Fondo de ayuda a Metapedia, 2018: Internet es el principal campo de batalla de la Metapolítica de nuestro tiempo. ¡Ayúdanos! | |||
| |||
|
Juan Ramón Sepich
Sumario
Formación
Descendiente de inmigrantes croatas y alemanes, Sepich ingresó en 1923 al Seminario Conciliar de Villa Devoto, donde fue compañero de Julio Meinvielle y de Octavio Nicolás Derisi.
Sobresaliente a causa de su inteligencia, en 1926 fue becado para estudiar en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. A su regreso a Buenos Aires en 1930 asumiría finalmente el presbiterado. Dos años después completaría su doctorado en teología en el mismo Seminario Conciliar de Villa Devoto en el cual había comenzado su formación sacerdotal. Su tesis, que fue publicada en 1934, versó sobre el sacramento de la eucaristía.
Intelectual católico porteño
El interés por la filosofía motivó a Sepich a frecuentar los claustros de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de La Plata, en donde entró en contacto con profesores como Francisco Romero, Coroliano Alberini, Alejandro Korn, Carlos Astrada y Rómulo Carbia.
Al mismo tiempo se afianzó su participación en el espacio de formación y sociabilidad de la intelectualidad católica argentina: no sólo fue coordinador de los estudios filosóficos del Seminario Conciliar de Villa Devoto sino que además ocupó la misma función en los Cursos de Cultura Católica, influenciando de ese modo a toda una generación de jóvenes (muchos de los cuales militarían en el nacionalismo católico).
Si bien por esa época participó del comité de recepción de Jacques Maritain en la Argentina e intercambió correspondencia con el filósofo francés, afortunadamente Sepich no se contagió de su pensamiento socialcristiano. Muy por el contrario, el sacerdote se sumió en una reflexión original que lo convirtió en un representante del catolicismo escolástico preocupado tanto por los desarrollos teóricos de una teología, metafísica y ética cristiana, como por la búsqueda de los valores tradicionales del catolicismo como nutriente de los contenidos de la nacionalidad. A raíz de ello difundió sus ideas en revistas como Sol y Luna, Baluarte, Ortodoxia y Criterio, todas ellas de orientación nacionalista, católica e hispánica.
Fluido en alemán, tradujo los libros Satire und Polemik de Theodor Haecker y Die sakramentale Welt de Johannes Pinsk.
Sepich, además, fue capellán del Patronato de la Infancia y del Patronato Nacional de Menores.
Años mendocinos
A fines de 1942 la Universidad Nacional de Cuyo, ubicada en Mendoza, lo convocó para que se convirtiera en el director de su recientemente fundado Instituto de Filosofía, cosa que Sepich aceptó. El currículum del sacerdote era más que adecuado: a su estupenda traducción anotada del opúsculo El ente y la esencia de Tomás de Aquino, se le sumaban los libros Lógica formal e Introducción a la filosofía, dos obras de su autoría que testificaban la rigurosidad y profundidad de su pensamiento.
En tierras mendocinas creó la revista Philosophia. Gracias a ella trabó amistad con Guido Soaje Ramos, figura descollante de la intelectualidad local.
Cuando se produjo la Revolución de 1943, fue invitado por el nuevo gobierno para que colaborase en la tarea de enderezar al país. Debido a ello retornó a Buenos Aires a mediados de 1944 para asumir el cargo de rector del Colegio Nacional de San Carlos y el de responsable de la Dirección de Enseñanza Religiosa del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública que encabezaba Alberto Baldrich. Además ingresó como docente a la UBA. De todos modos el clima conflictivo que reinaba en la capital argentina lo agotó rápidamente y lo motivó a retornar a Mendoza para retomar sus actividades en la UNCUYO.
En 1946 y en 1947 visitó España -invitado por el Instituto de Cultura Hispánica- y Francia -invitado por el Institut Catholique de Paris. En Europa su fama de crítico de la Modernidad parida por el liberalismo y de defensor de la hispanidad se acrecentó (llegó a proponer la creación de un Instituto Cultural Iberoamericano). Revistas como Razón y Fe y Alférez le solicitaron colaboraciones para ser difundidas entre sus lectores de lengua española. En Salamanca, mientras asistía a un encuentro de intelectuales católicos organizados por la organización Pax Romana, conoció al pensador francés Alberto Falcionelli, a quien terminaría convenciendo de que se reubicase en Mendoza.
Con motivo de la celebración del décimo aniversario de la creación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCUYO, Sepich propuso organizar un congreso internacional de filosofía para el año 1949. Tomando inspiración en los eventos a los que había asistido estando en el Viejo Continente, el sacerdote propuso centrar las actividades en torno a la discusión sobre la filosofía cristiana. Empero los peronistas lo acusaron de "falangista" por sus ideas y le transfirieron la responsabilidad de la organización del congreso al filólogo Ireneo Fernando Cruz.
Docente en la UNLP
Nombrado agregado cultural, Sepich partió en 1949 hacia Europa, en donde trabajaría para las embajadas argentinas en Suiza y en el Vaticano. También dictó conferencias en universidades alemanas y el Seminario de Problemas Hispanoamericanos que dirigía Manuel Fraga Iribarne le publicó un opúsculo suyo.
Al retornar a la Argentina en 1950, el sacerdote se convirtió en docente de la Universidad Nacional de La Plata, ocupando la cátedra de Ética a la que había renunciado Carlos Astrada. Por esa época comienza a prestar una mayor atención a la filosofía alemana, especialmente a la obra de Martin Heidegger. Sus textos aparecerán entre las páginas de Dinámica Social, Humanitas, Cultura, Cuadernos Hispanoamericanos y Punta Europa.
Migración a Europa
En 1955, poco antes de que tuviese lugar la Revolución Libertadora, Sepich fue cesanteado de su cargo docente en la UNLP. Privado de sus cátedras, optó por viajar a España y dictar seminarios en la Universidad Central de Madrid y en la Universidad de Salamanca, para luego pasar a la Albert-Ludwigs-Universität Freiburg en Alemania Occidental, gracias a la gestión del profesor Heribert Boeder. Entre 1958 y 1966 trabajaría como docente e investigador de la Technische Universität Berlin, suspendiendo brevemente sus actividades en 1964 para asistir a la tercera sesión del Concilio Vaticano II. En ese periodo escribió en alemán un texto sobre Latinoamérica, cuya traducción al español sería publicada de modo póstumo como un libro recién en 1987 por iniciativa del filósofo Diego Pro.
Es en este periodo que Sepich afronta la lectura detenida de G. W. F. Hegel, en quien encuentra una guía para discutir acerca de la crisis espiritual de Occidente y articular su proyecto de superación de la misma mediante el cristianismo.
Retorno a la UNCUYO
En 1967 regresó a la Argentina. La Universidad del Salvador lo contrató como docente, pero al año siguiente dejó esa cátedra y se reubicó en Mendoza para reingresar a la UNCUYO. Allí tuvo que atestiguar el auge de la filosofía de la liberación, un engendro neomarxista promovido por, entre otros, Arturo Andrés Roig y Enrique Dussel.
Sepich estaba muy lejos del socialismo o del liberalismo, pero también del tradicionalismo católico. Para combatir a la creciente subversión que azotaba a su país intentó formar a sus estudiantes en función del progreso ilustrado, bajo una óptica occidentalizadora con la que América se conectase a través de su pasado. En su visión, la filosofía debía ser planteada como una propedéutica de la vida que permitiera el regreso del espíritu.
En 1978 dejó la Argentina para instalarse en Alemania Occidental, país en el que moriría al año siguiente.
Entre sus discípulos se cuentan a Rubén Calderón Bouchet, Norberto Espinosa, Armando Rodríguez, María Teresa Lucero y Alejandro Frigerio.
Bibliografía
- La eucaristia. Buenos Aires: Cursos de Cultura Católica, 1934.
- La Teología de la Fe en la crítica cartesiana. Buenos Aires: UBA, 1937.
- Sobre Inteligencia y Cultura. Buenos Aires: Cursos de Cultura Católica, 1938.
- Lógica formal: analítica de la forma lógica. Buenos Aires: Cursos de Cultura Católica, 1940.
- Estructura de lo social. Buenos Aires: Sol y Luna, 1940.
- Introducción a la filosofía. Buenos Aires: Cursos de Cultura Católica, 1942.
- San Juan de la Cruz: místico y poeta. Buenos Aires: Institución Cultural Española, 1942.
- Lecturas de metafísica. Buenos Aires: Cursos de Cultura Católica, 1946.
- La actitud del filósofo. Buenos Aires: Cursos de Cultura Católica, 1946.
- La Hispanidad como problema y destino (junto a T. Lucero, J. Soler Miralles y O. Burgos). Mendoza: Instituto de Filosofia, 1948.
- Misión de los pueblos hispánicos. Madrid: Seminario de Problemas Hispanoamericanos, 1949.
- Introducción a la ética. Buenos Aires: Emecé, 1952.
- Del hombre y su convivencia. Buenos Aires: Dinámica Social, 1953.
- La filosofía de 'Ser y Tiempo' de Martin Heidegger. Buenos Aires: Nuestro Tiempo, 1954.
- Pensamiento y significación de Ludwig Binswanger. Mendoza: UNCUYO, 1967.
- El pensamiento categorial. Mendoza: UNCUYO, 1968.
- La metafísica entre el mito y la razón. Mendoza: UNCUYO, 1970.
- Propedéutica filosófica. Buenos Aires: Itinerarium, 1972.
- Posición de la sociología. Buenos Aires: CEDOFI, 1974.
- Latinoamérica: ¿madurez o decadencia?. Mendoza: UNCUYO, 1987.