| Fondo de ayuda a Metapedia, 2018: Internet es el principal campo de batalla de la Metapolítica de nuestro tiempo. ¡Ayúdanos! | |||
| |||
|
|
Justo Pallarés Acebal
Biografía
Durante su juventud, Pallarés Acebal simpatizó con las ideas anarquistas. Fue miembro del Ateneo de Estudiantes Universitarios, una organización de jóvenes intelectuales que adherían al positivismo y promovían el laicismo. Escribió para las revistas Ideas, Clarín, Juventud y Acotaciones, y fue miembro de la sala de redacción del diario izquierdista La Montaña. También fue colaborador ocasional del semanario El Hogar.
En consonancia con su ideología, celebró el inicio de la Reforma Universitaria de 1918, y al año siguiente, en contra de toda evidencia, defendió públicamente en las páginas de la revista Vida Israelita a la tésis de que el alzamiento ácrata de Buenos Aires no había sido pergeñado por sionistas.
A lo largo de la década de 1920 comenzó a madurar intelectualmente, lo que lo llevó a abandonar sus errores intelectuales. Su lectura de las obras de Nietzsche y Spengler fueron claves en esa transformación. Gracias a ello ingresó a la redacción del diario conservador La Fronda, al cual más tarde terminaría dirigiendo.
Su rechazo del liberalismo y de la partidocracia lo aproximaron a los intelectuales nucleados en torno a La Nueva República, publicación con la que colaboró desde sus inicios. También junto con ellos participó de la creación de la Liga Republicana en 1929.
Pallarés Acebal se plegó a la organización de la Revolución de 1930, actuando junto con Daniel Videla Dorna y Juan Emiliano Carulla como enlace entre los grupos conspiradores y el General José Félix Uriburu. Una vez instalado el nuevo mandatario en el sillón presidencial, creó a la agrupación Reacción Nacional con la intención de sumar adhesiones al nuevo régimen. Sin embargo, al ver que el gobierno no estaba dispuesto a avanzar hacia el sepultamiento del sistema político vigente, pronto se desencantó con Uriburu y se unió al grupo opositor Acción Republicana.
Habiendo sido profesor de castellano y literatura en diversos establecimientos educativos, se convirtió luego en inspector de escuelas. Tuvo una destacada actuación en ese puesto, llegando también a participar de la comisión que en 1936 reformó el plan de enseñanza del idioma español en la Argentina.
Fue un defensor de la idea de mantener la neutralidad argentina en la Segunda Guerra Mundial y un entusiasta partidario de la Revolución de 1943. Entre mediados de 1945 y mediados de 1946 ocupó el cargo de Inspector General de Enseñanza, sustituyendo al dirigente católico Rómulo Amadeo.
Acompañó como secretario al escritor Ernesto Palacio mientras éste presidió la Comisión Nacional de Cultura durante los primeros años del gobierno de Juan Domingo Perón. Luego retornaría a su función de inspector de escuelas, en la cual terminaría jubilándose, no sin antes aportar sus conocimientos para producir una nueva reforma del sistema escolar de su país.
