Antipaganismo

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Obispo participando en la destrucción del arte y la cultura europeos durante la época de decadencia del Imperio romano.

El término antipaganismo se refiere a todas las creencias o formas de pensamiento que se oponen activamente a las expresiones étnico-religiosas o paganas, principalmente aquellas asociadas al culto a la naturaleza, como lo son las religiones europeas.

El antipaganismo es inherente a grupos religiosos de índole monoteísta abrahámico (judío, islámico o cristiano) ya que éstos no conciben el politeísmo o la existencia de otras divinidades, a las cuales denigran como "ídolos", "falsos dioses" o "demonios", tal pensamiento ha sido acompañado históricamente de una violenta persecución hacia los paganos con el fin de su destrucción o exterminio.

Tales grupos sectarios lucran con la fe y el capital de los sectores analfabetas e ignorantes de la población, predican y realizan el ejercicio de la persecución hacia las distintas religiones y dentro de la misma.

Fuentes del antipaganismo

Judaísmo

Ilustración de israelitas destruyendo estatuas "paganas".

El judaísmo aborrece y condena a todas las demás religiones, o 'cultos extranjeros' (en hebreo: avodah zarah, עֲבוֹדָה זַרָה) como "idolatría" e incita abiertamente a su destrucción:

Tanaj

Destruiréis completamente todos los lugares donde las naciones que desposeeréis sirven a sus dioses: sobre los montes altos, sobre las colinas y debajo de todo árbol frondoso. Y demoleréis sus altares, quebraréis sus pilares sagrados, quemaréis a fuego sus imágenes, derribaréis las imágenes talladas de sus dioses y borraréis su nombre de aquel lugar.
—Deuteronomio 12:2-3.
Así harán ustedes con ellos: derribarán sus altares, destruirán sus pilares sagrados, y cortarán sus imágenes de Asera, y quemarán a fuego sus imágenes talladas.
—Deuteronomio 7:5
... Derribad sus altares y destrozad por completo sus piedras y troncos sagrados. No adoréis a ningún otro dios, porque Yahvéh, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.
—Éxodo, 34:13-14

Asera es la diosa madre de la religión cananea, y en este texto los troncos sagrados simbolizan a esta diosa.

Los sacerdotes y chamanes de otras religiones son considerados hechiceros y de ellos escriben:

A los hechiceros no los dejarás con vida.
—Éxodo, 22:18.

Asimismo, se condena como "abominaciones" tanto la astrología como la adivinación, que eran practicadas especialmente por los babilonios, griegos y romanos.

Cuando entres a la tierra que Yahvé tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego (refiriéndose a los cultos infanticidas de Moloch), ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Yahvé cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Yahvé tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Yahvé tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Yahvé tu Dios.
—Deuteronomio 18:9-14
Te has fatigado en tus muchos consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los contempladores de los cielos, los que observan las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti. He aquí que serán como tamo; el fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten.
—Isaías 47:13-14

Las costumbres de los demás pueblos son vanas e inferiores a las de los judíos:

Porque los dioses de otros pueblos son ídolos, pero Yahvé hizo los cielos.
—Salmos, 96:5
Así dijo Yahvé: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman. Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron, obra de manos de artífice con buril. Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva. Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
—Jeremías 10:2-5

El judaísmo prohíbe la elaboración de imágenes o estatuas (aniconismo e iconoclasia) por lo que las imágenes religiosas son consideradas "idolatría" y de ellas dicen:

No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás.
—Deuteronomio 5:8 y Éxodo 20:4
Los ídolos de las naciones son de plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta.
—Salmos 115:4-7

Literatura rabínica

El tratado Avodah Zarah del Talmud, proporciona instrucciones detalladas sobre cómo desecrar estatuas y cómo se considera anulado un ídolo pagano:

¿Cómo revoca un gentil el estatus de objeto de adoración de ídolos? Si se corta la punta de su oreja, o la punta de su nariz, o la punta de su dedo; o si lo aplasta, aunque no le quite ninguna parte, en todos estos casos se revoca su condición de objeto de adoración de ídolos.
—Avodah Zarah 53a.3.[1]

También dice que un judío no puede revocar el estado de adoración de un ídolo, y sólo un gentil puede hacerlo:

Un gentil puede revocar el estado de su objeto de adoración de ídolos y el estado del ídolo de otro gentil, pero un judío no puede revocar el estado de objeto de adoración de ídolos de un gentil... El que revoca el estado de un objeto de adoración de ídolos revoca el estatus de sus accesorios.
—Avodah Zarah 52b:14[2]

En un un comentario de la Torá, aproximadamente en el año 1611, el rabino Isaiah HaLevi Horovitz escribió al respecto que para que la destrucción de la deidad de un gentil sea efectiva y total, debe realizarla el mismo gentil:

Según la Halajá, un judío no puede destruir totalmente la deidad de un gentil; para que sea completamente eficaz, esto debe hacerlo el mismo gentil. Por eso los egipcios tuvieron que enterrar estos huesos. Hacer que los egipcios llevaran a cabo este acto de aniquilar los restos de su única deidad suprema fue el acto más eficaz para impulsar la creencia en el Único Di-s de los judíos. Todo lo anterior se detalla en el Zohar.
—Shenei Luchot HaBerit, Torah Shebikhtav, Bo, Torah Ohr.10[3]

En Mishneh Torah, el rabino Maimónides escribe sobre cómo destruir o anular un ídolo, y que esto no puede ser realizado por un judío sino que debe hacerlo un gentil:

¿Cómo se debe destruir una falsa deidad y las otras entidades que están prohibidas en su cuenta, por ejemplo, sus accesorios y ofrendas? Hay que molerlos y esparcir [el polvo] en el viento, o quemarlos y depositar las cenizas en el Mar Muerto.[4]
Está permitido beneficiarse de una deidad falsa perteneciente a un gentil cuya deificación fue anulada [por los gentiles] antes de que entrara en posesión de un judío, como dice [Deuteronomio, ibíd.]: "Debes quemar las estatuas de sus dioses con fuego ." [Este mandato se aplica] solo si son tratados como dioses cuando entran en nuestra posesión. Sin embargo, si su deificación fue anulada, están permitidas.[5]
Un judío no puede anular una deidad falsa incluso cuando está en posesión de un gentil. Un gentil menor de edad o necio no puede anular una deidad falsa. Cuando un gentil se ve obligado a anular una deidad falsa, ya sea que le pertenezca a él o a otros gentiles, incluso cuando los judíos lo obligan a hacerlo, la anulación tiene consecuencias.
El gentil que anula la adoración de ídolos debe ser él mismo un idólatra. Si no es un idólatra, su anulación no tiene importancia. Cuando [un gentil] anula una deidad falsa, también anula [la conexión con la adoración de ídolos de] sus accesorios. Cuando anula [la conexión con la adoración de ídolos de] sus accesorios, es permitido beneficiarse de los accesorios. [La deidad] misma, sin embargo, permanece prohibida hasta que sea anulada. [La conexión con la adoración de ídolos de] un objeto que fue llevado a un ídolo como ofrenda nunca puede ser anulado.[6]
¿Cómo se anula [un ídolo]? Cuando uno corta la punta de la nariz, la punta de la oreja o la punta del dedo, se alisa la cara -aunque nada de su sustancia haya sido destruido- o se la vende a un joyero judío, queda anulado.[7]
—Mishneh Torah: Culto extranjero y costumbres de las naciones 8.

En uno de los tratados menores del Talmud se lee:

R. Simeón b. Yoḥai enseñó: Mata al mejor de los paganos en tiempos de guerra.
—Soferim 15.10[8]

Testimonios paganos

Se conservan algunos testimonios de la antigüedad sobre cómo los judíos despreciaban a la religión europea y a sus dioses:

Los judíos fueron expulsados ​​por sus sacrilegios y su impiedad, ya que Moisés les enseñó a no adorar a los dioses.
Manetón, sacerdote egipcio.
Los judíos son un pueblo impío, odiado por los dioses.
Los judíos, muy conocidos por su desprecio a los dioses.
Plinio el Viejo, Historia Naturalis.
Los judíos son una raza que odia a los dioses y a la humanidad. Sus leyes son opuestas a las de los mortales. Ignoran lo que es sagrado para nosotros. Sus leyes los alientan a cometer actos que nos horrorizan. Aquellos que se convierten a sus caminos siguen la misma práctica, y la primera lección que reciben es despreciar a los dioses, repudiar su país y considerar a sus padres, hijos y hermanos como de poca importancia.
Tácito, Historia.

Cristianismo

Rostro de Afrodita desfigurado, copia del siglo I EC. de un original de Praxíteles. La cruz cristiana en el mentón y la frente tenía la intención de "desacralizar" un artefacto sagrado pagano. Encontrado en el Ágora de Atenas. Museo Arqueológico Nacional de Atenas.

El odio tradicional del cristianismo contra el paganismo deriva de las enseñanzas judías del Antiguo Testamento el cual adopta como uno de sus libros sagrados.

Pablo de Tarso, en su intento de demonizar las religiones no judeocristianas, escribe que los cultos de los gentiles son demoníacos:

Más bien digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios, y no a Dios; y no quiero que vosotros tengáis comunión con los demonios.
—1 Corintios 10:20.

El teólogo cristiano Orígenes (185-254), también identifica a los dioses paganos como "demonios", término que en el contexto cristiano es usado para referirse a entidades maléficas:

Los dioses de los paganos son demonios.
—Orígenes, Contra Celsum, VII, 69.

El obispo de Milán, san Ambrosio (340-397), siguiendo a Orígenes, también dijo: "Pues los "dioses de los paganos no son sino demonios", como dice la Sagrada Escritura. Así pues, todo el que sea soldado del Dios verdadero no ha de dar pruebas de tolerancia y de condescendencia, sino de celo por la fe y la religión".

Agustín de Hipona (354-430) llamó como "superstición" a las «supervivencias» del culto pagano que subsistían, tras el triunfo político del cristianismo. Y, más específicamente, superstición era todo resto de veneración a un ser creado, fuera este ídolo, hombre, animal, planta, astro u objeto. Afirmó ante una congregación en Cartago:

¡Dios quiere la extirpación de toda superstición de paganos y gentiles, lo mandó, lo predijo, comenzó ya a llevarlo a efecto, y en muchos lugares de la Tierra ya lo ha realizado en gran parte!"[9]

Entre 412 y 426, Agustín de Hipona escribió su famosa obra apologética de 22 libros titulada De civitate Dei contra paganos (La Ciudad de Dios) donde intenta refutar la acusación de que el saqueo de Roma de 410 fue un castigo divino por abandonar el culto tradicional a los dioses que la protegían en favor del cristianismo y afirma pretenciosamente que éste no es responsable de su declive sino de su éxito.

San Bonifacio talando el árbol sagrado de Thor (c. 723).

Durante el Imperio romano tardío, los cristianos destruyeron los templos paganos, mutilaron y desfiguraron las estatuas paganas y las inscripciones, exactamente bajo la misma forma como indica el Talmud sobre la anulación de ídolos.

Muchas veces el cristianismo intentó asociar el paganismo a prácticas deshonrosas y aberrantes como forma de propaganda y difamación. El obispo Procopio de Cesarea (ca. 500-560) escribió en De Bello Gothico contra los hérulos afirmando que éstos practicaban entre los guerreros, rituales sexuales de toda índole imaginable: homosexualismo, pederastia y bestialismo:

... y ellos practican el sexo contrariamente a los fines de la ley divina, hasta con hombres y asnos, y son los más bajos de todos los hombres y son bribones completamente abandonados.
—Procopio de Cesarea, De Bello Gothico.

Islam

Musulmanes miembros del Estado Islámico destruyendo patrimonio cultural en 2015.

Los musulmanes también odian a los paganos (Mushrikun en árabe), ya que ellos, según el Corán, son impuros[10] y, por lo tanto, indignos de vivir en la tierra de Alá. Por lo tanto, los musulmanes deben matarlos, a menos que se arrepientan, realicen oraciones y paguen limosna-impuesto (zakat):

Matad a los idólatras dondequiera que los encontréis, capturadlos, sitiadlos y acechadlos en cada lugar de emboscada. Pero si se arrepienten, hacen la oración y dan el zakat, dejadlos en paz.
—Surah At-Tawbah 9:5[11]
De hecho, aquellos que no creen entre la gente del libro (judíos, cristianos y musulmanes) y los politeístas (Al-Mushrikun), irán al fuego del Infierno, habitando eternamente en él. Ellos son los peores de todos los seres.
—Sura Al-Bayyinah 98:6[12]
Matadlos dondequiera que los encontréis y expulsadlos de donde os expulsaron. La persecución es peor que el asesinato. Y no luchéis contra ellos en la Mezquita Sagrada a menos que ellos luchen contra vosotros allí. Pero si os combaten, matadlos. Esa es la retribución de los incrédulos.
—Surah Al-Baqarah 2:191
Combatidlos hasta que no haya más persecución y la religión sea solo para Dios. Pero si cesan, entonces no debe haber hostilidad excepto contra los opresores.
—Surah Al-Anfal 8:39

Al igual que el judaísmo, el islam es iconoclasta y aborrece cualquier representación religiosa por lo que también enseña en los hadices que deben ser destruídas:

No dejéis ninguna imagen sin desfigurar y ninguna tumba sin destruir.
—Sahih muslim, 969.

Igualmente, esto se basa en que Alá es el único dios:

Yo fui enviado para mantener los lazos de parentesco, para romper los ídolos y para que Alá sea adorado sólo él.
—Sahih muslim, 832.

En la actualidad

Grecia

En la Grecia moderna, la Iglesia Ortodoxa Griega tiene el estatus de religión estatal y, en consecuencia, las religiones nativas como el paganismo helénico son sujetas a constantes ataques.

A La Sociedad Griega de Amigos Áticos, que declara que tiene 40,000 miembros, se les negó el reconocimiento como una religión legal, así como el derecho de construir un templo en Atenas y utilizar templos existentes para el culto.

En 2006, un tribunal de Atenas ordenó abolir la prohibición sobre el culto de los antiguos dioses griegos y el tribunal reconoció un lugar de culto. Refiriéndose a los seguidores, el padre Eustathios Kollas, que preside una comunidad de sacerdotes ortodoxos griegos, dijo: "Son un puñado de miserables resucitadores de una religión muerta degenerada que desean regresar a los monstruosos delirios oscuros del pasado".

Liga Antidifamación Judía

Símbolos europeos y paganos etiquetados como "símbolos de odio" por la ADL.

La Liga Antidifamación publica una lista de símbolos entre los cuales abundan los paganos europeos y a los que califica como "símbolos de odio"[13] ya que muchos grupos nacionalistas europeos, como los nacionalsocialistas, los han utilizado extensamente para reivindicar sus raíces nacionales.

Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén

El judío Dr. Manfred Gerstenfeld, en un artículo titulado: El neopaganismo en la plaza pública y su relevancia para el judaísmo, escribe sobre el total antagonismo entre el judaísmo y el paganismo, entre las leyes judías y las leyes de la naturaleza, retratando al politeísmo bajo una visión muy sesgada:

La antigua repugnancia hacia el paganismo que sentían los adeptos al judaísmo se vincula con la necesidad de hacer un balance de estos fenómenos contemporáneos. El regreso del paganismo obliga al judaísmo a centrarse en la ley y la tradición judías, que proclaman que Dios es central en el mundo. La naturaleza no es sagrada y sus leyes representan la barbarie; las leyes noájidas representan a la sociedad civil. Hay muchas razones para que los observadores judíos miren atentamente qué dirección tomará el poderoso y renovado interés por la naturaleza, y qué consecuencias puede tener esto para los judíos del mundo (...) Ningún compromiso es posible entre el Dios monoteísta y las deidades politeístas (...) Nada bueno para los judíos, ni para la sociedad en general, puede resultar de un fortalecimiento mundial del paganismo.
La halajá es la antítesis de las leyes de la naturaleza. Estas últimas son crueles: no hay caridad en la naturaleza; no hay piedad. No existe una red de seguridad en la naturaleza para los seres marginales. Los fuertes se comen a los débiles. Los viejos están abandonados. En la Biblia, los Últimos Días utópicos se caracterizan por la desaparición de estas características del mundo, cuando Isaías profetiza que “el lobo habitará con el cordero... la vaca y el oso pacerán... un niño jugará en la guarida de una víbora.[14]

David Greenberg

Fragmento y tapa del libro La construcción de la homosexualidad, donde Greenberg escribe mentiras sobre el antiguo dios europeo Odín.

El libro del judío David Greenberg, La construcción de la homosexualidad, es un texto LGBT donde escribe sin ningún fundamento real que el dios nórdico Odín "bebe semen de los hombres colgados", atribuyéndole así rasgos homosexuales, por lo cual se trata de un texto difamatorio antipagano.

Este libro es citado frecuentemente como fuente por cristianos antipaganos de corriente "alt right" o extrema derecha para argumentar que la religión germánica es en esencia "degenerada".

El estudio y la investigación de las religiones paganas está prohibido por el judaísmo.[15]

Referencias

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