Lavrenti Beria

De Metapedia
Saltar a: navegación, buscar
Lavrenti Beria

Lavrenti Pávlovich Beria (29 de marzo de 1899 - 23 de diciembre de 1953) fue un dirigente político comunista de la Unión Soviética y jefe de la policía y el servicio secreto (NKVD) desde 1938 hasta 1953.

Beria suele ser asociado con los arrestos y ejecuciones masivos llevados a cabo durante la Gran Purga. Sin embargo, Beria tomó el mando de la NKVD en la etapa final de la purga. Beria alcanzó su apogeo durante la Segunda Guerra Mundial, hasta la muerte de Stalin; luego Beria fue juzgado y ejecutado, en circunstancias poco claras, a instancias de Nikita Jrushchov y sus seguidores, que lo veían como el principal obstáculo a la desestalinización.

Inicios

Beria nació en Sujumi, en la región de Abjasia, Georgia, en el seno de una familia de campesinos. Fue miembro del grupo étnico mingreliano y su familia pertenecía a la Iglesia Otodoxa Georgiana, una rama independiente de la Iglesia Ortodoxa. Educado en la escuela técnica en Sujumi, no pudo continuar los estudios superiores en Ingeniería por falta de recursos.

En 1914 ingresa al Ejército, donde sufrirá persecuciones por su colaboración con los revolucionarios, llegando a ser condenado a muerte. Logra evadirse, y en 1917 se afilia al Partido Comunista de la Unión Soviética de Bakú, ocupando un cargo de mediana importancia al producirse la Revolución de Octubre de ese año, según consta en los archivos del Partido de Bakú. Sin embargo, algunas fuentes afirman que esos archivos fueron falsificados, y que en realidad Beria se afilió en 1919, también afirman que se unió al Ejército Rojo, pero luego desertó, aunque nunca ha habido pruebas contundentes.

En 1920 toma funciones como agente secreto en al delegación soviética en Praga, donde aprende los idiomas checo, alemán y francés.

Por esa época, Beria se unió a la Cheka, la primera policía política de la Unión Soviética. En esa época una revuelta bolchevique estalló en Georgia, en donde tanto el Ejército Rojo como el Cheka tuvieron una participación protagónica. Para 1922 Beria fue designado cabeza del GPU (organismo sucesor del Cheka) en Georgia.

En 1924 lideró la represión de una revuelta nacionalista en Tiflis, donde se afirma que 5.000 personas fueron ejecutadas. Beria fue un aliado cercano de Stalin en su ascenso al poder en la Unión Soviética. Por su actuación en la represión de la revuelta, se convirtió en jefe de la "división política-secreta" de la GPU Transcaucásica y fue premiado con la Orden de la Bandera Roja.

En 1931 fue designado Secretario del Partido en Georgia y para toda la zona de Transcaucasia en 1932. En 1934 se convirtió en miembro del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, en esa época se mudó de Georgia, pero siguió ejerciendo control directo sobre la república hasta julio de 1953.

Para 1935 Beria se había convertido en uno de los más incondicionales colaboradores de Stalin. En el discurso Historia de las Organizaciones Bolcheviques en Transcaucasia, reescribió completamente el alzamiento bolchevique en Georgia para mostrar a Stalin como el único protagonista del mismo. En 1934, cuando Serguéi Kírov fue asesinado y comenzó la Gran Purga, Beria la llevó a cabo en Transcaucasia, usando la oportunidad para saldar cuentas con antiguos camaradas y opositores en Georgia. En junio de 1937 declaró en un discurso: "Que nuestros enemigos sepan que cualquiera que levante la mano contra la voluntad del pueblo, y contra la voluntad del Partido de Lenin y Stalin, será aplastado y destruido sin misericordia."

Beria y la NKVD

En noviembre de 1938, Beria sustituyó a Nikolái Yezhov en la dirección del Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos (NKVD, por sus siglas en ruso), la policía de la seguridad nacional.

Yezhov le había otorgado una macabra reputación al organismo, por la cantidad millonaria de personas perseguidas durante la Gran Purga. Beria fue seleccionado para acabar con la purga, no tanto por terminar con las atrocidades, sino por encauzar un proceso que estaba fuera de control. Yezhov fue ejecutado poco después. A continuación, Beria inició una purga en el NKVD, reemplazando a los miembros del mismo, con gente proveniente del Cáucaso. A pesar de que la opinión pública asoció a Beria con la Gran Purga, durante su dirección 100.000 personas fueron liberadas de los campos de concentración, y oficialmente fueron admitidas ciertas "injusticias" y "excesos", si bien toda la culpa fue arrojada a Yezhov. Por supuesto, si bien las purgas en el Partido y el Ejército disminuyeron, al acercarse la fecha del inminente estallido de la Gran Guerra Patria, las purgas en las poblaciones de Polonia y los Países bálticos se incrementaron abruptamente.

En marzo de 1939, Beria fue elegido candidato al Politburó, si bien no fue oficializado hasta 1946, gozó de todo el poder de los miembros oficiales. En 1941 fue designado Comisario General de la Seguridad Estatal, el rango más alto dentro de la policía soviética. En junio el Tercer Reich invadió a la Unión Soviética, y Beria se convirtió en miembro del Comité de Defensa Estatal.

Durante la Segunda Guerra Mundial, usó a millones de prisioneros de la NKVD como mano de obra para la producción bélica, luego tomó el control de la producción de los armamentos y, junto con Georgi Malenkov, de la producción de aviones y turbinas. En este periodo se le atribuyen a él y a Stalin las políticas de represión de todos aquellos que dieran muestras de derrotismo o deserción.

En 1944, Beria se encargó de investigar a las minorías étnicas que eran sospechosas de haber colaborado con los alemanes. Esto motivó deportaciones masivas de las poblaciones de Chechenia, Ingushetia, Crimea y los alemanes del Volga hacia Asia Central. Si bien muchos regresaron al morir Stalin, para aquel momento, la mayoría de esas personas hacia mucho había muerto en los campos de concentración soviéticos (Gulags). Respecto a los alemanes del Volga, el gobierno de Nikita Jrushchov declararía que las acusaciones habían sido totalmente infundadas.

En diciembre, Beria fue nombrado supervisor del Proyecto soviético de la bomba atómica. Su mayor éxito fue obtener excelente información del programa nuclear de los Estados Unidos, logrando que la Unión Soviética dispusiera de su propia bomba en 1949.

En julio de 1945, los rangos de la policía soviética fueron convertidos al sistema militar, de esta manera, Beria se convirtió en Mariscal de la Unión Soviética. Esta decisión se justificó asegurando que la contribución a la guerra en materia de producción por parte de Beria, había sido indispensable. A los mariscales que nunca ejercieron una carrera militar profesional se les llamó Mariscales Políticos; sólo ha habido cuatro en la historia de la Unión Soviética: Leonid Brézhnev, Nikolái Bulganin, Beria y Stalin.

Después de la guerra

Con Stalin acercándose a los 70 años de edad, sus subordinados utilizaron los años de paz para reiniciar la lucha por la sucesión. Sin embargo, al finalizar la guerra parecía que Andréi Zhdánov, líder del partido en Leningrado durante la guerra, se convertiría en el sucesor de Stalin. En previsión a esto, Beria, que era rival de Zhdánov, había formado una alianza con Malenkov contra Zhdánov en 1946.

En enero de ese mismo año, Beria abandonó la jefatura del NKVD, que luego se convirtió en el MVD. El sucesor de Beria, Sergei Kruglov, no pertenecía al círculo de Beria. El verano de ese mismo año, Vsévolod Merkulov, hombre de confianza de Beria, fue reemplazado por Víktor Abakúmov en la jefatura del MGB, antecesor de la KGB. Kruglov y Abakúmov procedieron entonces a cambiar a casi todo el personal de sus organismos que tuvieran una relación con Beria, de esta manera, en poco tiempo el Ministro del MVD Stepán Mamulov representaba el último bastión de la otrora extensa red de inteligencia de Beria. En los meses siguientes, Abakúmov llevó a cabo varias operaciones de importancia sin consultar a Beria, trabajando conjuntamente con Zhdánov, y a veces bajo órdenes directas de Stalin. Algunos historiadores concluyen que estas tempranas acciones contra los allegados de Beria revelan un plan en su contra que eventualmente lo atacaría también.

Una de estas acciones fue la campaña en contra del Comité Judío Antifascista en 1946, en la que prominentes judíos fueron arrestados y donde el célebre Solomon Mikhoels murió en un extraño accidente de tránsito. Este fue un síntoma de la decadencia en el poder de Beria, ya que él había creado ese Comité en 1942, además muchos judíos arrestados pertenecían a su entorno.

En agosto de 1948 falleció Zhdánov, y Beria y Malenkov iniciaron una purga de los allegados a este, conocida como el Asunto de Leningrado, en el que muchos líderes del partido en Leningrado fueron acusados de crear una celda anti-soviética. Entre las dos mil personas que fueron ejecutadas se encontraban Aleksei Kuznetsov, Nikolái Voznesenski, Piotr Popkov y el primer ministro de la República de Rusia, Mijaíl Rodiónov, todos ellos colaboradores de Zhdánov. Sin embargo, inmediatamente se empezó a considerar a Nikita Jrushchov como una alternativa posible a la alianza de Beria y Malenkov.

Durante los años de la pos-guerra, Beria supervisó en su totalidad la implementación de las policías secretas en los países de Europa del Este, además de elegir a dedo a sus líderes, de los cuales muchos eran judíos. Pero en 1948, Abakúmov inició una persecución contra esos líderes, que culminó con el arresto en noviembre de 1951 de Rudolf Slánský y otras figuras prominentes, que fueron acusadas de Sionismo, usando a Checoslovaquia como trampolín para enviar armas al naciente Estado de Israel. De esta manera, 14 líderes de Checoslovaquia, 11 de ellos judíos, fueron juzgados, sentenciados, y ejecutados en Praga. Persecuciones similares se llevaron a cabo luego en Polonia y otros países de Europa del Este.

Eventualmente, Abakúmov fue reemplazado, pero este intensificó la campaña antisemita. El 13 de enero de 1953, apareció un artículo en el diario Pravda que acusaba a varios doctores de intentar envenenar a varios líderes soviéticos, en lo que sería llamado el "Complot de los Médicos". Como consecuencia 37 doctores, 17 de ellos judíos fueron arrestados, mientras que el antisemitismo se extendió por todo el país. Al mismo tiempo, la MGB, bajo órdenes de Stalin, empezó a preparar la deportación de la población judía a la costa oriental de Rusia.

Un día después de la muerte de Stalin, Beria puso fin a la investigación del "Complot de Médicos", junto al reconocimiento de que las acusaciones habían sido inventadas, y el castigo a los funcionarios del MGB involucrados, incluyendo la destitución de Kruglov, antiguo director del MGB, del Comité Central.

Luego de la muerte de Stalin

En los funerales de Stalin, Beria fue uno de los tres oradores: habló luego de Malenkov y antes de Molotov, lo que lo referenciaba como el segundo hombre fuerte de la URSS.

Beria fue designado Diputado del Primer Ministro y reasignado a la jefatura del MVD, que se convirtió en la KGB. En aquel momento, su aliado Malenkov se convirtió en el Primer Ministro y por ende el hombre más poderoso de la era pos-Stalin. Beria le seguía, y debido a la falta de liderazgo mostrado por Malenkov, estaba en posición de gobernar a través de éste último. Jrushchov se convirtió en Secretario del Partido, que no era un puesto tan importante como los que ocupaban Beria y Malenkov.

Beria encabezaba entonces un movimiento de liberalización, que incluía la liberación de prisioneros políticos de los campos de concentración. En abril de ese mismo año prohibió la tortura en las prisiones. Al mismo tiempo dictó una política más liberal hacia las minorías étnicas de la Unión Soviética, además persuadió al Presidium (antiguo Politburo) y al Consejo de Ministros a impulsar reformas económicas más liberales en la Alemania Oriental.

En cuanto al estado soviético, Beria pretendía reducir al máximo la responsabilidad del Partido en la administración directa de la economía, promoviendo para esta cuadros técnicos y no políticos.

El deseo de Beria de liberalizar el régimen ha sido visto por algunos historiadores con suspicacia, ya que Beria mismo fue responsable en parte de la represión mientras Stalin estaba vivo. Uno de los principales obstáculos que Beria encontró fue su deseo de disminuir el excesivo control de la policía secreta en la política de su país, ya que esta policía era la misma fuente de su poder.

Muerte de Beria

Nikita Jrushchov, deseoso desde el inicio de derrotar a Beria, no podía actuar contra éste porque la alianza de Beria y Malenkov era demasiado fuerte. Sin embargo, en junio de 1953 estallaron protestas contra el régimen comunista en Berlín Oriental, que Jrushchov aprovechó para minar la confianza de los líderes soviéticos en Beria, asegurando que éste deseaba la unificación de Alemania, así como planeaba recibir ayuda de los Estados Unidos. Semanas después de haber sido reprimidas brutalmente las manifestaciones en Berlín Oriental, Molotov, Nikolái Bulganin y el mismo Malenkov quedaron convencidos que las políticas liberales de Beria conducían al país a la desestabilización, y Malenkov decidió traicionarlo.

Los testimonios de la caída de Beria varían.

Algunos aseguran que Jrushchov convocó al Presidium el 26 de junio, donde acusó a Beria de ser un espía británico. Completamente sorprendido Beria preguntó: "¿Qué sucede, Nikita Sergeyevich?" En ese momento Molotov y otros también acusaron a Beria, y Jrushchov propuso inmediatamente su dimisión. Malenkov llamó entonces al Mariscal Gueorgui Zhúkov, que entró con un grupo de oficiales armados.

Algunos historiadores afirman que Beria fue llevado primero a una prisión en Lefortovo y luego al Cuartel General del General Kirill Moskalenko, Comandante de la Defensa Aérea de Moscú y compañero de armas de Jrushchov. Inicialmente se mantuvo en secreto su arresto, con el fin de poder capturar a todos sus principales hombres; al mismo tiempo, las fuerzas de la NKVD en Moscú fueron desarmadas. El diario Pravda anunció el arresto de Beria el 10 de julio, dando el crédito a Malenkov y culpando a Beria de "actividades ilegales contra el Partido y el Estado". En diciembre se anunció que Beria y seis cómplices habían estado siendo pagados desde hace años por agencias de inteligencia extranjeras para conspirar en derrocar el gobierno comunista de la Unión Soviética y restaurar el capitalismo.

Beria fue juzgado en un "tribunal especial" sin defensa y sin derecho a apelación. Fue sentenciado a muerte, y de acuerdo a las posteriores declaraciones de Moskalenko, Beria rogó arrodillado por misericordia, sin embargo, él y los otros seis acusados fueron ejecutados inmediatamente.

Otra versión es la del hijo de Beria, Sergo, según la cual la casa de éste fue atacada el 26 de junio por unidades militares y fue asesinado en el lugar, y varios funcionarios le aseguraron que su padre no estaba presente en el "juicio". Además, un miembro del tribunal que supuestamente juzgó a Beria, Nikolái Chvernik, dijo que nunca vio a Beria con vida. Baybakov, miembro del Comité Central, afirmó que Beria ya estaba muerto en el Pleno de julio de 1953, pero sus miembros no lo sabían aún, y que el mismo Jrushchov afirmó dos veces que había sido asesinado el 26 de junio de 1953, pero que luego cambió su versión.

Nina, la esposa de Beria y su hijo fueron enviados a un Gulag, pero lograron sobrevivir hasta su liberación: ella murió exiliada en 1991 en Ucrania; mientras que Sergo murió en octubre del 2000, defendiendo la reputación de su padre hasta el final. Después de Beria, la MGB fue separada de la MVD y fue degradada en nivel a la conocida KGB, además a ningún jefe de policía soviético se le permitió acumular tanto poder de nuevo.

En mayo del 2000, la Corte Suprema de la Federación Rusa rehusó cambiar el veredicto de 1953 de Beria, que había sido solicitado por sus familiares vivos. En la ley rusa, los familiares de personas acusadas falsamente de crímenes políticos, pueden solicitar rehabilitación. Sin embargo, la Corte declaró: "que siendo Beria uno de los organizadores de la represión contra su propio pueblo, no debe ser considerado una víctima".

Artículos relacionados