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Los Principios
Historia
Los Principios nació en la ciudad de Córdoba como un proyecto de sacerdotes interesados en utilizar la prensa escrita como instrumento de evangelización. El diario se convirtió en el heredero espiritual de El Eco (1862-1886), El Progreso (1867-1882), La Prensa Católica (1880-1887) y El Porvenir (1886-1894), cuatro publicaciones cordobesas de características similares. Su primer director fue el canónigo Juan Martín Yáñiz.
El periódico se consolidó durante su primera década de existencia. En 1904 apareció la publicación cordobesa que sería su máxima competición a lo largo del siglo XX: La Voz del Interior. La diferencia entre los dos diarios es que uno, de tono conservador, promovía la difusión de las tradiciones, defendía la moral cristiana y fustigaba a la creciente demagogia, mientras que el otro -anticlerical y laicista- era el clarín de la decadencia que ingresaba y se expandía en el país.
Los Principios libró el combate contra la subversión que envenenó a Córdoba tanto entre los sectores obreros como entre los sectores estudiantiles. Por eso al producirse la Revolución Bolchevique en 1917, desde el diario advirtieron que el país estaba en peligro de atestiguar los intentos de réplica en territorio nacional. A raíz de ello Los Principios fue un tenaz opositor a la Reforma Universitaria de 1918 y un vehemente repudiador del alzamiento ácrata de 1919.
En 1930 el diario celebró la llegada al poder de José Félix Uriburu y prestó sus páginas para difundir el pensamiento católico y nacionalista que ya había empezado a seducir a una gran porción de las Fuerzas Armadas.
A Pedro Pablo Ramírez lo colmaron de elogios cuando se convirtió en presidente en 1943.
Con el peronismo la relación fue de apoyo al comienzo para pasar a la oposición después. Los Principios, junto a otros diarios como La Nueva Provincia de Bahía Blanca, Los Andes de Mendoza y El Intransigente de Salta, fue víctima de la Comisión Visca, que censuró y hasta suspendió la circulación del diario. Por ese motivo el derrocamiento de Perón fue ampliamente festejado por los redactores.
Debido a la creciente violencia política que hubo en la décadas de 1960 y 1970 en la Argentina, Los Principios tomó partido por todos aquellos que buscasen pacificar al país: de allí que apoyase sucesivamente a Juan Carlos Onganía, a Juan Domingo Perón, a María Estela Martínez de Perón y a Jorge Rafael Videla. Fue muy recordada su profunda cobertura del Cordobazo, un alzamiento popular acaecido en 1969.
El diario fue clausurado por problemas económicos a fines de julio de 1982, un par de semanas después de concluida la Guerra de Malvinas.
Entre las páginas del diario pasaron las plumas de Luis Martínez Villada, Nimio de Anquín, Alberto García Vieyra, Francisco Javier Vocos, José María Liqueno, Audino Rodríguez y Olmos, Carlos Echenique y Altamira, Pablo Cabrera, Luis Roberto Altamira, Rogelio Nores Martínez, Emilio E. Sánchez, Ataliva Herrera, Francisco Mateos Vidal, Efraín Bischoff, Pedro Salvador Arocena, Carlos Juvenal, Juan Carlos Toledo, Carlos Alberto Castro Torres, José Luis De la Serna y Carlos Paillet entre otros.
Posteridad
El diario Los Principios fue pionero en la tarea de articular el catolicismo y el nacionalismo en la Argentina, forjando la doctrina que después se conocería como nacionalismo católico.
Treinta años después de la publicación de su último ejemplar, un grupo de antiguos empleados del diario se reunieron autodenominándose "Los Sobrevivientes del Diario Los Principios" con la intención de crear un museo, un archivo y un centro de estudios sobre la prensa católica en la Argentina.
En la actualidad hay un sitio web que se presenta usando el nombre de "Los Principios". Sin embargo el mismo es sólo un sucesor espiritual del histórico diario y no una reanimación del proyecto, mantenido como portal de noticias y opinión por la Fundación por los Derechos Humanos del Niño de Padres en Conflicto.
