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El Proyecto Pulqui, la Luftwaffe y el gobierno del General Perón
Conferencia del Sr. Héctor Jaime en el centro de difusión Casa Patria del día viernes 30 de mayo de 2008
Sumario
Presentación
En principio cabe agradecer en primera instancia al Centro de Difusión Casa Patria, principalmente a la Directora y a todas sus autoridades, por permitir difundir en forma libre el pensamiento nacional, tan cajoneado en este sistema supuestamente democrático.
Para entrar en el tema les voy a dar una pequeña introducción de lo que significa el Pulqui. Fue un avión a reacción, para la Argentina toda una novedad, y en el Hemisferio sur era el primero en tener esta gran tecnología. Lógicamente, este desarrollo se inició en el gobierno del General Perón y tuvieron incidencia en su creación los científicos, diseñadores y técnicos alemanes que vinieron al finalizar la Segunda Guerra Mundial y se radicaron en nuestro querido país.
Para que tengan una orientación básica de lo que les voy a hablar, como dice el título de la conferencia, tanto el Pulqui como la Luftwaffe, que era la Fuerza Aérea alemana, y el General Perón, son los eslabones históricos visibles hasta el día de hoy, por cuanto la historia no puede negar justamente que fueron esos técnicos y diseñadores de Alemania los que fabricaron e hicieron el Proyecto Pulqui.
Antecedentes y precursores del Pulqui
Para comprender de dónde nace todo esto y de dónde provienen los diseñadores y los científicos, debemos ir hasta la misma creación de la Luftwaffe. La Fuerza Aérea alemana fue creada después del Tratado de Versalles, en el año 1919. Por las restricciones materiales, el aeromodelismo era una fuerza inspiradora, y de su ejercicio salieron muchos técnicos, científicos e incluso pilotos, varios de ellos que luego fueron partícipes del Pulqui en la República Argentina.
Para dar una idea de la influencia del aeromodelismo en la vida alemana, por ejemplo el diseñador Focke, que posteriormente fue el fundador de las FW (Focke Wolf), hizo una maqueta que se elaboró en 1933 y tuvo un eco muy impresionante dentro de los planeadores e incentivó a los aviadores.
Pero hablando específicamente de los aviones de la Luftwaffe, que son los antecesores de nuestro Pulqui, tenemos que mencionar primero el Junkers K-47, prototipo del avión Stuka. Su construcción se inició gracias a una licitación. El Stuka fue uno de los principales aviones de combate en Alemania. La primera incursión de este avión y su bautismo de fuego fue durante la Guerra Civil Española. Fue uno de los aviones más destacados. Esta clase de avión tenía una estructura muy adecuada para portar las ametralladoras de 250 kilos que fueron usadas en el Frente Oriental, ya durante la Segunda Guerra Mundial. También la estructura del avión permitió ser modificada para versiones aeronavales, con las alas plegables para transportarlo en portaviones.
El 1 de septiembre de 1939, cuando comienza la Segunda Guerra Mundial, el Stuka tuvo gran participación en la invasión de Polonia. Una de las características era el sonido que producía cuando el avión realizaba ataques en picada; el sonido era producto de los frenos del avión y sonaba como una sirena que aterrorizaba a sus enemigos. Otra característica era su blindaje, para que no tuviera tanto deterioro en las incursiones de Polonia. Con el tiempo el avión se fue haciendo mas pesado y lento, y los diseñadores, a medida que avanzaba la campaña y se iban recrudeciendo los frentes, fueron remplazando los Stukas por los Bf-109 y Bf-190.
Héroes y científicos alemanes al servicio de Argentina
Dos de sus principales protagonistas, Adolf Galland y Hans Rudel, fueron asesores en la República Argentina del gobierno del General Perón, cuando llegaron al país en 1947 y 1948 respectivamente. Ambos tuvieron una relevancia muy especial porque tenían acceso directo a Perón. La Fuerza Aérea Argentina obtuvo una excelente colaboración al contar con la gran experiencia del asesoramiento alemán.
Hans-Ulrich Rudel nació en una familia muy humilde. Fue un piloto de Stuka especializado en caza de vehículos terrestres. Tenía en su haber 9 derribos de aviones, 514 tanques soviéticos destruídos, más 800 vehículos de toda índole, más 2 cruceros y otras embarcaciones. En los primeros instantes de su vida como piloto se distinguía fundamentalmente por la parte física, que lo salvó muchas veces de perder la vida, porque fue derribado en muchas ocasiones. En una de las incursiones, en el final de la guerra, perdió uno de sus tobillos. Al finalizar el conflicto Rudel es hecho prisionero e interrogado, y posteriormente hace conexión con la República Argentina. A pesar de tener un miembro amputado, escaló y llegó a la cima del Aconcagua.
Refiriéndonos a Adolf Galland, él revolucionó las tácticas de combate aéreo, aplicando, por ejemplo, la famosa maniobra "Cinco Dedos", donde bajaba en picada contra el oponente. Tanto Rudel, que fue miembro de las Juventudes Hitlerianas, como Galland, tuvieron desde chicos una estrecha relación con el aeromodelismo y los planeadores, que en los años '20 y principios del '30 eran lo único que estaba permitido para volar. Recién en el año 1926 se le permitió a Alemania fabricar aviones civiles. Galland participó en la Legión Cóndor en la Guerra Civil Española, en la que recibió una condecoración española, la Cruz de Oro con brillantes. Hay una anécdota de la Segunda Guerra muy particular: en Alemania, cuando ya estaban incursionando los aviones ingleses, tuvo una batalla con el piloto británico Bader, uno de los mejores de la RAF, quien tenía piernas ortopédicas. A Bader lo derriban, se lanza en paracaídas y pierde una de sus piernas, entonces lo que hace Galland es comunicarse con la Fuerza Aérea Británica para pedir que pasara y tirara en paracaídas una pierna ortopédica de repuesto. Esta caballerosidad hoy no existe, esos códigos tampoco.
Estos dos pilotos alemanes, al finalizar la guerra vienen a vivir a Argentina, colaborando y asesorando al General Perón y a la Fuerza Aérea.
Otra personalidad es el científico germano Kurt Tank, que también vino gracias a las gestiones del peronismo y trajo de Alemania el diseño del Fw-44, un avión que fue fabricado por los años ´30 y del cual había nada más que dos licencias, una en Suecia y otra en Argentina. Aquí fue fabricado, obviamente, con material nacional. Cuando termina la guerra Kurt Tank era muy buscado por las tropas aliadas, que trataban de capturarlo, especialmente los soviéticos. Vía Dinamarca ingresa a la República Argentina.
El Pulqui I
Entrado específicamente en el proyecto Pulqui, hablaremos primero del Pulqui I. Emile Dewoitine, un francés que estuvo en la Segunda Guerra, tenía un afecto especial por la República Argentina, porque tanto sus aviones como su técnica fueron aplicadas en nuestro país. Él tenía un compañerismo muy grande con ingenieros argentinos. Ya durante la guerra, Dewoitine le ofreció a la República Argentina un proyecto de avión a reacción pero en ese ínterin se lo rechazaron. Posteriormente, cuando Charles de Gaulle vuelve a Francia tras la derrota de los alemanes, Emile Dewoitine es condenado a muerte por su colaboración con la República de Vichy y viaja a la Argentina, donde empieza su proyecto de este avión a reacción, el primero en el Hemisferio Sur. Era un avión, para la época, muy avanzado tecnológicamente.
Con la ayuda del Teniente General Juan Domingo Perón la aeronáutica tuvo otro empuje, otra dinámica, y Emile Dewoitine aprovechó su cercanía con el presidente para solicitarle la instalación de una fábrica de aviones, que se llamó "Dewoitine Aviones", donde trabajaron 10.000 operarios. Para probar los aviones estaba Edmundo Weiss, que era un piloto argentino y se subía a cualquier tipo de aparatos. Probó los Pulqui I y II y otros aviones del país.
Para hacer el prototipo del Pulqui I se tardó 15 meses, y estuvo en el aire en agosto de 1947. Tenía asiento de madera, lo que era un poco rudimentario, por lo que se lo tuvo que ir adaptando a la tecnología avanzada. Si bien no logró tanta repercusión, porque cuando nosotros hablamos del Pulqui hablamos de un avión a reacción con todas sus características, el Pulqui I fue el avión que bautizó nuestros cielos con algunas de estas características. El único prototipo que existe hoy en día está en el Museo de Morón. Tuvo la particularidad de ser un avión muy estable en el aire. Era un aparato que necesitaba muchas horas de trabajo y muchos operarios, por lo cual no era un avión muy barato. Por eso, la llegada de los diseñadores alemanes ayudó mucho y permitió el desarrollo del Pulqui II.
El Pulqui II
En el año 1947, Perón impulsa a la Fuerza Aérea en el desarrollo de nuevas tecnologías. Como había llegado Kurt Tank, uno de los diseñadores más experimentados, con el resto de los técnicos se empieza a elaborar lo que fue el Pulqui II, el avión de fabricación nacional más extraordinario que tuvo la República Argentina. Como nota, sepamos que tal como había pasado en Alemania, en nuestro país también se daba mucha importancia al aeromodelismo durante el gobierno peronista, e incluso se hicieron importantes campeonatos para grandes y chicos en los años 1949 y 1952.
El Pulqui II es una copia mejorada del diseño de Kurt Tank del TA-183, avión que nunca salió del tablero de dibujo en Alemania. Los primeros prototipos fueron en base a planeadores, para hacer el estudio de estática y resistencia, y se fijó hasta dónde llegaba la resistencia en túnel de viento de dicho avión. El segundo prototipo es el avión que vemos en el año 1950. El primer vuelo fue en ese mismo año, probado por Edmundo Weiss, aunque en el precontrato con Kurt Tank decía que todos los prototipos aprobados serían testeados por pilotos del equipo del diseñador alemán. Oficialmente se presenta en vuelo en 1951 comandado por el propio Kurt Tank y es recibido por una entusiasta multitud. El presidente Perón es quien recibe a Kurt Tank en Aeroparque. Enseguida se comenzaron a recibir ofertas de compra, principalmente del príncipe de Holanda.
Respecto a los ases de la Luftwaffe, no olvidemos las palabras de agradecimiento que tuvo Galland para la República Argentina, cuando dijo que mientras en el mundo se les cerraban las puertas a los alemanes después de la Segunda Guerra Mundial, Argentina se las abría de par en par, sin prejuicio alguno y respetando la dignidad de todo combatiente.
Legado histórico y ejemplos a seguir
Para terminar, tengo que hacer una reflexión. Mirando el pasado podemos ver cómo estamos en el presente y qué vemos para el futuro, qué se nos depara con las autoridades de esta "dedocracia". Las instituciones han sido devoradas por las fauces de este sistema caduco, que lo único que hace es corromper todos los cimientos que nos quedan de identidad nacional. Está claro que material humano nos sobra, pero es capitalizado por los de afuera, porque el sistema de nuestro país no lo puede retener ni lo sabe administrar en beneficio de los intereses argentinos. Si seguimos aceptando este sistema nos vamos a convertir en un país de factoría. No puede ser que la nación que hace décadas producía todo, ahora no produzca nada. Antes, el Nacionalismo era el principal motor, sobre todo gracias al gobierno del General Perón. La Fuerza Aérea llegó a tener protagonismo y una década de oro, y hoy en día no tenemos nada, tenemos empresas contratistas que lo único que hacen en la Fuerza Aérea es un mantenimiento preventivo y general de aparatos que están casi obsoletos, a los cuales sólo se les pone combustible en las fechas patrias. Hoy la Argentina está indefensa. Si dejamos que este sistema siga corrompiendo y siga carcomiendo la identidad nacional, terminaremos como una nueva Palestina, divididos en diez mil pedazos.
Está claro que sólo Nacionalismo nos puede salvar. Tenemos que volver a la fuente, a las raíces que nos identificaron en un tiempo, como San Martín, Rosas y Perón. El sistema se preocupa por aquellos que pueden levantar la voz y los persigue, como ocurre acá con el camarada, compañero y amigo Alejandro Carlos Biondini, que es uno de los pocos que se atreve a enfrentar a esta situación y ahora es el presidente del único partido político proscripto desde el advenimiento de la democracia. Está claro que no quieren que el Nacionalismo crezca. Somos una nación impredecible en todo sentido, tenemos desde una Vuelta de Obligado a una Guerra de Malvinas, más muchísimos otros hechos que han hecho de Argentina un país significativamente importante. Por eso camaradas, compatriotas, quiero que esto no quede en una reseña histórica, quiero que nos sirva como ejemplo de lo que se pudo hacer, tecnológicamente hablando. Hoy no tenemos nada materialmente, pero nos queda la esencia de nuestros pilotos y el espíritu de combate que tomaron de esos maestros como Galland o como Rudel. Yo hago hincapié en esto, que sólo el Nacionalismo nos puede salvar. Nosotros no podemos, otra vez, dar paso a que nos sigan vendiendo, que nos sigan destruyendo como país. El Nacionalismo unido nos podrá salvar. Y quiero tomar algo que dijo hace mucho tiempo el compatriota Biondini, cuando decía que nuestro trabajo, el de los nacionalistas, es silencioso, pero que gracias a él Argentina nuevamente va a surgir como el Ave Fénix, con vientos huracanados, y vamos a enterrar este maldito sistema que lo único que ha hecho es romper todos los cimientos de nuestra identidad nacional.
¡Muchas gracias y buenas noches, compatriotas!