Mesías ben Yosef y Mesías ben David

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Ilustraciones que respresentan a Mesías ben Yosef y Mesías ben David

En la escatología judía, Mashiach ben Yoseph, o Mashiaj ben Yosef (en hebreo: משיח בן־יוסף Mašīaḥ ben Yōsēf), Mesías hijo de José, también conocido como Mashiach bar/ben Ephraim (en aram./heb.: משיח בר/בן אפרים‎), y Mashiaj ben David (משיח בן דוד), Mesías hijo de David son dos figuras mesiánicas del judaísmo.[1]

En Zacarías 4 son simbolizados como "dos olivos", uno a la izquierda y otro a la derecha de un candelabro de oro: "los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra". Esta idea se repite en el Nuevo Testamento, en Apocalipsis 11:3-4.

Mientras el de David ("a la derecha") representa al "Mesías Triunfante", es decir, el redentor real y final que gobernará en la era mesiánica, el de José ("a la izquierda") representa al "Mesías Sufriente", cuya funcion es ser el "precursor" que "despeja el camino" (destruye los ídolos y los cultos paganos). La profecía judía dice que debe ser rechazado y sacrificado por los pecados de los judíos a quienes redimirá a través del sufrimiento.

Algunos estudiosos han argumentado que la idea de dos mesías, uno sufriente y el segundo cumpliendo el rol mesiánico final, era normativa para el judaísmo antiguo anterior a Jesús.

Los primeros cristianos (que eran judíos) consideraron a Jesús de Nazaret cumpliendo el papel de Mesías ben Yosef. Tanto en el cristianismo como en tradiciones secretas del judaísmo se ha interpretado que ambas figuras son sólo dos fases de la misión de un mismo Mesías. En su primer advenimiento como "Mesías Sufriente". En la Segunda Venida de Cristo, se manifestaría como el "Mesías Triunfante".

Según Midrash Tanhuma, el Mesías ben Yosef se compara con un toro o buey, mientras que el Mesías ben David, se asemeja a un burro. Estos animales juntos aparecen mencionados en Isaías 1:3 y según la tradición cristiana son los animales que se colocan junto a los pesebres navideños.

Orígenes

Los orígenes de estas figuras son muy debatidos. Algunos los consideran una invención rabínica, pero otros defienden la opinión de que sus orígenes están en la Torá.

Los antiguos rabinos judíos notaron que las profecías mesiánicas parecían contener una dicotomía, es decir, que podían ser divididas en dos partes. Algunas profecías mesiánicas parecían incluso mutuamente excluyentes, como si fuera imposible que los profetas estuvieran hablando del mismo Mesías.

Algunos escritos judíos antiguos, intentando reducir la tensión generada por estas diferencias, asignan un nombre a cada uno de estos Mesías. Al Mesías ben David se le asignan todas las profecías mesiánicas relacionadas con el Mundo Venidero; y al Mesías ben Yosef se le asignan las profecías relacionadas con el "siervo sufriente".

Aunque han habido diferencias doctrinales entre los rabinos en el intento de entender los detalles acerca de las escrituras Mesiánicas, todas las interpretaciones tienen en común en que consideran a los dos Mesías separados por una distancia de tiempo.

Mesías ben Yosef

Se cree que el Mesías ben Yosef procede de la tribu de Efraín (hijo de José), lo que le vincula directamente con este linaje. Efraín representa la continuación de la misión de Yosef, asegurando la preservación del pueblo de Israel.

Así como en el cristianismo y el judaísmo mesiánico, en las enseñanzas secretas del judaísmo jasídico y de la cábala, esta figura es asociada al primer advenimiento de Jesucristo, cuyo nombre no puede ser mencionado, por lo que le llaman 'Yeshu', un acrónimo de la maldición Yimach shemo.

Prototipos

Los prototipos de esta figura son José y Judá, hijos de Jacob. Según Génesis 37, José (יוסף) fue rechazado y vendido por sus hermanos, luego se infiltró en la corte de Egipto, sirvió como delegado del faraón, estuvo involucrado en el gobierno (Génesis 41:37-44), y dejó que los hebreos vivieran y se alimentaran de Egipto durante años (Génesis 46) hasta que Moisés los libera enviando 10 plagas contra Egipto y exterminando a los primogénitos gentiles (Éxodo 7:14 - 12:50). José estaba detrás del trono de los egipcios, al igual que Mashiaj ben Yosef se infiltraría en las naciones gentiles y estaría detrás de su trono hasta que fueran destruidas desde dentro.

Judá (יְהוּדָה), por otro lado, es el "estudiante sabio" y el hombre de pensamiento espiritual-ideológico, simbolizando al Mesías que allana el camino para la "corrección del mundo entero". Según Génesis 49:9, su padre Jacob le otorgó a Judá simbólicamente un león al bendecirlo y llamarlo Gur Aryeh (hebreo: גּוּר אַרְיֵה, 'cachorro de león').

Función

Véase también: Guerra de Gog y Magog


Según la enseñanza rabínica, la función principal y final atribuida al Mesías ben Yosef es de carácter político y militar. Ungido para la guerra, hará la guerra contra las "fuerzas del mal" que "oprimen" a Israel. Es el adversario (satán) de Edom por lo que más específicamente, peleará contra Edom, los descendientes de Esaú, y los destruirá. Edom es la designación integral de los enemigos de Israel, encarnado en varias entidades gentiles a lo largo de la historia (Roma, Europa, Occidente cristianizado), así como de aquellos gentiles que no se someten a las siete leyes noájidas, y su descendencia será exterminada a través de la de José, como dice la Tanaj: "La casa de Jacob será un fuego y la casa de José una llama, y ​​la casa de Esaú una hojarasca..." (Abdías 1:18). La descendencia de Esaú será entregada solamente en manos de la descendencia de José.

Este último enfrentamiento entre José y Esaú ya se alude en el mismo nacimiento de José cuando su madre Raquel exclamó: "Dios ha quitado mi deshonra" (Génesis 30:23): con visión profética ella previó que un "salvador ungido" descenderá de José y que quitará la desgracia de Israel. En este contexto, ella llamó su nombre 'Yossef', diciendo "yossef Hashem - que Dios me agregue ben acher (lit., otro hijo), es decir, ben acharono shel olam, el que estará al final del tiempo del mundo', de lo cual se deduce que Mashíaj milchamah (משיח מִלְחָמָה), 'el ungido para la batalla', descenderá de José.

En la Guemará se dice que Mashiach ben Yosef será asesinado por el rey de Edom, Armilus, debido a la oposición de la 'gran coalición de los gentiles' contra el pueblo de Israel durante la Guerra de Gog y Magog. Los rabinos modernos afirman que Edom (Occidente) e Ismael (Mundo musulmán), junto con los Erev Rav, harán una alianza contra Israel[2] culpándolo de provocar la Tercera Guerra Mundial[3]. Su muerte se describe en la profecía de Zacarías, quien dice de esta tragedia que "lo llorarán como quien se lamenta por un hijo único". (Zacarías 12:10). Su muerte será seguida por un período de grandes calamidades. Estas nuevas tribulaciones serán la prueba final para Israel, y poco después vendrá Mashiach ben David, vengará su muerte, lo resucitará e inaugurará la era mesiánica "de paz y bienaventuranza eternas".

Fuentes

Canciones del Siervo

Las "Canciones del Siervo" (también llamadas "poemas del siervo que sufre" o "El Siervo Sufriente de Dios") son cuatro poemas en el Libro de Isaías en la Biblia hebrea, que incluyen:

  • Isaías 42:1-9;
  • Isaías 49:1-6;
  • Isaías 50:4-11;
  • Isaías 52:13-53:12.

Tratan sobre un "Siervo de Yahvé" que padece una serie de sufrimientos con valor redentor. Yahvé llama al siervo para dominar a las naciones, pero el siervo es herido por ellas.

He aquí mi siervo, a quien yo sostengo, mi escogido, en quien mi alma se complace. He puesto mi Espíritu sobre Él; él traerá juicio a los gentiles.
—Isaías 42:1.

Estos poemas están relacionados con la historia de José y su sufrimiento, por lo cual al protagonista se le da el título de Mesías ben Yosef.

El Nuevo Testamento fue redactado como producto de un grupo de comentarios interpretativos sobre las escrituras hebreas conocidos como pesharim (פשרים), un tipo de midrash (מדרש‎). Esto significa que los autores judíos de los Evangelios escribieron el relato ficticio de Jesús de Nazaret basándose en el Antiguo Testamento, especialmente en los textos proféticos de las Canciones del Siervo, e hicieron coincidir sus detalles para cumplir estas profecías mesiánicas de forma artificial usando una técnica literaria (Vaticinium ex eventu).

Los judíos que esperaban el advenimiento de un "Mesías Triunfante", no pudieron aceptar el del "Mesías Sufriente" de los Evangelios y fue rechazado de inmediato.

Por ello, el judaísmo rabínico, a través de su complejo de víctima, interpreta estos textos como una referencia colectiva a Israel o la nación judía y no al Mesías ya que, según el judaísmo, "la nación judía ha soportado injusticias indescriptibles", bajo Asiria, Babilonia, la Antigua Grecia, la Antigua Roma, "mismas que a pesar de su poder ya no existen", y "sufre persecución hasta el día de hoy".

Esta interpretación surgió a finales del siglo XI, cuando el rabino Shlomo Yitzjaki o "Rashi" (1040-1105), considerado el fundador de la escuela moderna de la interpretación judía, cambió intencionadamente el contexto de las Canciones del Siervo para que se interpretara exclusivamente como una referencia a Israel en lugar del Mesías. Rashi ejecutó este cambio doctrinal a pesar de que otros grandes rabinos como Maimónides profesaban que el tema central de Isaías 53 es mesiánico. Antes de la enseñanza de Rashi, la interpretación mesiánica de este capítulo era universalmente aceptada por los judíos.[4] Incluso en ocasiones se ha considerado al Mesías como una personificación de la nación judía lo cual conciliaría la idea rabínica con la mesiánica.

Contrario a lo que pudiera pensarse, el Talmud revela una idea que no es compatible con la comprensión rabínica moderna de Isaías 53:

A propósito del Mesías, la Gemara pregunta: ¿Cuál es su nombre? (...) Los rabinos dijeron: El leproso de la casa del rabino Yehuda HaNasi es su nombre, como está escrito: "Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y nuestros dolores soportó; pero lo tuvimos por herido, por azotado de Dios y abatido" (Isaías 53:4).
—Sanhedrin 98b.14[5]

Los judíos no incluyen Isaías 52 y 53 en la Haftará, la cual es la lectura pública de una porción de los Nevi'im (profetas) de la Tanaj que se hace en la sinagoga todos los años. Esta omisión es deliberada debido a la interpretación cristológica dada a los capítulos por los cristianos. La mayoría de los judíos modernos no son conscientes de estos capitulos, pues los rabinos no los enseñan, sino que se han ocultado a propósito para evitar revelar al pueblo judío la identidad del Mesías de forma prematura a sus planes.

Esto indica que el rechazo de este Mesías es fingido, pues era parte del guion bíblico y necesario para establecer la oposición dialéctica entre el antiguo pacto y el nuevo pacto, cumpliendo la agenda bíblica haciéndola ver como profecía:

La piedra que los constructores rechazaron se convirtió en la piedra principal.
—Salmos 118:22; Marcos 12:10; Mateo 21:42; 1 Pedro 2:7; Hechos 4:11.

Los cuatro artesanos

La tradición judía alude a cuatro figuras mesiánicas, llamadas los Cuatro Artesanos, de una visión que se encuentra en el Libro de Zacarías (Zacarías 2:1-4). Los cuatro artesanos se discuten en el Talmud de Babilonia, Suk. 52b. Rav Hana bar Bizna, atribuido a Rav Simeon Hasida, identifica a estos cuatro artesanos como Mesías ben David, Mesías ben Joseph, Elías y el Sacerdote Justo. Cada uno estará involucrado en marcar el comienzo de la era mesiánica.

Rashi en su comentario sobre el Talmud da más detalles. Rashi explica que al Mesías ben Joseph se le llama 'artesano' porque ayudará a reconstruir el Templo de Jerusalén. Nahmanides también comentó sobre la reconstrucción del templo por parte del Mesías ben Joseph. Los roles de los Cuatro Artesanos son los siguientes. Elías será el heraldo del eschaton. Si es necesario, el Mesías ben Joseph hará la guerra contra las fuerzas del mal y morirá en combate con los enemigos de Dios e Israel.

Según Saadia Gaon, la necesidad de su aparición dependerá de la condición espiritual del pueblo judío. En el Sefer Zorobabel y escritos posteriores, después de su muerte, un período de grandes calamidades caerá sobre Israel. Después de exterminar a los gentiles en el "Día de la Ira", Yahvé resucitará a los muertos y marcará el comienzo de la utopía judía: la "Era Mesiánica de paz universal" durante la cual, el Mesías ben David reinará como rey absoluto sobre el mundo entero.

Las dos serpientes

Bastón episcopal ortodoxo con la cruz de Cristo en medio de dos serpientes enfrentadas, semejantes al Caduceo, y cuyo significado se asocia al Nehushtan y a los dos Mesías del judaísmo en base al valor gemátrico idéntico de las palabras en hebreo tanto para 'Mesías' como para 'Serpiente'.

Los cabalistas señalan que la palabra Mesías y la palabra serpiente en hebreo tienen el mismo valor numérico, y por lo tanto estan relacionadas.

  • Mesías en hebreo es משיח, (Mashiaj): mem (מ): 40, shin (ש): 300, yod (י): 10 heth (ח): 8, =a 358
  • Serpiente en hebreo es נחש, (Najásh): nun (נ): 50, heth (ח): 8 shin (ש): 300, =a 358
El valor numérico de la palabra hebrea para serpiente es 358. Y el valor numérico de la palabra hebrea para Mesías también es 358. El Mesías, el redentor, es la serpiente: él es el alma de la raza, de la nación o del pueblo. El Mesías, siempre comienza como una serpiente, es odiado por sus contemporáneos, es envenenado, apedreado, crucificado, quemado, etc. Pero más tarde es elevado a héroe, a dios.
—Rabino Harry Waton.[6]

La serpiente identificada como el Mesías simboliza que "el veneno de la serpiente es también la cura", de forma similar al Nehushtan de Moisés (Números 21:8-9; Juan 3:14-15; 2 Corintios 5:21). El veneno (Mesías ben Yosef) debe entrar a los gentiles (Esaú) para ser rectificado y convertirse en la cura (Mesías ben David) para los judíos (Jacob).

De esta forma, el Mesías bien puede concebirse en semejanza a una larva parasitaria depositada por el judaísmo, que se alimenta de su huésped (naciones gentiles) y debilita sus defensas naturales, teniendo un periodo de incubación de aproximadamente 2000 años, al término del cual destruirá al huésped desde dentro.

Encarnaciones

En el entendimiento cabalístico, Mesías ben Yosef, el Mesías secreto del judaísmo, es la encarnación repetida del Caos (Tohu wa-bohu; 'Vacío y sin forma') anterior a la Creación, siendo el primer estado antes de la existencia.[7] De ese modo reencarna (גלגול, gilgul) en los primogénitos a los que se les adscribe el mal, los kliphot y el "Otro lado" (Sitra Ajrá). Así, Mesías ben Yosef se encarnó como:

  • Caín, primogénito de Adán. Es recordado por matar a su hermano menor Abel. En este contexto, Caín representa el conflicto inicial entre la oscuridad y la luz. Su acto de asesinato lo vincula a la lucha y al caos, y su exilio posterior refleja la misión del Mesías ben Yosef como alguien que sufre y es rechazado. El linaje de Caín también se asocia con la muerte y el juicio.
  • Jafet, primogénito de Noé y supuesto progenitor de las naciones que poblaron Europa y Asia)
  • Ismael, primogénito de Abraham, también es rechazado como el heredero del pacto divino, en favor de Isaac, su hermano menor. La figura de Ismael encarna el exilio y la lucha, características esenciales del Mesías ben Yosef, quien experimenta la separación y el conflicto en su misión de preparación para la redención.
  • Esaú, primogénito de Isaac, pierde sus derechos de primogenitura a favor de su hermano menor, Jacob. Esaú es descrito como un guerrero y cazador, y su ángel guardián, Samael, está asociado con la oscuridad, la muerte y la destrucción. Esto refuerza la conexión de Esaú con el "lado izquierdo", el lado del juicio y la severidad (Guevurá). La rivalidad entre Jacob y Esaú es simbólica del conflicto entre las dos fuerzas mesiánicas, con Esaú representando el Mesías ben Yosef, la lucha y el rechazo, y Jacob como precursor del Mesías ben David.
  • José, hijo de Jacob. Aunque no es primogénito, es un claro predecesor del Mesías ben Yosef. Fue rechazado por sus hermanos, vendido como esclavo y exiliado en Egipto, pero finalmente se convierte en un salvador para su clan. La historia de José encarna el sufrimiento y la eventual redención, temas que son fundamentales para el papel del Mesías ben Yosef.
  • Jeroboam, quien se rebeló contra la casa de David y dividió el reino de Israel, también se vincula con el Mesías ben Yosef. Su liderazgo trágico y su rol en la fragmentación de Israel reflejan el lado oscuro y el juicio del Mesías ben Yosef, cuya misión está asociada con el conflicto y la preparación a través de la lucha y el sufrimiento.
  • Jesús de Nazaret hijo de José el carpintero que fue rechazado por los fariseos y vendido por Judas. Jesús sufrió el rechazo de muchos, fue traicionado y crucificado, lo que encarna la figura del "justo sufriente". Su papel como sacrificado y su asociación con la redención espiritual a través del sufrimiento lo alinean con el concepto cabalístico del Mesías ben Yosef, cuya misión implica el sacrificio y la lucha antes de la redención final.

Mesías ben Yosef es la "serpiente de la oscuridad y la muerte" en el lado izquierdo (Guevurá, severidad). Caín es el hijo de la Serpiente del Árbol de la Muerte.

Mesías ben David, como encarnación de la luz y el orden, que surge después del Caos (Génesis 1:1-3), se encarnó como:

  • Abel, segundo hijo de Adán, cuya muerte a manos de su hermano mayor simboliza el inicio del conflicto entre las fuerzas del bien y el mal.
  • Seth, que reemplaza a Abel como el continuador de la línea santa.
  • Noé, quien representa la preservación de la humanidad después del caos del diluvio.
  • Sem, uno de los hijos de Noé, asociado con la continuidad de la sabiduría y el linaje santo.
  • Isaac, el segundo hijo de Abraham, que es ofrecido en sacrificio como un acto de suprema obediencia a Dios.
  • Jacob, segundo hijo de Isaac, suplantador de su hermano primogénito, Esaú, y se convierte en el padre de las tribus de Israel.
  • David, quien establece el reino de Israel y de quien se espera que descienda el Mesías final.

Mesías ben David es la "serpiente de la santidad" en el lado derecho (Jesed, misericordia).

Mesías ben Yosef es el Mesías sufriente porque entró al mundo impuro de los gentiles (Lamentaciones 4:20: "fue apresado en sus lazos") para convertirse en el poder detrás de todos sus reinos, gobierna al mundo desde el trono de los gentiles (el cristianismo), con la misión de ser "el cachorro del león entre las manadas de las ovejas" (Miqueas 5:7-9) para destruir a los gentiles (Jeremías 4, 7.), allanando así el camino para la llegada del Mesías triunfante, Mesías ben David, que gobernará el mundo entero desde el trono de los judíos en Jerusalén.

Mesías ben Yosef "está estrechamente relacionado con Roma y es calumniado (לשון הרע, Lashon HaRa) por lo que los cristianos le dicen al mundo sobre Mashiaj ben Yosef. Los cristianos le dicen al mundo, y a los Bne Israel (בני ישראל, "Hijos de Israel"), que Yeshua enseñó a sus seguidores que la Torá había sido abolida. Esta fue la calumnia que afectó al Mashíaj ben Yosef".[8]

El Talmud (Sanhedrin 98a.15[9]) relata que el rabino Yehoshua ben Levi se encontró con el profeta Elías a la entrada de la tumba de Rabí Shimon bar Yochai y le preguntó:

''"¿Cuándo vendrá el Mesías?"
Elías respondió: “Ve y pregúntaselo tú mismo”.
"¿Dónde está?"
“A las puertas de la ciudad de Roma".

El rabino Judah Loew, llamado "el Maharal" pone el énfasis en la palabra “puertas”:

El Mesías no está en Roma, está en su entrada, la puerta por la que la gente entra y sale y donde termina la ciudad. En otras palabras, está solo en la periferia de Roma. Mashiach es un judío de la tribu de Yehuda, sin embargo, aunque no está en Roma, está asociado con Roma.

La razón por la que el Mesías ben Yosef, Jesucristo, debe morir en el relato es porque debe liberar su alma para que entre en el cuerpo de su gemelo Mesías ben David, de manera que la Serpiente de la Oscuridad y la Serpiente de la Luz sean fusionadas en la "Unidad del Mesías" (יחידה מָשִׁיחַ, Yehidá Mashiaj), momento en el cual el fruto prohibido de la vid, el árbol de la muerte, que era inmaduro y dado prematuramente a los gentiles como una maldición para que perezcan, será maduro y apto para ser consumido por los judíos.

Según el rabino Pinchas Winston, basándose en el libro Kol Hator, ("La voz de la tórtola") del rabino Hillel Rivlin de Shklov, que presenta las enseñanzas sobre el proceso del Mesías del rabino Elijahu ben Shlomó Zalman, conocido como el Gaón de Vilna:

Hay tres klipot (cáscaras de impureza): Esav, Ismael y Erev Rav. Los Erev Rav trabajan para reunir a Esav e Ismael para destruir al pueblo judío.

Winston explica que esto se relaciona con el concepto judío de un Mesías de dos etapas que comienza con un Mesías de la casa de José: un proceso práctico que incluye la edificación de la tierra de Israel y la reunión de los exiliados. Mesías de la casa de David es un proceso milagroso que culmina con la finalización del Tercer Templo y la resurrección de los muertos.

Ismael, del lado de la 'klipá' (impureza), es el 'hamor' חמור ('burro') impuro que corresponde al Mashíaj ben David del lado de la kedushá (santidad), Mashíaj ben Yosef es la santidad que corresponde a la impureza de Esav del lado del 'shor' שׁוֹר ('toro'). Esav viene a destruir a Moshiach ben Yosef así como Ismael viene a destruir a Moshiach ben David. Trabajan en conjunto tratando de separar a Moshiach ben David [el cuerpo] de Moshiach ben Yosef [el alma].[10]

Referencias

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