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En defensa de la mirada folkish
En defensa de la mirada folkish (en inglés, In Defense of the Folkish View) es un ensayo del escritor odinista Stephen A. McNallen, en el cual explica el pensamiento identitario/folkish de su religión rebatiendo las ideas del falso paganismo. Muchos de sus conceptos se pueden usar bien en el nacionalismo blanco y otras ideas identitarias.
Sumario
En defensa de la mirada folkish
Biología, cultura y espiritualidad están íntimamente conectadas, y cualquier intento de separarlas está condenado a la frustración. La ancestralidad del grupo, lo que el grupo hace y la percepción espiritual del grupo no son tres cosas diferentes, sino aspectos de un todo aún mayor.
Esta esencia Ásatrú, centralizada en el pueblo, habitualmente sufre los ataques de aquellos advenedizos a nuestras tradiciones ancestrales, o de aquellos que no se sacaron de encima los condicionantes de la cultura moderna. La idea de que religión, cultura y biología están entrelazadas va en contra del dogma político de nuestros días, y a veces es clasificada como “racista” por aquellos que no entienden las verdades profundas involucradas en esta idea. Algunas veces, aquellos que se consideran asatruar son los primeros en criticar la mirada Folkish. Dado que ellos son gente que, al igual que nosotros, siguen a los Aesir y los Vanir, es sumamente importante responder a sus objeciones.
Cuatro Argumentos
Su crítica toma formas fácilmente predecibles. En los párrafos que siguen, enumero algunos de esos argumentos y doy algunas posibles respuestas.
1. “Los vikingos diseminaron su simiente a lo ancho de nuestro mundo, basándose en la igualdad de oportunidades, sin tener en cuenta la raza, religión o cultura”
Primero, esto no es realmente cierto. La colonia vikinga en Groenlandia dejó varios esqueletos, que fueron estudiados exhaustivamente por científicos que se maravillaron al descubrir que los groenlandeses aparentemente no se mestizaron con los nativos. En el Norte de Europa, es cierto, germanos y celtas se interrelacionaron y entremezclaron con bastante libertad, y los estudios genéticos de Islandia muestran una fuerte presencia irlandesa en la mezcla de genes. Sin embargo, los germanos y los celtas son dos ramas muy cercanas de la familia indoeuropea; biológica y culturalmente, podría decirse que son de la misma estirpe. Segundo, los vikingos son raramente un modelo ideal para Ásatrú. La Era Vikinga es una época muy tardía en la historia de los pueblos germánicos; fue una época en la cual nuestra cultura tradicional estaba siendo erosionada por fuerzas externas, un tiempo de cambio y cosmopolitismo. Juzgar a Ásatrú por el comportamiento de un vikingo aventurero en Bizancio, por ejemplo, tiene tanto sentido como juzgar al cristianismo por las acciones de un marinero norteamericano en su día libre en Manila. Ninguno de los dos epitomiza los valores religiosos practicados en Noruega o Nebraska, respectivamente. Fuego en la entrepierna no debería ser confundido con iluminación espiritual alguna…
2. “Todos los hombres y las mujeres son descendientes de Ask y Embla, el hombre y la mujer primordiales que fueron encontrados, como troncos de árbol, por Odín, Hoenir y Lodur, quienes les dieron vida. Entonces, Ásatrú es el legado de todos los humanos.”
Esto es parte de las tradiciones de los pueblos germánicos. Hay miles de esas historias contadas por culturas tanto antiguas como modernas, desde el Antiguo Testamento hasta el interior del Amazonas hoy en día.
Los humanos, en su estado tribal, eran extremadamente etnocéntricos, y con frecuencia sus agrupamientos llevaban nombres que significaban algo así como “el pueblo verdadero” o “los verdaderos seres humanos” para distinguirse de sus vecinos. De igual forma, sus mitos de creación tienden a ser etnocéntricos y de pertenecer sólo a ellos, no a toda la humanidad, de la que no se preocupan particularmente. Argumentar que todos los humanos descienden de Ask y Embla es decir que los mitos de cualquier otra cultura están equivocados, y que sólo el nuestro es el correcto. Desde el centro de Australia hasta las profundidades de África, los grupos tienen sus propias explicaciones acerca de cómo llegaron a ser. Sería sumamente arrogante asumir que nuestras historias se aplican a ellos, y que las sagradas historias de su propio pueblo son falsas. A menos que asumamos que sus tradiciones son inferiores e imprecisas, estamos forzados a la lógica conclusión de que cada grupo tiene razón, mientras se dirija a su propio pueblo, y no a otro. De hecho, decir que nuestra historia de creación es la única válida es negar la existencia y validez de los Dioses de otros pueblos, ya que impone a Odín, Hoenir, y Lodur sobre esos otros pueblos, apartando bruscamente a sus Dioses de escena, y negando sus propias explicaciones sobre la naturaleza de las cosas. La gran mayoría de los asatruar, no apoyarían esa clase de imperialismo religioso. Decir que nuestra historia del origen del hombre es la “única y verdadera” es incurrir no sólo en intolerancia religiosa, sino también en… ¡racismo![1]
3. “Los Dioses y Diosas tienen sexo con cualquier tipo de seres: enanos, gigantes y similares. Esta es una evidencia de que la discriminación, particularmente en el ámbito de las relaciones, el sexo y el matrimonio, no tienen asidero en la cultura de los pueblos germánicos.”
Las historias de nuestros Dioses y Diosas están asentadas en la Edda Mayor y la Edda Menor. Las Eddas son recursos valuables, pero son simbólicos, no históricos. Sus contenidos fueron sujeto de diversos tipos de factores que afectaron la manera en la que los utilizamos religiosamente, siendo los factores principales la interpretación humana y los prejuicios. Nada en nuestras tradiciones sugiere que las Eddas deben ser tomadas literalmente, y hacerlo nos pone en la misma categoría que aquellos fundamentalistas cristianos que toman a la Biblia, palabra por palabra, como la exacta e infalible palabra de su Dios. Tomar las historias de nuestros Dioses y Diosas como clases que nos incitan a armar parejas fuera de nuestra clase (¡o fuera de nuestra especie!) es tan errado como un cristiano argumentando que la creación descrita en el Génesis debería ser tomada como una verdad científica. Los Mitos son algo mucho más grande que eso.
4. “Ásatrú es una religión, y unirse a ella no es diferente a convertirse en un episcopal, musulmán o un wiccano. Ásatrú no es más europea que el islam árabe o el budismo, asiático.”
Esta es una fantasía moderna. Ningún grupo nativo cree realmente que su religión sea sólo un conjunto de prácticas y conceptos abstractos, separados de su pertenencia en la comunidad, libre de ser adoptada y modificada por personas ajenas a esa comunidad. Las personas pueden decidir ser bautistas o luteranos, pero nadie se mira al espejo mientras cepilla sus dientes por la mañana y piensa “Hey, estoy cansado de ser Católico, creo que me voy a convertir en un Lakota Sioux”.
La religión nativa es algo que no se puede separar de la vida de la tribu. religión, política, economía, valores y costumbres son parte de un todo; no hay separación real entre ellas; tomadas como un todo, esto es el “Camino” o “Tradición” del grupo; la religión se convierte en una fracción particular de “el camino de la tribu es en el mundo, y lo que la tribu hace”.
Algunas religiones, en contraste, no se basan en la experiencia particular de un grupo, sino en filosofías abstractas o en una revelación separada de cualquier grupo o tribu nacional. Las religiones monoteístas son claros ejemplos de esto; uno puede pasar de mormón a metodista, de católico a musulmán, basándose en el razonamiento abstracto o en ataduras emocionales; es aquí, y no en las creencias nativas, donde la proposición de nuestros críticos encuentran su lugar. Aquellos que atacan a Ásatrú debido a sus bases Folkish siguen con los preconceptos mentales del cristianismo y de otras sectas filosóficas universalistas.
Liberándonos de los remanentes psíquicos del cristianismo
Gran parte de estos argumentos que critican a nuestra cosmovisión Folkish están basados en los cuatro presentados anteriormente. En general, ellos muestran un hilo conductor en común: ¡El pensamiento cristiano! Primero, la idea de que todos los humanos derivan de Ask y Embla puede ser tentadora desde un punto de vista simplista, pero implica la no-existencia de los dioses de los otros pueblos, y por ello, refleja el imperialismo religioso que encontramos en el cristianismo. De la misma manera, proponer que los Aesir y los Vanir tienen sexo fuera de su “raza” (¿especie?) es utilizar los textos de las Eddas de manera literal, tal como los fundamentalistas cristianos utilizan a la Biblia. Finalmente, sugerir que las religiones pueden elegirse de la misma manera en que uno elige un sombrero o un auto nuevo, es separar al grupo de gente de su tradición, algo característico de las religiones monoteístas. Aquellos que rechazan el punto de vista Folkish a menudo nos acusan de no ser fieles a los Aesir y los Vanir; irónicamente, sin embargo, una mirada aguda muestra que sus argumentos contra nosotros tienen que ver mucho más con el cristianismo que con la inherente naturaleza tribal y etnocéntrica de las religiones nativas. Podemos esperar que a medida que el asatruar aprenda a internalizar las actitudes de nuestros antepasados precristianos, superen los prejuicios culturales que evitan que se conecten sólidamente con las verdades más profundas de nuestro Camino ancestral.
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Enlaces externos
- ↑ En este caso y según el texto, hace referencia al supremacismo y odio y tiene la intención de señalar la contradicción del pensamiento universalista.