Alianza de la Juventud Nacionalista

De Metapedia
Saltar a: navegación, buscar
La Alianza de la Juventud Nacionalista (AJN) fue una organización política argentina fundada en 1937 que permaneció activa hasta 1943. Muchos de sus miembros fueron posteriormente los creadores de la Alianza Libertadora Nacionalista.

Origen

Hacia mediados de 1937 era evidente que el nacionalismo argentino había perdido el fervor militante. Agrupaciones como la Legión Cívica Argentina, ADUNA y la Liga Republicana ya no movilizaban a las masas como lo habían hecho en los años anteriores. Ante esa situación Juan Queraltó y Alberto Bernaudo comprendieron la necesidad de aumentar la visibilidad del nacionalismo en la Argentina, difundiendo el ideario patriótico entre los más jóvenes. Confiaban en que la energía militante de los muchachos podía ser útil para contrarrestar la creciente penetración del comunismo en el país. De esa manera, en septiembre de 1937, nació la AJN. Sus primeros miembros provenían de las filas de la Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios y del Frente Universitario Nacionalista.

La nueva organización tenía por propósito agrupar a la mayor cantidad posible de jóvenes para inculcarles una visión social, política y económica de tercera posición -esto significó un quiebre con la mayor parte de las agrupaciones nacionalistas de la época, las cuales, debido a sus vínculos con el conservadurismo, no pasaban de ser expresiones de la extrema derecha.

Queraltó y Bernaudo se convirtieron en los jefes de operaciones de la AJN, pero la conducción suprema -una posición más bien simbólica- quedó a cargo del General Juan Bautista Molina. Una junta consultiva integrada por los militares Juan B. Llosa y Natalio Mascarello, los intelectuales Ramón Doll, Jordán Genta y Alfredo Tarruella, y el economista Teótimo Otero Oliva asumió el padrinazgo de la organización.

Ideología

La AJN apuntó a forjar una alianza entre estudiantes y trabajadores en contra de las fuerzas del contubernio judeo-masónico-comunista que pretendía dominar a la Argentina. Acusaban a los plutócratas de permitir que se infiltrarán en el país las fuerzas de la subversión, repudiando su actitud de resolver la cuestión social exclusivamente por vía de la represión. Por ese motivo creían que debía introducirse en el país una legislación laboral que armonizara los vínculos entre patrones y empleados.

En materia de política internacional la AJN señalaba que la Argentina debía sacudirse la nefasta influencia del imperialismo británico y del imperialismo estadounidense, con el fin de conseguir la total independencia económica que condujese al país hacia la prosperidad. Si bien veían a la industrialización como un factor clave para el desarrollo local, también entendían que el vasto territorio nacional debía ser poblado por cientos de miles de granjeros que fuesen propietarios de sus tierras y que explotasen sus riquezas agrarias.

En relación a la formación de la nueva conciencia argentina la AJN proclamaba que no debía ser el pasado la fuente de inspiración, sino el futuro. Por ese motivo no profesaban demasiado interés en revisar la historia nacional, concentrándose más bien en la tarea del presente de organizar la comunidad siguiendo ideas corporativistas. Para ello entendían que era necesario el surgimiento de una generación que manifestase un alto estima por la familia y por la patria, hombres viriles dispuestos a proteger con sangre a lo propio y sacrificarse por la grandeza de la nación.

Simbología

El símbolo que adoptó la ALN fue un cóndor negro que cargaba entre sus garras un martillo y una pluma.

Historia

La AJN hizo su primera demostración de fuerza de gran envergadura el 1 de mayo de 1938, en el marco de los actos por el Día del Trabajador. La comisión obrera de la organización, encabezada por Miguel Trujillo, evolucionó hasta convertirse en agosto de 1939 en la Vanguardia Obrera Argentina, una formación sindical que se posicionó como alternativa ante sus pares dominadas por socialistas, anarquistas y comunistas.

Para el momento en que estalló la Segunda Guerra Mundial, la AJN había crecido de manera considerable. Era imposible ignorar la influencia que ejercía entre miles de jóvenes, especialmente en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores. Aprovechando la situación de conflicto internacional, los aliancistas -asesorados por Juan Carlos Moreno- realizaron una campaña de agitación planteando que era el momento adecuado para resolver favorablemente para el país a la Cuestión de las Islas Malvinas. Esa acción causó malestar en el gobierno de la época, el cual -por pedido de sus amos británicos- comenzó a monitorearlos estrechamente, sospechando que la organización podría convertirse en un movimiento de abierto apoyo a las fuerzas del Eje.

En 1941 la AJN consiguió los recursos para lanzar la revista Liberación a las calles. A través de esa publicación promovieron la defensa de la neutralidad argentina frente a las presiones de quienes buscaban que el país se uniese a la guerra. Esa situación provocó un malestar interno, debido a que Molina -con la excusa de impulsar el neutralismo- se mostró cercano al presidente Ramón S. Castillo. Temiendo que la AJN estuviese en camino a convertirse en la fuerza de choque del decadente régimen de la Década Infame, un grupo de militantes encabezado por Emilio Gutiérrez Herrero rompió con la organización y creó a la Unión Cívica Nacionalista.

El posterior acercamiento de Molina con Manuel Fresco generó nuevos conflictos en el interior de la organización, ya que el político era considerado por muchos no como un nacionalista doctrinario sino como un mero oportunista.

Finalmente hacia fines de 1942 el General Molina dejó a la AJN, lo que obligó a Queraltó y Bernaudo a reorganizar a su movimiento. Una delegación de aliancistas presidida por José María Lambruschini asistió al Congreso de la Recuperación Nacional realizado a principios de 1943, el cual tenía la intención de promover la unidad de los nacionalistas y definir un candidato presidencial para las elecciones de ese año. La propuesta de la AJN fue apoyar al Almirante León Scasso como futuro conductor del país.

El 1 de mayo de 1943 la reestructuración de la organización fue completada, relanzándose públicamente bajo el nombre de Alianza Libertadora Nacionalista.

Artículos relacionados