Razas humanas

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Ilustración artística de algunas razas humanas.
Razas humanas de acuerdo a Meyers Blitz-Lexikon.

En biología, el término raza, se usa para referirse a un grado de divisiones naturales dentro de una especie basadas en la similitud de la ascendencia genética.

Se puede definir como el conjunto de características físicas y psicológicas (determinadas por el genotipo y expresadas en el fenotipo) que son compartidas por una población particular de individuos de una especie, que se determinan y subsisten por medio de las leyes de la herencia y que surgen por adaptabilidad evolutiva al medio.

En el caso de las razas humanas se trata de un grupo de individuos semejantes por sus caracteres hereditarios físicos y también los psíquicos, ya que los estudios sobre los gemelos demostraron la importancia de la herencia psíquica. De este modo, la raza se apoya en las ciencias de la herencia y constituye el concepto central de la biodiversidad humana.

Las razas humanas son poblaciones reproductivas que han estado separadas entre sí durante mucho tiempo, generalmente por la geografía, y por lo tanto, se trata de grupos genéticos que se han adaptado a diferentes ambientes y ecologías.

Comprender las diferencias raciales se ha considerado fundamental para comprender las diferencias e interacciones entre grupos humanos.

La raza no se define por una "pureza biotípica" sino por la constatación estadística de ciertos rasgos morfológicos comunes a un determinado grupo humano. Es, en otras palabras, una cuestión de frecuencia en el fenotipo dentro de una población.

En la especie humana se presentan genes polimórficos y genes no polimórficos. Son los primeros los que nos interesan aquí. Estos son llamados así por ser susceptibles de presentarse en distintas formas, cada una de las cuales es denominada alelo. En la especie humana existen poblaciones que difieren entre sí notablemente en la frecuencia de aparición de determinados alelos, referidos lógicamente a los genes polimórficos (únicos que presentan alelos), y este hecho hace que el genotipo y el fenotipo (o apariencia externa) de los miembros de estas poblaciones consideradas grupalmente diverjan entre sí. Por lo tanto, el concepto más general de 'raza', se refiere a una subespecie de una especie inclusora[1].

Acepciones

Aunque el término raza se asocia principalmente a un concepto biológico, genético o taxonómico, se ha convertido en un término de relativa amplitud y que, en textos de divulgación científica (especialmente la antropológica) es usado con cierta ambigüedad, por lo que presenta varias acepciones que son usadas bajo distintos contextos y que deben ser distinguidos:

  • Como etnia, pueblo o nación: Acepción antropológica y sociológica que designa al conjunto particular de individuos que comparten un mismo legado genético y cultural, o a un grupo de individuos unidos por una historia, nacionalidad o distribución geográfica común. Ejemplos: "La raza japonesa", "la raza germana", "la raza judía", etc. El concepto de etnia posee un componente cultural intrínseco, por lo que no es un concepto de la biología.
  • Como macro-etnia: Concepto más general que el de etnia, que engloba a más pueblos, emparentados biogenética y culturalmente. Ejemplos: la raza blanca, la raza negra, la raza asiática, etc.
  • Incluso a veces el término es usado como sinónimo de género, especie, casta, estirpe, linaje, cepa, etc.

Razas ficticias

Los géneros literarios de la fantasía y la ciencia ficción a menudo describen a varios grupos ficticios de seres inteligentes como "razas". Esto, a pesar de que dichos grupos pueden provenir de planetas diferentes y probablemente quedarían fuera de todo el sistema taxonómico actual si existieran en la realidad. En cualquier caso, este uso común puede crear confusión con respecto al concepto de raza.

Estudio académico de las razas humanas

Cráneos de un africano congoide, un europeo caucasoide, un amerindio, un asiático mongoloide y un australoide.

La Raciología junto a la Antropología biológica son las ciencias que estudian el origen, clasificación y la diversidad de las razas humanas, así como sus diferencias biológicas, las cuales no se limitan únicamente al color de la piel, sino que incluyen además características superficiales observables como color, textura y cantidad del vello, complexión corporal, masa muscular, estatura, rasgos faciales, capacidad craneana, etc. Estas diferencias también abarcan características psicológicas que definen el aspecto cultural y espiritual. A nivel genético, las diferencias de cada raza no pueden observarse a simple vista, pero son las que definen todas estas características.

Variaciones físicas

Las clasificaciones de la Antropología clásica de las razas dependen del criterio del naturalista, todas se basan en la descripción de fenotipos, es decir, en los caracteres morfológicos anatómicos dados por los rasgos más evidentes como el color de piel y otros rasgos físicos, y también por fisiología, es decir, la función de cada rasgo físico. Entre los métodos que ha usado la antropología física está lo que se denomina Caracteres morfológicos raciales y que consiste del estudio de las siguientes características:

  • Pigmentación de la piel.
  • Pigmentación de los ojos.
  • Pigmentación, pilosidad o forma y consistencia del cabello.
  • Estatura y peso.
  • Proporciones del tronco y de los miembros.
  • Forma, proporciones y medidas del cráneo, lo que indica el índice cefálico.
  • Proporciones y la forma de la cara.
  • Forma de la nariz, ojos, párpados y orejas.
  • Forma y proporciones de la boca y labios.

Pigmentación

Véase también: Melanina


Mapa de distribución de los seres humanos según el tono de piel, considerando las poblaciones nativas o anteriores al s.XVI.

Cada raza goza de sus propias virtudes o ventajas y también de sus propios defectos o desventajas ya que cada raza está adaptada para vivir en las condiciones de su entorno geográfico de origen.

Las poblaciones cuyos antepasados se desarrollaron en las zonas tropicales, donde se recibe más radiación ultravioleta de la luz solar, tienden a tener la piel y los ojos de color más oscuro, que las poblaciones cuyos antepasados vivían en las zonas más cercanas a los polos, que reciben menos luz solar y menos radiación ultravioleta. Se trata de una adaptación por selección natural de las poblaciones locales a las condiciones locales.

La piel clara facilita la absorción de luz solar en zonas donde es escasa, lo cual es importante para la producción de vitamina D que tiene un papel vital el metabolismo del calcio y el fortalecimiento del esqueleto, ayudando a prevenir el raquitismo. Los ojos claros están adaptados para reflejar la luz con la función de mejorar la visión en zonas polares, climas montañosos y tundra, donde abunda la nieve y el hielo, los cuales reflejan intensamente la luz solar, lo que dificultaría la visión para ojos oscuros. La piel clara es muy sensible a los rayos solares de las zonas tropicales, por lo cual la exposición prolongada a ellos ocasiona graves problemas a la piel, resultando más fácilmente el desarrollo de cáncer.

La piel oscura protege de la destrucción del ácido fólico por la radiación ultravioleta, y el ácido fólico es un nutriente importante en los años reproductivos y previene defectos genéticos como la espina bífida, también es importante para prevenir las quemaduras de sol, el cáncer de piel, la fotólisis de folate y el daño a las glándulas sudoríparas. Los ojos de color más oscuro están adaptados para poder absorber la excesiva luz solar y así mejorar su visión. En climas fríos, o templados más cercanos al frío, razas como la negra no pueden vivir adecuadamente si no tienen una dieta muy completa y muy abundante en lácteos, pescado, huevos y otros alimentos con vitamina D de manera natural o añadida. De lo contrario, estas condiciones climáticas provocan una deficiencia de esta vitamina [2], que puede traducirse en debilidad, descalcificación o deformidad de los huesos, raquitismo, interrupción del crecimiento en los niños, osteoporosis, fracturas óseas, predisposición a la desnutrición, debilitamiento del sistema inmunológico y esterilidad, entre otras dolencias.

Las diferencias del color de ojos y piel en poblaciones geográficas, surgieron así en los comienzos de nuestra historia debido a las ventajas evolutivas de cada característica para cada región, según la cantidad de luz solar.

El color de la piel es un rasgo poligénico, es decir, que está bajo la influencia de varios genes. Los genes KITLG y ASIP son responsables de la variación del color de piel entre los negros y las poblaciones no africanas. A su vez se ha demostrado que los genes SLC45A2, TYR y SLC24A5[3], representan una fracción importante de la diferencia en las unidades de la melanina entre europeos y africanos, mientras que los genes DCT y ATRN se han indicado como posibles fuentes de diferencias del tono de la piel en el este de las poblaciones asiáticas.

El gen MC1R es clave en regular el color de cabello y piel en los mamíferos, particularmente rigiendo la producción de eumelanina. Se cree que las mutaciones en el gen MC1R son las responsables de producir el vello rubio. Es el primer paso evolutivo de adaptación del vello a un entorno ártico. El paso siguiente a esa despigmentación de eumelanina es una re-pigmentación, pero esta vez con feomelanina, que es el pigmento del vello rojizo. En poblaciones no-blancas este gen está atrofiado o inactivo. Los genes D11S429 y DRD2 determinan el nivel de pigmentación de la piel así como la resistencia al sol. El OCA2 influye en la síntesis de melanina.

Raza e inteligencia

Artículo principal: Raza e inteligencia


Mapa de distribución del cociente intelectual en la población mundial, considerando las poblaciones nativas.
Mapa de distribución considerando las poblaciones dominantes.

Estadísticamente se ha probado que no todas las razas tienen la misma inteligencia y esto es independiente del método utilizado para medir el cociente intelectual. Todos los métodos llegan a la misma conclusión. Sin embargo esta declaración no es políticamente aceptable y se interpreta como "racismo". Por ejemplo el descubridor de la estructura del ADN y premio Nobel en genética James Watson sufre las consecuencias de la censura política sobre la ciencia:

Todas nuestras políticas sociales están basadas en el hecho de que su inteligencia es la misma que la nuestra, mientras todas las pruebas muestran que no es realmente así.
James Watson[4].

El profesor J. Philippe Rushton de la Universidad de Ontario del Oeste, publicó en el año 2000 un estudio científico sobre las diferencias intelectuales entre tres razas genéricas, midiendo el promedio tanto de la capacidad craneana, como el número de neuronas corticales y el cociente intelectual (IQ)[5]. A continuación se muestran sus resultados:

Raza africana o negra Raza europea o blanca Raza asiática o amarilla
Capacidad craneal (cm³) 1267 1347 1364
Número de neuronas corticales

(en millones)

13185 13665 13767
Cociente Intelectual (CI) 85 100 106

Aunque tanto la inteligencia como el comportamiento característico de los grupos raciales en gran parte están determinados genéticamente (otros factores de menor importancia son los sociales), se sabe que la inteligencia individual no es una condición inmutable y que puede incrementarse según el entrenamiento intelectual al que sea sometida y diversas habilidades intelectuales pueden ser ciertamente adquiridas.

Por su parte el profesor inglés Richard Lynn[6], establece la siguiente relación de cociente intelectual por regiones:

Poblaciones nativas Promedio de IQ estimado
Asiáticos del Este 105
Europeos 100
Gente del Ártico 91
Asiáticos del Sudeste 87
Amerindios 86
Islas del Pacífico 85
Sur de Asia y Noráfrica 84
África subsahariana 67
Nativos australianos 62
Bosquimanos (Sur de África) 54

Raza y biomedicina

Los investigadores biomédicos reconocen la importancia de la raza en su investigación. La razón principal de esto es su gran utilidad para hacer más eficaz la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades, prediciendo los factores difíciles de establecer, en base a las características más fácilmente establecidas, es decir, las características raciales del paciente.

La prevalencia racial de las enfermedades consiste en el hecho de que unas razas son más susceptibles a ciertas enfermedades que otras, por ejemplo los caucásicos son más propensos a enfermedades como la rubeola o el sarampión, mientras que los africanos son más propensos a contraer enfermedades de transmisión sexual como el SIDA. Otros desórdenes pueden estar determinados genéticamente y varían notablemente en la incidencia de grupos raciales, tales como la anemia falciforme y la talasemia entre los negros y las poblaciones mediterráneas, la fibrosis quística entre los blancos y la enfermedad de Tay-Sachs entre gente de descendencia Ashkenazi judía. También se ha encontrado que una variante de un gen (LTA4H) inofensivo en blancos y asiáticos, predispone al fallo cardiaco en negros.[7] Por otro lado, las poblaciones europeas han desarrollado genéticamente una mayor tolerancia a la lactosa, los azúcares y el alcohol que poblaciones como las asiáticas[8] y amerindias. También se sabe que los individuos de razas diferentes responden de forma diferente a los medicamentos.[9][10][11]

Cuando se trata de hacer coincidir los tipos de antígeno leucocitario humano (HLA), el origen étnico de un paciente es importante para predecir la probabilidad de encontrar un donante compatible de médula espinal. Esto se debe a que los marcadores HLA utilizados en la comparación se heredan. Algunos grupos étnicos tienen tipos de tejidos más complejos que otros. Por lo tanto, la mejor oportunidad que tiene una persona de encontrar un donante es en alguien del mismo origen étnico.[12] Es por ello que encontrar un donante es más difícil para personas "multi-étnicas", por lo cual la diversidad étnica es claramente una desventaja. Cuando un niño birracial o multi-étnico es diagnosticado con leucemia, ninguno de sus padres está lo suficientemente cerca genéticamente para ser donantes compatibles.[13]

Puesto que la piel oscura dificulta la producción de vitamina D, las autoridades sanitarias, tanto de Canadá como de Estados Unidos, han recomendado a las personas de piel oscura (principalmente negros y latinoamericanos mestizos) que, entre otoño y primavera, cuando la luz solar es más débil, consuman diariamente entre 1000 y 2000 IU (unidades internacionales) de vitamina D.[14][15]

La publicación Genome Biology editada por el Departamento de Genética de la Universidad de Stanford afirma:

Las poblaciones humanas no son iguales en términos de riesgos de enfermedades. No sólo es factible sino deseable y necesario una identificación clínica del origen racial, étnico y geográfico del paciente por las diferentes respuestas de las enzimas metabolizando medicamentos en cada raza. Las diferencias biológicas entre etnias pueden ser fácilmente distinguidas con cualquier método de investigación (RFLP, indicadores microsatelitales o SNP) , en cualquiera se identifica el mismo origen racial, un balnco es blanco estudiado por medio de SNP o de RFLP. Decir que dos individuos del mismo grupo étnico son más distintos entre si que respecto a otros de una raza ajena es falso. La diferencia genética entre razas y subdivisiones étnicas es reforzada por el estudio de los alelos que predisponen a enfermedades: solo el 21% de los 3849 alelos (bajo clasificación SNP) son comunes a todos los humanos (y bastantes a los mamiferos), dejando por eliminación un 79% de diferencia racial. La mutación C282Y del gen de la hemacromatosis es del 1% en armenios y judíos asquenazis, del 8% en noruegos, 1200 blancos y 800 negros con problemas de corazón, tratados todos con ACE Enalaprin observaron distintas respuestas a dicho medicamento, la sustancia no se metabolizó en los pacientes negros. El alelo HLA DR3 es muy bajo en hispanoparlantes sin antepasados europeos. Cada raza e incluso cada grupo étnico tiene su propia estructura clínica. Necesitamos valorar nuestra diversidad en vez de temerla.[16]

Raza y crimen

Estadísticas sobre homicidios en 2005. Los índices de homicidios cometidos por negros es siete veces más alto que los índices para blancos.[17]
Estadísticas de 2001 sobre incidencia criminal por grupos étnicos. Se representan tres grupos étnicos: blancos, mestizos hispanohablantes y negros
Artículo principal: Raza y crimen


Se ha demostrado, bajo estudios estadísticos y psicológicos, que la agresividad y la tendencia a la criminalidad y delincuencia en poblaciones urbanas es diferente entre las razas. Al igual que en el caso de las diferencias entre razas en el cociente intelectual, este hecho es objeto de controversia y tabú y no es aceptado políticamente, y si se acepta, se asumen y atribuyen causas socio-económicas y no raciales, aún cuando no haya pruebas que lo confirmen y cuando todos los estudios al respecto indican el mismo patrón en diversos lugares.

De acuerdo con el profesor J. Philippe Rushton, en Raza, evolución y comportamiento[5], este patrón racial en el crimen es constante en todo el mundo. Los registros anuales de Interpol demuestran que el promedio de crimen violento (homicidio, violación y asalto agravado) es cuatro veces más bajo en países asiáticos y de la costa pacífica, que en países africanos o caribeños. Los blancos en los EE.UU. y países europeos están en una posición levemente por encima de los asiáticos pero aún muy por debajo de los africanos. Los promedios en crimen violento, de Interpol en 1996, muestran claramente este patrón: los países asiáticos, 35 crímenes violentos por 100.000 personas; los países europeos, 42: y los países africanos, 149.

En Estados Unidos los negros son aproximadamente del 13% al 15% de la población, pero tienen un 50% de todos los arrestos por asalto y homicidio. En Londres, Inglaterra, el patrón es el mismo, los negros componen el 13% de la población, pero tienen el 50% de los índices criminales. Una comisión gubernamental de 1996, en Ontario, Canadá, informó que los negros eran 5 veces más proclives de terminar en la cárcel que los blancos.

Un informe de febrero de 1997 sobre violación y crímenes sexuales, publicado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDJ) concluyó que de los crímenes registrados, 56% de los arrestos correspondían a caucásicos, 42% a afroamericanos, y 2% a otros grupos étnicos. Tómese en cuenta que la población negra en ese país es de tan sólo el 13% y, no obstante, los negros casi se aproximan al porcentaje de arrestos entre caucásicos, que son la mayoría de la población.[18]

De acuerdo con otro documento del USDJ, en 2005, de las 111.590 mujeres blancas agredidas sexualmente o violadas, 37.460 fueron víctimas de un negro, es decir, el agresor era caucásico en un 44.5% de los casos y negro en un 33.6%. Mientras que entre 0 y 10 mujeres negras fueron agredidas sexualmente por un hombre blanco.[19]

Un informe subsecuente del USDJ en el cual se registraron estadísticas de homicidios entre 1974 y 2004, se determinó que de los crímenes registrados, 52.1% de los agresores eran personas de raza negra, 45.9% eran de raza blanca, y 2% eran de otros grupos étnicos. De las víctimas de esos mismos crímenes, 51% eran personas de raza blanca, 46.9% eran negros, y 2.1% de otros grupos étnicos.[20]

70% de los prisioneros en Estados Unidos son no-blancos, siendo que éstos representan cerca del 30% de la población.[21] En 1998, uno de cada tres negros entre los 20 y 29 años de edad estuvieron en prisión.[22]

Estados Unidos tiene severas legislaciones contra los llamados "crímenes de odio", que engloban crímenes de índole racial, pero existe un significativo doble rasero en estas legislaciones. La abrumadora mayoría de los crímenes interraciales consisten en víctimas blancas y victimarios negros o mestizos hispanohablantes, a pesar de ello, muy pocos de estos crímenes son clasificados como "crímenes de odio".[23] Sin embargo, cuando el victimario es blanco y la víctima es miembro de otro grupo étnico, siempre se asume como "crimen de odio".[24]

Genética

Con el desarrollo de la antropología biológica y las ciencias genómicas se obtiene la oportunidad para realizar estudios más profundos de la raza, aprovechando el desarrollo tecnológico de nuestra era. El resultado de ello ha reforzado el concepto de razas humanas por la contundencia de las conclusiones al momento de comparar datos con los diferentes métodos usados.

Algunos de los métodos usados en el s. XX son los análisis genéticos a través del estudio de los grupos sanguíneos y más recientemente de los haplogrupos del ADN de mitocondrias y cromosomas de nuestras células, mostrando que las razas tienen una herencia compleja y dependiente de muchos genes.

Análisis de sangre

Al descubrirse los grupos sanguíneos inmunológicos, se tenían más bases genéticas para establecer una relación entre la sangre y un grupo poblacional. En 1901 se descubrió primero el Sistema ABO, en 1940 el Factor Rh, ambos sistemas descubiertos por Karl Landsteiner y en ellos se mostró diversas relaciones poblacionales.

En este sistema ABO el grupo O tiene la mayor frecuencia en los amerindios desde Sudamérica hasta México, el grupo A sobresale en Europa, nativos de Australia y Polinesia; y el grupo B en Asia central. Dentro del Sistema Rh el grupo del haplotipo r (rh negativo) tiene alta frecuencia en Europa, en especial en los vascos y es casi inexistente en asiáticos orientales; mientras que en negroafricanos el grupo R0 (uno de los grupos Rh positivos) tiene una alta frecuencia en desmedro del grupo R1.

En el Sistema Diego (Diego antigen system), el grupo Dia es mínimo en Europa y Asia, mientras que en el Sistema Duffy el grupo Fya se presenta en todo el mundo menos en África negra. En el Sistema MNSs (descubierto en 1927), el grupo S es más frecuente en Europa. De los tipos de hemoglobina, la hemoglobina S se encuentra en especial en la población de Africa ecuatorial y su formación está determinada por un solo gen llamado HbS; si se posee una pareja de genes Hbs se produce una anemia falciforme que es grave, pero con un solo gen la población es más tolerante a la malaria, por lo que esto representa un caso claro de relación entre genética, grupo poblacional y selección natural.

La siguiente tabla resume la relación poblacional con grupos sanguíneos, están en orden de la mayor frecuencia del grupo O y se basa en datos promedio de diversas fuentes.

Poblaciones nativas Sistema ABO Sistema Rh Otros sistemas
% O % A % B % AB Haplotipo frecuente Grupos frecuentes
América 94 5 1 0 R1 M , Dia
África subsahariana 54 24 19 3 R0 Fyo , HbS , V
Oceanía 45 41 10 4 R1 Fya
Asia Oriental y del Sudeste 40 26 27 7 R1 M , Fya , Dia
Europa y Medio oriente 39 40 15 6 r , R1 Fyab , S
India 33 26 32 9 R1 M , S

Análisis del ADN

Véase también: Teoría de linajes


Distancias genéticas entre siete grupos poblacionales principales. El grupo africano es más distante respecto a los demás los cuales están más relacionados entre sí que con el grupo africano. Diagrama de Cavalli-Sforza, 1994.

Gran importancia para la explicación de la actual diversidad humana recae en nuestro material genético. El ADN o ácido desoxirribonucleico, contiene la información genética usada en el desarrollo y el funcionamiento de todos los seres vivos y es el responsable de la transmisión hereditaria, forma parte de los cromosomas que están en el núcleo de las células y también hay ADN en las mitocondrias pero en pequeña cantidad.

El ADN o genoma mitocondrial, cuya estructura fue descifrada en 1981 por S. Anderson, tiene herencia matrilineal, es decir que heredamos nuestras mitocondrias solo de nuestras madres. Una característica importante es que no se recombina, ello implica que los únicos cambios que podrían haber ocurrido, se deben exclusivamente a mutaciones a lo largo de multitud de generaciones. En el ser humano se calcula que cada 5,000 a 10,000 años surge una mutación en una de las bases del ADN mitocondrial; según esto se calcula que toda la humanidad desciende de una sola mujer, la Eva mitocondrial, mujer africana que habría vivido hace unos 150.000 a 190.000 años.

Para tener una mejor visión de nuestro árbol genético fue necesario buscar la herencia patrilineal. El cromosoma Y cumple bien esta función ya que es el cromosoma que determina el sexo masculino y por lo tanto se hereda del padre a hijos hombres; además es muy estable por su baja recombinación y nos ha permitido conocer que todos descendemos de un único hombre que se le denomina Adán cromosómico, africano al parecer, y tiene una antigüedad de 60.000 a 90.000 años.

La siguiente tabla resume geográficamente la relación genética entre grupos humanos usando datos promedio de los haplogrupos de ADN más frecuentes que han sido recogidos en los últimos años entre las poblaciones nativas. En letras negritas van los haplogrupos no sólo frecuentes sino bastantes diseminados en cada región. Donde figura por ejemplo: HV, en realidad se refiere a los haplogrupos H, V y HV, ya que los tres se relacionan filogenéticamente, lo mismo se aplica a los demás haplogrupos. Dentro de cada región hay cierta cohesión en los resultados, aunque de una etnia a otra cercana puede haber importantes diferencias.

Haplogrupos de ADN mitocondrial
humano
(línea materna)
Regiones o subcontinentes (antes del s.XV) Haplogrupos del cromosoma
Y humano
(línea paterna)
L2, L3, L1, L0 África subsahariana (en su mayor parte) E, B, R1b, A
L3, L2, L1, HV, M, J Cuerno de África y Sudán E, A, B, J, T
L0, L2, L1 Pueblos khoisán (África del Sur y del sudoeste) A, E, B
HV, UK, JT, L3, M, X, L2 África del Norte E, J, G, I, R1b, T
HV, UK, JT, I, M, X, W Medio Oriente y Cáucaso J, G, E, R1b, I, R1a, T, L
HV, UK, JT, I, W, X Europa occidental R1b, I, R1a, E, J, T, N
HV, UK, JT, W, X, D, I Europa oriental R1a, I, N, R1b, E, J, T
M, U, HV, R, JT Indostán L, H, R1a, R2, J, C, T, O, F
HV, M, U, D, CZ, B, JT, A Asia Central C, R1a, O, R1b, J, K, Q, T
C, A, D, G, Y, JT, B Siberia C, N, Q, R1a, O
D, M, B, F, A, N, G Asia Oriental O, K, D, C
M, D, F, B, E, R Sudeste de Asia O, C, K, D
S, P Australia C, K
Q, P, B, M Melanesia M, S, K, C
B, Q Polinesia y Micronesia C, O, K, M
A, B, C, D, X, G América del Norte Q, C
D, A, B, C Mesoamérica y Sudamérica Q
Genoma humano
De acuerdo con recientes descubrimientos, el genoma de las poblaciones euroasiáticas posee ADN neanderthal y cromagnon, que no se encuentra en poblaciones africanas, lo que demuestra que existe una mayor diferencia genética entre africanos y euroasíaticos de lo que anteriormente se pensaba.
El Homo erectus es un muy probable candidato para la especie desconocida que se hibridó con el "humano moderno" en África hace 35.000 años, dando como resultado al africano moderno.

Actualmente existe un Proyecto Genográfico iniciado en el 2005 y con un plazo a 5 años para muestrear a más de 100,000 personas en todo el mundo con el fin de obtener datos que nos hablen del pasado y origen de nuestros pueblos a lo largo de la historia y prehistoria de la humanidad.

Recientemente los investigadores han logrado completar un más exhaustivo y comprensivo análisis genético de los humanos modernos, el cual ha demostrado que los humanos son más diversos genéticamente y que existe una mayor diferencia genética entre africanos y euroasíaticos de lo que anteriormente se pensaba. Las pruebas del ADN muestran no sólo que el genoma de las poblaciones euroasiáticas (caucasoides y mongoloides) posee ADN neanderthal y cromagnon, mismo que no se encuentra en poblaciones africanas (congoides y capoides)[25], sino también que las poblaciones africanas poseen ADN de alguna especie arcaica extinta, probablemente Homo erectus o bien Homo ergaster, no encontrado en el genoma de las poblaciones euroasiáticas.[26][27] Esto ha cuestionado severamente la popular y políticamente correcta hipótesis monogénica del origen humano "desde África" (Out of Africa) que poseía mayor respaldo sobre el poligenismo, inclinándose la investigación hacia un origen mixto (hipótesis mixta).

En 2011 y 2012, un grupo de biólogos norteamericanos, liderados por Michael F. Hammer, de la Universidad de Arizona, ha comparado varias regiones del ADN de indígenas del centro de África. En algunas de las poblaciones cerca del 2% de su material genético provendría de un ancestro con el que se reprodujeron sus antepasados hace unos 35.000 años. No se conoce la especie, pero sí que su rama evolutiva se separó de la nuestra hace unos 700.000 años. Los científicos se centraron en 61 regiones del ADN no codificado (lo que no son genes) de 16 individuos mandingas, 16 pigmeos baka de Camerún y nueve san (bosquimanos) sudafricanos, si bien también utilizaron muestras de otras étnias, como los dogón (Malí), los xhosa (Sudáfrica) o los mbuti (de República Democrática del Congo).

Partían de una pregunta sin respuesta: si en Europa los Homo sapiens se hibridaron con los neandertales hace 60.000 años, dejándoles hasta un 4% de su ADN, y también hubo cruce en Asia con los denisovanos ¿no habría sucedido lo mismo en África? A fin de cuentas, se dijeron, allí podían haber convivido con muchas más especies primitivas durante decenas de miles de años. En un artículo que fue publicado en 'Proceedings of National Academy of Science' (PNAS), escriben: "El registro fósil indica que hay una gran variedad de homínidos de transición, con características modernas y arcaicas en un área que va de Marruecos a Sudáfrica".

Pero la respuesta no la encontraron en las bases de datos que existen sobre la genética de los pueblos africanos: por un lado, porque no habían tenido en cuenta las mutaciones causadas por la selección natural; y por otro, porque no había información sobre cazadores-recolectores, que son la mayor reserva de diversidad genética del planeta. Una dificultad añadida es que en África es muy complicado, si no imposible, recuperar ADN de homínidos extintos, como ocurrió con los neandertales, debido a sus condiciones climáticas, muy cálidas.

Fue al analizar algunas secuencias genéticas del cromosoma 4 cuando descubrieron que la única explicación plausible para estos polimorfismos era que procedieran de un homínido arcaico. Además, mientras los pigmeos tienen el porcentaje más alto (un 3,6%) de una de las mutaciones, en otras les superan los bosquimanos (con un 11,9%) y los mbuti (un 14,8%). Precisamente, estos últimos son los que han vivido más aislados durante miles de años en las selvas congoleñas: "Toda esta información sugiere que África central fue el hogar de un homínido arcaico que se hibridó con los humanos modernos que vivían allí".

Los biólogos no ponen nombre a la especie. Tan sólo apuntan que se separó de la rama humana en el Pleistoceno Medio y se mantuvo aislada cientos de miles de años. Hace 700.000 años en África vivía el Homo erectus, que ya tenía un cerebro grande; hace 200.000, ya había individuos con una morfología moderna. Y hay restos de homínidos con rasgos primitivos hasta hace 35.000 años. La evidencia que se presenta sugiere que una especie que llevaba mucho tiempo separada intercambió genes con otra que evolucionaba hacia una apariencia moderna o ya la tenía, fenómeno que ocurrió en África central. El equipo de Hammer defiende que la hibridación ha jugado un papel clave en el origen de algunos de nuestros rasgos humanos únicos.

El biólogo Carles Lalueza-Fox (CSIC), que participó en el proyecto del genoma del neandertal, reconoce que si los Homo sapiens pudieron cruzarse fuera de África, también lo podían hacer dentro y apunta que el panorama de la emergencia de nuestra especie es definitivamente más complejo de lo que hubiéramos pensado hace un par de años.[28]

Historia del concepto

Durante toda la historia de la humanidad, la raza siempre fue un concepto fundamental para todos los pueblos, tribus y civilizaciones. En el siglo XIX la raza era estudiada como un elemento muy importante dentro de la Antropología. En 1866, James Hunt, fundador de la Sociedad Antropológica de Londres, declaró que "la principal verdad de la Antropología es la existencia de distinciones psicológicas y morales bien marcadas en las diferentes razas de los hombres".

Otros científicos y pensadores de aquella época que escribieron sobre las razas y su importancia biológica fueron: Georges Cuvier, Charles Darwin, Alfred Wallace, Francis Galton, James Cowles Pritchard, Louis Agassiz, Charles Pickering, Johann Friedrich Blumenbach, Joseph Arthur de Gobineau, Houston Stewart Chamberlain, etc.

Darwin afirmó que

No hay duda de que las distintas razas, cuando se comparan y miden cuidadosamente, difieren mucho entre sí, como en la textura del cabello, las proporciones relativas de todas las partes del cuerpo, la capacidad de Los pulmones, la forma y la capacidad del cráneo, e incluso en las circunvoluciones del cerebro. Pero sería una tarea interminable especificar los numerosos puntos de diferencia estructural. Las razas también se diferencian en la constitución, en la aclimatación y en la prevalencia de ciertas enfermedades. Sus características mentales también son muy distintas, principalmente como aparecería en sus facultades emocionales, pero en parte en sus intelectuales.
Charles Darwin, El Origen del Hombre, 1871.

Distinciones tempranas

Muchos pueblos de la antigüedad hicieron distinciones tempranas entre diferentes grupos humanos, expresaron la existencia de diferentes características físicas y mentales de los diferentes grupos, así como opiniones que hoy serían consideradas "racistas". Como ejemplos se incluyen el Antiguo Egipto, la Antigua China, India, y en fuentes islámicas y judías. Algunas pinturas prehistóricas se han visto como evidencia de que las distinciones grupales se hicieron también en la prehistoria.[29]

Este hecho refuta la idea políticamente correcta de que el concepto de raza es un concepto moderno del siglo XVIII o XIX.

La herencia de los caracteres adquiridos es un concepto generalmente aceptado en la Antigua Grecia y la Antigua Roma y formulado explícitamente por varios autores. Se encuentra en varios tratados hipocráticos, así como en los de Aristóteles, Estrabón, Plinio el Viejo y otros e implícitamente en muchos más autores.

En la literatura clásica y medieval, el término principal en las descripciones etnográficas era la palabra latina gens, que generalmente se traduce como "gente" o "nación". Significativamente, gens connota una ascendencia o acervo genético común (de ahí su vínculo etimológico con "género", "generar", "engendrar"), que refleja una forma antigua de entender a una nación no como una unidad social o política, sino como un grupo de personas vinculadas por origen. Por lo tanto, gens tenía un significado cercano a "raza", entendido en el sentido tradicional de "linaje".

Antiguo Egipto

Cuatro razas humanas representadas en la tumba de Seti I


La división de la humanidad en razas era admitida por los antiguos sacerdotes egipcios. En las pinturas de la tumba de Seti I en Tebas, cuatro razas primoridales están representadas por cuatro figuras de tipo y tez diferentes:

Edad Media

Razas humanas según los monogenistas bíblicos.

En la Edad Media se hacía una interpretación bíblica monogenista en la cual la humanidad desciende de los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, cuyos descendientes se esparcieron por el mundo después de construir la Torre de Babel dando lugar a tres pueblos o razas diferentes:

Siglo XVII

Los primeros intentos científicos por categorizar las razas datan del siglo XVII, estos se dieron en el contexto de una época contemporánea al imperialismo de ultramar o período colonial que consistió en la conquista de extensas áreas continentales alrededor del mundo por un puñado de reinos europeos.

François Bernier

François Bernier publicó en 1684 la primera clasificación en distintas razas o especies humanas, argumentando que era posible dividir la Tierra teniendo en cuenta las características físicas de los hombres, además de por regiones en donde habitaban. Dividió en cuatro grupos:

Siglo XVIII

Carl Linneus

En 1740, Carlos Linneo, padre de la taxonomía, intentó clasificar y dividir al Homo sapiens en las distintas variedades que identificaba. Así, en su Systema Naturae denomina a estas variedades con la siguiente nomenclatura:

Johann Friedrich Blumenbach

Las cinco razas humanas según Blumenbach.

Johann Friedrich Blumenbach se basó en su análisis craneométrico para su clasificación. Él ya consideraba a las variaciones físicas como producto de adaptaciones climáticas, aunque ignoraba su mecanismo. Inicia sus publicaciones en 1790 y determina cinco razas:

Siglo XIX

Georges Cuvier y Joseph Arthur de Gobineau

Ya en el siglo XIX, algunos autores sostenían una clasificación básica y elemental de tres razas que ha mantenido más o menos su vigencia hasta el día de hoy. Se resume en las siguientes:

Georges Cuvier

Joseph Arthur de Gobineau (1853)

Thomas Huxley

Thomas Huxley usó estudios antropométricos para sus grupos raciales. Introdujo el término australoide en 1870, para describir la raza de los nativos de Australia y los asoció a poblaciones veddas (vedoides)[30] del sur de la India. También creó el término xantocroide (xanthochroic) para referirse a la raza nórdica y suponía que la raza mediterránea era producto de mestizaje entre xantocroides y melanocroides. Hizo una división con 9 grupos raciales:

Mapa de distribución de razas humanas según Thomas Huxley.

     Bosquimano      Negro      Negritos      Melanocroide      Australoide      Xantocroide      Polinesio      Mongoloide A      Mongoloide B      Mongoloide C      Esquimal

Otros naturalistas del s.XIX hicieron clasificaciones menos conocidas como James Cowles Pritchard (7 razas), Louis Agassiz (12 razas) y Charles Pickering (11 razas).

Siglo XX

Joseph Deniker

Razas de Europa según Deniker (1899).
El antropólogo francés Joseph Deniker estableció una clasificación más compleja. Hizo más de 20 mapas de las razas europeas donde incluía 6 razas primarias: Nórdica, Litoral (o Atlanto-mediterránea), Oriental, Adriática (o Dinárica), Ibero-insular y Occidental (o Cevenole), con 4 razas más secundarias y sostuvo un extenso debate con William Ripley sobre la naturaleza y número de las razas europeas, ya que este último sostenía que eran 3 razas. Criticó clasificaciones anteriores pues sostenía que solo se basaban en caracteres somáticos (físicos), en cambio él se extendió y detalló caracteres étnicos, sociales, culturales y lingüísticos, usando a veces el término "grupos étnicos" antes que razas.(Deniker 1900) La segunda edición de su obra Les races et les peuples de la Terre (Las razas y los pueblos de la Tierra, 1926), sirvió de base a muchas más clasificaciones del s.XX.

Otros autores de inicios del s.XX fueron Stanley M. Garn (9 razas) y William Henry Boyd (6 razas).

Henry Vallois

Una de las clasificaciones aceptadas en el siglo XX, pero hoy obsoletas, corresponde a la de Henri Victor Vallois cuya clasificación de 1944 alcanzó rango clásico en los años 1960s y en donde postula una división en cuatro grandes grupos principales y 27 razas divididas a su vez en numerosas subrazas:

Grupo leucodermo (caucasoide, "blanco" o "europeo")

Grupo melanodermo (negroide, "negro" o "africano")

  • Melanoafricana. Dividida en las subrazas guineana, congoleña, sudanesa, nilótica y sudafricana.
  • Etíope (Al igual que los melanohindúes, son una mezcla intermedia entre etnias leucodermas y melanodermas)
  • Melanoindia o melanohindúes. Constituyen la base de la población del Sur y Centro de la Inda y de la isla Ceilán.
  • Melanesia. Subdividida en paúas, caledonianos y melanesios.
  • Negrilla o pigmea
  • Negrito
  • Khoisán. Dividida en bosquimanos y hotentotes.

Grupo xantodermo (mongoloide, "amarillo" o "asíatico")

  • Deuteromalaya y siberiana
  • Normongólica
  • Centromongólica
  • Surmongólica
  • Indonesia
  • Polinesia
  • Esquimal
  • Amerindia. Dividida en noratlánticos, suratlánticos, surpacíficos, pampeanos y paleoamerindios.

Australoide

  • Australiana
  • Vedda o vedoide

Carleton S. Coon

Distribución humana después del Pleistoceno, hace 10.000 años, según Carleton S. Coon.

El profesor de la Universidad de Harvard, Carleton Stevens Coon, escribió numerosos libros sobre las razas a partir de 1954. En África distinguió dos tipos principales: Congoide como los bantú y la mayoría de pueblos africanos, y Capoide como los bosquimanos; en estos últimos sostuvo que hubo una distribución mayor en la prehistoria de África. Definió cinco razas básicas o "razas madre":

  Caucasoide
  Congoide
  Capoide
  Mongoloide
  Australoide

Sus teorías inicialmente no tuvieron mucha aceptación pues se dieron en una época en la que, debido a la difusión en crecimiento del marxismo cultural y la corrección política, comenzaban los prejuicios hacia el concepto de raza y el uso del sufijo -oide (proviene del griego eidos, y significa "parecido" o "forma de") se sentía "peyorativo". Sin embargo, su trabajo comenzó a ser valorado conforme desaparecían estos mismos prejuicios dentro de la comunidad científica y constituyen todavía hoy una clasificación válida y la más precisa dentro de la Antropología física.

Siglo XXI

Teoría de linajes

Artículo principal: Teoría de linajes


Teoría de linajes. Árbol filogenético de la biodiversidad humana (haplogrupos del cromosoma Y humano).

Con el advenimiento de la globalización, Internet y el avance de la ciencia y la tecnología, surgió un fácil acceso a fotografías, de alta calidad y a todo color, de personas y etnias del mundo entero, un lujo indescriptible con el que los antropólogos físicos de principios del siglo XX (quienes debían conformarse con una oferta fotográfica muy limitada y en blanco y negro) difícilmente hubieran podido ni soñar. Este mayor acceso a los rasgos antropológico-físicos propició una actualización de la clasificación racial, así como una mejor comprensión sobre el fenómeno de las razas humanas.

Ha sido arrollador el avance de la genética en los últimos años, gracias a la investigación de los linajes humanos, tanto paternos como maternos, de etnias del mundo entero, y a su distribución en haplogrupos. Este proceso sigue avanzando, ya que, entre otras cosas, se está trabajando para sacar haplogrupos del cromosoma X.

Las investigaciones que a día de hoy siguen avanzando en el campo de la antropología física y su contrastación minuciosa con datos científicos procedentes del campo de la genética (que ha profundizado en los orígenes de las diversas comunidades étnicas humanas, distinguiendo linajes genéticos), de la paleoantropología (que investiga los rasgos antropológico-físicos de los hombres prehistóricos), de la arqueología y de la prehistoria, han hecho posible separar los componentes presentes en las mezclas modernas, aislar los rasgos originarios y remontarse finalmente a las razas primigenias olvidadas (subespecies). Estas investigaciones, que superan a todas las anteriores, sientan la Antropología física y la Raciología sobre bases totalmente nuevas y mucho más sólidas.[31]

Esta nueva teoría ha identificado al menos ocho subespecies del Homo sapiens, cuyas mezclas en diversas medidas a lo largo de la historia han dado como resultado a los grupos meta-étnicos que existen en la actualidad, estas subespecies han sido denominadas como:

Pureza racial

Según la teoría de linajes, estos dos individuos constituyen dos ejemplos de pureza racial que pueden encontrarse en la actualidad, no obstante se trata de dos razas completamente diferentes: la raza nórdida blanca y la raza nórdida roja. Actualmente es muy difícil encontrar individuos puros de cualquier raza y, sobre todo, de razas más antiguas que éstas (cónguida, mongólida, arménida, etc.) ya que han tenido más tiempo para mezclarse con otras. Lo que entendemos por raza blanca es resultado de una mezcla principalmente entre éstas dos razas y la raza arménida.

La mayoría de la gente cree que no es posible la existencia de un individuo de raza pura, pues, según su razonamiento, no existe linaje en el que no haya habido cruza de diferentes razas en algún momento del pasado. De este modo, creen que un sujeto de raza pura sería el que desciende directamente, sin cruzas, de la cepa de la raza misma y que este hecho "le impediría definirse como miembro de una raza en especial".

En realidad sí existen individuos de "raza pura" pero también se debe ser específico en cuanto a qué se entiende por raza.

Si por 'raza' se entiende a las subespecies humanas originarias, es verdad que existen muy pocos individuos de raza pura, pero no que no existan (Ver: Teoría de linajes).

En cambio, si con raza se refiere a una meta-etnia (raza blanca o raza negra, por ejemplo), la pureza total de la composición biogenética de un individuo no es relevante para que sea clasificado o asimilado adecuada y efectivamente como miembro de una raza en especial. Sí es relevante, en cambio, el hecho de que debe presentar un fenotipo acorde con su raza, lo que en teoría supone tener una carga genética mayor al 80% de dicha raza, sin importar rasgos extra raciales que serían mínimos o residuales. También, por ejemplo, un "mulato" (individuo resultado de la mezcla de un padre negro y un padre blanco) puede ser asimilado netamente como negro ya que la gran parte de las características genéticas de la raza negra son dominantes.

No obstante hay que tener en cuenta también la Ley de la segregación independiente de Gregorio Mendel, la cual establece que cuando se consideran dos características en una cruza, los genes que controlan uno de los caracteres se separan y se distribuyen en los gametos, de manera independiente de los genes que controlan la otra característica. En otras palabras, dos células heterocigóticas, "mestizas" o de raza "impura", pueden engendrar una célula homocigótica o de raza "pura". De manera que los rasgos "puros" sí pueden existir en la actualidad a pesar de la mezcla y pueden conservarse y depurarse mediante la acción selectiva o eugenesia.

Negacionismo de la raza

Artículo principal: Negacionismo de la raza


Desde 1932 empezaron a aparecer libros de texto universitarios de introducción a la Antropología Física que negaban y rechazaban la validez del concepto de raza. Antropólogos judíos como Ashley Montagu[32], Franz Boas[33] y Claude Levi-Strauss, así como biólogos judíos como Richard Lewontin, y posteriormente, Stephen Jay Gould, fueron los primeros en cuestionar el concepto de raza y a mediados de la década 1950, con el auge del marxismo cultural y la corrección política, la UNESCO recomendó sustituir la noción de raza humana, considerada "no científica" y "confusa", por el término de "etnia" (mismo que se refiere en realidad a las comunidades humanas definidas por afinidades raciales, lingüísticas, culturales, religiosas, etc.), a la vez que se negaba que la especie humana se subdividiera en subespecies, convirtiéndose así, en una extraña excepción en la naturaleza.

A la caída del Tercer Reich y debido a la posterior campaña política de desprestigio al nacionalsocialismo y el crecimiento del marxismo cultural en Occidente, el concepto de raza comenzó a ser marginalizado y dejó de ser utilizado por diversos Estados. Algunos sociólogos marxistas comenzaron a enarbolar la falsa idea de que las múltiples teorías sobre la raza fueron hechas como forma de "justificar el colonialismo y expansionismo europeo", sin considerar que el expansionismo nunca necesitó justificaciones ante nadie, pues era un hecho aceptado por todos, menos aún cuando se venía practicando desde hace siglos. Y a la vez, algunos "científicos" alegaban que no se podía hablar de diferentes razas entre los seres humanos porque la diferencia genética entre ellas es mínima, lo que se explica sencillamente porque se trata de la misma especie. A menudo, la visión crítica del uso del término raza relativiza los estudios científicos y señala que el uso de este término suele acarrear discriminación racista, cuando esto, no es más que una consecuencia que ellos mismos le asignan. (Ver: Reductio ad Hitlerum). De hecho, el negacionismo de la raza proviene generalmente de grupos de la izquierda política (liberalismo, comunismo, anarquismo), aunque también muchos grupos cristianos niegan el concepto de raza.

Mezcla racial

Artículo principal: Mestizaje


Desde la más remota antigüedad, las civilizaciones han considerado la mezcla con otras razas como algo envilecedor, degradante y nocivo. El mestizo o producto de la mezcla racial fue mirado siempre con menosprecio, considerado como un ser inferior al de raza pura, el cual estaría en posesión de facultades muy superiores y fundamentalmente más en orden que las de aquel.

Los antiguos egipcios tenían una opinión negativa hacia el producto mestizo de su propia raza con los negros. Los griegos empleaban la palabra hybris para designar el producto de la mezcla racial. Esta palabra, afirma Robert Kultner, tiene la misma raíz que hubris, que implica la idea de insulto, arrogancia, pecado o transgresión.[34]

Diversos estudiosos han intentado responder de forma científica a la raíz de estas actitudes, aparentemente irracionales, llegando a demostrar que el mestizaje tiene una serie de consecuencias físicas y sociales negativas pues cada raza humana posee cualidades que las distinguen de otras y que las protegen naturalmente del ambiente en el que se adaptaron, por lo que la mezcla racial lleva a la pérdida de estas cualidades naturales.

A. James Gregor realizó una serie de estudios, tras los cuales llegó a la conclusión de que el prejuicio racial es uno de los medios de los que se vale la naturaleza para evitar el fenómeno del mestizaje[35].

Mucha gente piensa que el sistema de defensa racial es algo social, y que no está en nuestra sangre; sin embargo, aunado a que la gente de cada raza prefiere a los de su misma raza[36], se han hecho experimentos con niños de entre 3 y 7 años, en los cuales se les muestran dibujos u otras representaciones de niños blancos y negros; al preguntarles ¿cuál es niño malo y cuál es bueno? los niños siempre responden que el bueno es el niño blanco y el malo es el niño oscuro "porque es igual a mi, pero el negro es diferente"[37], demostrando que la conciencia racial está en la sangre, y no es una construcción social.

El raciólogo holandés W. J. Bruyn precisaba que en la mayoría de las formas de civilización la mezcla racial sólo se da como algo marginal y que se puede deducir que tal fenómeno "sólo tiene lugar en individuos que se han desvinculado de su propia cultura. Hombres integrados en sanas relaciones vitales no llegarán, con arreglo a esta línea de pensamiento, a establecer lazos con otras razas y, con ello, a la mezcla racial. Interpretada en este sentido, la mezcla de razas es hasta el día de hoy un fenómeno de desintegración".[38]

El cociente intelectual y la capacidad craneal es una de las características que se ven afectadas por la mezcla racial. Razas de mayor CI al mezclarse con razas de menor CI, producen una descendencia de menor CI respecto a la de sus progenitores de mayor CI, es decir, presentan un nivel de CI intermedio entre ambos progenitores. En ese sentido, el CI de un individuo producto de la mezcla entre un caucásico (100 de CI), y un negro (85 de CI), será aproximadamente de 92.5.

Referencias

  1. Círculo Nacionalista Revolucionario: Las razas humanas sí existen
  2. Vitamina D
  3. Descubierto por un equipo de genetistas de la Universidad de Pensilvania, EE.UU. que estaba estudiando el cáncer en peces. Tras analizar diversos estudios anteriores sobre antropología y distribución geográfica de los "tipos" de piel humana. The anthropology of race and the discovery of a skin color gene, SLC24A5
  4. El genetista James Watson afirma que la inteligencia no es igual en todas las razas
  5. 5,0 5,1 J. Philippe Rushton, Raza, Evolución y Comportamiento
  6. Richard Lynn, Race Differences in Intelligence: An Evolutionary Analysis 2006. Table 16.2
  7. A variant of the gene encoding leukotriene A4 hydrolase confers ethnicity-specific risk of myocardial infarction.
  8. La selección natural ha propagado un gen anti-alcoholismo en Asia
  9. prodiversitas.bioetica.org: Raza y Enfermedad
  10. Las reacciones a los fármacos varían según la raza
  11. Medicamento para tratar el fallo cardiaco en negros, que no tiene ningún efecto en blancos.
  12. How does a patients ethnic background affect matching
  13. Encontrar transplante de médula espinal es más difícil para personas multi-étnicas
  14. The Washington Post: Vitamin D Deficiency Called Major Health Risk
  15. USA Today: Your Health: Skin color matters in the vitamin D debate
  16. Genome Biology, 3 de Julio de 2002.
  17. Homicide by race statistics
  18. Greenfeld, Lawrence A., Sex Offenses and Offenders: An Analysis of Data on Rape and Sexual Assault. United States Department of Justice. Febrero de 1997
  19. United States Department of Justice document
  20. Bureau of Justice Statistics, Homicide trends in the U.S.: Trends by race. United States Department of Justice. 2006-06-29
  21. State University of New York - Binghamton
  22. Race and the Criminal Justice System
  23. Critics say news media ignoring Knoxville couple slaying
  24. Duke lacrosse players 'innocent'
  25. 1000 Genomes Project y Vi33.16
  26. Hammer, Michael F. et al. Proc. Natl Acad. Sci. (2011).
  27. Tishkoff, S.A. et al. Cell. Volume 150, Issue 3, (2012).
  28. El Mundo: Los humanos modernos se cruzaron en África con especies más primitivas
  29. Vincent Sarich och Frank Miele. Race: The Reality of Human Differences. 2004. Westview Press.
  30. N. Vedoide deriva de la palabra dravídica vedda que significa 'cacería' y no tiene ninguna relación con la palabra sánscrita 'Veda': 'conocimiento'.
  31. Europa Soberana: La nueva clasificación racial
  32. Ashley Montagu (1941). The Concept of Race in Light of Genetics in Journal of Heredity 23: 241-247. Ashley Montagu (1942). Man’s Most Dangerous Myth: The Fallacy of Race
  33. Franz Boas 1912 Change in Bodily Form of Descendants of Immigrants in American Anthropologist 14: 530-562
  34. Byram Campbell, Race and Social Revolution, New York, 1958, p. 22
  35. A. James Gregor, On the nature of Prejudice, New York, 1961.
  36. http://listas.20minutos.es/lista/las-mujeres-mas-hermosas-del-mundo-369650/
  37. http://lavozdelmuro.com/este-experimento-del-racismo-en-ninos-te-va-a-dejar-sorprendido/
  38. Drs. W. J. Bruyn, Het recht op apartheid, Arnhem 1965, pág. 36.

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