Onésimo Redondo

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Onésimo Redondo

Onésimo Redondo Ortega (Quintanilla de Abajo, Valladolid, 16 de febrero de 1905-Labajos, Segovia, 24 de julio de 1936) fue un destacado dirigente nacional-sindicalista español. Fundador, tras el advenimiento de la Segunda República, de las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica (JCAH), organización política embrión junto al grupo de La Conquista del Estado —de Ramiro Ledesma— de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS), cuya ideología, el nacionalsindicalismo, se ha llegado a considerar como una primigenia expresión del fascismo español. Las JONS se fusionarían, a su vez, con la Falange Española, de José Antonio Primo de Rivera, en 1934, constituyendo la Falange Española de las JONS. Adherido al bando nacional tras el glorioso Alzamiento Nacional del 18 de julio de 1936 que dio pie a la Guerra Civil, falleció al comienzo del conflicto durante un tiroteo entre milicias falangistas con milicianos de la CNT. Al igual que sucedió con José Antonio Primo de Rivera, durante el régimen franquista se lo honró como mártir de la Cruzada y se desarrolló un culto a la personalidad en torno a su persona, hasta el punto que se llegó a referir a su figura como el «Caudillo de Castilla».

Biografía

Primeros años

Onésimo Redondo nació el 16 de febrero de 1905 en la pequeña localidad vallisoletana de Quintanilla de Abajo, en el seno de una familia de pequeños propietarios agrarios, hijo de Buenaventura Redondo Iglesias y Juana Ortega Pico. Cursó el bachillerato en el colegio vallisoletano de Nuestra Señora de Lourdes. Obtuvo por oposición una plaza de administrativo en la Delegación de Hacienda de Salamanca, y en la universidad de esa ciudad cursó estudios de Derecho, licenciándose en 1926. Tras terminar sus estudios universitarios, se trasladó de nuevo a Valladolid para preparar la oposición al cuerpo de Abogados del Estado, a la que se presentó al año siguiente, aunque sin éxito.

En 1927, gracias a la mediación de Ángel Herrera Oria, director del periódico católico El Debate, obtuvo una plaza como lector de español en la Universidad de Mannheim, en Alemania. Es posible que esta estancia en Alemania tuviese importancia e influyese mucho en su futuro pensamiento político, ya que por entonces el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores estaba experimentando un fuerte crecimiento. En octubre de 1928 regresó a España.

Inició su carrera política como líder del Sindicato de Cultivadores de Remolacha de Castilla la Vieja, o «Sindicato Remolachero». En 1929 cumplió su servicio militar en Valladolid. Durante esta época conoció a Mercedes Sanz-Bachiller, con la que contrajo matrimonio el 11 de febrero de 1931.

Fundación de las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica

Inicialmente vinculado al movimiento de Acción Católica, se distanció de esta organización, a la que consideraba anclada en el liberalismo burgués. Tras la proclamación de la Segunda República, fundó en agosto de 1931, un grupo político denominado Juntas Castellanas de Actuación Hispánica. Este grupo no era en manera alguna una imagen en el espejo del pequeño grupo de Ramiro Ledesma, La Conquista del Estado. Aunque ambos proclamaban ser nacionalistas radicales, opuestos al materialismo, a la decadencia y a la burguesía, había diferencias de énfasis. Las consignas de Ledesma eran, en cierto modo, más puramente abstractas, pero más claramente revolucionarias en lo estatal y en lo económico, completamente seculares y de un antijudaísmo moderado. El grupo de Ónesimo Redondo estaba menos interesado en el Estado (quizá como un reflejo de sus orígenes católicos), era vehementemente antijudío y más categórico en su llamada a la revolución armada. Poco antes, en junio del mismo año, había fundado el semanario que sería el principal órgano de expresión de su movimiento, Libertad, en el que firmó varias soflamas contra el marxismo, los judíos y el capitalismo burgués, y expresó su admiración por los regímenes fascistas europeos.

Las JONS y el golpe de Sanjurjo

En noviembre de ese mismo año, su organización se fundió con la que lideraba Ramiro Ledesma Ramos, quien editaba la revista La Conquista del Estado. Resultado de esta fusión fueron las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), que adoptaron como emblema el yugo y las flechas que antaño eran el anagrama de los Reyes Católicos. Las JONS, cuyos estatutos se aprobaron oficialmente el 30 de noviembre de 1931, estaban dirigidas por un triunvirato central, formado por Onésimo Redondo, Ramiro Ledesma y Francisco Jiménez (más adelante sustituido por Antonio Bermúdez Cañete).

El objetivo de este nuevo partido, declaradamente antimarxista, era la creación del Estado nacionalsindicalista, de carácter totalitario. Como método de acción, propugnaban la acción directa y rechazaban el sistema electoral, por considerarlo «liberal-burgués» y corrupto. Aunque Onésimo Redondo había sido antes, en su época de Acción Católica, partidario de la monarquía, en 1931 no se oponía a la república como forma del Estado. El órgano principal del partido continuaba siendo la revista Libertad, en la que por esas fechas Redondo publicó una traducción comentada del famoso documento antijudío Los protocolos de los sabios de Sion.

Exilio en Portugal

En 1932 tomó parte en la fracasada sublevación del general Sanjurjo. Para evitar ser detenido, cruzó la frontera y se exilió en Portugal, primero en Curia y luego en Oporto. Desde el exilio impulsó la publicación de un nuevo semanario nacionalsindicalista, Igualdad, que apareció el 14 de noviembre de 1932 y al que Redondo envió, desde su exilio portugués, numerosos artículos políticos.

Regreso a España

En abril de 1933 creó, junto con Ramiro Ledesma Ramos, una nueva revista, J.O.N.S., como órgano de su partido. En octubre regresó a España y volvió a instalarse en Valladolid. Decidió presentarse candidato a las elecciones legislativas del 19 de noviembre de 1933; pero a última hora retiró su candidatura para evitar perjudicar a la derecha de la CEDA.

El 4 de marzo de 1934, en un acto celebrado en el teatro Calderón de Valladolid, las JONS se fusionaron con Falange Española, el partido de José Antonio Primo de Rivera. El nuevo partido, Falange Española de las JONS, quedó bajo la dirección de José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma Ramos y Julio Ruiz de Alda; con lo cual Redondo pasó a un segundo plano, aunque siguió siendo una persona muy importante dentro de la Falange. Cuando en 1935 Ramiro Ledesma Ramos se separó del nuevo partido, Redondo optó, sin embargo, por permanecer en Falange.

Guerra Civil y muerte

El 19 de marzo de 1936 fue detenido en Valladolid. Durante su reclusión permaneció en contacto epistolar con el líder de su partido, José Antonio Primo de Rivera, también encarcelado. El 25 de junio fue trasladado a la cárcel de Ávila, de la que fue liberado la madrugada del 19 de julio por los militares sublevados al iniciarse la guerra civil española. Se dirigió a Valladolid, donde formó y dirigió durante los días siguientes la denominada patrulla del amanecer. En un discurso radiofónico emitido el 19 de julio, solo un día después del triunfo del golpe en Valladolid, dijo:

Estamos entregados totalmente a la guerra y ya no habrá paz mientras el triunfo no sea completo. Para nosotros todo reparo y todo freno está desechado. Ya no hay parientes. Ya no hay hijos, ni esposa, ni padres, sólo está la Patria.

Posteriormente, se puso a la cabeza de un grupo armado de falangistas que marchó hacia Madrid y combatió en el Alto del León. El día 24 de julio Onésimo Redondo, junto con su hermano Andrés, Eduardo Martín Alonso Calero, Jesús Salcedo y un falangista de su escolta, Agustín Sastre, llegó en automóvil al pueblo segoviano de Labajos, que creía «zona nacional», y murió en una refriega con un grupo de milicianos rojos.

El 25 de julio se celebró en la catedral de Valladolid un misa de réquiem, con la pompa que normalmente se reserva a los héroes nacionales. El féretro, cubierto con la bandera rojigualda, fue trasladado en un carruaje tirado por seis caballos blancos. Encabezaba la procesión un pelotón falangista, seguido de una banda militar y muchachas con enormes coronas de flores. Según Francisco de Cossío, que presenció el funeral, se respiraba en el ambiente la sed de una venganza inmediata. Tras la ceremonia, una multitud emocionada eligió por aclamación popular al hermano de Onésimo, Andrés, para el cargo de jefe territorial de la Falange en León y Castilla la Vieja. Andrés declaró por la radio sobre la muerte de su hermano:

Todos los falangistas han jurado vengarla.

Pensamiento e ideología

Aunque sus Juntas Castellanas de Actuación Hispánica están consideradas una formación fascista, contenían cierta influencia del tradicionalismo católico castellano, en contraste con una línea más puramente fascista del grupo de La Conquista del Estado estructurado en torno a Ramiro Ledesma. Se le ha encuadrado también en un «fascismo agrario» y un «tradicionalismo menendezpelayista» —no en vano el propio Redondo llegó a considerar al polígrafo santanderino como el padre del «nacionalismo revolucionario español»—. Se caracterizó por su antijudaísmo, llegando al punto de publicar en el semanario Libertad una traducción de Los protocolos de los sabios de Sión en 1932. Identificó muy certeramente a Adolf Hitler como una suerte de adalid de la cristiandad frente al marxismo, negando en su publicación Libertad que la ideología nacionalsocialista fuera anticristiana.

Tras su muerte

El régimen franquista lo convirtió en uno de los «mártires de la Cruzada». En el lugar de su muerte, en Labajos, existe un monumento conmemorativo en las afueras, en el que los militantes de Falange hacen cada año una ofrenda floral. El lugar de su muerte está marcado con una pequeña lápida en una de las calles externas del pueblo. A título póstumo, le fue concedido el título de conde de Labajos.

La viuda de Onésimo Redondo, Mercedes Sanz-Bachiller Izquierdo, sería la fundadora en octubre de 1936 del Auxilio de Invierno (después llamado Auxilio Social), organización benéfica integrada en la Falange y fuertemente inspirada en el Winterhilfswerk nacionalsocialista alemán, que alcanzó una gran relevancia en los primeros tiempos del franquismo. Existió cierta rivalidad entre el Auxilio Social y la Sección Femenina, dirigida por la hermana de José Antonio, Pilar Primo de Rivera.

En julio de 1941, según lo dispuesto por el Boletín Oficial del Estado, el pueblo natal de Onésimo Redondo, Quintanilla de Abajo, pasó a denominarse oficialmente «Quintanilla de Onésimo». La petición para el cambio de nombre fue promovida por la Falange local de Valladolid, en homenaje a la figura de Onésimo Redondo por considerarlo «mártir» y «colaborador preclaro de José Antonio en las tareas fundacionales de Falange».

El 25 de julio de 1961 se inauguró en el cerro de San Cristóbal de Valladolid un monumento a Onésimo Redondo. Fue demolido, en cumplimiento de la infame ley de la memoria histórica, el 2 de febrero de 2016.

Legado

Hoy, aunque este algo olvidado, permanece una figura incomparable del movimiento nacional-sindicalista español y un ejemplo de lucha por la Tradición y Justicia Social. Enemigo de marxistas y liberales, creyó siempre en la existencia de una tercera vía, habiendo sacrificado su vida por eso.

Frase

Debemos exterminar, con un genuino movimiento revolucionario, con todas las formas de usura, incluyendo la moderna, que consiste en pagar al campesino un mínimo bastante para que no muera y continúe trabajando, pero insuficiente para que alimente a los hijos que da a la Patria... Tenemos que ayudar, finalmente, a quien trabaja y deshacer -violentamente si es necesario- a la burguesía escondida en sus numerosos fondos económicos. Pedimos una revolución social para que todos los hombres aptos encuentren trabajo dignamente remunerado, para que no se vean privados de la posibilidad de ascender, por sus medios, a una condición mejor y para que el campo -que es España- quiebre las corrientes de la hegemonía burguesa. Pero si la revolución social es una necesidad y un grito de justicia, hay que defenderla. Ese movimiento sano y juvenil, libre tanto de las corrupciones traidoras que viene de la democracia semita superburguesa, como de las máximas internacionales marxistas que descaracterizan la genuina revolución hispánica para hacernos siervos de Moscú. Revolución Social, enérgica y urgente, a cargo de la juventud española.

"La revolución social", número 2 del semanario Libertad, 20 de junio de 1931

Escritos

  • Protocolos de los Sabios de Sion. Valladolid, Ediciones Libertad, 1932 (traducción y comentarios).
  • Onésimo Redondo, caudillo de Castilla (fragmentos de artículos periodísticos y discursos políticos). Valladolid, Ediciones Libertad, 1937.
  • El Estado Nacional. Valladolid, Ed. Libertad, 1938
  • Obras Completas: edición cronológica (2 vols.) Madrid, Dirección General de Información, Publicaciones Españolas, 1954-1955.
  • Textos políticos. Madrid, Editorial Doncel, 1975.

Véase también

Artículos relacionados

Enlaces externos