Nacionalismo y extrema derecha en Francia

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La historia del Nacionalismo y la extrema derecha en Francia, remonta sus orígenes al mismo momento de la distinción del espectro político entre izquierda y derecha, es decir, a la Revolución Francesa de 1789.

Contrarrevolucionarios y legitimistas

Los primeros representantes de esta tendencia, denominada también reacción, por su oposición a la revolución, fueron Louis de Bonald, Joseph de Maistre, y otros cuya ideología podría traducirse en el movimiento ultrarrealista, que impuso el Terror Blanco tras la Restauración. La Chambre introuvable dominada por ellos, y después la Chambre retrouvée de Villèle, que votó la Acta Anti-Sacrilegio de 1830, pertenece a este grupo ultra plus royaliste que le roi (más realista que el rey). Tras la revolución de 1830 serían representados por los legitimistas.

La Tercera República de 1871 a 1914

El Affaire Dreyfus (1894-1906) fue un punto de inflexión en la historia política de Francia y del periodo de la Tercera República, que establecida tras la Guerra Franco-Prusiana y la Comuna de París, subsistió tras la Primera Guerra Mundial hasta 1940.

La crisis del 16 de mayo de 1877

Tras la caída de Napoleón III (1870) y la derrota de la Comuna de París (1871), las elecciones trajeron una mayoría monárquica, dividida entre legitimistas y orleanistas, que concebían las instituciones republicanas como un estado transitorio. Hasta la crisis del 16 de mayo de 1877, el movimiento realista dominó la legislatura, creando la paradoja de una república gobernada por anti-republicanos. Los diputados realistas auparon a la presidencia de la República a Marshall MacMahon. Su mandato estaba previsto para siete años, tiempo considerado necesario para encontrar un compromiso entre las dos familias realistas rivales.

En 1873, un plan para llevar al trono a Henri, conde de Chambord, jefe de la rama borbónica apoyada por los legitimistas, falló por la intransigencia del conde. Se suponía que MacMahon debería llevarle a la Asamblea Nacional que le aclamaría como Rey. El propio Conde de Chambord rechazó este plan en el manifiesto de la bandera blanca (5 de julio de 1871), reiterado en una carta (23 de octubre de 1873) en la que explica que en ningún caso abandonaría la bandera blanca con la flor de lis de los borbones, símbolo de la monarquía contra la bandera tricolor republicana. La decisión de Chambord frustró las posibilidades de una rápida restauración de la monarquía.

En 1875, el orleanista Adolphe Thiers, conocido como el "represor de la Commune", aceptó pragmáticamente la República, y votó junto con los republicanos moderados Jules Ferry y Léon Gambetta las leyes constitucionales del nuevo régimen. El año siguiente, las elecciones dieron una gran mayoría a los republicanos en la Asamblea, mientras los monárquicos retenían por un sólo voto la mayoría en el Senado. El conflicto con el presidente realista era inevitable.

La crisis del 16 de mayo de 1877 estalló con la deposición del presidente del Consejo Jules Simon, republicano moderado, por el Presidente Mc Mahon. El conflicto era entre el poder ejecutivo y el legislativo, pero también entre los partidarios de una vuelta al Ancien régime y los republicanos. MacMahon disolvió la Asamblea, pero las nuevas elecciones aumentaron incluso la mayoría republicana. El presidente dimitió en 1879: los republicanos habían ganado, quedando establecida la naturaleza parlamentaria del régimen político. La confirmación de la participación de los católicos en la república fue aceptada explícitamente por el Cardenal Lavigerie.

Pocos años más tarde, las leyes Jules Ferry de 1881-82 introdujeron la educación gratuita, obligatoria y laica. Fueron un paso crucial en el firme establecimiento de la Tercera República Francesa. En 1883, el Conde de Chambord murió, lo que llevó a varios orleanistas a seguir los pasos de Adolphe Thiers y aceptar la República. Ünicamente los legitimistas permanecieron como oposición anti-republicana.

El Affaire Dreyfus y la formación de Action Française

Pocos años después, en 1894, un oficial francés de religión y raza judía, Alfred Dreyfus, fue arrestado acusado de traición en favor del Imperio Alemán. El Caso Dreyfus provocó una línea de división política en Francia. El nacionalismo, que había sido antes una ideología de izquierdas y republicana, se volvió de derechas, incluso de extrema derecha. Emile Zola entró en la escena política como el primer "intelectual" de la historia, es decir, como la primera figura que proveniendo del campo de la cultura se otorgaba a sí mismo el papel de conciencia crítica de la sociedad a través de los medios de comunicación (en ese momento, la prensa), con su trascendental e impactante artículo J'Accuse (Yo Acuso). Izquierda y derecha se oponían, alineadas sobre este escándalo amplificado mediáticamente, sobre las cuestiones del militarismo, el nacionalismo, la justicia y los derechos humanos.

Desde las guerras revolucionarias y la Revolución francesa, el nacionalismo era republicano y de izquierdas; era un nacionalismo liberal, formulado por la definición de nación debida a Ernest Renan: un plebiscito cotidiano, formada por el subjetivo deseo de vivir juntos. Al añadírsele el revanchismo (el deseo de recuperar Alsace-Lorraine), el nacionalismo pudo considerarse algunas veces opuesto al imperialismo (el deseo de expandirse en el exterior mediante las colonias del Imperio francés). En los años 1880s se abrió un debate de esa índole entre los que se oponían al lobby colonial, como el radical Georges Clemenceau que declaró que el colonialismo distraía a Francia de la linea azúl de los Vosgos, Jean Jaurès (Socialista) y Maurice Barrès (nacionalista); contra Jules Ferry (republicano moderado), Léon Gambetta (republicano) y Eugène Etienne, presidente del grupo parlamentario colonial.

Pero en mitad del Caso Dreyfus apareció una nueva derecha, y el nacionalismo fue apropiado por la extrema derecha que se convirtió en una forma de nacionalismo étnico mezclado con antisemitismo, anti-protestantismo y antimasonería (con el tiempo llegó a formularse la teoría de la Conspiración Judeo-Masónico-Comunista-Internacional). Charles Maurras (1868-1952), fundador del "integralismo" (o "nacionalismo integral"), creó el término "Anti-France" (Anti-Francia) para estigmatizar a los "extranjeros internos" o a los cuatro estados confederados de Protestantes, Judíos, Masones y extranjeros (para éstos últimos, los extranjeros, utilizaba la expresión peyorativa de origen griego métèques -metecos-).

Pocos años más tarde, Maurras se uniría a Action Française, creada por Maurice Pujo y Henri Vaugeois en 1898. Maurras, que era agnóstico, se vio a sí mismo conduciendo un revival monarquista y católico. Concibió pragmáticamente la religión como una ideología útil para unificar la nación. La mayor parte de los católicos franceses eran conservadores. Por otra parte, la mayor parte de los protestantes, judíos y ateos se identificaban más bien con la izquierda política. El concepto republicano, por el contrario, era que sólo la y el secularismo de éste (Estado laico o Estado aconfesional) puede mantener pacíficamente la diversidad de tendencias filosóficas y políticas y evitar la vuelta a las guerras de religión. Los curas católicos eran vistos como la principal fuerza reaccionaria por los republicanos, entre los que el anticlericalismo estaba muy extendido. Las leyes Ferry sobre la escuela pública habían sido un primer paso para que la República consiguiera acabar con la influencia del clero; sería completado con la ley de 1905 sobre separación Iglesia-Estado.

Action française, en sus inicios una revista, fue la matriz de un nuevo tipo de derecha contrarrevolucionaria, y continúa en activo hoy en día. Su mayor influencia se alcanzó en los años 1930s, sobre todo por su organización juvenil, los Camelots du Roy, fundados en 1908, que se involucraban en numerosos conflictos callejeros. Entre ellos hubo figuras como el escritor católico Georges Bernanos o Jean de Barrau, miembro del comité director de la Federación Nacional y secretario particular del duque de Orléans (pretendiente al trono con el nombre de Felipe VIII de Francia, 1869-1926), hijo del orleanista Felipe, conde de París (1838-1894). Muchos miembros de la Organisation de l'Armée Secrète(OAS), grupo paramilitar durante la Guerra de Argelia (1954-62) eran parte del movimiento monarquista. Jean Ousset, secretario personal de Maurras, creó la Cité catholique, organización clasificable de fundamentalismo católico, que incluiría a los miembros de la OAS y tuvo una sección con presencia en Argentina en los años 1960s.

Además de Action française, varias ligas de extrema derecha se crearon durante el Caso Dreyfus. La mayor parte antisemitas, también representaban la nueva tendencia derechista que compartía otros rasgos, como el antiparlamentarismo, militarismo, nacionalismo, y la propensión a la lucha callejera. El poeta nacionalista Paul Déroulède creó en 1882 la antisemita Ligue des patriotes (Liga de los patriotas). Junto con Jules Guérin, el periodista Édouard Drumont creó la Liga antisemita de Francia en 1889. También antimasónica, la Liga se convirtió a finales de siglo en el Grand Occident de France (Gran Occidente de Francia), paráfrasis contraria del masónico Grand Orient de France (Grande Oriente de Francia).

Crisis Boulangista

Durante la crisis boulangista, Déroulède co-optó la Liga en apoyo del general, alienándose el apoyo de muchos miembros republicanos. Tras el exilio del general Boulanger en 1889 la Liga fue suprimida por el gobierno. La mayor parte de las ligas de extrema derecha aparecidas durante el Caso Dreyfus desaparecieron antes de la Primera Guerra Mundial, pero volverían a escena en el periodo siguiente.

Periodo de Entreguerras

Durante el periodo de entreguerras, la Action Française (AF) y su milicia juvenil, los Camelots du Roi, fueron muy activos, en particular en el Quartier Latin (Barrio latino) de París. Además de ella, varias ligas de extrema derecha se formaron como reacción a los gobiernos de coalición de izquierdas (Cartel des gauches -Cartel de las izquierdas-). Pierre Taittinger formó entonces los Jeunesses Patriotes (Jóvenes Patriotas, 1924), que imitaban el estilo fascista. Al año siguiente, Georges Valois creó Le Faisceau (El Fascio), claramente inspirado en el movimiento italiano de Benito Mussolini. Por último, en 1933, el año de ascenso al poder de Adolf Hitler, François Coty financió y fundó Solidarité française (Solidaridad francesa) y Marcel Bucard formó el Francisme (francismo) con financiación de Mussolini. Otra liga importante fue la Croix de Feu (Cruz de Fuego) de François de la Rocque, que formó la base del Parti Social Français (Partido Social Francés, PSF), el primer partido de masas de la derecha francesa.

Además de las ligas, existió un grupo de neosocialistes (neosocialistas): Marcel Déat, Pierre Renaudel, etc. que fueron expulsados del partido socialista francés (SFIO) en noviembre de 1933 por sus posturas revisionistas y su admiración del fascismo. Déat se convertiría en uno de los más ardientes colaboracionistas durante la Segunda Guerra Mundial.

Otras importantes figuras de los años 1930s fueron Xavier Vallat, que llegó a ser Comisario General para Asuntos Judíos en el Régimen de Vichy, y los miembros de la Cagoule, un grupo que formó parte Eugène Deloncle, Eugène Schueller (propietario de la firma cosmética L'Oréal), Jacques Corrèze y Joseph Darnand, más tarde fundador del Service d'ordre légionnaire (Servicio de orden legionario, que actuó como milicia durante el régimen de Vichy), entre otros.

6 de febrero de 1934

Ligas de extrema derecha organizaron estos motines que llevaron a la caída del segundo Cartel de las izquierdas. Estas ligas se disolvieron el 18 de enero de 1936 por el gobierno marxista del Frente Popular.

Régimen de Vichy

(Ver artículo Régimen de Vichy)

Cuarta República y la Guerra de Argelia

La Organisation de l'Armée Secrète (OAS) fue creada en Madrid por militares franceses opuestos a la independencia de Argelia. Muchos de sus miembros se involucrarían más tarde en distintos conflictos por todo el mundo, apoyando a los bandos anticomunistas. Algunos se unieron a la sección de la fundamentalista Cité catholique en la Argentina, donde entraron en contacto con el Ejército Argentino. Durante la transición española, un antiguo OAS, Jean Pierre Cherid, tomó parte en los sucesos de Montejurra de 1976 (enfrentamiento, con muertos y heridos, entre las ramas derechista e izquierdista del carlismo, presuntamente desencadenados por agentes provocadores. Un tiempo más tarde (1978), se le relacionó con la muerte de Argala, uno de los miembros de ETA que atentaron contra Luis Carrero Blanco (1973).

Jean-Louis Tixier-Vignancour fue el candidato de extrema derecha a las elecciones presidenciales francesas de 1965. Su campaña estuvo organizada por Jean-Marie Le Pen.

Quinta República

Años antigaullistas

Véase también: OAS y Comités Tixier-Vignancour

La Quinta República nació mientras se desarrollaba la Guerra de Argelia, la cual enfrentó a los independentistas argelinos en contra de los patriotas franceses. El presidente Charles de Gaulle, un bonapartista, optó por permitir que los independentistas triunfasen, pese a que estaban dadas todas las condiciones militares para que Francia se impusiese. Eso hizo que de Gaulle se ganase el odio de los nacionalistas franceses, ya que Argelia era percibida por la mayor parte de la población como una provincia de Francia más que como una colonia.

El gaullismo llevó a las derechas a colaborar entre si para intentar detenerlo. Así, por ejemplo, nació la OAS con el fin de evitar la entrega de Argelia a los independentistas, y así también se formaron los Comités Tixier-Vignancour para intentar desplazar del poder a de Gaulle por vía democrática. Sin embargo ambas iniciativas probaron ser inefectivas.

Este periodo vio nacer a grupos que, heredando el espíritu innovador de Jeune Nation, movilizaron a los nacionalistas de la época: la Fédération des Étudiants Nationalistes, Occident, el GUD, la Œuvre Française y el GRECE, siendo este último la expresión mejor lograda de la Nueva Derecha.

La renovación nacionalista

Véase también: Alain de Benoist, Nouvelle Droite y GRECE

El neoderechismo demostró que el nacionalismo francés era capaz de generar un discurso antimodernista, comunitarista y conservador que se adaptase perfectamente al escenario contemporáneo. Fue también gracias a la Nueva Derecha que los nacionalistas franceses enfatizaron su vocación europeísta, reemplazando a la germanofobia –y a otras características propias del nacionalismo francés– por un enfoque etno-nacionalista que, sin proclamar a priori la superioridad de la raza blanca, pregona la necesidad de proteger y preservar las tradiciones culturales europoides para evitar la alienación que produce el multiculturalismo, y apuesta por desarrollar una perspectiva racialista para probarlo.

En la primera mitad de la década de 1970 surgieron dos agrupaciones que serían claves para la época: el Front National (FN) en 1972 y el Parti des Forces Nouvelles (PFN) en 1974, ambas influenciadas por la Nueva Derecha. El PFN fue el representante francés de la Euroderecha en las elecciones de 1979 para el Parlamento Europeo, sin embargo su actuación fue decepcionante.

El ascenso del Front National

Véase también: Front National (Francia), Jean-Marie Le Pen y Bruno Mégret

A principios de la década de 1980 el FN comenzó su ascenso en el escenario político francés. Un hombre clave en ese proceso fue Jean-Pierre Stirbois. Stirbois había militado en el Groupe d'Action Jeunesse primero y luego había formado la Union Solidariste, antes de ingresar al FN en 1977. Como provenía del solidarismo, Stirbois articuló un discurso antiizquierdista que ganó el apoyo de una centroderecha francesa que estaba dispuesta a pactar con los nacionalistas para detener a François Mitterrand en su carrera hacia la presidencia. Así el FN –colaborando en casos puntuales con la derecha partidocrática–, se posicionó como la fuerza nacionalista más influyente de la época, pese a que la prensa francesa se escandalizara por el asunto.

Para 1984 el FN había adquirido una gran visibilidad gracias a su uso inteligente de los espacios políticos y mediáticos ganados por la iniciativa de Stirbois. Ese año consiguió un estupendo resultado en las elecciones del Parlamento Europeo, y en 1986 logró enviar a la Asamblea Nacional a un total de 35 diputados. Esta situación puso nerviosa a la partidocracia francesa (la cual, por cierto, desde hace décadas aceptaba sin sobresaltarse a la presencia de los comunistas pro-soviéticos). Por tanto el sistema electoral fue reformado para asegurar que a partir de 1988 el FN fuese una fuerza marginal, destinada a controlar pequeños espacios sin importar si la suma total de votos conseguidos fuese enorme.

A lo largo de las décadas de 1980 y 1990 el FN fue absorbiendo a otras fuerzas de la extrema derecha francesa: el neoderechista PFN en 1984, la nacional-revolucionaria Troisième Voie en 1992, la nacionalista Œuvre française en 1996, etc. A medida que el FN crecía como partido, también crecía como opción electoral, pese a que los medios masivos de comunicación atacaran a sus miembros permanentemente acusándolos de ser racistas, antisemitas y xenófobos. A partir de 1995 el FN pudo controlar municipios grandes y utilizarlos como laboratorios para el desarrollo de políticas experimentales de carácter nacionalista.

El mayor momento de auge del FN fue en 2002, año en que Jean-Marie Le Pen se presentó a elecciones para cubrir el puesto de presidente de Francia y pasó a la segunda ronda de los comicios. Apenas unos tres años antes Bruno Mégret había causado una escisión en el seno del partido nacionalista, acusando a Le Pen de querer perpetuarse como un representante de la oposición sin hacer el más mínimo esfuerzo para convertir al FN en una opción real de gobierno.

Mégret creyó que como él proponía una reducción del Estado y un fortalecimiento de la Sociedad Civil, su propuesta seduciría a un electorado de centroderecha que se encontraba desencantado con el presidente Jacques Chirac. Empero su figura apenas tuvo eco en 2002, siendo Le Pen el favorito de los franceses. En la segunda vuelta el FN se enfrentó al autodenominado "Frente Republicano" (una alianza entre la centroderecha y las izquierdas) que lo venció de manera abrumadora.

El identitarismo

Véase también: Identitarismo y Marine Le Pen

El FN entró en un proceso de declive después de la brillante elección de Le Pen en 2002. Muchos interpretaron que el nacionalismo había alcanzado un límite, y que le sería imposible derrotar a las fuerzas democráticas según su propio juego.

Mientras el FN entraba en una fase de eclipse, comenzó a cobrar forma lo que hoy se conoce como identitarismo. Los identitarios, curiosamente, provienen de sectores nacional-revolucionarios que reconvirtieron su discurso para hacerlo más influyente en el escenario partidocrático.

El rasgo más sobresaliente del identitarismo es su repudio absoluto a la inmigración masiva en Francia (especialmente a la inmigración musulmana), y su relativa tolerancia hacia el sionismo.

El identitarismo ingresó al FN después de 2007, cuando Jean-Marie Le Pen anunciase que iba a retirarse de la política activa (aunque no de la vida pública). En el partido entonces hubo una pelea por la sucesión: Bruno Gollnisch, un neoderechista, se enfrentó a Marine Le Pen, una identitarista. Finalmente Marine Le Pen se impuso, convirtiéndose en líder del FN.

Con su nueva fachada identitaria, el FN realizó sorprendentes elecciones en las presidenciales de 2012, las europarlamentarias de 2014 y las regionales de 2015. La neoderecha, por su parte, se reagrupó en torno a la Union de la Droite Nationale.

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