Nacionalsocialismo

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Insignia oficial del NSDAP.

El Nacionalsocialismo o Nacional Socialismo (abreviado frecuentemente NS) es la ideología en la que se sustentó el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, (NSDAP) guiado por su líder, Adolf Hitler y que gobernó Alemania entre el 30 de enero de 1933 y el 20 de mayo de 1945 durante el Tercer Reich.

Entre sus mayores objetivos figuran la consecución de un espacio vital alemán (Lebensraum) en el cual poder autogobernarse sin intervenciones extrañas a la nación, por medio de un Estado autárquico (autosuficiente) y socialista (la sociedad trabaja en unidad por el bien común) con conciencia nacionalista, en la que la raza y la herencia genética y cultural son los valores rectores que dan cohesión natural a la nación.

A diferencia de otros movimientos fascistas, el nacionalsocialismo, no se define a sí mismo como una doctrina política sino como una cosmovisión (Weltanschauung), es decir, una forma de vida y de ver el mundo inherente al hombre ario. Esta cosmovisión implicaba no sólo una revolución política y económica en Europa, sino también una revolución biológica, filosófica y espiritual. Según su concepción de la historia, los hechos históricos son guiados y establecidos por un pequeño número de individuos excepcionales que siguen un ideal mayor.

Si bien el nacionalsocialismo comenzó como un movimiento nacionalista alemán de carácter pangermanista, con el tiempo fue adquiriendo un carácter paneuropeo, lo que se demostró en la práctica con las divisiones de la Waffen-SS. Aunque el nacionalsocialismo fue derrotado militarmente en la Segunda Guerra Mundial, aún existen muchas organizaciones que profesan esta ideología por todo el mundo.

Orígenes

Artículos principales: Ariosofía, Pangermanismo y Movimiento Völkisch


El Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) tiene su origen en una de tantas asociaciones (bund) en las que el pueblo alemán tendía a organizarse de forma natural. En este caso se trataba de la Germanenorden (la Orden de los Germanos), fundada el 12 de marzo de 1912, que también incorporaba la Liga del Martillo (Hammerbund) y otros grupos völkisch de carácter nacionalista y antijudío.

En mayo de 1914, la Germanenorden (GO) convocó a todas las asociaciones nacionalistas germánicas a un congreso, con el objetivo de crear una sociedad secreta que pudiera hacer frente al poder mundial del judaísmo. En agosto, los miembros de la GO eran ya varios millares, afiliados a centenares de logias en las cuales las ideas de Guido von List y Lanz von Liebenfels eran apreciadas tanto por su investigación de la antigua tradición aria como por su antijudaísmo.

En 1913 Rudolf von Sebottendorff se afilia a la Germanenorden, convirtiéndose en responsable de su sección bávara. Con él encontramos al joven Walter Nauhaus, estudioso de las tradiciones esotéricas, y a otros exponentes de aquella cultura pangermanista en la cual se daba tanto el esoterismo como la investigación histórica en la línea de List, buscando la cultura aria original para contraponerla al poder mundial judío, en el cual veían la mayor amenaza, como corruptor legendario de la raza aria, la cual había venido degenerando desde el final de la Edad de Oro. Por este motivo, la logia realizaría una labor de información y propaganda racial con demostraciones científicas de la decadencia provocada por la mezcla con otras razas.

Sebottendorff afirmó que las obras de List y Liebenfels "eran un inestimable patrimonio de datos digno de tenerse en cuenta, a pesar de su mística a ultranza" y sostuvo que Philipp Stauff, conocido por sus investigaciones rúnicas, había reunido en la Asociación de los seguidores de List a los auténticos discípulos de éste. La logia berlinesa de la Sociedad Guido von List se escindió y en 1912 Stauff y sus colaboradores entraron a formar parte de la Germanenorden (GO). Por tanto, disponemos de un respaldo documental sólido para afirmar que, desde esas fechas, la GO tenía en su interior guías como Stauff, Nauhaus, Sebottendorff y otros que aprobaban y practicaban las enseñanzas de List y Liebenfels.

Las ceremonias importantes se realizaban durante los solsticios, como era costumbre entre los antiguos germanos, y el emblema de esta sociedad incluía una esvástica (Hakenkreuz), según las enseñanzas de la ariosofía. Los adeptos de la GO llevaban asimismo un anillo rúnico; el mismo anillo de poder –diseñado por Karl Wiligut, conocido como "Weisthor", el consejero-mago del Reichsführer SS Heinrich Himmler. El 18 de agosto de 1918 la logia bávara de la GO cambió oficialmente su nombre por el de Sociedad Thule, como cobertura para las actividades políticas. En este contexto, Thule Bund significa el regreso a la mítica Edad de Oro en lo que esta sociedad consideraba la época donde se originó la raza aria. Las ceremonias de iniciación reclamaban la mítica patria nórdica y ligaban el ritual masónico con la religiosidad wotánica solar, algo evidente en los símbolos de la esvástica y en la imagen de Odín-Wotan que reproducían los pliegos oficiales de la logia.

Entre los invitados de la Sociedad Thule a dictar conferencias encontramos a personajes que habrían de jugar un papel clave en el NSDAP, como Alfred Rosenberg, articulista del Muenchener Beobachter (el periódico de la Sociedad Thule que se transformaría en el Völkischer Beobachter, órgano oficial del Partido Nacionalsocialista), o al futuro ministro de cultura, Dietrich Eckart, maestro espiritual de Hitler. Otro miembro destacado de esta sociedad era Rudolf Hess, estudioso de esoterismo, gran amigo de Hitler y también de Hans Frank, que sería el futuro gobernador de Polonia en 1939.

Adolf Hitler, después de combatir en la Primera Guerra Mundial, donde es condecorado con la Cruz de Hierro de Primera Clase, y ser herido en las trincheras, regresó a Munich, donde trabajó como informador de la policía militar, interesada en reunir información sobre algunos grupos que operaban en dicha ciudad. Con este objetivo, en septiembre de 1919, el futuro Führer participó en una reunión del Partido Obrero Alemán (Deutsche Arbeiterpartei) (DAP), el Partido de los Trabajadores Alemanes y pantalla política de la Orden o Sociedad Thule, fundado el 5 de enero de ese mismo año en una cervecería de Munich por Anton Drexler, miembro de la Sociedad Thule.

Hitler quedó vivamente impresionado por las ideas del nuevo partido –que estaban en perfecta sintonía con las suyas– y presentó a sus superiores un informe favorable. Volvió a visitar el grupo y se inscribió en el mismo como afiliado número 7. Poco tiempo después asumía la presidencia y la organización acabó adoptando el nombre de Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP).

Principios políticos


Además del Programa de los 25 puntos del NSDAP, donde el nacionalsocialismo expone su programa político oficial, el revisionista Salvador Borrego cita en Derrota Mundial los siguientes principios del movimiento en cuanto a política interior que Adolf Hitler proclamó:

  • No existe más que una doctrina política: la de nacionalidad y patria. Tenemos que asegurar la existencia y el incremento de nuestra raza y de nuestro pueblo, para que cumpla la misión que el Supremo Creador le tiene reservada.
  • El Estado es el recipiente; el pueblo es el contenido. El Estado tiene su razón de ser sólo cuando abarca y protege el contenido. El Estado no es un fin en sí mismo.
  • El parlamentarismo democrático no tiende a constituir una asamblea de sabios, sino a reclutar más bien una multitud de nulidades intelectuales, tanto más fáciles de manejar cuanto mayor sea la limitación mental de cada uno de ellos. Sólo así puede hacerse política partidista en el sentido malo de la expresión. En oposición a este parlamentarismo democrático está la genuina democracia germánica de la libre elección del Führer que se obliga a asumir toda la responsabilidad de sus actos. La democracia del mundo occidental de hoy es la precursora del marxismo, el cual sería inconcebible sin ella. Es la democracia la que en primer término proporciona a esta peste mundial el campo de nutrición de donde la epidemia se propaga después En el parlamentarismo no hay ningún responsable. La idea de responsabilidad presupone la idea de la personalidad.
  • El fuerte es más fuerte cuando está solo. Una ideología que irrumpe tiene que ser intolerante y no podrá reducirse a jugar el rol de un simple partido junto a otro. El cristianismo no se redujo sólo a levantar su altar, sino que obligadamente tuvo que proceder a la destrucción de los altares paganos. El futuro de un movimiento depende del fanatismo, si se quiere de la intolerancia con que sus adeptos sostengan su causa y la impongan trente a otros movimientos de índole semejante.
  • Pueblos de la misma sangre corresponden a una patria comun. El derecho humano priva sobre el derecho político. Quien no está dispuesto a luchar por su existencia o no se siente capaz de ello es que ya está predestinado a desaparecer, y esto por la justicia eterna de la Providencia. El mundo no se ha hecho para los pueblos cobardes.
  • Pueden coartarse las libertades siempre que el ciudadano reconozca en estas medidas un medio hacia la grandeza nacional.
  • El obrero de Alemania debe ser incorporado al seno del pueblo alemán. La misión de nuestro movimiento en este orden consiste en arrancar al obrero alemán de la utopía del internacionalismo, libertarle de su miseria social y redimirle del triste medio cultural en que vive. El sistema nacionalsocialista practica el socialismo como un instrumento de justicia social, pero no como un instrumento de influencia judía. Al privarlo de esta venenosa característica, automáticamente se convierte en enemigo del falso socialismo internacional.
  • La exaltación de un grupo social no se logra por el descenso del nivel de los superiores, sino por el ascenso de los inferiores. El obrero atenta contra la patria al hacer demandas exageradas; del mismo modo, no atenta menos contra la comunidad el patrón que por medios inhumanos y de explotación egoísta abusa de las fuerzas nacionales de trabajo, llenándose de millones a costa del sudor del obrero.
  • Nuestro movimiento esta obligado a defender por todos los medios el respeto a la personalidad. La personalidad es irremplazable. Las minorías [individualidades/personalidades] hacen la historia del mundo, toda vez que ellas encarnan, en su minoría numérica, una mayoría de voluntad y de entereza. No es la masa quien inventa, ni es la mayoría la que organiza y piensa; siempre es el individuo, es la personalidad, la que por doquier se revela. Deberán colocarse cabezas por encima de las masas y hacer que éstas se subordinen a aquéllas. La ideología nacionalsocialista tiene que diferenciarse fundamentalmente de la del marxismo en el hecho de reconocer la significación de la personalidad.
  • Establecer mejores condiciones para nuestro desarrollo. Anulación de los depravados incorregibles. En el teatro y en el cine, mediante literatura obscena y prensa inmunda, se vacía en el pueblo día por día veneno a borbotones. Y sin embargo, se sorprenden los estratos burgueses de la "falta de moral" como si de esa prensa inmunda, de esas películas disparatadas y de otros factores semejantes, surgiese para el ciudadano el concepto de la grandeza. El problema de la nacionalización de un pueblo consiste, en primer término, en crear sanas condiciones sociales. Luchar contra la orientación perniciosa en el arte y en la literatura.
  • Supresión de la influencia extranjera en la prensa. Aquello que denominamos opinión pública se basa sólo mínimamente en la experiencia personal del individuo y en sus conocimientos; y depende casi en su totalidad de la idea que el individuo se hace de las cosas a través de la llamada "información pública", persistente y tenaz.
  • La misión educadora no consiste sólo en insuflar el conocimiento del saber humano. En primer término deben formarse hombres fisicamente sanos. En segundo plano está el desarrollo de las facultades mentales, y en lugar preferente, la educación del carácter, y sobre todo, el fomento de la fuerza de Voluntad y de decisión, habituando al alumno a asumir gustoso la responsabilidad de sus actos. Como corolario viene la instrucción cientítica. Las ciencias exactas estân amenazadas de descender cada vez mas a un plano de exclusivo materialismo; la orientación idealista deberá ser mantenida a manera de contrapeso.
  • Así como la instrucción es obligatoria, la conservación del bienestar físico debe serlo también. El entrenamiento corporal tiene que inculcar en el individuo la convicción de su superioridad física. El ejercicio físico no es cuestión personal de cada uno. No existe la libertad de pecar a costa de la prole. Basta analizar el contenido de los programas de nuestros cines, variedades y teatros para llegar a la irretutable conclusión de que no son precisamente alimento espiritual que conviene a la juventud. Nuestra vida de relación tiene que ser liberada del pertume estupetaciente, así como del pudor fingido, indigno del hombre.
  • El Estado debe cuidar que sólo los individuos sanos tengan descendencia. Debe inculcar que existe un oprobio único: engendrar estando enfermo. No debe darse a cualquier degenerado la posibilidad de multiplicarse, lo cual supone imponer a su descendencia y a los contemporáneos de éstos indecibles penalidades.
  • Los hombres no deberán preocuparse más de la selección de perros, caballos y gatos, que de levantar el nivel racial del hombre mismo. (Eugenesia)
  • El matrimonio deberá hacerse posible a una más temprana edad y han de crearse los medios económicos necesarios para que una numerosa prole no se reciba como una desventura.
  • El Partido permitirá al niño más pobre la pretensión de elevarse a las más altas funciones si tiene talento para ello. Nadie debe tener automáticamente derecho a un ascenso. Nadie debe poder decir: "ahora me toca a mi". Precedencia al talento. No hay otra regla. (Meritocracia)
  • La mezcla de sangre extraña es nociva a la nacionalidad. Su primer resultado desfavorable se manifiesta en el superindividualismo de muchos.
  • Los partidos politicos nada tienen que ver con las cuestiones religiosas mientras éstas no socaven la moral de la raza; del mismo modo, es impropio inmiscuir la religión en manejos de politica partidista. Las doctrinas e instituciones religiosas de un pueblo debe respetarlas el Führer político como inviolables: de lo contrario, debe renunciar a ser politico y convertirse en reformador, si es que para ello tiene capacidad.
  • Quien ama a su patria prueba ese amor sólo mediante el sacrificio que por ella está dispuesto a hacer. Un patriotismo que no aspira sino al beneficio personal, no es patriotismo. Los hurras nada prueban. Solamente puede uno sentirse orgulloso de su pueblo cuando ya no tenga que avergonzarse de ninguna de las clases sociales que lo forman. Pero cuando una mitad de él vive en condiciones miserables e incluso se ha depravado, el cuadro es tan triste que no hay razón para sentir orgullo. Las fuerzas que crean o que sostienen un Estado son el espíritu y la voluntad de sacrificio del individuo en pro de la colectividad. Que estas virtudes nada tienen de común con la economía, fluye de la sencilla consideración de que el hombre jamás va hasta el sacrificio por esta última, es decir, que no se muere por negocio, pero sí por ideales.
  • Es cuestión de principio que el hombre no vive pendiente únicamente del goce de bienes materiales. Es posible que el oro se haya convertido hoy en el soberano exclusivo de la vida, pero no cabe duda de que un día el hombre volverá a conciliarse ante dioses superiores. Y es posible También que muchas cosas del presente deban su existencia a la sed de dinero y de fortuna, mas es evidente que muy poco de todo esto representa valores cuya no existencia podria hacer más pobre a la humanidad.

Descripción de la doctrina

Artículos principales: Mein Kampf y Sangre y Suelo


Para poder describir, de forma neutral y sin prejuicios ideológicos, las definiciones y conceptos de una doctrina, se debe remitir a las fuentes primarias de dicha doctrina y no a la propaganda que se opone a ella. Sólo después de una descripción formal, se puede elaborar una crítica de la doctrina.

Weltanschauung

Para los nacionalsocialistas, su doctrina es más que una ideología social, política y económica: es una forma de vida y una forma holística de ver e intepretar el mundo.

Como toda doctrina, en el nacionalsocialismo existe una parte esencial y una parte accesoria.

La parte esencial es inalterable, se compone de aspectos espirituales, metafísicos y atemporales: valores y principios inmutables asociados en forma y origen a la humanidad aria: El honor, la lealtad, el culto a la sangre, la libertad espiritual, la capacidad de crear, el arte como elevación, la autosuperación, el socialismo ético. Todos estos conceptos no son exclusivos de los años 30, por lo que la causa nacionalsocialista es, como escribiera Alfred Rosenberg, una lucha de valores. De todo esto se deduce que los valores eternos de la raza aria no fueron creación de Adolf Hitler, ni nacieron con él, ni con él murieron. Todo ello es lo que hace del nacionalsocialismo una Weltanschauung (cosmovisión) y no una mera corriente política. Hitler luchó por conceptos superiores a él mismo, es por ello que se advierte de no caer en el personalismo ni de tomar cada palabra de Hitler como dogma sagrado, pues la concepción nacionalsocialista está por encima de cualquier persona, incluido el propio Hitler.

La parte accesoria, en cambio, está compuesta por los aspectos materiales y temporales: los sociales, políticos y económicos. Asimismo, las formas estéticas, la simbología, los rituales e incluso la propia denominación "nacionalsocialismo", son aspectos externos que no pertenecen a la esencia cosmovisional, y nada de esto fue lo que hizo grande al nacionalsocialismo.

Es por ello que todos estos aspectos secundarios pueden cambiar y ser modificados de manera práctica con el fin de adaptarse a las circunstancias del tiempo y el espacio. Estos elementos pueden inclusive adaptarse a las necesidades de otras razas, y a través del ejemplo ario, poderse establecer como una doctrina con elementos esenciales inherentes de esas razas, pero ya del todo distintos de los de la fuente aria.

Proacción

Toda ideología, digna de ser llamada como tal, se fundamenta en la proposición, la proacción y la afirmación, nunca en la reacción y la negación. Esto significa que para fundamentar su existencia, el nacionalsocialismo no depende de elementos ajenos o externos; no necesita negar nada para afirmarse a sí misma.

El nacionalsocialismo fundamenta su existencia en sus valores esenciales y rectores:

  • La conservación, protección, desarrollo y trascendencia de la raza blanca, de su cultura y de sus tradiciones.
  • El respeto a la vida, a la Naturaleza y a sus leyes, estudiadas por las ciencias naturales.

Por tanto, dichos valores se basan plenamente en el amor y no, como la propaganda afirma, en el odio.

La oposición del nacionalsocialismo a distintos elementos ajenos, como el marxismo, el neoliberalismo, el sionismo o el homosexualismo, etc. se genera debido a que éstos atentan directamente contra los valores proactivos que defiende el nacionalsocialismo. La propaganda que se opone al nacionalsocialismo sólo ha difundido, de forma bastante manipulada, la característica reactiva del nacionalsocialismo haciéndola ver como su única razón de ser, mientras que en realidad se trata de una característica meramente circunstancial y secundaria surgida para proteger sus verdaderos ideales.

Cooperación entre clases

Véase también: Volksgemeinschaft

En lugar de buscar la abolición de las clases sociales, lo cual considera una utopía impracticable, el nacionalsocialismo adopta un socialismo participativo, cooperativo y solidario en oposición a la concepción marxista de la lucha de clases.

En el aspecto social, el nacionalsocialismo no busca una sociedad de castas y rangos sociales basados en el dinero (como sucede en el capitalismo), y no intenta incitar el odio entre clases para conducir una lucha fratricida en la que una clase se impone a la otra (como sucede en el comunismo), sino que, hermanando a todos los miembros de la sociedad, reúne las fuerzas de la nación en un todo orgánico y sinérgico, para de este modo obtener una cohesión social sin fisuras; una unidad nacional basada no en una religión, ni en una igualdad artificial y ficticia de las clases, sino sólo en la realidad científica de la raza.

Para el nacionalsocialismo no existen clases altas ni bajas, superiores o inferiores, ni tampoco clases opuestas, sólo existen clases con diferentes habilidades sociales, interdependientes, partes de un todo, cuyas diferencias se aprovechan para hacer funcionar a una nación. Las diferencias entre las clases sociales son cualitativas y no cuantitativas, todos los oficios y profesiones son importantes para el desarrollo de la nación.

Conciencia racial

Artículos principales: Racialismo, Eugenesia y Nación
Propaganda del Reich cuyas leyendas dicen: "¡El resultado! Que desaparezca el orgullo racial" dando a entender que cruzar los límites con personas de otras razas implica el comienzo de la desaparición del orgullo racial.

El principal concepto de la ideología nacionalsocialista es el de la raza, el cual afirma por un lado la desigualdad intrínseca de las diferentes razas humanas entre si; y por otro que la conservación, mejoramiento, avance y elevación de la comunidad racial aria (Volksgemeinschaft) es la principal función del Estado y de la idea política nacionalsocialista.

La propaganda de posguerra distorsionó deliberadamente la ideología racial de Hitler y del nacionalsocialismo. Observando los detalles de su doctrina racial, se puede observar que el racismo alemán estaba destinado únicamente a la conservación y desarrollo de la llamada raza aria, y no a la destrucción de otras razas:

El racismo alemán ha sido deliberadamente distorsionado. Nunca fue un racismo "anti-otra raza". Fue un racismo pro-alemán. Concernía con hacer a la raza alemana fuerte y saludable en todos los sentidos. Hitler no estaba interesado en tener a millones de degenerados, si estaba en su poder el no tenerlos. Hoy uno encuentra una rampante adicción al alcohol y a las drogas por todas partes. A Hitler le importaba que las familias alemanas estuvieran sanas, se preocupaba de que criaran hijos saludables para la renovación de una nación sana. El racismo alemán significaba volver a descubrir los valores creativos de su propia raza, redescubrir su cultura. El racismo nacionalsocialista no estaba en contra de las otras razas, sino a favor de su propia raza. Su objetivo era la defensa y la mejora de su raza, y deseó que todas las otras razas hicieran lo mismo para ellas mismas.

El nacionalsocialismo respeta el derecho natural de cada raza a existir, a vivir dentro de su propio espacio vital y a luchar por él:

El hecho de que una raza quiera mantenerse pura, demuestra precisamente su fuerza vital y su voluntad de vivir. Me parece algo normal que cada cual posea su orgullo racial, y esto no significa en absoluto despreciar a los demás. Nunca tuve la opinión de que tal vez los chinos fueran racialmente inferiores. Ambos pertenecemos a viejas culturas y admito francamente que su tradición es mayor que la nuestra. Tienen todo el motivo de estar orgullosos de ello, al igual que nosotros estamos orgullosos del círculo cultural al cual pertenecemos. Hasta creo que será tanto más fácil llegar a un entendimiento con los chinos y japoneses cuanto más persistan en su orgullo racial.

La raza es una realidad biológica, al igual que las especies y los géneros sexuales. No es una construcción sociocultural como afirma el negacionismo de la raza. La raza es un factor que influye en el 90% del desarrollo físico, mental y espiritual, no sólo de una nación, sino del ser humano en su propio ser individual. Contrariamente a las sociedades multirraciales, una sociedad racialmente homogénea posee una identidad propia y única que a su vez genera una unidad natural entre sus miembros que, en lugar de presentar intereses opuestos, actúan en consonancia por el bien común. Cualquier otro elemento que intente sustituir a la raza como factor de cohesión, tal como la religión, sólo generará una unidad artificial, temporal y frágil.

No existe un conflicto inherente entre las razas. Los conflictos raciales ocurren sólo cuando una raza invade el espacio vital de otra, violando su identidad fundamental. Las doctrinas que promueven el multirracialismo o multiculturalismo en realidad no están a favor de las razas, o de la diversidad humana, sino al contrario, atentan contra su existencia provocando un gradual genocidio.

La nacionalidad natural

La nación, según la concepción racial nacionalsocialista, es una realidad étnica-racial y no un contrato social. El nacionalsocialismo reivindica el concepto de la nación étnica (se es nacional de un Estado en base a factores naturales, biológicos y culturales), en fuerte oposición a la nación contractual (se es nacional de un Estado sólo por haber nacido en él, por una ficción jurídica) establecida por la judeomasonería y la "Ilustración" durante la "Revolución Francesa". Para el nacionalsocialismo, por lo tanto, la nación es un ente concreto, orgánico y colectivo, cuyos miembros comparten un mismo legado genético y cultural, y la verdadera nacionalidad se fundamenta en la identidad racial.

El nacionalsocialismo subraya el elemento racial en las tesis del fascismo pero dista mucho de ser un movimiento xenófobo. Varios líderes y arquitectos de la ideología nacionalsocialista y del Partido nacieron en distintos países. Así, Alfred Rosenberg, filósofo oficial del Reich, nació en Estonia; Walter Darré, Ministro de Agrigultura e impulsor de la doctrina de Blut und Boden, nació en Argentina; Rudolf Hess, lugarteniente de Hitler, nació en Egipto; y el propio Adolf Hitler nació en Austria.

Este hecho, además, concuerda con el ideal de nación y nacionalidad defendida por el nacionalsocialismo, estructurado con el principio del Ius sanguinis o derecho de sangre, bajo el cual el individuo adquiere la nacionalidad de sus ascendientes por el hecho de su filiación biológica o étnica, sin importar el lugar de nacimiento.

La nacionalidad (...) no estriba precisamente en el idioma, sino en la sangre.
—Adolf Hitler, Mein Kampf, Capítulo II: El Estado.

Para el nacionalsocialismo, que varios individuos hayan nacido en mismo un Estado, en una misma área geográfica, hablen el mismo idioma y compartan varios rasgos culturales en común, no es suficiente para construir una identidad nacional. Ninguno de los jerarcas nacionalsocialistas que nacieron fuera de Alemania, se asumieron como miembros leales de aquel Estado en el que habían nacido, sino que trascendiendo los conceptos geográficos, tomaron conciencia de su sangre y lucharon por ella bajo el Estado alemán.

Socialismo biológico

El nacionalsocialismo considera su sistema como el único socialismo realmente viable, ya que cualquier otro socialismo de corte no nacionalista incluyendo el marxismo, nunca podría ser, en el mejor de los casos, más que una mera utopía biológicamente insostenible, pues mientras para el marxismo, el motor de la historia es la economía, para el nacionalsocialismo, el único motor y forjador de la historia es el hombre y la economía debe servir al hombre.

Con Charles Darwin pareció quedar establecida la calidad profundamente 'egoísta' de la Naturaleza, de cualquier ser vivo, y de este carácter hiper egoísta surgió el importantísimo concepto en la biología moderna que es el de eficacia biológica, este concepto hace referencia al potencial reproductor de un ser vivo, cuanto más tiempo sobreviva y más copias haga de sí, es decir cuanto más descendencia tenga más eficaz será biológicamente y esta eficacia la establecerá la capacidad de adaptación que tenga el individuo a su entorno, un individuo que haya obtenido alguna ventaja adaptativa que le haga sobrevivir, y sobre todo, reproducirse más que los demás, tendrá una alta eficacia que además transmitirá a sus descendientes.

De lo visto, aparentemente es muy fácil deducir el carácter netamente 'egoísta' y ultra competitivo de la Naturaleza, la cual Darwin nos pinta como una lucha terrible e infinita de todos contra todos compitiendo por los escasos recursos y por aumentar su propia eficacia a expensas de todos los demás, incluso de los propios hermanos. Este es el mundo, atrozmente pesimista, que en una primera lectura nos presenta el filosofo Schopenhauer.

Y este fue el paradigma que la ciencia siguió hasta hace muy poco con alguna importante modificación, como fue la que en los años 30 y a raíz de los descubrimientos en Genética, Ecología, Zoología, etc. fue la llamada teoría evolutiva sintética o neodarwinismo en la que el sujeto egoísta dejó de ser el individuo para pasar a ser el cromosoma y el gen: un gen que será ahora tan egoísta y despiadado como anteriormente lo había sido el individuo y que al igual que aquel luchará a muerte contra todos los demás genes por conseguir su propia eficacia biológica a expensas de los demás genes, restos de estas batallas fratricidas quedan en nuestro ADN. Y este tema está magistralmente tratado en el libro de Richard Dawkins, El gen egoísta.

En el fondo la nueva teoría seguía pensando igual que el darwinismo clásico solo que ahora la 'guerra' se desataba a nivel genético-molecular, parecía muy claro, lo importante seguía siendo hacer copias de sí mismo a expensas de los demás pero, surgían problemas, si la naturaleza era así de despiadada y lo único que contaba era la reproducción máxima de cada gen particular (como en el caso de los virus) ¿Como se explicaban esas asociaciones de genes que son los cromosomas? Y sobre todo ¿Como se explicaban esas conductas existentes en el mundo animal que contradicen abiertamente esa visión del mundo: ¿Cómo explicar el tierno cuidado con que una madre cuida de sus cachorros?, llegando a defenderles al coste de su propia vida, es decir de reducir su eficacia a cero. ¿Cómo explicar ese comportamiento aparentemente "altruista" de los animales de muchas especies que ante la presencia de depredadores alertan a sus compañeros aun a expensas de llamar más la atención de los depredadores, poniendo en peligro, por lo tanto, su vida? ¿Y cómo explicar desde ese modelo meramente egoísta el comportamiento de ciertas especies en las que la auto-inmolación por el bien de sus compañeros es algo ordinario como es el caso de las abejas y demás animales eusociales que sin pensárselo dos veces se sacrifican por el bien de su colmena, que representa su comunidad y su sociedad, en un acto que podría calificarse de "patriotismo elemental", primitivo pero sublime? Y ya a nivel humano ¿Cómo explicar desde un punto de vista biológico y científico el sacrificio que tantos y tantos han hecho por su familia, por su pueblo, por su sociedad y por su líder?

Al final surgió un nuevo concepto fundamental para comprender el corazón más íntimo de la Naturaleza, de la sociedad y que de alguna manera implica que la propia Naturaleza ya incorpora en su seno al nacionalsocialismo aunque sea de una manera embrionaria o rudimentaria para poder sobrevivirse a sí misma, para poder medrar, para hacer que esa lucha natural e infinita tenga al final un sentido, un objetivo, una perfección. Este concepto fue introducido en los años 70 por el genetista y etólogo William Donald Hamilton al que denominó eficacia biológica inclusiva, según la cual, a veces ocurre, por paradójico que pueda parecer, que la forma que tienen los animales de asegurar su eficacia biológica es sacrificarse por los demás.

Esto es posible por la sencilla razón de que individuos que están muy próximos genéticamente, es decir que estén emparentados en mayor o menor grado, comparten por ello muchos de sus genes, en realidad la gran mayoría de ellos, de esta manera el instinto y la capacidad de reconocerse como semejantes, le hacen ver al individuo, en determinadas circunstancias, que seguramente sea bueno para su eficacia biológica el sacrificarse por sus compañeros porque en el fondo salvarlos a ellos es salvar su propio conjunto de genes que en su gran mayoría están depositados en sus compañeros. Así, en el futuro, la eficacia biológica de los compañeros por los que da la vida será en el fondo su propia eficacia biológica. De esta manera el concepto darwinista de eficacia biológica trasciende al gen, al individuo, incluso a familiares directos.

¿Pero hasta dónde la Naturaleza amplía ese concepto? Y aquí llegamos al punto más importante de la cuestión y a uno de los pilares científicos del nacionalsocialismo. Desde luego esa eficacia no puede ampliarse demasiado, habrá un momento en que los genes o mutaciones compartidas ya no lo sean tanto como para merecer que un individuo se sacrifique o ayude al otro y seguramente por ello ya no reconocerá externamente al otro como miembro afín a su grupo, clan, tribu o raza. Esto se ve a diario en la naturaleza cuando se crean nuevas especies o subespecies, y en el hombre ese límite critico está en la raza a la que se pertenece, y según una hipótesis que explicaría una de las varias funciones del distinto color de piel, es la que los sociobiólogos llaman "efecto barba verde", es decir serviría también para poder reconocernos fácilmente como pertenecientes a una misma estirpe, para que sepamos fácilmente que compartimos muchos genes y que por tal motivo hasta aquí llegue esa eficacia biológica inclusiva.

Si esto es cierto, y cada vez hay más pruebas a favor, es fácilmente comprensible que se dé una solidaridad natural a nivel de raza. Hasta este nivel sí seria posible un socialismo que en último término tendría una base genética y natural, pues en el fondo todos los individuos de una misma estirpe serían hermanos de sangre, y en virtud de tal sangre compartida seria posible el superar los egoísmos individuales en virtud de algo más importante que nos trasciende: la raza o, en jerga técnica, un 'acervo genético cerrado'.

Es por ello que el socialismo auténtico sólo puede realizarse dentro de los límites de una raza. Todo lo demás serán socialismos postizos, antinaturales y sobre todo irrealizables o, como mucho, meras ilusiones y en el peor de los casos tiranía o aun anarquía.

Bajo este orden de ideas, se comprenderá cuan perjudicial es para cualquier sociedad todo tipo de mestizaje en el que la mezcla de sangre producirá tal "variedad genética" o, en jerga técnica, "diferencias intrapoblacionales", (que la propaganda globalista nos intenta imponer hablando de supuestas virtudes) que la eficacia biológica inclusiva ya no será posible y se reducirá al mero individuo egoísta con lo que todo socialismo natural será físicamente imposible.

También se comprenderá el daño que puede hacer a nuestra sociedad la llamada banca internacional, y en general todo tipo de banca formada por esas familias de fuerte tradición endogámica y tan alejada a nuestro propio acervo genético, citando al sociobiólogo Edward Osborne Wilson:

...El parásito carece de parentesco con el hospedador, por lo que podría, eventualmente, explotarlo hasta la muerte sin sufrir por ello una merma en su eficacia biológica inclusiva.

Por último, se comparan las siguientes palabras del Führer y que resultan casi proféticas pues se adelantan casi 50 años a lo que se ha ido descubriendo en la rama de la sociobióloga:

Está claro que muchos reirán al leer esto, mas el planeta que habitamos giró deshabitado en el espacio durante millones de años y lo mismo volverá a hacer si los hombres olvidan que deben su existencia superior, no a las ideas de un ideólogo demente, sino a la comprensión y despiadada aplicación de Leyes Naturales tan antiguas como la creación.

¿Materialismo biológico?

El socialismo biológico, haciendo eco de su base racial, ha sido descalificado por ciertos intelectualoides aseverando que "tal racismo carece de espíritu" y que el nacionalsocialismo constituiría, de algún modo, una forma de "materialismo biológico".

Esta descalificación se ha arraigado incluso dentro sistemas o ideologías "afines" como pudieran ser ciertas escisiones del fascismo italiano o la ultraderecha religiosa cristiana (que son ideologías de tendencia idealista y espiritualista respectivamente y que por lo tanto se oponen a toda forma de materialismo).

Esta acusación es falaz porque pretende equiparar el nacionalsocialismo a ideologías materialistas como el marxismo o el capitalismo, cuando el nacionalsocialismo también aboga por una cosmovisión espiritual. Para los nacionalsocialistas la raza misma es un concepto totalmente espiritual, en el sentido de que su conocimiento guía al hombre a su verdadera realización y, según Karl Gottman, "es un hilo de Ariadna que conduce a la Esencia del Ser".

El materialismo es la doctrina que afirma que todo lo que existe no es más que materia y que todo está regulado por ella. El materialismo niega al espíritu. El espiritualismo, en cambio, sólo da importancia al espíritu, mientras que a la materia la relega a un segundo plano, incluso la aborrece y la desprecia, lo que en el fondo, denota un profundo disgusto del cuerpo y de la vida en el mundo. Esto da a pie a concepciones que sólo buscan asegurar un lugar para el alma en "la otra vida" en lugar de una lucha por la libertad de la humanidad en "esta vida", propiciando así la pérdida de soberanía que caracteriza a las civilizaciones nihilistas que profesan la "moral del esclavo" como la denominó Nietzsche.

El nacionalsocialismo da la misma importancia y lugar a ambas realidades, materia y espíritu, como partes inseparables de un todo. Por ello, la raza para el nacionalsocialismo, no sólo es una cuestión material (ADN, genes, cromosomas) sino también espiritual, es una parte esencial del hombre en su búsqueda de la unión con Dios, ya que el reforzamiento de la raza, despojándola de sus debilidades, tendrá como consecuencias no sólo su reforzamiento físico, sino también del carácter espiritual y moral.

Antidemocracia

El nacionalsocialismo se opone al concepto actual de "democracia", ya que según Hitler cuando la mayoría parlamentaria es la que toma la decisión, no se podría hacer responsable de nada al jefe de estado; pues, la decisión final es siempre la del Parlamento, nunca la suya. El estadista solo es el ejecutor de la voluntad de la mayoría parlamentaria; para que el gobierno pueda dar un paso tiene que contar con la aprobación de la asamblea, hacer que estos se adhieran a su opinión o ajustarse a la opinión de la mayoría en el parlamento, esa es la capacidad política del jefe de estado en la democracia, en resumen el de mendigar asentimiento. Si las decisiones hechas por el parlamento son catastróficas nadie se haría responsable de sus consecuencias pues, ¿puede hablarse de asunción de responsabilidades, cuando después del desastre, el gobierno culpable se retira, o la mayoría cambia o el parlamento es disuelto? ¿Puede hacerse jamás responsable a una mayoría flotante de individuos? La idea de responsabilidad, ¿tiene algún significado si la responsabilidad no es asumida por una determinada persona? ¿Se puede, hacer asumir a un jefe de gobierno la responsabilidad de actos cuyo origen y realización vienen de la voluntad e inclinación de una multitud de individuos? Así desaparece, en realidad, toda responsabilidad: pues bien se puede hacer responsable a una persona determinada, pero no a un grupo parlamentario de charlatanes ¿Queda demostrada la inaptitud de un jefe por el hecho de que no logre convencer a la mayoría de una asamblea? Por lo demás, ¿se ha visto alguna vez que una multitud comprenda una idea antes de que el triunfo de ésta haya revelado su grandeza? ¿qué debe hacer el político que no logra ganar con halagos el favor de esa muchedumbre? ¿Es posible todavía creer que el progreso humano venga, por poco que sea, del cerebro de una mayoría y no de la cabeza de un hombre? Estas y otras preguntas más son las que Hitler formula al respecto.

En su libro nos dice que los elegidos de la nación no son elegidos por el espíritu ni la razón, sino por los electores faltos de inteligencia, un genio no es el resultado del sufragio universal. La nación solo produce un buen estadista en ciertos días benditos, es difícil descubrir a un buen hombre por medio de una elección. Todo lo extraordinario que se ha realizado desde que el mundo existe, lo ha sido por acciones individuales. La opinión pública es fabricada -con una fuerza de persuasión- por la información e influye mucho en las elecciones para un nuevo jefe de gobierno. La opinión política de la masa resulta de una preparación obstinada y profunda del alma y del espíritu. Quien fabrica la opinión pública es la prensa y ésta llega a ser como una escuela para adultos, solamente que esta enseñanza no pertenece al Estado, sino a potencias que de ordinario son absolutamente nefastas. Hitler en Viena vio de cerca a los propietarios y fabricantes de ideas de esta máquina para educar a la nación, se empleaban en crear una opinión determinada, aunque ésta fuera contraria a las ideas y a las aspiraciones más profundas y más ciertas de la comunidad. Algo no muy distinto de lo que sucede actualmente. Es por ello consideraba que tal educación debería de estar a manos del Estado y no de personas que lo utilizan para sus intereses.

De acuerdo con Hitler la auténtica democracia es en la que el pueblo elige libremente al jefe, el cual se hace responsable de sus decisiones con su vida y con sus bienes. No admite que los problemas sean resueltos por el voto de la mayoría, no admite que cualquier arribista pueda llegar, por vías tortuosas, a gobernar a sus compatriotas. El temor de las responsabilidades deseada a los incapaces y a los débiles.

El que quiere ser el jefe, lleva, con la autoridad suprema, la pesada carga de una responsabilidad suprema. El que no es capaz de hacer frente a las consecuencias de sus actos, o que no tiene el valor de hacerlo, no puede ser un jefe: sólo un héroe puede asumir esta función.

Economía

Artículo principal: Economía nacionalsocialista

La economía nacionalsocialista no sigiuió doctrina alguna, su único objeto era aumentar la productividad al servicio de la sociedad, pues cualquier sistema económico que fuese adoptado, independientemente de su origen o de sus dogmas teóricos, era valorado de acuerdo a sus resultados en la práctica. De modo que, si bien puede decirse que la economía nacionalsocialista era una economía ecléctica, que tomaba de cada idea lo mas provechoso para la sociedad, la esencia de la economía del Tercer Reich se resume en tres puntos básicos:

  • Abolición del interés del dinero.
  • Sustitución del patrón-oro por el patrón-trabajo (también llamado patrón-riqueza).
  • El bien de la comunidad debe estar antes que el bien personal (Gemeinnutz geht vor Eigennutz).

Religión

Artículo principal: Nacionalsocialismo y religión

La posición religiosa del Estado alemán nacionalsocialista fue definida principalmente por medio del artículo 24 del programa del partido que "garantizaba la libertad de todas las confesiones religiosas en el seno del Estado, en tanto que no comprometan la estabilidad de éste o no contravengan al sentimiento moral y a las buenas costumbres de la raza germánica". Es decir, que el valor de la raza es el criterio absoluto con relación a la concepción religiosa y está por encima de la religión. Para el nacionalsocialismo, es la raza, y no la religión, el único factor de unidad de un pueblo.

En la ley sobre dicha libertad de conciencia, el Estado nacionalsocialista define claramente cómo debe ser interpretado este sentimiento:

Creer es el asunto más personal y sólo se es responsable ante la propia conciencia.

El Estado nacionalsocialista se declara como laico y aconfesional y rehúsa toda injerencia en las cuestiones religiosas mientras sus representantes no intervengan en el terreno político.

Arte

Artículo principal: Arte nacionalsocialista

El arte aprobado oficialmente y producido en el Tercer Reich entre 1933 y 1945, se caracterizó en las artes plásticas por su carácter monumental, su propósito estético hacia el gran público al que iba dedicado (el pueblo alemán), su realismo y su seguimiento de modelos del arte clásico; todo lo cual ha permitido definir su estilo con las denominaciones de realismo heroico y realismo romántico. La identidad cultural que pergeñan y aplican los nacionalsocialistas durante su periodo de crecimiento y auge (1930–1945) hunde sus raíces en el pasado.

Ecología

Artículo principal: Ecología nacionalsocialista

La ecología nacionalsocialista fue un paradigma de acción inherente a la ideología nacionalsocialista que buscaba la armonía en la relación entre el hombre y el medio ambiente. Fue pionera en el mundo cuando en la década de los años 1930s promulgó las primeras leyes a nivel mundial para la protección del medio ambiente en la línea de la actual legislación que rige en la mayoría de los países.

Eugenesia

Artículo principal: Eugenesia nacionalsocialista

La eugenesia nacionalsocialista consistió en una serie de políticas sociales del Tercer Reich destinados a la mejora de la raza por medio de la eugenesia.

El programa eugenésico, además de incentivar la natalidad de la población sana y aplicar la selección artificial ('eugenesia positiva'), utilizó dos medios de eugenesia negativa que hoy en día, en Occidente (fuertemente influido por la cultura y valores cristianos), se debate su aplicación por cuestiones "éticas", pero que por aquel entonces se encuadraban perfectamente con las políticas y legislación de muchos países. Estos medios fueron:

Tomando como modelo el programa de eugenesia de los Estados Unidos de los años veintes, estas medidas fueron dirigidas a individuos que llevaban una vida indigna de ser vivida (en alemán, Lebensunwertes Leben), incluyendo a los criminales, enfermos mentales, discapacitados físicos, con el fin de eliminar el sufrimiento y la genética defectuosa de la cadena hereditaria.

Políticas de alta natalidad

Artículo principal: Lebensborn
Familienbildniss ("Familia"), arte de propaganda del Tercer Reich que ilustra una familia aria, por el artista Wolfgang Willrich.
Gráfica que compara el número de nacimientos por cada 1000 personas en las poblaciones de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Bélgica. Se observa un notable aumento en Alemania durante el inicio del Tercer Reich hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial

El régimen nacionalsocialista fomentó las familias numerosas y ofrecía incentivos financieros y beneficios sociales a las familias con al menos 4 hijos. Estos incluían subsidios por hijos, préstamos sin intereses para matrimonios jóvenes y exenciones fiscales. Además, se establecieron premios y honores para las familias que tuvieran muchos hijos, como la Cruz de Honor de la Madre Alemana. Esta política tenía como objetivo aumentar la población aria y preservar la pureza racial de la nación. La organización Lebensborn de la SS estableció hogares especiales donde las mujeres arias podían dar a luz y criar a sus hijos fuera del matrimonio. Estos hogares proporcionaban apoyo financiero, médico y social a las mujeres arias. También facilitó la adopción de niños arios por parejas o familias alemanas.

Poligamia meritocrática

Algunos oficiales del estado alemán como Martin Bormann o Heinrich Himmler, proponían una reforma radical en la concepción del matrimonio occidental que implicaría instituir la bigamia o la poligamia selectiva y meritocrática con el propósito de aumentar la cantidad y calidad de la raza aria.

Himmler declaró al respecto que las leyes matrimoniales monogámicas son inmorales y una "obra satánica de la Iglesia Católica Romana", porque, en su opinión, no toman en cuenta la naturaleza humana y terminan afectando la tasa de natalidad, reduciendo el tamaño de las familias.

Afirmó que "después de la guerra, Hitler tiene la intención de cambiar todas las leyes matrimoniales existentes" y que "la monogamia dejará de imponerse". Se propuso que los miembros de la SS y los héroes tendrían privilegios especiales incluyendo el derecho a tomar una segunda esposa, que sería considerada tan legítima como la primera.

El permiso para tener dos esposas se concedería sólo a hombres de pura raza germánica que hayan demostrado su lealtad y su valor, exigiendo al menos haber obtenido la Cruz de Hierro, Primera Clase. El varón también sería examinado médicamente para garantizar que no se propague ninguna enfermedad, de acuerdo con los principios eugenésicos. Además, este permiso sería una señal de distinción y conllevaría remuneraciones en salario, bonificaciones, etc. El hombre al que se le permita ser bígamo ocuparía una posición tan importante en el Estado que ganaría más que suficiente para sostener a sus familias, y el Estado obtendría muchas ventajas de dicho acuerdo ya que se estimaba una tendencia ascendente inmediata en la tasa de natalidad y el mejoramiento en la calidad de la descendencia de estos matrimonios múltiples. Con esta medida se esperaba que la raza de los héroes alemanes se transmitiera al mayor número posible de descendientes.

El razonamiento detrás de esto, señalaba también un comportamiento instintivo masculino que posteriormente sería conocido en psicología como Efecto Coolidge, que sería la explicación científica de la promiscuidad masculina. Himmler explicó que el hecho de que un hombre esté obligado a pasar toda su vida con una sola esposa facilita la infidelidad, la que luego se intenta encubrir, y la consecuencia final de este engaño es el conflicto de la pareja y por lo tanto ya no engendrarán más hijos. Por otra parte, el marido nunca se atreve a tener hijos con la mujer con la que mantiene una aventura, aunque le gustaría, simplemente porque la moral judeocristiana burguesa se lo prohíbe. "De nuevo es el Estado el que pierde, ya que tampoco obtiene hijos de la segunda mujer."

Además, añadió que esta moralidad monogámica califica a los niños nacidos fuera del matrimonio como "ilegítimos" y estipula que no son parientes de su propio padre y su familia. Según ese código moral, un "bastardo" y su padre no cuentan como parientes y así, a la especie se le despoja de sus mecanismos naturales de reproducción sólo para mantener las apariencias en la sociedad. El padre no tiene posibilidad de hacer lo más natural del mundo: tratar al niño como si fuera suyo y ocuparse de su crianza, ni tampoco se le permite casarse con la madre del niño, puesto que ya tiene un contrato matrimonial.

Por su parte, Alfred Rosenberg, en El mito del siglo XX, citando al profesor Dr. K. A. Wieth-Knudsen,[1] escribió que:

Desde un punto de vista racial, todo esto se ve bajo una luz diferente. Ciertamente, la monogamia debe ser protegida y mantenida como la célula orgánica del pueblo germánico, pero sin la poligamia periódica de nuestros antepasados, la corriente germánica de los pueblos durante los siglos anteriores nunca habría surgido. En consecuencia, todas las bases de la cultura occidental habrían estado ausentes.

Tambien cita a Wieth-Knudsen diciendo que:

Mientras tanto, la lucha del cristianismo contra la poligamia promovió simultáneamente un declive del desarrollo político militar de nuestra raza, una conexión lógica que hasta ahora no ha sido reconocida ni evaluada.

Rosenberg continúa:

Esta verdad eleva el hecho histórico por encima de cualquier moralización. Hubo períodos posteriores en los que las mujeres superaban ampliamente a los hombres. Tal es el caso de nuevo hoy en día. ¿Deberían ser consideradas estas millones de mujeres con una sonrisa compasiva como solteronas a quienes se les ha privado de su derecho vital? ¿Debería una sociedad hipócrita y sexualmente satisfecha emitir un juicio despectivo sobre ellas? El próximo Reich rechazará ambas actitudes. Manteniendo la monogamia, mostrará el mismo respeto y el mismo estatus social y legal a las madres de niños alemanes, incluidas aquellas cuyos hijos nacen fuera del matrimonio. Obviamente, tal política será atacada por las iglesias y por todas las asociaciones sociales y morales. Son éstas las que aceptan un matrimonio entre un alemán católico y un mulato católico, mientras aplican presión social y religiosa contra el matrimonio de un alemán católico y un alemán protestante. Toman la visión de que la contaminación racial es totalmente moral y cristiana, pero levantan un aullido hipócrita si nosotros abogamos por la consideración de factores biológicos y espirituales para preservar la raza y fortalecer al pueblo germánico.[2]

Nacionalsocialismo en la actualidad

Logo del NPD, partido político actual de inspiración nacionalsocialista.

El nacionalsocialismo, tras haber sido derrotado militarmente en la Segunda Guerra Mundial y de haber sufrido en consecuencia todo tipo de ataques propagandísticos en su contra, continuó inspirando a los movimientos nacionalistas en todo el mundo. Muchos de estos movimientos se los denomina utilizando el término peyorativo de neonazismo, lo que conlleva a su persecución política. Después de terminada la guerra han aparecido cientos y cientos de Partidos, Movimientos y Organizaciones Nacionalsocialistas o de ideología similar. Este fenómeno también sucedió en los países que combatieron a la Alemania Nacionalsocialista como Estados Unidos, Rusia, Francia, Inglaterra, Australia, etc.

Originalmente, el nacionalsocialismo surgió como un movimiento pangermanista enfocado a unificar a las diferentes naciones germánicas para conformar al Reich alemán. Después de algunas disertaciones dentro de la teoría racial, se llegó a percibir como un movimiento paneuropeo, por lo que actualmente, el despectivamente llamado "neonazismo", es un movimiento nacionalista paneuropeo de identitarismo racial cuyos objetivos primordiales son la protección y conservación de la raza blanca y de su cultura, así como la defensa de los derechos de los blancos, frente a fenómenos como la eurofobia, la inmigración, el aborto, el consumo de drogas, que son percibidos como perjudiciales no sólo para los blancos sino para gente de todas las razas y culturas.

En muchos países, sobre todo en la todavía ocupada y oprimida Alemania (véase República Federal de Alemania), está prohibido hacer públicamente apología explícita al nacionalsocialismo y hay infames y estrictas "leyes" en su contra, que es considerado un delito, prohibiendo asimismo el uso de símbolos tradicionales indoeuropeos como la esvástica, el saludo romano o las runas. También está prohibida la libre investigación y revisión histórica del Holocausto, así como opinar en público que el mismo es un mito. Cualquier postulado de origen nacionalsocialista, es expuesto por la historia oficial y la propaganda como políticamente incorrecto.

Referencias

  1. K. A. Wieth-Knudsen, Frauenfragen und Feminismus (Preguntas sobre mujeres y feminismo), Stuttgart, 1926.
  2. Alfred Rosenberg, El mito del siglo XX, capítulo 10: "Ley Nórdica Germánica".

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Enlaces externos