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José Ignacio Olmedo
Biografía
Olmedo pertenecía a una familia de vieja estirpe criolla, cuyas raíces llegaban hasta los tiempos de la colonización de América. Muchos de sus antepasados habían tenido actuaciones públicas destacadas durante el siglo XIX, contribuyendo a los procesos de independización de la Argentina y a su posterior consolidación ante las demás naciones del mundo.
De profesión abogado, obtuvo una beca en 1911 para estudiar filosofía en la Universidad Católica de Lovaina, en una época en que esa institución estaba bajo la poderosa influencia del Cardenal Désiré-Joseph Mercier.
Fue muy activo en los grupos de laicos católicos argentinos, participando en el Círculo de Obreros Católicos de Buenos Aires y en el Círculo de Estudios Sociales de Córdoba, para luego formar parte de la comisión directiva de la Unión Popular Católica Argentina, y terminar siendo un dirigente destacado de la Acción Católica Argentina. Estuvo involucrado en la organización del Congreso de Católicos Sociales de América Latina de 1919 y del Congreso Eucarístico Internacional de 1934, en los que también actuó como orador.
Fue docente en el Colegio Nacional Manuel Belgrano y en el Colegio Nacional Mariano Moreno. Sin embargo su carrera como educador tuvo su epicentro en el Colegio del Salvador, establecimiento en el cual él mismo había estudiado. Su tarea de evangelizador también la llevó a cabo en las aulas de la extinta Universidad Católica de Buenos Aires durante la década de 1910, teniendo como alumnos a jóvenes que luego se destacarían en la esfera pública nacional como Atilio Dell'Oro Maini y Tomás D. Casares.
Olmedo se desempeñó como asesor letrado de la Policía de la Capital, siendo uno de los redactores de sus estatutos internos.
Adhirió a la Revolución de 1943, lo que lo llevó primero a ser funcionario en el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública durante la primera gestión de Gustavo Martínez Zuviría y luego a ocupar la presidencia del Consejo Nacional de Educación entre marzo y septiembre de 1944. El abogado, alentado por el ministro Alberto Baldrich, asumió la tarea de articular el decreto del presidente Pedro Pablo Ramírez para que en todas las escuelas del país se pudiese gozar de educación religiosa. Ello significaba no solamente introducir un curso de catolicismo en la currícula, sino reorientar a todo el sistema educativo para que asumiese explícitamente la tarea de evangelizar y catequizar a los estudiantes argentinos. Se pretendía así recomponer a la cultura nacional después de sesenta años de laicismo en las aulas impuestos por la masonería y sus aliados. Por ese motivo nombró a Jordán Bruno Genta al frente de la Escuela Superior de Magisterio.
El proyecto de Olmedo encontró muchísima resistencia por parte de los docentes, ya que parte esencial de su plan consistía en expulsar de sus puestos a aquellos educadores que usaran su posición para adoctrinar a los jóvenes en ideologías contrarias al Magisterio de la Iglesia Católica. Algunos cambios en el gobierno relacionados a su lectura de la política nacional e internacional hicieron finalmente que Olmedo fuese removido de su cargo, cediéndole el mando al intelectual argentinista Ataliva Herrera.
A fines de 1954, cuando estalló el conflicto entre el peronismo y el catolicismo, Olmedo se colocó en contra del presidente Juan Domingo Perón y alentó a los miembros de la ACA para que participaran de una campaña en contra del gobierno.
Casado con Natalia Alba Posse, fue patriarca de una familia numerosa, en la que se destacan sus hijos sacerdotes José Olmedo Alba Posse y Rodolfo Olmedo Alba Posse, y su hijo juez y ensayista Juan Olmedo Alba Posse, todos hombres de fuerte compromiso cristiano y profundo sentimiento nacionalista.
Obra
Olmedo fue un pensador muy arraigado en la ortodoxia católica. La obra de Juan Donoso Cortés constituyó un punto de referencia para sus ideas. En su país se lo reconoce como un hombre perteneciente a la mísma línea de reflexión que la de Tristán Achával Rodríguez, José Manuel Estrada e Isaac R. Pearson. Como muchos nacionalistas católicos de su época fue un ferviente antiliberal y anticomunista.
Su obra como historiador y genealogista se concentra en torno a la tarea de resaltar las raíces hispanocatólicas sobre la que está construida la Argentina.
Junto a los historiadores Ricardo Rojas y Andrés Figueroa probó la tesis de que la estirpe materna de Manuel Belgrano era oriunda de la actual provincia de Santiago del Estero.
Emparentado con el Deán Funes, Olmedo protagonizó una disputa con Rómulo Carbia, luego de que el historiador sostuviese que el sacerdote cordobés protagonista de la gesta independentista era un hombre de ideas liberales e iluministas. Por el contrario, el abogado buscó refutar esas acusaciones intentando demostrar que Funes fue siempre un fiel exponente de la doctrina católica.
Su trabajo acerca de los vínculos entre el General José de San Martín y el patriota José Ramón Olmedo orientados a lograr que los cordobeses apoyaran la campaña del Ejército de los Andes fue distinguido por el Congreso Nacional de Historia del Libertador General San Martín.
Olmedo también se interesó por temas teológicos, escribiendo el opúsculo Restauración del Reino de Israel, un estudio sobre el milenarismo que se inscribe en la misma tradición de interpretación sobre el tópico en la que estaba Manuel de Lacunza y Díaz según la cual, antes del Juicio Final, el propio Cristo reinará sobre el mundo de un modo visible y personal.
Publicó textos en las revistas Estudios, Criterio, Stromata y Archivum, y en las páginas de los diarios La Nación y El Pueblo.
Fue un distinguido miembro de la Academia del Plata, del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas y de la Junta de Estudios Esclesiásticos.
Bibliografía
- Restauración del Reino de Israel. Buenos Aires: Unión Católica de Amigos de Israel, 1937.
- Libro de familia de don Luis Josef Zaldorriaga y su esposa doña Mónica Castelli. Buenos Aires: Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas, 1947.
- San Martín y Córdoba en la época de la Campaña de los Andes. Buenos Aires: Imprenta Pellegrini, 1951.
- Dos ilustres antecesores de Manuel Belgrano y Juan José Castelli. Buenos Aires: Theoria, 1960.
