícipes (disparando ametralladoras MAG 7,62 mm) del derribo de un cazabombardero Harrier (XZ-963), piloteado por el Mayor Jerry Pook.[9][10]

A la 1ra Sección de Asalto del Capitán José Arnobio Vercesi se le encomendó una patrulla de 12 hombres para tomar posiciones en Monte Simon. La operación fracasó, pero la patrulla combatió bien tratando de reinfiltrar las líneas argentinas. La patrulla se refugió en Top Malo House, aunque ya habían sido detectados por un puesto de observación enemigo. La mañana del 31, un grupo de 19 comandos británicos asaltó la casa. Dos argentinos resultaron muertos y seis fueron heridos, el resto fueron capturados. Cuatro comandos británicos resultaron heridos en el enfrentamiento de 45 minutos.

Producto del desgaste que sufrieron los comandos del Capitán Rod Boswell, no pudieron cumplir a tiempo con su misión, que era conquistar el puente que une Fitzroy y Bluff Cove Settlement. Como consecuencia, los británicos tardaron una semana más en lograr el libre acceso a Bahía Agradable desde el mar. Por esta razón, el 8 de junio las Guardias galesas sufrieron ataques de la Fuerza Aérea Argentina que dejaron como resultado 50 muertos, 200 heridos y dos buques de transporte destruidos.[11]

Según los autores de 'Green Eyed Boys' (HarperCollins, 1996), el dueño de Top Malo House fue agarrado a golpes por los hombres de Boswell por protestar por la destrucción de su casa.

El 1 de junio, los 5.000 guardias galeses, escoceses y gurkhas de Nepal pertenecientes a la 5ta Brigada del General Tony Wilson, (que habían llegado al Atlántico sur en el Queen Elizabeth 2), desembarcan en la cabeza de playa de San Carlos.

En 2 de junio, en la zona de Estancia House, se produce un combate entre una patrulla del SAS y otra del SBS. Un suboficial del SBS (Sargento Ian Hunt) resulta muerto.

El 3 de junio, a 3ra Sección de Asalto del Capitán Ferrero lanzó un asalto nocturno sobre la colina Monte Challenger, que cogió por sorpresa a los soldados pertenecientes al 'Mobility Troop' del SAS que la defendían. Pese a los intentos de los comandos argentinos en convencer a la jefatura argentina para tomar la altura, esta finalmente quedó en manos británicas. Con la conquista de Challenger, la artillería británica podía bombardear las colinas de Puerto Argentino desde el flanco izquierdo, lo cual, pondría en graves aprietos a sus defensores.

Ataque al portaaviones Invincible

El 30 de mayo de 1982, el portaaviones y buque insignia británico HMS Invincible, es blanco de un misil Exocet y resulta además atacado por cuatro cazabombarderos A-4C Skyhawk del Grupo 4 de Caza. El Ministerio de Defensa Británico no reconoce el ataque, pero en el libro 'Falklands:-The Air War' (British Aviation Research Group, 1986) se revela que que el portaaviones fue retirado de la zona inmediata de Malvinas en la noche del 5 de junio, con el fin de sustituir un motor Olympus dañado.[12]

El diario La Nación de Buenos Aires, gracias a informes proporcionados por satélites rusos, reportó el 7 de junio de 1982: La Task Force sin un portaaviones obligada retirarse de las aguas de Malvinas debido a algunos daños causados por la aviación argentina, según fuentes diplomáticas.

El 18 de junio el portaviones deja de proveer cobertura aérea nuevamente (en pleno estado de guerra) y partió 200 millas a astilleros en la zona designada 'Tug, Repair and Logistic Area' (TRALA) para reparación, acompañado por la fragata HMS 'Andromeda'.[13]

El 2 de julio (luciendo una magnífica capa de pintura fresca) se integró nuevamente con la flota protegiendo la capital malvinense. [14]

Batalla de Puerto Argentino

El sector de Puerto Argentino estaba defendido por la Brigada de Infantería Mecanizada 10 Teniente General Nicolás Levalle, al mando del General Oscar Jofré, mientras que el Monte Tumbledown era defendido por el Batallón de Infantería de Marina 5 (BIM 5) al mando del Capitán de Fragata Carlos Hugo Robacio. Además del BIM 5, los defensores argentinos contaban en la zona con una compañía de ametralladoras Browning y otro de ingenieros de combate anfibios, destacados por el Contraalmirante Carlos Büsser para reforzar el número de infantes de marina del sector.

Del 27 de mayo al 12 de junio, 300 comandos, granaderos y paracaidistas de los soldados continentales en Comodoro Rivadavia, llegaron en transportes Hércules y Electra en Puerto Argentino a pedido del General Jofre.

El 3, 4, 5, 6 y 7 de junio, los combatientes de ambos bandos se enfrentan en duros combates de patrullas, en distintos lugares del Río Murrell.

El 3 de junio, un pelotón de Marines Reales (Teniente Chris Marwood) del 42 CDO en Monte Wall, se enfrenta con parte de un pelotón de fusileros (Subteniente Lautaro Jiménez Corbalán) del Regimiento 4 (RI 4). En el intercambio de disparos mueren dos soldados conscriptos argentinos (Celso Paez y Roberto Ledesma) y los británicos se retiran. El enemigo abandona su equipo (un designador laser Ferranti HAZE, entre otras cosas), que estaba destinado a dirigir ataques de los Harrier GR-3, con bombas guiadas GBU Paveway II, sobre las posiciones argentinas en Monte Harriet.

En la noche del 4 al 5 de junio, parte de la Compañía D del 3º Batallón de Paracaidistas (3 PARA) tantea Monte Longdon en un intento de tomar prisioneros. El fuego de artillería argentino les hace retroceder.

En la noche del 5 al 6 de junio, el Mayor Aldo Rico (asumiendo el mando de la 3ª Sección de Asalto de la Compañía de Comandos 602), lanzó un sorpresivo ataque nocturno contra Monte Wall. Logró sorprender al pelotón de 30 Marines Reales del Teniente Tony Hornby del 42 CDO, y penetrar las líneas enemigas con una pujanza suficiente como para capturar mucho del equipo británico abandonado.

En la noche del 6 al 7 de junio la 2.ª Sección de Asalto de la Compañía de Comandos 601, liderada por el Cap. Rubén Teófilo Figueroa en la Batalla de Murrell Bridge, logra poner en fuga a unos 30 paracaidistas británicos del Capitán Matthew Selfridge cerca del río Murrell, capturando a una intacta radio encendida PRC-351 Clansman con códigos proporcionando información valiosa para el alto mando argentino en Puerto Argentino/Stanley.

El 8 de junio, los pilotos de la Fuerza Aérea Argentina obtienen una importante victoria sobre los invasores: hundiendo en bahía Agradable al transporte de tropas Sir Galahad y dejando inutilizables al transporte de tropas Sir Tristram, a la fragata Plymouth, al super petrolero Hercules y la grande lancha de desembarco Foxtrot 4.

En la tarde del 8 de junio, comenzó el bombardeo más intenso de la artillería británica desde la Guerra de Corea. Unas 30 piezas de artillería al pie de los Montes Kent y Challenger, abren fuego simultáneamente sobre las tres alturas de la primera línea de las fuerzas argentinas. El ataque artillero superó todo lo imaginado. Monte Harriet fue un volcán en erupción que convirtió al monte en el Infierno. La tierra tembló, se cortaron los cables de comunicación y se dejaron de oír los teléfonos.[15]

El Capitán Jorge Rodolfo Svendsen del Batallón de Aviación de Combate 601 recordó que el día 8 de Junio, con la masa de los helicópteros, se llevó a cabo un movimiento bastante grande, como fue el traslado de una sección del Regimiento 4 desde el Monte Twelve O'Clock hasta la cancha de fútbol: Fue un día triste para mí, puesto que fue la última vez que vi con vida al subteniente Silva, que se desempeñaba como Jefe de la Sección; esa tarde, al llegar a la cancha de fútbol (helipuerto), él me comentó que estaba muy contento pues podría bañarse y descansar un poco, dado que no había podido hacerlo en mucho tiempo, al día siguiente, entre UH-1H fue trasladado con su Sección a Monte Dos Hermanas, donde murió combatiendo tres o cuatro días después. [16]

En la noche del 8 al 9 de junio, un raid (en castellano incursión) de dos pelotones del 45 CDO[17]y 3 PARA[18]contra Dos Hermanas y Longdon es detectado por el unico radar Rasit situado en primera línea. La artillería argentina bate la zona y los Royal Marines y paracaidistas se retiran. En la zona norte de Harriet, por Goat Ridge, el pelotón de fusileros del Teniente Mark Townsend del 42 CDO mata a dos soldados conscriptos del RI 4, retirándose al ser contraatacados por diez fusileros bajo órdenes del Sargento Héctor Montellano y batidos por fuego de morteros de 81 mm y cañónes antitanque Czekalski de los hombres pertenecientes al pelotón del Subteniente Daniel Alberto Monetti.

El Mayor Carlos Carrizo Salvadores dice: "La noche del 8 al 9, nuevamente el Sargento Roque Nista (operador del radar) me informó sobre la presencia del enemigo, quien estaba ubicado en el mismo lugar que la vez anterior, pero ahora, separados en grupos: a 1.500 m el primero, 2.000 m el segundo, 3.000 m el tercero y 4.000 m el cuarto, tomadas estas distancias desde la posición del radar".[19]

En este momento de la batalla, la Compañía B del Regimiento 4 en Harriet había sufrido 30 bajas por la intensidad del fuego artillero, pero los soldados conscriptos argentinos permanecían en sus puestos defendiendo sus posiciones.[20]

Pese a la película desmalvinazadora Los Chicos de la Guerra, los soldados conscriptos eran soldados bien liderados y armados, con las Compañías de Reserva A 'Tacuarí' y B 'Piribebuy' , expertos en ataques helitransportados y en combates nocturnos.

En la noche del 9 al 10 de junio, una emboscada fue planeada por la Compañía de Comandos 602 y dos patrullas de la Gendarmería Nacional (GN) sobre las posiciones de piedras 700 metros al oeste del Dos Hermanas Sur conocido como Combate de Cola del Dragón. Las pérdidas son muy severas por ambas partes: 6 muertos (entre ellos 3 sargentos, Robert Leeming, Mario Cisnero y Ramón Acosta) y 5 heridos y lesionados, y la recuperación de un importante lote de equipamento británico.[21]

El 10 de junio, desde la Compañía B 'Piribebuy' del Regimiento de Infantería 6 en el camino Stanley-Estancia se percibía, que en la cercana Granja Estancia, había un continuo movimiento de tanques Scorpion y tropas. Las tropas argentinas avanzadas del Mayor Oscar Ramón Jaimet percibieron como los paracaidistas británicos preparaban un gran ataque contra Monte Longdon.[22]

En la noche del 11 al 12 de junio, comienza el asalto de la infantería. Después de la intensa preparación artillera, 8 batallones británicos de infantería la 40 Comando, 42 Comando, 45 Comando, 2 Para, 3 Para, las guardias galeses, escoceses y los gurkhas, con un total de 10.000 hombres, apoyadas por el 4º y 29º Regimiento de Artillería y tanques livianos Scorpion y Scimitar se lanzan contra las ya debilitadas líneas argentinas.

El avance británico se produce inicialmente por 3 líneas de penetración con un batallón en cada una. La lluvia del invierno había ablandado el terreno, convirtiendo el campo de batalla en un barrial, quedando empantanados varios camiones y jeeps argentinos.

Esa noche los paracaidistas británicos volvieron a lanzar una ataque nocturno contra Monte Longdon desatándose sobre la colina otra furiosa y sangrienta batalla llena de ataques y contraataques que costaron muchísimas bajas. Esto provocó que finalmente, los comandantes argentinos decidieran no perder más hombres en la Batalla de Monte Longdon y la abandonaron dejándola en manos británicas. Los argentinos habían sufrido 200 bajas entre muertos, heridos y capturados[23], los paracaidistas británicos sufrieron también numerosas bajas, 23 muertos y más de 60 heridos.[24][25]El comandante de la 3ª Brigada de Comandos (Brigadier Julian Thompson) comentaba ¡Yo estaba a punto de retirar mi Paras de Monte Longdon. No podíamos creer que estos adolescentes disfrazados como soldados nos estaban haciendo sufrir muchas bajas!” Cerca del mediodía la Compañía Tacuarí del Regimiento 3 había logrado llegar a Moody Brook y ayudó a contener parte del ataque del 3 PARA. En Longdon los soldados paracaidistas agotados del 3 PARA esperaron los refuerzos requiridos para tomar la posición Wireless Ridge.

El 11 de junio, alrededor de las 22:00 horas, el Batallón de Comandos 42 de la Brigada de Comandos 3 lanzó un asalto nocturno durante la Batalla de los Montes Harriet y Dos Hermanas, que tomó por sorpresa a los soldados del Regimiento de Infantería 4 Monte Caseros que defendían Harriet. Sin embargo, el avance por las laderas del Monte Harriet fue un asunto lento y cruento según el corresponsal de guerra británico Kim Sabido: Durante un par de horas parecía que todo iba a salir mal. Azorados en las laderas por los intensos fuegos de ametralladoras y tiradores emboscados, avanzaban lentamente y a duras penas. Vi caer a varios hombres heridos de bala y a otros les alcanzó la metralla de la continua cortina de fuego que disparaban a distancia. Los hombres que teníamos enfrente no iban a ceder si no era tras una lucha encarnizada.[26]Los asaltantes, prevalidos de su enorme superioridad numérica, tuvieron que conquistar la posición trinchera por trinchera, reducto por reducto, en feroz combate cuerpo a cuerpo con los hombres del pelotón del Teniente Pablo Andrés Oliva. Pese a los heroicos intentos de los defensores por recuperar la colina con un contraataque nocturno[27], esta finalmente quedó en manos británicas. Con la conquista de Harriet, los Marines Reales podían atacar la Dos Hermanas desde el flanco izquierdo argentino, lo cual, pondría en graves aprietos a sus defensores en el valle entre Dos Hermanas y Longdon.

El 12 de junio, tras lanzar una brutal descarga de artillería sobre Dos Hermanas Norte, dos compañías de Marines Reales atacó ('Summer Days' o "Días de Verano") a las 00:30, arrollando a sus defensores y conquistando la posición. En menos de dos horas, el puesto de mando del Mayor Ricardo Mario Cordón en Dos Hermanas fue capturado, y capturado o soprepasado el jefe y toda la plana mayor. A las 03:00 horas y tras un fuerte bombardeo de artillería naval para ablandar las posiciones argentinas, las Compañías Apoyo y Rayo X, al mando del Capitán Ian Gardiner consiguieron tras una ardua lucha llegar a la cima de la colina Dos Hermanas Sur. El 3º Pelotón del Subteniente Marcelo Llambías había sufrido 5 muertos y 16 heridos de los 46 hombres que la conformaban, pero los conscriptos habían conseguido resistir cuatro horas. Un acto de valor y heroísmo realmente extraordinario. La retirada fue protegida hasta el último momento por el Cabo Mario Marvil Pacheco de la Compañía de Comunicaciones 10. Lamentablemente para los defensores, en esta batalla todo estaba en contra el Mayor Ricardo Cordón. No fueron sus hombres. Fueron la pérdida de comunicaciones y la apabullante superioridad numérica de la fuerzas asaltantes quienes causaron la perdida definitiva del cerro. De los oficiales habían quedado 1 muerto, 3 heridos y 2 capturados. Más del 50% de los cuadros habían quedados muertos o heridos en Dos Hermanas.

Pese a una resistencia heroica del Regimiento 4 Monte Caseros, Harriet y Dos Hermanas cayó en manos británicas, porque la Compañía A Tacuarí del Regimiento 3 no llegó a tiempo.[28]A las 03.36 horas se dispara un misil Tierra-Mar Exocet desde Hookers Point, produciendo un impacto en el crucero ligero HMS 'Glamorgan' y provocando incendio a bordo y 13 muertos y 30 heridos/lesionados.[29]A las 05:00 horas el ataque británico ya había perdido su ritmo. El asalto a la primera línea defensiva argentina, había sido mucho más duro y prolongado de los previsto. Se esperaba capturar Monte William y Monte Tumbledown en la noche, pero los 'Royal Marines' necesitaron muchas horas de duro pelear.[30]En Monte Harriet y Dos Hermanas, los argentinos sufrieron cerca de 500 bajas; 38 muertos y 100 heridos. Unos 350 argentinos, cayeron prisioneros. Los británicos perdieron 100 soldados y marineros muertos o heridos capturando Harriet y Dos Hermanas.

Una larga columna de camiones con los refuerzos se detuvo a la entrada de la capital malvinense posición en la carretera del valle Moody Brook. En el venían los hombres de la Compañía 'Tacuarí' del Capitán Rubén Oscar Zunino, una bruma intensa cubría el amanecer y esporádicamente se escuchaban disparos y gritos. Zunino llegaba con ordenes de tratar de restablecer las comunicaciones con el Comando del Regimiento 4, pero ante la cruda realidad de Harriet/Dos Hermanas ya no había nada que hacer.

El 13 de junio, la Escuadrilla Chispa del Grupo 5 de Caza atacan el puesto de comando del General Jeremy Moore en el Bluff Cove Peak al pie del Monte Kent; quién logra salvar su vida milagrosamente.

Antes de finalizar el día la unidad que iba a llevar el peso de los contraataques nocturnos, la Compañía B 'Piribebuy' del Regimiento 6, fue arengada por su máximo jefe, el General Oscar Jofre. El historiador militar británico Martin Middlebrook señala que Jofre les pidió que pelearan duramente: «Cuando el General de Brigada Jofre visitó Tumbledown ese día, había instado a estos hombres luchar duramente y vengar su derrota anterior.» [31][32]

A las 21:00 horas, el 2do Batallón de Guardias Escocesas del Teniente Coronel Mike Scott lanzó su ataque contra las líneas de trincheras argentinas en la Batalla de Monte Tumbledown. La captura del objetivo ofreció serias dificultades por la solidez de los atrincheramientos y la resistencia resuelta de los defensores.

Sin embargo, las tres compañías asaltantes fueron reduciendo uno a uno los puntos fuertes de la posición. El Batallón de Gurkhas, que junto con una compañía de marines reales agregada del Batallón 40 avanzaba en un segundo escalón, entro a apoyar la fase final. El Teniente de Corbeta Carlos Daniel Vázquez en la primera línea, llegó a pedir a la artillería propia «Fuego sobre mi posición». Es rechazado el primer ataque del Batallón Escocés en el sector oeste y se combate a su vez con un Batallón de Gurkas sobre el sector norte donde se encuentra la 3ra Sección de la Compañía 'Nácar' del Suboficial Jorge Luis Lucero.

Resistieron los infantes de marina la avalancha británica, causando cinco muertos a los asaltantes en las primeras horas del combate, pero ellos sufrieron muchas mas. Las posiciones de la 'Nácar' quedaron eventualmente rodeadas, aisladas y machacadas, pero seguían conteniendo el avance británico. Al Teniente 1° Raúl Daniel Abella le correspondió comandar el contraataque argentino. Lo seguiría el resto de la Compañía B 'Piribebuy'. Tras un durísimo combate, los hombres de la Compañía 'Left Flank' (Flanco Izquierdo) del Mayor John Kiszely consiguieron llegar a la cima de Tumbledown. Pero en el trayecto habían perdido cerca de 30 hombres de la Compañía 'Left Flank' entre muertos y heridos.[33]Alrededor de 15 miembros de la Guardia Escocesa, según el Sargento Thomas McGuinness del Pelotón 13, también habían quedado gravemente aturdidos o sufrían algún tipo de lesión al tomar cuberta entre las piedras durante el combate nocturno.[34]El 1º Batallón del 7º Regimiento de Fusileros Gurkas del Duque de Edimburgo, por su parte perdió a 8 más gravemente heridos de la Compañía B apoyando a los hombres de Kiszely.[35]

Sobre la medianoche, convencidos los dos bandos que el contrario se había quedado con el sector oeste del BIM 5, empezaron a golpear con la dureza de sus artillerías. Ambos ejércitos a pesar de tener sus tropas en medio, descargaron lluvias de proyectiles sobre los hombres que trenzados en lucha cuerpo a cuerpo trataban de mantener sus posiciones. Las bajas de fuego amigo y enemigo se dieron por igual.

Hacia las 02:00 AM, llegó una fuerza de 45 comandos argentinos al que los hombes del Mayor Jorge Alberto Monge de la Batería B del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 101 (B/GADA 101), pidieron como refuerzos para defender la altura Cortley Ridge, pero sin atender la solicitud se retiró después de hacer un reconocimiento de la situación. De no haber mediado la resistencia heroica de los infantes de marina y artilleros del GADA 101 en Cortley Ridge, la fuerza SAS/SBS habría podido romper la ínea este de resistencia del Regimiento 7 y abir fuego directo contra la capital malvinense con gravísimas consecuencias para los defensores.

Cerca de las 4:30 AM, los británicos rompen el frente Wireless Ridge (Cresta del Telégrafo) por tres sitios[36], pero los paracaidistas del pelotón del Subteniente Gustavo Alberto Aimar perteneciente al Regimiento de Infantería Aerotransportada 2 'General Balcarce' siguen resistiendo esperando los refuerzos argentinos que aún no llegan. La Compañía de Comandos 602 está comprometida a pocos kilometros en la colina Cortley, esperando un nuevo desembarco británico. Los paracaidistas argentinos luchan hasta el final.

La Compañía C del Capitán Alfredo Hugo García queda aniquilada; la A del Capitán Jorge Calvo, casi; la Compañía de Apoyo del Capitán Raúl Daneri, diezmada, y los refuerzos del Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada 10 'Coronel Isidoro Suárez' a órdenes del Capitán Rodrigo Alejandro Soloaga informa la pérdida de 5 muertos y cerca de 50 heridos defendiendo el puesto de mando del Regimiento 7.

Los supervivientes de las compañías argentinas se agruparon en el hipódromo y cancha de fútbol y el Teniente Coronel Eugenio Dalton (Jefe de Operaciones de la Brigada 10) pide refuerzos al comandante de la Brigada de Infantería Mecanizada 10 'Teniente General Nicolás Levalle', ya que sin ellos los comandos británicos podrían infiltrar las posiciones de la colina Sapper Hill que aún estaban en manos de los soldados argentinos. La Compañía B perteneciente al Teniente 1° Miguel Angel Machi del Regimiento de Infantería 'Especial' 25 fue enviada en su apoyo, reuniéndose con Dalton a las 8:30 de la mañana. Con los refuerzos obtenidos, Dalton junto con el Mayor Guillermo Ruben Berazay (Oficial de Operaciones del Regimiento 3 'General Belrano') se dedicó a reorganizar a los soldados dispersos, recibiendo un continuo bombardeo de la artillería naval en el proceso.[37]

El Capitán Tomás Fernández de la Compañía de Comandos 602 recordó algunos movimientos durante el retrocedo argentino desde Wireless Ridge y Tumbledown: Yo y toda la 602 vimos el repliegue de dos regimientos de infanteria en forma ordenada y encuadrado y también vimos como la artilleria inglesa los batia y volaban a unos 10 metros de altura piernas, brazos, troncos etc. de nuestra gente, y que el repliegue se ordenaba cuando no habia mas municiones.[38]

El General Galtieri dirigió un último mensaje al General Menéndez, deseando que no haya ni bandera blanca ni capitulación. "Mire, ¡lo que pasa es que no hay que sacar a la gente de los pozos para ir para atrás, sino para ir para adelante!", precisó.[39]

Durante esa conversación, a 6 kilometros al sur en Sapper Hill, se continuaba luchando. La artillería británica proseguía hostigando la posición de la Compañía Mar del BIM 5, donde el calvario duraría algunas horas más.

El 14 de junio, por la tarde, tras una semana de combates terrestres (entre el 8 y el 14 de junio), la guarnición argentina de Puerto Argentino debe capitular. Entre los generales Jeremy Moore y Mario Benjamín Menéndez, respectivamente comandante de las fuerzas británicas y Gobernador militar de las Islas Malvinas, queda acordado el alto al fuego y la consiguiente rendición. Las bajas de ambos bandos sumaban 200 muertos y desaparecidos, y más de 800 heridos.

El saldo final de la guerra en vidas humanas fue de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños muertos por el fuego de artillería británico dirigido por el Capitán Hugh McManners.[40].

Cese al fuego

La gobernación militar de las Malvinas terminó el 14 de junio. Después de 74 días, las islas volvieron a ser ocupadas por los británicos. A diferencia de los residentes de Goose Green, a los ciudadanos de la capital malvinense se les había permitido mucha libertad de movimiento. Pero hubo que soportar un toque de queda nocturno de 16 horas.

Las unidades británicas se apoderaron de los edificios ocupados por los argentinos. El bombero local Lewis Clifton describe cómo las infraestructuras de Puerto Stanley se quebraron bajo la presión adicional de acomodar a las tropas británicas y procesar a miles de prisioneros de guerra argentinos en espera de repatriación:

"El pueblo solía ser el hogar de unos pocos miles de personas, y de repente tuvo que acomodar a miles de soldados argentinos y británicos. El lugar simplemente no podía soportarlo. Solo había electricidad y agua esporádicas y el sistema de saneamiento colapsó. Las calles estaban llenas de desecho humano hasta los tobillos. El hedor era espantoso, realmente espantoso, y todos estábamos sufriendo por lo que llamamos la venganza de Galtieri. Perdió la guerra pero nos dejó enfermos."[41]

Hubo muchas críticas argentinas en cuanto al comportamiento de los paracaidistas británicos después de la rendición argentina. El General de Brigada Oscar Jofré, jefe de la Brigada de Infantería Mecanizada 10 en su libro 'Malvinas: La Defensa de Puerto Argentino' (Editorial Sudamaricana, 1987) alega que se quejó ante las autoridades británicas y los Marines Reales asumieron el control de la situación y pronto se restableció el orden en la capital malvinense. Un oficial de la plana mayor del Comodoro Michael Clapp escribió en su diario de guerra sobre el compartimiento británico:

"Totalmente deprimente. Las tropas están en un estado de ánimo de posguerra y muy egoístas. Agarrar, Agarrar (transporte, casas, equipo, comida, etc.) desapareció el espíritu de abnegación en el campo. Volverá pero en la actualidad todo es inmundicia, miseria y (el) instinto de saqueo prevalece. El peor aspecto de toda la campaña".[42]

Las afirmaciones de que las fuerzas argentinas se habían comportado como salvajes durante la ocupación fueron investigadas con los corresponsales de guerra británicos Patrick Joseph Bishop y John Witherow estableciendo claramente que eran en su mayoría simple rumores:

"Sin duda, ellos habían sido responsables de destrozar la sólida y vieja oficina de correos, y los callejones de la ciudad estaban llenas de excremento. Pero aunque catorce hombres isleños fueron sacados de sus hogares durante la ocupación y enviados a Gran Malvina, donde fueron puestos bajo arresto domiciliario, pocos habitantes fueron maltratados. Fue un régimen más incómodo que brutal ... Hubo historias de saqueos, pero al examinarlos más de cerca, solían ser tropas que robaban bollos del congelador o dormían en camas con botas embarradas. Se robaron algunos objetos de valor y recuerdos y algunas casas fueron vandalizadas, pero los detalles de los atropellos eran vagos. La mayor parte del daño grave fue causado por los bombardeos británicos. Un isleño dijo sin rencor que los británicos habían causado más lío en Stanley que los argentinos."[43]

El capitán Jeremy Larken del HMS 'Fearless' confirma la opinión de que las fuerzas de argentinas se habían comportado de manera apropiada:

"Estaba claro que el General Menéndez se había ocupado de las cosas en la Casa de Gobierno con un cuidado casi amoroso. Incluso los adornos estaban todavía en su lugar. Pero una vez que la Brigada de Comandos 3 entró allí y comenzó a usarlo como su cuartel general, creo que sufrió considerablemente. Es justo decir que los británicos fueron menos cuidadosos con Port Stanley que las fuerzas argentinas ... En los primeros días, nuestro control sobre nuestra propia gente no era tan bueno como podría haber sido. No diré que hubo violaciones y saqueos, pero hubo una gran cantidad de adquisiciones de materiales de guerra."[44]

Incluso se informó que las Fuerzas Especiales Británicas también participaron en el saqueo de la capital malvinense con el Capitán Rod Boswell recordando que:

"De repente, escuchamos la voz del brigadier que decía en voz bastante alta: «Tengo entendido que se están produciendo saqueos en Stanley. Tenemos que ponerle fin de inmediato, ya que no permitiré que suceda». Al instante escondimos el par de botellas de vino que nos quedaban y tratamos de parecer completamente inocentes mientras seguíamos bebiendo el Malbec ilícito."[45]

Principales batallas

Referencias

  1. Malvinas: 39° aniversario del bautismo de fuego de la Artillería Antiaérea
  2. "The missile struck fuel tanks amidships, killing 20 members of crew and wounding another 63." Task Force, Jon Parker, Hachette, 2013
  3. "Full impact from the losses of HMS Sheffield are only now beginning to be felt. The Defence Ministry still hasn't released the exact casualty list, but 87 families are being contacted about relatives either killed, wounded or missing." War and Peace News, Lucinda Broadbent, p. 334, Open University Press, 1985
  4. "1647 Support Company had reported lots of white flags." Not Mentioned in Despatches: The History and Mythology of the Battle of Goose Green, Spencer Fitz-Gibbon, p. 197, James Clarke & Co., 2006
  5. AL MERITO MILITAR
  6. The Assault On Mount Kent Written by Harry Gillespie
  7. Son 100 los identificados de Malvinas: la heroica historia del soldado que gritó "¡Cuidado, emboscada!" antes de morir y salvó a sus compañeros
  8. "Two more men were wounded, but the SAS remained in control of its main positions by the morning of 30 May." Twilight Warriors: Inside the World's Special Forces, Martin C. Arostegui, p. 181, St. Martin's Press, 1997
  9. El alacrán Kovalski participó de la evocación del bautismo de fuego de Gendarmería Nacional
  10. "En medio de lo que parecia un corredor de aviones, aparecieron dos Harrier. El Perro, ni corto ni perezoso, volvio a dispararles. -¡Perro, dejáte de boludear y no les tires más porque van a saber dónde estamos y nos van a hacer pelota!, le pidieron sus compañeros a los gritos." Malvinas: 20 Años, 20 Héroes, p. 204, Fundación Soldados, 2002
  11. Malvinas: identificaron a Mateo Sbert, el sargento que murió en la histórica batalla de "Top Malo House"
  12. Según los autores de 'Falklands:-The Air War' (página 238) el portaaviones HMS Invincible en verdad se había sido retirado en la noche del 5-6 de junio por un fallo en un motor Olympus.
  13. Según el historiador David Brown: "3000 millas al noreste de las Malvinas, el Invincible estaba realizando un período de automantenimiento en el mar, protegido por el Andromeda. Los dos barcos habían se desprendido del Grupo de Batalla tarde el 18 de junio y llegaron a 23° de latitud Sur cinco días después. Allí comenzó un cambio del motor principal, una tarea que nunca se había intentado en el mar antes pero que se logró con éxito en seis días." (The Royal Navy and the Falklands War, Pen & Sword, 1987
  14. Misión: "¡Ataquen al Invencible!"
  15. Según el teniente 1.º Enrique Stel de la Compañía de Comandos 602:"Fue un día de cielo despejado, pero el Monte Harriet no se veía por el intenso fuego de Artillería inglesa, naval y de campaña que recibía. Era una gran nube de polvo que rodeaba el cerro. El capitán Fernando De la Serna nos dejo a la altura del Batallón de Infantería de Marina 5 para no poner en peligro el vehículo, uno de los pocos que teníamos". Comandos en Acción: El Ejército en Malvinas, p. 167, Editorial San Martin, 1987
  16. Malvinas: Relatos de Soldados, Martín Antonio Balza, Círculo Militar, 1986
  17. El 9 de junio el teniente David Stewart del Batallon de Comando 45 recibe instrucciones de efectuar un "raid" sobre las posiciones en Dos Hermanas Sur y revela: «Es lamentable que la noche anterior, el patrullaje realizado por dos pelotones, uno de cada Compañías Z y Y, se habían visto obligado a retroceder por un fuerte bombardeo de artillería.»The Falklands War: The Day by Day Record from Invasion to Victory, p. 314, Marshall Cavendish Limited, 1983
  18. «En la tarde del 8 de junio el 3 PARA despacho tres fuertes patrullas de combate a Monte Longdon. Cada una comprendía la mitad de un pelotón; uno fue acompañado por un guía de la Compañía D (patrullas) y los otros dos por las isleños de las Falklands Terry Peck y Vernon Steen. La misión de las patrullas era localizar los caminos adecuados al objetivo y para poner a prueba las reacciones del enemigo al tanteo. Sin embargo, desafortunadamente, la combinación de una buena noche y una luna brillante les impedío penetrar las posiciones enemigas.». Task Force: The Illustrated History of the Falklands War, David Reynolds, p. 179, Sutton, 2002
  19. Martín Antonio Balza, Malvinas: Relatos de Soldados, p. 80, Círculo Militar, 1986
  20. Según el teniente 1.º Jorge Alejandro Echeverría:"El regimiento tuvo arriba de veinticinco heridos y dos muertos en este fuego de preparación". Carlos M. Túrolo, Así lucharon, p. 78, Editorial Sudamericana, 1982
  21. Según el Mayor Mario Castagneto: "Otra acción, esta vez de la 602, al mando de su propio jefe, el mayor Rico, se produjo ... delante de la posición propia. En ella chocan con una fracción del SAS-Special Air Service- y, aunque los nuestros se encuentran en inferioridad de número que los comandos ingleses, no sólo lo baten y ponen en fuga sino que les capturan material que es traido de regreso a Puerto Argentino. Recuerdo que la televisión argentina filmó ese material capturado." La Guerra de Las Malvinas, p. 645, Editorial Oriente, 1987
  22. "El 10 de junio se avistaron desde las avanzadas del Ejército defensor de Puerto Argentino, treinta vehículos blindados con oruga, tipo Scorpion, desplazándose a través de la turba como no podían hacerlo los Panhard a ruedas del escuadrón de exploración del Regimiento de Caballería 10. Los blindados argentinos a oruga, utilizados por la Marina cuando tuvo lugar la “Operación Rosario”, habían sido retirados al continente poco después, durante ese mes de abril". Comandos en Acción: El Ejercito en Malvinas, Isidoro J. Ruiz Moreno, p. 171, Emecé Editores, 1986
  23. Dice el mayor Carlos Carrizo Salvadores: "De los 278 hombres que tenía inicialmente, sólo nos pudimos replegar 78. Quedaron en la posición 200 ". (Martin Antonio Balza, Malvinas: Relatos de Soldados, Pag. 84, Círculo Militar, 1986)
  24. "We'd lost something like twenty-two guys up to that point, dead, but three times more than that were wounded." Bloody Hell: The Price Soldiers Pay, Daniel Hallock, pg. 60, Plough Publishing House, 1999
  25. "Our battalion had lost twenty-three men there, with more than sixty wounded." Forward Into Hell, Vincent Bramley, John Blake Publishing
  26. War in the Falklands, Paul Eddy, Magnus Linklater, p. 268, Harper & Row, 1982
  27. Relata el teniente 1° Jorge Alejandro Echeverría: "Era un fuego disperso totalmente, la intensidad del combate había disminuido excepto al frente, donde estaba el primer teniente Carlos Alberto Arroyo con su compañía y se ve que pudieron cambiar de posición, porque estaban combatiendo muy fuerte." "ASI LUCHARON", extraído del libro de Carlos Turolo
  28. «Simultáneamente se ordenó que se adelantara una compañía del Regimiento de Infantería 3, para unirla a la compañía del Regimiento 6 del mayor Jaimet que ya estaba adelante y lanzar juntos un contraataque para intentar recuperar la cima del cerro Harriet.» (Malvinas: Testimonio de Su Gobernador, Mario Benjamín Menéndez, Carlos M. Túrolo, Pag. 272, Editorial Sudamericana, 1983)
  29. HMS Glamorgan: memorial for Falklands War ship
  30. Según el mayor David Wheen:«Habíamos recibido la orden de estar preparados para seguir adelante con el ataque contra Monte Tumbledown y Monte William si el enemigo huyera de nuestro ataque inicial y el tiempo lo permitiera. Al amanecer era obvio que no estábamos en una posición de atacar. Estábamos agotados, sin munición y sufriendo de bajas significativas. Mi segundo encargado, un radio operador, mi ametralladorista del puesto de comando táctico y uno de mis comandantes de pelotón habían sido baleados, y otros 10 más también estaban heridos. A un comandante de pelotón descubrí que estaba sufriendo de fatiga de combate.»A Rifle Company Commander's Perspective
  31. Argentine Fight for the Falklands, Martin Middlebrook, Pag. 255, Pen and Sword, 2003
  32. «Otro hecho digno de destacar (y que da por tierra con muchas difamaciones) fue la visita en pleno bombardeo británico del Comandante de la Xma Brigada de Infantería Mecanizada y Comandante de la Agrupación Ejército Puerto Argentino, el ya fallecido Grl Jofré, quien saludó a la tropa y cumplió posteriormente su palabra enviando mas munición (y hasta le cedió sus guantes a un soldado que los había perdido en el repliegue). Si hubo un momento en toda la guerra para estar lejos de primera línea… ¡¡ése era el momento!!» LA 3RA SEC. DE LA CA."B" DEL RIMEC6 GRL. "VIAMONTE" "UN COMABTE MUY DURO EN UNO DE LOS SECTORES MAS DIFICILES"
  33. The cost to the British was seven Guardsmen killed and 21 wounded of whom 18 were evacuated to hospital. Tactics of Modern Warfare: Rapid Deployment in the 20th Century, Mark Lloyd, Pag. 155, Brian Trodd, 1991
  34. War in the Falklands British Marines Fighting against Argentine Marines (disponible en Youtube)
  35. «Second Lieutenant Marcelo De Marco, radioed 3rd Artillery Group for airburst, which wounded eight Gurkhas.» Victory in the Falklands, Nick Van Der Bijl, P.218, Pen and Sword, 2007
  36. Alrededor de las 4.30 am, el teniente coronel Omar Giménez sabía que el Regimiento de Infantería 7 había sido completamente derrotado: "Se perdieron las comunicaciones, todo mi regimiento está acabado." Nine Battles to Stanley, Nicholas Van der Bijl, p.209, Leo Cooper
  37. «El Teniente Coronel Eugenio Dalton, durante la oscuridad antes del amanecer del lunes, 14 de junio, fue visto conduciendo alrededor en un jeep, reagrupando a soldados cansados, en pánico y aturdidos de varias unidades en una compañía, y los condujo al sector occidental de Stanley bajo fuerte fuego.» Nicholas van der Bijl, David Aldea, 5th Infantry Brigade in the Falklands 1982, Pag. 17, Leo Cooper, 2003
  38. Decepcionante conferencia del Brigadier Crespo
  39. Malvinas, Gesta e Incompetencia, Martín Antonio Balza, Editorial Atlántida, 2003
  40. Remembering the victims of the Falklands war
  41. The Falklands invasion, by those who were there
  42. The Falklands War, D. George Boyce, p. 146, Macmillan International Higher Education, 2005
  43. The Winter War: The Falklands, Patrick Joseph Bishop, John Witherow, p.143, Quartet Books, 1982
  44. Forgotten Voices of the Falklands, Hugh McManners, p. 433, Random House, 2008
  45. Mountain Commandos at War in the Falklands, Rodney Boswell, p. 142, Pen & Sword, 2021

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Enlaces externos