Arturo Cancela

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Arturo Cancela (25 de febrero de 1892, Buenos Aires, Argentina - 26 de abril de 1957, Buenos Aires, Argentina) fue un periodista y escritor argentino de pensamiento nacional que militó en el Movimiento Nacional Justicialista.

Biografía

Juventud

Egresado del Colegio Nacional de Buenos Aires, Cancela cursó estudios de medicina en la Universidad de Buenos Aires, pero los abandonó antes de cumplir los 20 años. Posteriormente se formaría como profesor de filosofía en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario, en donde luego sería docente.

Su talento de escritor le permitió ingresar en 1912 al diario liberal La Nación, en el cual haría una larga carrera como redactor. Trabajando para esa publicación conocería al escritor Enrique Loncán, de quien sería muy amigo.

Intelectual porteño

En 1919 acompañó a Evar Méndez y a Alberto Gerchunoff en la creación de la revista literaria Martín Fierro, la cual sería relanzada en 1924 también con su participación. Allí escribirían autores como Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal y Ernesto Palacio quienes terminarían conformando una vanguardia artística conocida como "Grupo de Florida", a la cual Cancela también estuvo asociado.

Fundó en 1921 el Suplemento Literario de La Nación, siendo su director hasta 1925, año en que fue sustituido por Alfonso de Laferrère. Por esa época colaboró también con Samuel Glusberg y Manuel Gleizer en la realización de varias empresas editoriales.

A comienzos de 1927 fue incorporado como inspector estatal de escuelas secundarias. Unos meses más tarde se sumó a la campaña anti-yrigoyenista para combatir el retorno de Hipólito Yrigoyen a la presidencia. Llegó incluso a exhortar a los militares para que hicieran un golpe de Estado (por ese motivo aplaudiría a la Revolución de 1930).

En 1928 creó la revista La Vida Literaria y fue organizador de la Exposición Nacional del Libro, además de participar del acto fundacional de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), iniciativas que ayudaron a profesionalizar al oficio del escritor en el país.

Su separación de su esposa Luisa Micaela Firpo generó una batalla legal por la tenencia de sus dos hijos que fue muy comentada en la Buenos Aires de la época.

Cancela -en compañía de Ignacio B. Anzoátegui, Manuel Gálvez, Homero Guglielmini, Carlos Ibarguren, Gustavo Martínez Zuviría y Josué Quesada entre otros- firmó en 1936 un manifiesto de intelectuales difundido a través del diario Crisol en el que los adherentes alentaban a los españoles a apoyar al Bando Nacional en su cruzada contra las fuerzas de la Anti-España.

Adhesión al peronismo

Crítico de la situación del país durante la Década Infame, Cancela apoyó a la Revolución de 1943. Sus distancias ideológicas con los directivos del diario La Nación lo llevaron a renunciar al mismo en 1945, incorporándose después a Tribuna que, en ese momento, dirigía Lautaro Durañona y Vedia.

Cancela fue parte de los Centros Cívicos Argentinos pro Candidatura del Coronel Perón. Incluso junto a E. M. S. Danero le envió a Spruille Braden un telegrama para repudiar su intromisión en la vida política argentina y solicitarle que dejara de intentar influenciar los destinos del país.

El triunfo de Perón lo estimuló a organizar una corporación de escritores que nuclease a peronistas, nacionalistas y forjistas que eran cuestionados en la antiperonista SADE. De allí nacería la Asociación de Escritores Argentinos (ADEA) a fines de 1947, la cual sería apadrinada por el propio Presidente de la Nación y en la que participarían autores laureados como Ibarguren, Gálvez y Martínez Zuviría junto a Delfina Bunge, Juan Alfonso Carrizo, José María Castiñeira de Dios, Haydeé Frizzi de Longoni, Atilio García Mellid, Rafael Jijena Sánchez, Carlos Obligado, Juan Oscar Ponferrada y Vicente Sierra entre otros.

Junto a su pareja Pilar de Lusarreta, fue parte de los intelectuales peronistas nucleados en torno a las revistas Argentina y Sexto Continente.

La Revolución Libertadora de 1955 lo terminaría cesanteando de su cargo en el Ministerio de Educación y su nombre pasaría a integrar las listas negras creadas por los antiperonistas.

Falleció en abril de 1957 a los 65 años de edad. Algunos textos que dejó inéditos serían publicados de modo póstumo.

Obra

Narrativa

La prosa de Cancela se caracteriza por su humorismo y su costumbrismo, razón por la cual en sus textos conviven diversos registros orales como el lunfardo, el voseo, la lengua de madera, el calambur, etc. De todos modos ello está puesto al servicio de la sátira: sus historias interpelan a la sociedad de su época, mofándose de personajes y costumbres reprochables.

Su primer libro de cuentos, Tres relatos porteños, fue publicado en 1922 y recoge algunos textos previamente impresos en la revista La Novela Semanal. En "El cocobacilo de Herrlin" ironiza sobre los políticos que buscan excusas vanas para hacer crecer la burocracia estatal y malgastar el dinero de los contribuyentes, mientras que en "El culto de los héroes" se burla de la plaga de los nuevos ricos. Sin embargo es "Una semana de holgorio" probablemente su cuento más conocido, en el que contrasta -usando el marco de la Semana Trágica de 1919- a los sectores obreros argentinos seducidos por las ideas subversivas frente a la aristocracia nacional corrompida por el materialismo.

El libro fue un verdadero éxito de ventas en la época y Cancela recibió el Premio Municipal de Literatura por ello. La obra tuvo varias reediciones posteriores, incluyendo una en 1944 que circuló con el título de Tres relatos porteños y tres cuentos de la ciudad, ya que le agregaba otras tres piezas al trabajo original.

Su relato "Cacambo" que apareciera como parte de la publicación periódica Ediciones Selectas de América en 1920 es, en el fondo, una discusión sobre la necesidad de inventar tradiciones nacionales para no quedar fuera de las tendencias discursivas de los países prósperos.

Cancela publicó dos novelas atípicas para la literatura argentina: la apocalíptica La mujer de Lot en 1939 y la cervantina Historia funambulesca del Profesor Landormy en 1944. En ellas hay una intención satírica muy obvia, atacando fundamentalmente a los políticos, los empresarios, los artistas, los académicos y los intelectuales que por aquellos años convalidaban la decadencia argentina con sus opiniones frívolas, sus actitudes hipócritas y su paralizante mediocridad. Se observa allí que, para Cancela, el motivo por el cual su país estaba lejos de alcanzar la gloria que anhelaba yacía en la falta de conciencia nacional y de solidaridad social que abundaba en quienes dirigían los destinos argentinos.

Los cuentos de Campanarios y rascacielos fueron publicados recién en 1965.

Ensayo

Los ensayos de Cancela guardan una intención similar a sus ficciones: desmontar el imaginario social que permite que la Argentina caiga en manos de oligarcas, estafadores y corruptos. Por ese motivo sus textos habitualmente alientan la polémica.

El Burro de "Maruf" de 1925, Palabras socráticas a los estudiantes de 1928 y Film porteño en 1933 recopilan ensayos y viñetas humorísticas de intención reflexiva.

Fue colaborador de revistas como La Nota, Martín Fierro, El Hogar, Nosotros, Caras y Caretas, Babel, La Vida Literaria, Leoplán, Antología, Argentina y Sexto Continente, como así también del diario La Nueva Provincia.

Teatro y cine

Cancela incursionó como dramaturgo y guionista en diversos periodos de su vida. Sus dos piezas más elaboradas quizás sean El origen del hombre de 1923 y Sansón y Dalila de 1925 -ambas puestas en escena por la compañía de Roberto Casaux-, pero antes que ellas está la obra El día de la flor, que fue redactada por Cancela en 1915 junto a Gustavo M. Landivar.

En compañía de Pilar de Lusarreta hizo una adaptación dramática de su cuento El culto de los héroes en 1939, y compuso las obras El amor a los setenta en 1942, Cristina o la gracia de Dios en 1943, y Alondra en 1946, las cuales fueron representadas en los escenarios argentinos y premiadas por los críticos teatrales.

Contratados por los Estudios San Miguel de Miguel Machinandiarena, la pareja fue la responsable de crear los diálogos de la película Petróleo, dirigida por Arturo S. Mom y estrenada en 1940.

Bibliografía

  • Cacambo. Buenos Aires: Glusberg, 1920.
  • Samuel Butler, un filósofo de la evolución. Buenos Aires: Coni, 1922.
  • Tres relatos porteños. Buenos Aires: Gleizer, 1922.
  • El Burro de "Maruf" y otros ensayos. Buenos Aires: Gleizer, 1925.
  • Palabras socráticas a los estudiantes. Buenos Aires: Gleizer, 1928.
  • Film porteño. Buenos Aires: Anaconda, 1933.
  • La mujer de Lot. Buenos Aires: Club del Libro, 1939.
  • Historia funambulesca del profesor Landormy. Buenos Aires: Espasa Calpe, 1944.
  • Alondra (junto a P. de Lusarreta). Buenos Aires: Imprenta Bona, 1949.
  • Campanarios y rascacielos. Buenos Aires: Espasa Calpe, 1965.
  • Dos más dos igual a dos (junto a P. de Lusarreta). Puebla: Cajica, 1968.

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