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Nueva Política
Sumario
Origen
Nueva Política nació gracias a la iniciativa de Marcelo Sánchez Sorondo, hijo del senador nacional Matías Sánchez Sorondo, quien se propuso crear una publicación metapolítica que ayudara a difundir las tesis del nacionalismo en la Argentina.
Lo acompañaron en su empresa Federico Ibarguren, Alberto Ezcurra Medrano, Héctor Bernardo, Héctor A. Llambías y Juan Carlos Villagra. Bruno Cayetano Jacovella también fue parte del núcleo fundacional, pero este intelectual abandonaría el proyecto posteriormente a causa de sus propios posicionamientos políticos.
Posiciones
La convicción central de los creadores de la revista era que la Argentina de la época estaba viviendo el colapso del régimen liberal que había sido iniciado casi cien años antes con la sanción de la Constitución Nacional de 1853, y que, debido a ello, resultaba imperioso instaurar un nuevo sistema social y político que reconfigure la presencia del país en el contexto mundial y le reasigne su función en la historia universal.
Opiniones políticas
La revista fue muy crítica con los partidos del gobierno y de la oposición, pues acusaba a ambos grupos -pertenecientes a la izquierda y a la derecha partidocrática- de ignorar la cuestión social, permitiendo el progresivo avance del comunismo. Por ese motivo se promovía una reforma constitucional que renovase las instituciones nacionales con el fin de garantizar la independencia económica y la justicia social.
En materia de relaciones internacionales, Nueva Política defendía abiertamente la idea de mantener la neutralidad de la Argentina frente al escenario de la Segunda Guerra Mundial. No obstante ello, se discutió acerca de la conveniencia de brindarle apoyo a las Fuerzas del Eje, aprovechando así la oportunidad para alejar al país de la órbita del imperialismo británico y del imperialismo estadounidense que buscaba someterlo.
La revista promocionó con entusiasmo la realización del Congreso de la Recuperación Nacional a principios de 1943.
Opiniones culturales
Desde las páginas de Nueva Política se propuso promover el revisionismo histórico y vindicar a la hispanidad. Por ese motivo abundaron artículos sobre la obra civilizatoria de Juan Manuel de Rosas.
En el aspecto filosófico, desde la revista se alentó la difusión del tomismo como corriente intelectual propicia para adoptar una comprensión de la política y de la historia digna del nacionalismo.
También se reflexionó acerca de cómo debía ordenarse el sistema educativo para terminar formando a los ciudadanos argentinos en la adhesión al Bien y a la Verdad.
Opiniones religiosas
En materia religiosa la revista estaba decididamente inclinada a la apología del catolicismo tradicional. Ello los llevó a enfrentarse a los promotores del personalismo que más tarde evolucionarían hacia la democracia cristiana. También se incluyeron algunos artículos advirtiendo acerca de la perfidia de los judíos y como ello repercute en el desarrollo de los sucesos históricos.
Estilo
Nueva Política, a diferencia de muchas revistas de la época, apostaba a promover la precisión conceptual y la elegancia en el estilo a la hora de hablar sobre política. La voluntad literaria de la mayoría de sus artículos contrastaba con la habitual prosa verborrágica y violenta que la prensa argentina empleaba corrientemente para abordar los eventos políticos de la actualidad.
Hipercrítica con las mezquindades de la partidocracia, era habitual encontrar en Nueva Política una retórica plagada de sarcasmo y de ironía, pero que evitaba siempre caer en la grosería.
Entre las páginas de la publicación abundaban las referencias a la tradición intelectual de Occidente, abarcando desde las ideas de los griegos que discutían en las ágoras hasta las de los españoles que acababan de triunfar en la Guerra Civil.
Colaboradores
El núcleo fundacional de la revista había pasado por las aulas de los Cursos de Cultura Católica, por lo que, naturalmente, muchos de sus colaboradores compartían esa característica. Tal fue el caso de Máximo Etchecopar, Ignacio B. Anzoátegui, César E. Pico y Carlos Moyano Llerena.
También escribieron para la revista autores como Nimio de Anquín, Carlos Astrada, Leonardo Castellani, Ramón Doll, Ricardo Font Ezcurra, Luis María de Pablo Pardo, Samuel W. Medrano, Julio Meinvielle, Juan Pablo Oliver, Héctor Sáenz y Quesada, Vicente D. Sierra, Carlos Steffens Soler, Clemente Villada Achával, Francisco Javier Vocos, Lisardo Zía, Santiago de Estrada, Ángel Ferreira Cortés, Isidoro García Santillán, Hipólito J. Paz, Carlos María Quinodoz y Ricardo Zorraquín Becú entre otros.
Desaparición de la revista
La insistente campaña en contra del gobierno llevó a que Miguel Culaciati, a la sazón titular del Ministerio del Interior, ordenase la clausura de Nueva Política a fines de 1942. Sánchez Sorondo apeló la sanción y a principios de 1943 la revista pudo circular nuevamente.
Cuando se produjo la Revolución de los Coroneles, Nueva Política aplaudió el gesto pero advirtió que lo que verdaderamente importaba era la instauración de un régimen nuevo, que defendiese a la nación y promoviese el bien común. Poco después muchos de los hombres que elaboraban la revista fueron convocados por el nuevo gobierno para colaborar en diversos puestos. Las nuevas tareas en la función pública que asumieron los redactores de Nueva Política, sumada a ciertos problemas de financiamiento, llevó a que se tome la decisión de cesar con la publicación del mensuario.
Marcelo Sánchez Sorondo reunió lo más significativo de su campaña en el libro La revolución que anunciamos (1945), el cual refleja con fidelidad el tono y la tópica que se apreciaba entre las páginas de Nueva Política.
El historiador Enrique Zuleta Álvarez afirma que Nueva Política fue en su época el equivalente nacionalista y tecerposicionista de Sur -publicación argentina que reunía a los intelectuales demócratas de centroizquierda y centroderecha- y de Claridad -una madriguera de marxistas y usina intelectual del comunismo en el país. [1]
Referencias
- ↑ Enrique Zuleta Álvarez. "Historia de una revista nacionalista: Nueva Política (1940-1943)", en: Cuando opinar es actuar: revistas argentinas del siglo XX. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia, 1999.
